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06 febrero 2025

Blues rock, Shimokita-kei, cloud trap horrible, post-hardcore/rock alternativo escocés, post-black japonés y hard rock sueco

 0. Jueves de primera clase de Ciudadanías Digitales en la Sergio Arboleda. Algo agotador repetir la misma clase de forma inmediata.

1. Room On The Porch For Everyone (2025) de Taj Mahal & Keb' Mo': disco de blues rock, entretenido pero regular, sin demasiada emoción. Por lo que entiendo es una reedición del disco 2017 llamado TajMo. 3 de 5. 

2. Euphoria Ep (2025) de Tiny Yawn: simpática banda japonesa de math rock, indie pop, emo, que tiene apregios complejos y tiernas voces femeninas. Es su quinto EP y no tienen discos. Pendiente de más. 3,6 de 5. Conformado por Megumi Takahashi (vocales), Yuki Sugama (guitarra), Koji Yasuda (bajo) y Kohei Takashima (batería). Practican el género de Shimokita-kei, una versión pop, alimentada de math rock y post-punk, de algunas bandas japonesas. En Spotify.

3. The Peak (2025) de smokedope2016: Cloud Rap  / emo trap. Música bien hecha de horribles voces, aburrida  y patética, 0,5 de 5. No entiendo cómo tiene tan buenas valoraciones en Sputnikmusic y RYM.

4. Buenos singles de Benediction, Arch Enemy, Future Static, Avulsed, Schavot y Rivers Of Nihil.

5. MY GOD HAS A GUN (2025) DE VUKOKI. No estoy gritando, es en mayúsculas en el original. Tiene una mezcla de pop punk, pop metal, post-hardcore, alt-pop electrónico y rock alternativo con momentos realmente entretenidos gracias a guitarras y bajos pesados con líneas vocales muy pop, que tiene ventajas y bemoles. Suena como una combinación de Olivia Rodrigo, Paramore y Bilmury.

Era un cuarteto, y ahora un dúo conformado por Hamish Reilly y Janine Shilstone, con canciones bien producidas y por momentos, sonando como RnB alternativo. Por momentos recuerda a Bilmury, aunque tiene muchos arreglos "sucios" de electrónica y bajos industriales, así como otros de electropop. Son de Kilwinning, Escocia, Reino Unido. Diría que 3,9 de 5. En Spotify


6. Our Hearts In Your Heaven (2025) de Pale: post-black metal japonés, con hardcore, shoegaze y noise. Tiene muchos bellos riffs atmosféricos y espaciales transparentes sobre una pared de algo que parece ruido blanco o guitarras distorsionadas extrañamente, que para mí entorpece en lugar de sumar, sobre todo en los temas en que domina el noise, haciendo que suena más a black lo-fi originario que a experimentos blackgaze.

El sonido está un poco más sucio y crudo que el de sus compañeros de género, lo que creo que le hace perder, aunque las melodías y las baterías están logradas. Hay un tema con voces como post-punk, no demasiado buena la intervención vocal, que es algo desilusionante. Creo que el experimento salió mal, lo que es una lástima por los buenos elementos melódicos y de experimentación con power electronics y post-hardcore como en Dakhme, aunque los pajaritos de fondo son inexplicablemente malos. 2,5 de 5.

7. Give Us The Moon (2025) de The Night Flight Orchestra: puede ser irónico porque me encanta Ghost y Voyager, pero este invento nunca me ha caído bien, al contrario, me parece espantosamente aburrido y sintético. 2 de 5. Es un pop rock, que puede sonar algo progresivo y ochentoso, con gloria, pero que no me engancha. Según RYM son Disco. Con razón.


04 febrero 2025

Chamber pop / indie folk neozelandés, pop punk australiano, post-metal/rock escocés, rap metal / hip hop industrial, black metal atmosférico, progresivo australiano y free jazz/noise rock avant-garde italiano, death/black sucio canadiense, power progresivo noruego, nü metal israelí

1. Asphodels (2025) de The Veils: banda neozelandesa residenciada en Londres, de rock, indie y folk independiente según Sputnikmusic aunque RYM los ubica más adecuadamente como Chamber Pop. Muy bien hecho pero muy poco emocionante, 2,5 de 5.

2. Toy (2025) de Dear Seattle: pop punk australiano, genérico y muy derivativo, aunque bastante bien hecho. 2,7 de 5. 

3. Cleave (2025) de Beneath a Steel Sky: post-metal escocés con sonidos doom, space rock y ambient, que combina la dureza y expansividad de Cult Of Luna o Russian Circles con sonidos más suaves, elegantes y con voces limpias más post-rock. Y aunque tiene menos progresivo y jazz/rock que otros compañeros, el trabajo de guitarras, arreglos minimalistas y en capas le da su propia coloración, entre disonancias, arpegios y ardientes notas agudas casi exasperantes. A veces suenan a The Ocean Collective. Me pareció un discazo, 4,6 de 5. En Spotify

4. I Lay Down My Life For You (Director's Cut - 2025) de JPEGMAFIA: el hip hop hardcore y experimental con guitarras de nu-metal presenta este compilado / reedición de su disco 2024 que de nuevo asombra, entretiene, hace sonreír, cabecear y bailar. Es oscuro, es innovador y brutal. 4,5 de 5. En Spotify.

5. Allegheny Rains (2025) de Theophonos. Mathcore / black disonante de Jimmy Hamzey (también Serpent Column) al estilo entre Hoplites e Imperial Triumphant, sin el encanto ni avanzada interpretación de ninguno de los dos, aunque tiene muy buenos momentos en que lo melódico y lo agresivo se juntan. Tiene muchísimo mejor sonido que su EP anterior de 2024, Banishment.

Sin embargo, y aunque al principio del disco asoma que usará ritmos básicos de rock and roll y garage punk que va desarrollando con más o menos fortuna al fusionarlos con ritmos frenéticos de black metal y grindcore, arreglos corales y sinfónicos muy avezados y complejidades matemáticas, en conjunto se queda en general en un disco más extraño que completado. 3,7 de 5 aunque tiene canciones y/o momentos de 4,2. En Spotify.

6. Chains (2025) de Taliesin: muy simpático metal progresivo de Canberra, Australia, que tiene lindezas del pop y los avanzados artilugios de lo progresivo, con una voz limpia y arreglos orquestales épicos que suenan casi juguetones. La atmósfera es oscura, algo post-punk aunque lo que domina es un bajo progresivo, denso y casi sludge que está rodeado de metal progresivo bastante guitarrero. 4 de 5. En Spotify.

7. Carboniferous (2009) de Zu: locura mathcore, noise rock, metal avant-garde, brutal prog, con techno y jazz punk / avant-garde. El sonido es denso, como de sludge e industrial, en la que el saxofón suena como tocado por Ministry. Así que la improvisación del jazz, las posibilidades de la música experimental y la suciedad del rock/metal se estrellan como luego harían Black Midi y The Mars Volta. Sin embargo, Zu es más metalero, más noise y más destructivo en sus búsquedas. 4,8 de 5. En Spotify.

8. Violation.Strife.Abominate (2025) de Revenge: un black/death canadiense sucio, lo-fi y brutal, pero de muy mala calidad y sonido. 2,3 de 5.

9. Singles de Squid, en la que brilla el tema Crispy Skin, un tema de seis minutos que tiene indietronica, post-punk y kautrock, entre otros. Son una banda de Londres que se las trae. Me recordaron a Plastic Beach. Singles de Cryptosis, thrash metal técnico y progresivo holandés, poderosos y creativos.

10. Face our fear (2025) de Ebonheart: fascinante banda de power metal progresivo noruego, que echa mano de decenas de géneros y estructuras, que incluyen música electrónica bailable, sintetizadores de rock progresivo setentosos, growls de death metal y sensibilidades del pop. 

Su música es tan compleja como accesible, combinando habilidades técnicas, guitarras gruesas y una voz increíble con raros formatos de producción y grabación para crear una experiencia sónica aventurera, que incluye fusión world music, folk balcánico y hasta lo que parece música circense. 

No es sólo la típica banda de power progresivo que demuestra que puede hacer malabares y sorprender con solos y arreglos, con canciones dramáticas, explosivas o fantasiosas sino que va más allá con magia de estudio. Es increíblemente intrigante, sobre todo porque es un dúo con muchos invitados: Jan Thore Grefstad (Saint Deamon, Kaasin) en la voz y Lasse Lazz Jensen (Oceans of Time) en la música. 4,8 de 5. 

Entre algunos de los invitados están Dirk Verbeuren (Megadeth) en la batería, Mats Haugen (Circus Maximus) en solo de guitarra, Sid Ringsby (TNT) en bajo y Jon Eirik Bokn (Trollfest) en la batería, Yngve Bolt Christiansen (Ex-Blood Red Throne) en voces y Kjell Åge Hartveit Karlsen (Ex-Chrome Division) en solo de guitarra. En Spotify.

11. Bleed Out, Heal Out (2019) de Walkways: una joya del nü-metal / post-hardcore / metal alternativo, de Tel Aviv, Israel, con voces rasgadas y desesperadas, entre Deftones y Slipknot aunque menos agresivas, voces corales oníricas de distintos colores que transportan, junto a profundas guitarras de post-rock, djent y nü-metal, que van llevando a un viaje que es tan melódico como potente, que nos va paseando por una suerte de curvas llenas de emocionalidad entre la rabia y el dolor, sorpresas progresivas con contratiempos y dinamismo vocal que casi es divertido y alegre por momentos, con una versatilidad asombrosa. 

Además de una balada entre violines, se notan influencias y sonidos del metalcore, melodeath e incluso del rock electrónico, en un disco extenso que se toma su tiempo para usar todas sus distintas capacidades, que termina siendo rico, diverso y propio. Algo derivativos, aunque bien acoplados los distintos sonidos. Muy muy buenos, 4,7 de 5. En Spotify. Van a girar este 2025.


31 enero 2025

The Verve (brit pop/psicodelia/space), Larkin Poe (blues rock), Mogwai (post-rock espacial y dream pop), August Burns Red (metalcore melódico), Live ID de Riverside (progresivo polaco) y demos de Madvilliany

0. Hasta hoy trabajo con un equipo completo en Cocuyo Chequea. Por el congelamiento de fondos de USAID, nos disponemos de fondos para tres de las cinco personas que estamos allí, así como el pago extra de dos Community Manager. Incluso habrá que sacar plata de otros lados para pagar al videógrafo y al diseñador gráfico. En mi caso, es probable que me queda sólo un mes más de salario, quizás dos.

1. This is Music: the singles (2025) de The Verve. Originalmente un recopilatorio de 2004, con singles del 92 al 98, que es relanzado en 2025 con una remasterización de 2016, con los temas Love Is Noise y Rather Be, en vez de Monte Carlo, como en el original. Soy de los muchos que no sabe nada de esta banda de brit pop / shoegaze salvo su hit polémico, Bittersweet Symphony. Y está muy buena esta banda, menospreciada al parecer. 4,5 de 5. En Spotify. Según RYM también son neo-psychedelia y space rock reflejado hermosamente incluso con el uso de flautas y sintetizadores, especialmente en el largo, orquestal y muy orínico tema Gravity Grave. Me estaba perdiendo de mucho.

2. Bloom (2025) de Larkin Poe: fue amor a primera vista con este dúo de folk rock y blues rock, oriundo de Georgia y ahora residenciadas en Nashville, Tennessee. Con extraordinarias guitarras y canciones con ese sabor entre country, rock and roll y psicodelia. Con este disco se reafirma su dominio total por ese revival de música de los 60/70 con potencia femenina, como también lo hace a su estilo metalero The Warning. En este caso son dos y no tres hermanas: Rebecca Lovell (voz principal, mandolina, ukulele, piano, bajo, batería programada, banjo, violín y guitarra eléctrica) y Megan Lovell (voz, Dobro y guitarra de acero de regazo o hawaiiana). Me gustó muchísimo este disco. 4,5 de 5. En Spotify.

3. The Bad Fire (2025) de Mogwai: delicioso post-rock electrónico de Glasgow, Escocia, Reino Unido, que toca redondeados rincones de shoegaze, space rock y suave dream pop para adosar paredes con algodón existencialista. Me gustó también, 4,5 de 5. En Spotify.

4. Thrill Seeker (original de 2005, regrabado por sus 20 años) de August Burns Red. Metalcore progresivo y melódico, con melodeath y mathcore entre los ingredientes, de Manheim, Pennsylvania. Disco potente en voces (con vocalista nuevo y el original de invitado), breakdowns y riffs con cortes atravesados y tiempos raros. Increíble, más con ese tema de 8 minutos del final, The Seventh Trumpet. El guitarrista de Killswith Engage, Adam Dutkiewicz, productor original del debut, está invitado como guitarrista. 4,3 de 5. En Spotify

5. Live ID (2025) de Riverside. Versión en vivo del disco ID.Entity, acá mi reseña, uno de mis favoritos definitivos de 2023. Los vi en Bogotá en 2024 con una satisfacción absoluta. Polacos progresivos, con una voz melódica maravillosa y muchos sintetizadores, con tiempos extraños y gran capacidad para producir canciones que asombran y al mismo tiempo nos hacen volar, con unos coros y unas melodías tan encantadoras como técnicas. Buenísimo, 5 de 5, claro. En Spotify.

5. Duél EP (2025) de Jinjer: qué monstruosidad cómo estos ucranianos han pulido tanto esa combinación de metalcore progresivo, groove metal, reggae/funk y djent, con toques a veces muy progresivos y otros casi jazz-metal, con las voces limpias y guturales de Tatyana. Increíblemente brutal lo que adelantan del próximo disco del mismo nombre.

6. Madvilliany Demos (2025) - Madvillian. Después de escuchar el disco Liquid Swords de GZA, no le tenía mucha fe a escuchar discos de hip hop considerados los mejores de la historia, pero si estos son los demos, el disco debe ser impresionantemente bueno. Me conquistaron con estos temas, de verdad es algo increíblemente bueno. 4,8 de 5. En Spotify

12 enero 2025

Lo nuevo de Franz Fernidanz, versiones jazz de clásicos del rock y el metal por Alex Skolnick, death/black melódico progresivo (In Vain) y black progresivo experimental con mucho jazz fusión

1. The Human Fear (2025) de Franz Ferdinand, después de seis años, la banda de indie rock escocesa reaparece con su cóctel de música de los 80, combinando indie rock, glam, algo de new wave, dance-punk y post-punk para entregar una serie de canciones melodiosas, pegadizas y con gancho, algunas con más guitarras y otras más enfocadas en lo electrónico, aunque para mí es un regreso después de una década de excesos de comercialidad. Sin ser una gran pieza de arte, me pareció bastante buena, por su sonido oscuro, su producción cuidada y su enfoque en crear canciones bailables y dinámicas, sin ser demasiado ligeras sino con momentos muy loables, con guiños al britpop, mod revival y hasta art pop o chamber pop, especialmente en el tema Tell Me I Should Stay, definitivamente el punto más alto del álbum, pero también en Black Eyelashes, producida con sólo sonidos de instrumentos asiáticos. Puntos: 3,9 de 5.

Primer disco de Audrey Tait como baterista, quien se unión al grupo en 2021. En Spotify.

2. Transformation (2004) de Alex Skolnick Trio: otro hermoso disco que combina composiciones propias y versiones del rock y metal en clave de jazz-rock fusión en manos del guitarrista de Testament. Pink Floyd, Iron Maiden, Judas Priest, Deep Purple, Scorpions. Lo mejor es que algunas de las "transformaciones" son en clave de swing, funk y hasta jazz latino. A diferencia de discos posteriores, este debut remarca el sonido de la batería y el bajo, con la guitarra haciendo nuevas armonías y arreglos de las canciones, pero remarcadamente potentes. Una excepción memorable está en Highway Star, en la que se incluye una sección explosiva con una guitarra altísima en ganancia, en noise rock haciendo un solo gigantesco.

3. Solemn (2024) de In Vain, es un disco impresionante en su capacidad de composición, una especie de versión europea y mucho más épica de BTBAM, con magníficas voces guturales y limpias, entre vikingas, vampíricas, de melodeath y operáticas -cortesía de Sindre Nedlandy Andreas Frigstad-, momentos impresionantes de black sinfónico con death/doom melódico, algunas leves influencias del rock progresivo y psicodélico y mucho del black/death progresivo, que pueden girar completamente como en el tema inicial del disco, que después de una muralla de melodeath se termina con varios minutos de trompetas repasando la melodía principal, que se repiten más tarde en Eternal Waves.

A diferencia del Currents (2022), donde hubo momentos con mucho rock progresivo y sintetizadores setentosos así como momentos de riffs y voces metalcore, con Mathew Heafy de por medio, ahora hay toda una sinfonía de influencias del metal extremo progresivo y melódica, recorriendo décadas de monstruosos hitos de la música más oscura y al mismo tiempo emotiva y desgarradora. La canción final, que vuelve a sus andanzas hiper progresivas con cambios de tiempos imposibles, tiene además a Davidavi Dolev (Subterranean Masquerade).

La batería, sintetizadores y arreglos de cuerdas estuvieron a cargo de Tobias Øymo Solbakk (Ihsahn, Black Void/White Void), el bajo de Alexander Lebowski Bøe (invitado en los discos World Metal de Solefald) y las guitarras sobre Johnar Håland (también invitado en World Metal. Komospolis Sud) y Kjetil D. Pedersen. Junto a ellos músicos que agregaron violín, viola, trombón y saxofón, que se turnaron en tomar el protagonismo, en momentos de total dominio de la música de cámara, a lo Caelestra. 4,8 de 5. En Spotify.



4. Sacred Sound of Solitude (2025) de Bloodbark: de origen desconocido, esta banda de black metal atmosférico y melódico, con algo de blackgaze, hace temas largos basados en trémolo picking, batería rudimentaria, ambient casi new age y unas guitarras acústicas, empaquetadas en un sonido tan cristalino que en lugar de ser depresivo y subterráneo se antoja paisajístico y casi documental. Con temas totalmente ambient, también hay suciedad traída con sonidos de post-black metal e industrial. Es realmente convincente e intrigante, con canciones que se van develando poco a poco con motivos repetitivos y casi doom. Diría que 4,2 de 5. En Spotify.

5. Hypnosophy (2016) de Aenaon, de la tierra de Hail Spirit Noir, proviene esta banda de black progresivo y muy experimental y jazz fusión, gracias a Orestis Zyrinis, firmados por la disquera avantgarde Code666 Records. Es difícil describir apropiadamente pero esta es una banda que como Thank You Scientist u Orgone, parecen dos (o tres) en una (al menos), porque hay sonidos de big band jazz con shrieks encima, riffs de dark cabaret y black melódico, mucha percusión tribal y rock psicodélico sobre una alocado piano de jazz.

La producción vocal va también de cánticos gritados como un Oi! perverso, entre otras diversas técnicas guturales, limpias y mixtas que parecen interpretar distintos gnomos, duendes, dragones y asesinos alados, usando ópera, gritos hardcore, melodías vikingas y ocultistas. Es como Goat y Ezra Collective con Solefald y Borknagar, en que lo psicodélico es muy potente, el metal progresivo también y las fusiones folk / jazz / experimental mucho más, gracias a Chris Zindros, encargado de batería, percusión, Saz, bouzouki, cítara y oud. 

Este disco me hizo el domingo en la noche. 4,8. Tiene algunas voces femeninas medio regulares y el tema final, aunque es un opus épico de 15 minutos, tiene otras irregularidades vocales que pueden ser disonantes o experimentos que no salieron tan bien. En Spotify. Es igualmente una monstruosidad de disco. 

22 diciembre 2024

Diario musical 22D: noise gótico, death de NY, death/thrash progresivo, post-metal/sludge, black metal progresivo, hip hop, death / jazz progresivo, post-hardcore progresivo, heavy metal, doom/death progresivo

1. With Love From a Padded Room de Crippling Alcoholism: otro muy buen disco de 2024 ignorado por la crítica. Y lo halago porque es de géneros que usualmente no me enganchan. En este caso metal gótico y post-punk, en este caso combinada con post-metal y noise. Sus ritmos cadenciosos y decadentes, sus voces aletargadas y sombrías, con teclados darkwave y las explosiones de ruido guitarrero y secciones de suave calma expansiva me conquistaron, porque combinan la angustia narrativa de Chat Pile con algo de tristeza reflexiva y bailable de The Cure. Si te gustan las etiquetas, como a mí, doomgaze. Son un quinteto de Boston, Massachusetts, que llega así a su segundo disco. En Spotify. Puntuación, 4,5 de 5.

Sus momentos cumbres están en los temas Ottesa y Rough Sleepers, donde lo fúnebre y lo hardcore se unen de forma única.

2. Abusement Park de Nitesoil: death metal de Brooklyn, Nueva Yorek. Este disco me gusta muchísimo, sobretodo el tema Odio con Jessica Pimentel (conocida tanto por su papel en Orange is the New Black como por su papel como vocalista de metal, especialmente en Brujería). En Spotify.

3. The Ever​-​Crushing Weight of Stagnance de Misanthropy: death/thrash progresivo con unos riffs súper complicados, circulares, llenos de ganchos, disonancias y armónicos, a veces incluso sonando a rock and roll, otros a thrash progresivo y la mayoría de las veces a mathcore. Son de Chicago, Illinois, Estados Unidos. En Spotify. Uno de estos discos que, con potentes guturales y sorpresivas formas en las guitarras, llena de efectos y tecnicismo inspirado, con un sonido sucio para darle rudeza y una sección rítmica más que eficiente, te llevan por un paseo en una nave espacial impulsada por Voivod más influencias recolectadas en planetas distintos. Lo progresivo permite fusión, exploración y transformación. Un 4,3 de 5.

4. Stereo Grief EP de Greyhaven: los mejores EPs te dejan con ganas de más, Greyhaven -Louisville, Kentucky- lo logra con su combinación de post-hardcore y progresivo, en que lo melódico y lo salvaje se combinan de forma emocionante, con algo de dolor y rabia, riffs arpegiados y mucha velocidad disonante, produciendo un metalcore bastante creativo y enganchador. Su cantante tiene ambas voces bien desarrolladas, con un grito más noise que emo. Porque el hombre metalero puede disfrutar el punk. 4,7 de 5. En Spotify.

5. Spirit of Ecstasy de Imperial Triumphant: obra maestra del jazz / black metal progresivo de estos nueyorkinos demenciales, caóticos, hiper-técnicos e iconoclastas urbanistas. Un trío de genios se encargaron del core de este disco, Zachary Ezrin en voces, guitarras y orquestaciones, Kenny Grohowski en la batería y Steve Blanco en bajo, teclados, pianos y voces. Otro gentío completó la ópera metal: por ejemplo, Colin Marston, mente maestra detrás de la producción, grabación y mezcla, se encargó de la batería electrónica. El famosísimo saxofonista Kenny G agregó saxofón en un tema y su hijo Max la guitarra en otro. Brilla en el disco que dejan atrás el sonido demasiado opresivo, agregando además unos ritmos cadenciosos que hacen más extraño y valioso el reto de mezclar jazz con death progresivo muy extremo.

Las guitarras líderes fueron encargadas a Alex Skolnick de Testament  y Trey Spruance (Mr Bungle, ex Kayo Dot y Secret Chiefs 3). Con las voces invitadas tampoco se cortaron: Denis Bélanger "Snake" de Voivod, la vieja conocida Andromeda Anarchia (Folterkammer / La Sorprendida) y Yoshiko Ohara (Bloody Panda). En Spotify. 4,7 de 5. El tema In the pleasure of her company es una brillante composición de jazz-metal. 

6. The Skeleton Key de Roc Marciano and The Alchemist: hip hop. Por momentos suena a DJ Muggs. Regularmente entretenido. 3,5 de 5. 

 7. Et hav av avstand de Taake: black metal progresivo misterioso, enfocadísimo en las guitarras, con riffs circulares y repetitivos, animados y casi festivos por momentos, conformando un tema que se repite muchísimas veces, propio de la influencia de la música clásica. Los temas son lentos, desarrollándose lentamente y a veces sin un climax, sino desenvolviéndose como evocando la eternidad que se acaba en un segundo.

Lo más raro, y atractivo, es que al usar acordes mayores en el primer tema, produce una paradoja interesante y confusa para el género, que gana con sus repetitivas disonancias e infinidad de variaciones sobre el mismo riff, así como la influencia de lo que parece stoner y death melódico, desde la óptica del metal progresivo.

Aunque esto es verdad para los primeros dos temas, luego hay uno de tan sólo 6 y otro de 13 que son más punks, gélidos y veloces, sin ser furiosos ni fugaces, sino que conservan las ideas del eterno retorno en los riffs, aunque son más punzantes y radicales. Sin embargo, esto es más claro en el menos extenso, mientras que el tema final es también aventurero y épico, combinando formas y tonos de forma innovadora y osada, por momentos sonando como un vals. Este último tema trasciende totalmente el género, siendo experimental, noise y hasta post-metal.

Todo es obra del noruego Ørjan Stedjeberg (Hoest). Un disco que me fascina, así que le doy un potente 4,8 de 5. En Spotify.

8. Voidkind de Dvne: tercera entrega de esta banda de post-metal, sludge y progresivo, salvaje, crudo y enrevesado, con vocales épicas y alargadas,ed con growls y mucho sonido directo, ruidoso y con teclados de fondo que parecen llevarnos a la locura y la máxima tensión, como una película de suspenso que finalmente muestra el rostro del horror. Es un Mastodon en esteroides de metal extremo, con un grandioso baterista y un vocalista que logra combinar influencias emo, orientalistas y post-metal en su voz. 

Los riffs arpegiados como tema principal, con voces de doom/pop rock y rock alternativo, en conjunto con los tonos atmosféricos hace que el álbum se convierta en una tormenta de arena, inesperada y avasallante, de sludge progresivo y rápido, con voces femeninas de por medio, brinda una experiencia acelerada y extensa. Los riffs stoner y de hardrock, acompañados por guturales explosivos, le dan una cadencia hipnótica y danzante, realmente se siente el concepto desértico.

Son un quinteto de Edinburgo, Escocia. Un discazo, de 4,8 de 5. En Spotify.


8. Master of the Games de Demon Bitch: banda de heavy metal / US power metal, con influencias medievales y clásicas, de Detroit, Michigan. Tiene ciertos parecidos con Smoulder y Eternal Champion, aunque no lo suficiente, lo que me hizo dudar primero de su alta calificación en Sputnikmusic e incluso de terminar de escucharlo completo. Hay que admitirlo, me fueron ganando poco a poco, no sólo por su calidad interpretativa, tanto individual y especialmente colectiva, en que lo que parecía heavy tradicional era realmente un compendio de heavy neoclásico, alguito de NWOBHM, algo más de thrash/power e incluso algo de metal extremo de forma sutil.

Su bajista es excepcional, pero el resto de la banda es bastante buena: un baterista con muchos recursos y velocidad, guitarristas con solos épicos y riffs evocadores, que podían sonar ingleses, luego enrevesados, con cambios inesperados y progresivos, pero especialmente adosados a un género que parece ya no cultivarse en sus tropos más originales.

La voz no me desagrada a pesar de sus cercanías con el epic doom, pasando por algunos growls y agudísimos gritos. El todo es mucho más que las partes. Finalmente, 4,1 de 5. En Spotify.

9. Kuarahy (2020) de White Stones: claramente con las bandas que se parecen, emulan, imitan o están altamente influenciadas por Opeth hago una excepción con gusto, aunque claramente esta banda -y su disco 2024 lo corrobora- se defiende por vida propia con su versión alterna de death progresivo más enfocada en lo extremo y la vanguardia, así como casi totalmente ajeno al rock progresivo setentoso. 

Este es el debut de la banda fundada por el uruguayo Carlos Martín Méndez Esposito (Martín Méndez) de Opeth. Con riffs más experimentales, que parecen fusión jazz/death con sludge y doom, hay más enfoque en los guturales así como en crear escenas terroríficas de progresivo stoner, más denso y con más foco en la búsqueda de profundidades melódicas, con aires de misterio y oscuridad. 

Sin embargo, no están exentos de internarse en doom progresivo setentoso, como en Infected Soul, en la que aparecen momentos psicodélicos y casi tribales, de world music y partículas de Santana. Me encanta este debut, 4,5 de 5. En Spotify.

10. Muuntautuja de Oranssi Pazuzu: me traigo lo que dije el 13 de octubre cuando lo escuché por primera vez: black metal psicodélico, espacial y progresivo de Finlandia. Una de mis favoritas de la vida. Este disco nuevo está más sosegado, mucho mejor producido, con las capas de ruidos y efectos en concordancia con la música, sonando entre jazz y metal de vanguardia, atmosférico, conceptual y detallista. Sexto disco en 15 años, permite llegar a la madurez esperada de genialidad.

Oranssi Pazuzu podría estar haciendo su Kid A, si me permiten la extrapolación metalera, pues parecen explorar el ruido instrumental yuxtapuesto de Imperial Triumphant, de Heimdal de Enslaved y el Black Medium Current de Dodheimsgard, en que superan el metal para expandir el sonido hacia espacios siderales más cercanos a la música de vanguardia, la experimentación contemporánea y la música de cámara, capturando también viejas influencias del hardcore.

En este caso Niko Lehdontie suma teclados y efectos electrónicos a su trabajo de guitarra, mientras que Ville Leppilahti agrega gran piano y teclados (llegando a lo experimental y la música de cámara) mientras que el bajista Toni Hietamäki también teclados, Juho Vanhanen (voz y guitarras) y Jarkko Salo (batería). Este es un discazo de 4,8 de 5 que no en vano es titulado Transformación, con referencias a la alquimia y el cambio. Es otra banda, otro nivel, algo increíblemente superior y grandioso.

04 diciembre 2024

Diario musical 4D: semana de parciales finales, thrash paraguayo, death/grind escocés, el debut de Kim Deal (reina del rock indie), death/doom melódico francés, rock nostálgico de lo s90 y power/death melódico/j-pop

0. Hoy empiezan las pruebas finales de mis estudiantes en la Universidad Sergio Arboleda, donde además de posgrado ahora estoy dictando pregrado con dos materias: una llamada Ciudadanías Digitales y otra bajo el nombre de Gestión y Analítica de Datos.

1. Deadly Experiments de Under Assault, banda paraguaya de thrash metal, muy vintage y con canciones cortas, súper speed y con la temática de crítica social y excesos de la ciencia experimental. Sí hay classic rock, debería haber ya classic metal. En este caso, ya suenan a los inicios del género en los 80, un poco Metallica y mucho Exodus y Sodom, aunque también hay un par de canciones crossover. En Spotify.

2. Black Hole District de Monolithe, doom / death melódico francés, con algunos teclados fúnebres, igual que las guitarras, los guturales representan la mezcla de los dos géneros, con tonos que no son tan densos, ni tan lentos ni tan graves, dándole dinamismo porque permite apreciar los riffs más complejos, lleva a canciones mid-tempo que pueden acelerar y que los arreglos con teclados sean un puente entre ambos, así como un adorno que puede llevar a momentos más espaciales e incluso progresivos. El invitado de voces limpias hace un gran trabajo, que permite asemejar la propuesta con la actual Katatonia. 

Un dato curioso es que el disco está compuesto de 10 canciones, agrupadas en 5 partes iguales: un instrumental de 1 minuto y un tema de death/doom de 10 minutos. Hay que decir que esto puede parecer retador, pero abriéndose a variedades y variaciones del doom junto estructuras del death melódico, así como a la combinación vocal, se crean verdaderos temazos, con muy buenas guitarras y teclados. Un éxito. 4,2 de 5. En Spotify.

3. Nobody Loves You More de Kim Deal. La bajista original de The Pixies, quien peleó con Francis Black hasta separarse y quien también tocó en The Breeders, resume sus experiencias de hace varias décadas en su primer debut formal, en que lo alternativo -que va desde fusión con música del mundo y muchas trompetas y suaves baladas de pop barroco con cuerdas incluidas- hasta el rock alternativo bastante noventero, con melodías agridulces y disonancias lo-fi, fusión de géneros fuera del ámbito del rock, referencias contraculturales y cambios de estilos a lo grunge, con algo de noise rock y rock indie, resumen ese espíritu igualmente festivo y existencial de la década. En Spotify. Le doy un 4,2 de 5.

4. Edifice of Vicissitudes de Iniquitous Savagery: banda de brutal death metal de Escocia, con momentos de deathcore, slam death y grind, e incluso unos pocos pero buenos momentos progresivos a lo Gorguts y con armónicos a lo Cannibal Corpse, por lo que se escucha un growl cavernoso y potente, pero que a veces usa fraseos largos de pig squeals graves, mientras los riffs son entre death metal y hardcore, con breakdowns cortos y muchos ritmos del slam, aunque con más profundidad y dinamismo que sus congéneres, esto no es suciedad como fin sino como medio para algo más conceptual.

Es como el brutal death / slam más elaborado y cuidado que se puede escuchar, sin llegar a ser progresivo ni perder ese caos destructivo del género, siendo menos enganchador que bandas más conocidas de los 90. Buena batería aunque un poco recortada a lo que debe hacer, cumpliendo ferozmente pero sin sorprender. A veces suena a los temás más grind de Deicide. En Spotify. Les doy un 4,1 de 5 por la diversión y el trabajo duro, aunque falte originalidad y más diversidad en los riffs.

5. Saccharine Scream de Fake Eyes: debut que vuelve a combinar géneros que son similares diferentes, como el shoegaze y el post-hardcore, junto a rock alternativo, creando una propuesta melancólica que puede recordar a bandas depresivas de los noventa, desde Smashing Pumpkins y Silverchair, a otras con temas "one hit wonder" y herederos de Cocteau Twins, con un toque contemporáneo de desdén y existencialismo ruidoso, como un Chat Pile mucho menos caústico.

Incluso a esta banda de Charlotte, Carolina del Norte, la podemos señalar de nostálgicos, quizás rayando en ser muy poco originales, sino usando todos los recursos para revivir y celebrar "mejores tiempos". Conformada por Paul Vuksanovich, Grey Peters, Alexa Finley y Stephanie Wesner, se califican a sí mismos como banda de rock alternativo de los 90, influenciados por los Smashing, además de Hum y Sunny Day Real Estate, aunque pueden escuchar muchas más, incluyendo Creed. En Spotify. Son excelentes músicos, pero hay demasiada emulación, así que 3,6 de 5.

6. EPs de adelanto de discos de Arch Enemy y Harakiri for the sky muestran que el 2025 va a traer muy buenas noticias, especialmente para la primera, que muestra temas más potentes, rápidos y dinámicos, con coros pegajosos y riffs increíbles, con Alissa White-Gluz en quizás su mejor momento vocal.

7. The Rising Kingdom de Phantom Excaliver, es una banda japonesa que hace una fusión imposible, que según Metallum contiene metalcore, death melódico y power metal, en la que este último y el humor a lo Nanowar Of Steel son la base para un poderosísimo disco que tiene riffs de folk y power, incluso hard rock y arena rock, acompañado por muchísimas voces operísticas, coros vikingos y voces épicas de soundtrack de anime, mientras el cantante usa un permanente growl gruñido festivo y marinero, más cerca de Nekrogoblikon, Trollfest y Alestorm que de Chidren Of Bodom. 

En Twilight Valkyria, llevan su arena rock / j-pop épico a momentos de breakdowns del deathcore más perverso, incluso con pig squeals y riffs thrashosos con un doble bombo infernal, en que las influencias de Pantera y Sepultura se hacen evidentes. Sin embargo, Phantom X está más enfocado en mezclar géneros, ser irreverentes y ruidosos que un concepto más profundamente elaborado como el de Lovebites. En Spotify. Les doy un 3,8 de 5 porque aunque son músicos excepcionales y especialmente el cantante, su estilo me parece excesivo, no tan original como se pretende y no me agradan las partes caricaturescas ni de pop nipón.

03 diciembre 2024

Diario musical 3D: power progresivo finlandés, folk metal chileno, black alemán, death sueco/alemán y australiano, death/hardcore japonés, Songs de Regina Spektor, post-metal escocés y doom/heavy noruego

0. Se acaba el año y quiero escuchar todo lo nuevo posible antes de hacer mi top de 2024.

1. Reset the Sky de Ice Exiled (que se llamaban hasta 2023 Archares): power/progresivo finlandés, con guturales, coros, voz operística / thrashosa principal, una cantante femenina e influencias folk en bastantes riffs. A la muy rica composición, que tiene pianos, teclados y cambios de tiempo prog, también se añaden momentos de djent, arena rock, rock electrónico, death sinfónico, metal orquestal (con mucho cello) y power progresivo, siempre lleno de detalles y arreglos que van ocupando todos los momentos, casi siempre de forma exitosa. 

Les doy un 4 de 5, porque aunque la fusión y el alto performance es un plus, más la creatividad para llenar el universo de música, se nota cierta indecisión y falta de temas con más gancho e impacto, entonces a veces suenan como Amorphis (claro) y otras como Opeth pero entonces pasan a un djent genérico y luego un interludio con piano y guitarras acústicos de arena rock, entonces no está claro el concepto.

Su mejor momento está en el tema final, de más de seis minutos, épico y basado en la extraordinaria voz lírica de su cantante, lo que deberían hacer más, y su punto más bajo en la anterior, de casi 8 minutos, en la que llevan la fusión y cambios repentinos a la peor combinación. En Spotify.

2. Long Live The Rot de Rotpit: power trío sueco/alemán de death metal, liderado por el hiper prolífico Jonny Pettersson (ex-Massacre, ex Berzerker Legion) que acá se encarga de guitarras, bajo y efectos sonoros. Buen performance, riffs afilados, un gran vocalista entre cavernoso y agrio y baterías eficientes, con buenos arreglos y tropos del género, incluyendo algunas atmósferas fúnebres y mucho reverb en los guturales, con momentos old-school. Diría que 3,8 de 5. En Spotify.

3. Entfremdet de Nebelkrahe: debut de la banda de black metal alemán, original de 2009, revisado, re-compuesto y re-grabado en 2024 junto a la producción de V. Santura de Dark Fortress. Es un black metal moderno, con shrieks poderosos, voces femeninas y dinámicas entre lo melódico y la fusión con otros géneros extremos, desde el speed hasta el black progresivo, en que hay mayoría de mid-tempos lo que puede cambiar repentinamente para escuchar algo de riffs arpegiados, batería de d-beat y alta velocidad.

Aunque hay mucho más en las fusiones y exploraciones, que además se aleja de cánones como en el tema Dem Alb Entronnen, so Nah Dem Traum, un tema instrumental que está más cercano al power metal neoclásico que a las gélidas tormentas escandinavas. Me pareció muy bueno, un 4,3 de 5. En Spotify.

4. La historia de un viajero de Blasfemia Pagana: folk / power metal operístico, con excelentes voces de soprano y barítono, regular la voz limpia normal, con música más o menos básica. Son de Santiago de Chile e incluyen el banjo como instrumento regular. 

Lo mejor está en las varias voces que hace la cantante Nataly García Pinilla, que según su IG es egresada en Interpretación Musical de la Universidad de Chile y cantante lírica, que costeó sus estudios presentándose en las calles de su país, pero el artículo cuenta toda su historia profesional, académica y musical, incluyendo su trabajo con Blasfemia Pagana. También hay buenos momentos al final del disco, con mejores arreglos folk y algo de mejores arreglos orquestales, combinados con una mejoría en las guitarras, aunque sigue siendo la soprano lo que se destaca poderosamente.

Algunas voces masculinas operísticas están muy bien, así como arreglos celtas, medievales y orquestales, aunque son bastante irregulares y en momentos algo pobres. Sus puntos más bajos están en las canciones que suenan demasiado al punk o el power español, y sin voces operísticas. Diría que 3,4 de 5. El último tema está divertido, con teclados de blues rock, buenas voces masculinas operísticas en coro, la gran soprano y algunos cambios de tono interesantes.

5. Profane Usurpation EP de Kruelty: death / hardcore de Japón. Tienen dos discos y este es su tercer EP. Sus guitarras suenan demasiado chirriosas y en general bastante ruidosas, aunque aprecio el old-school para los arreglos y estructuras de las canciones, en eso me gustan, aunque demasiado cercano a lo que Obituary ya hizo y mucho mejor. 3,5 de 5. En Spotify.

6. Bearer of Light, Matriarch of Death EP de Golgothan Remains: black/death metal con guitarras disonantes y batería veloz, sonido gélido pero con técnicas del death metal, y una voz entre shriek y un grito fantasmal medio gritado. Son de Australia aunque su vocalista es belga. Un hermano muy menor de bandas como Phobocosm o Ulcerate pero están bien, 3,5 de 5. En Spotify.

7. Erosion / Avulsion de Hidden Mothers: escucho post black-metal, post-metal, post-hardcore y emocore (lo que le da mucho espacio para experimentar y salirse de las líneas). Tienen un gutural particular, que usa las técnicas desgarradas del emocore pero tonos más graves que lo usual en este tipo de vocalización, así como una voz limpia onírica y elegante, aunque también punzante y algo desgarrada, más emo que metalera. No hay shrieks de black metal.

La música es igualmente atmosférica, extrema y llena de polifonías, con varios interludios con virtuosismo a lo The Ocean y momentos de blackgaze, así como muchos momentos en que la combinación de guitarras etéreas de post-metal y vocalizaciones en coro de post-hardcore brindan momentos de lujos, esto gracias a un baterista muy hábil y guitarras que van del shoegaze al noise rock. Mi tema favorito: Violet Sun.

Ellos se definen como "ethereal post-hardcore/screamo" aunque en Metallum los califican de "Post Black Metal" y en Sputnikmusic como Post metal / Black metal / Shoegaze. Y no creo que se equivoquen, se nota la influencia del black metal, aunque quizás más del lado de las bandas post y blackgaze que de Immortal. Son de Reino Unido.

Un discazo de lujo, que se gana un 4,5 de 5 muy fácilmente por la mezcla inusual de raíces emo/post-hardcore con bandas contemporáneas de post-black. Es un disco debut después de un EP de 2020. En Spotify. En una lista con influencias del disco, se comprueba que los influenciaron directamente artistas como Panopticon y Deafheaven, Radiohead y GranDaddy y la vieja escuela del post-hardcore y el shoegaze como Cocteau Twins y Alexisonfire.

8. Dreaming the strife of Love de Bedsore. Ya había escuchado dos temas de esta banda que me enamoró de inmediato. Es una banda de death metal progresivo / rock progresivo orquestal, de Roma, Italia, que une la herencia de Death, Cynic y Cryptosy con lo que hicieron Yes, Deep Purple y Jethro Tull, por eso tienen invitados que tocan saxofón, flauta, trumpeta y trombón, mientras sus integrantes se encargan de las guitarras clásicas, teclados, sintetizados, mellotrón, órgano, guitarras 12 cuerdas, bajo sin trastes y percusión. 

Hay psicodelia, blast beats, arreglos complicadísimos asincopados, shrieks y grunts, riffs perversos e interludios de space rock con mucho bajo funk. El concepto implica la construcción de una ópera metal, que me recuerda a bandas de power/black como Stormlord, aunque en este caso hay una amalgama más heterogénea, en las que filosofía como las de Red de King Crimson son aplicadas al death progresivo, por lo que los instrumentos menos usuales son protagonistas de secciones de jazz rock y momentos orquestales expansivos, lo que puede derivar en un power/death progresivo e incluso en algo como black sinfónico, para más tarde estacionarse en momentos que varían entre el space rock, el post-rock y el rock electrónico.

Para lograr esto, entre los invitados está Giorgio Trombino, mente detrás de las guitarras, bajo y voz de Assumption, pero acá es responsable de trompeta y trombón. Es realmente estupenda esta banda. 5 de 5. En Spotify. Además, tiene el gran valor de cultivar el género sin ser emuladores de Opeth, Fleshgod Apocalypse o Cynic. En Spotify. El tema final, Fountain Of Venus, es excelso. 

9. Songs (2002, remasterizado en 2024) de Regina Spektor. El segundo disco de la cantautora y pianista rusa judía, nacida en Moscú y criada en el Bronx, en Nueva York, desde los 9 años es impactante. Su indie pop / folk alternativo (parte del movimiento anti-folk fundado en NY, con Beck como una de las caras más conocidas en el mainstream) llega al alma en negras y blancas, pues es un disco grabado en una sola toma y totalmente acústico, sin intención de producir un disco, lo que es casi como una especie de Tiny Desk privado y totalmente libre sin expectativas, lo que permitió una frescura y desenfado absoluto. 

El disco está lleno de su rareza y originalidad al cantar, en que susurros, respiraciones, gruñidos y técnicas que recuerdan al jazz, al rock n roll británico y que la relaciona con otras mentes retorcidas geniales como Björk y Tori Amos acompañan a canciones difíciles de clasificar, debido a su propuesta de desarrollar cada canción en un estilo musical distinto. 

Algunos son más jazz, otros folk alternativo e incluso hay música clásica (se escuchan algunos acordes de vals), incluyendo experimentos contemporáneos en la interpretación como en Consequences Of Sound, en la que parece que se repiten unos pocos acordes muchas veces, como en el punk o imitando los samples del hip hop, con mucha variedad vocal, incluyendo algo de rapeo. Fue grabado el Día de Navidad de 2001.

No puedo creer que no haya escuchado este disco antes, que me impactó desde la primera nota. Estoy que lloro, es hermosísimo. 5 de 5 sin aliento. En Spotify.

10. More of Nothing EP de Sahg: un doom/heavy noruego muy dinámico que me conquistó de inmediato. Lo relaciono con bandas como Tribulation y Kvelertak en que músicos extremos o relacionados con bandas extremas hacen géneros metaleros o rockeros menos brutales, con una calidad seductora y refrescante. Cuatro temas de rock clásico bañados en la oscuridad y densidad del epic doom, demasiado buenos. Ni hablar de la reversión de Children Of The Revolution de T.Rex, brillante. 4,5 de 5. En Spotify.

11. Scavenger de Codespeaker, es una bestialidad de disco de post-metal / sludge de Escocia, con un gutural enorme, monstruoso y colosal, más música que aplasta como una avalancha de concreto, como un tractor sónico. 

Paredes densas de guitarras hiper gruesas, con 8 cuerdas o más, son la base fundacional que está acompañado de impertinentes growls, ritmos cadenciosos y fúnebres, disonancias guitarreras y riffs ensordecedores, a veces circulares y en forma de embrujos, otras veces más post-rock y melódicos aunque vibrantes, siendo muchos como un tornado expansivo que lo abrasa todo, reduciéndolo a cenizas post-apocalípticas. 

La voz salvaje y mastodóntica es de Greg Armstrong, quien fue bajista de Dvne. Está acompañado por el bajista Calum Craig (Frontierer), baterista Jimmy Grace y el guitarrista Bob Fraser. En Spotify.

20 noviembre 2024

Diario musical 20N: Debut de High Fade (nuevos reyes del funk rock), Stasi de Hippotraktor (joya del metal progresivo de 2024), Παραμαινομένη de Hoplites, nuevos EP de Armenia y I Declare War, singles de Obscura, Crippled Black Phoenix y Killswitch Engage, black metal progresivo (October Tide) y Avenged Sevenfold

1. Stasis de Hippotraktor: según Deezer, el 90% de la música que escuché en 2024 era nueva, y me pareció demasiado teniendo tantísimos discos buenos que he descubierto, que no los repase. Así que como ayer estuve escuchando discos conocidos y clásicos, este miércoles -mi día favorito- empieza con de lo mejor de este año, con post-metal progresivo extremo desde Bélgica (como debe ser), en que voces operísticas y limpias junto grunts alternativos y agrios se unen a riffs de djent de tiempos incalculables, atmósferas llenas de experimentación sónica y lo laberíntico del progresivo, con ritmos con síncopa y sin ella, rápidos y pausados, para dar impresión de un viaje espacial, brutal y orquestal, que en cualquier momento, cruza a la izquierda en el vórtice. 

Increíble disco, redondo, brutal y onírico. 4,8 de 5.

Un poco The Ocean, otro poco Dvne y también Rivers of Nihil, además de por supuesto, Psychonaut, de donde viene la mitad de los integrantes. En Spotify.

2. Sesiones en El Alto de Armenia. Una de mis bandas favoritas de rock alternativas colombianas y en general. Un EP con unos temas en vivo en el estudio El Alto. Me gustan mucho, 4 de 5. 

3. Singles de discos nuevos por venir: Killswitch Engage (normal), Obscura y Crippled Black Phoenix (brillantes, incliyendo la versión del hit de los 80 Self Control de Laura Branigan y Blueprint de Fugazi en un disco doble que saldrá el 29 de novuiembre), Coheed and Cambria (siempre me han gustado y no desilusionan).

4. Downcast, Vol 2. EP de I Declare War: cinco años después del anterior EP y 8 años después del último disco, esta banda de deathcore / hardcore /death metal es una de las excepciones que hago con el género. Me gusta, con sus breakdowns, sus ambientes de soundtrack de terror y sus pig squeals/grunts, aunque también sus riffs old-school y sus blastbetas, las tengo entre mis bandas apreciadas. 

5. In Splendor Below de October Tide: banda sueca con voz con growls monstruosos y hábiles shrieks semi-melódicos y demoníacos sobre canciones que entretejen, cuidadosamente, una fibra de doom y death melódico, alimentado de rock progresivo y levemente psicodélico/stoner, cercano al Blackwater Park de Opeth pero más pesado como reseñé acá.

6. Life´s Too Fast - High Fade. La banda viral de Escocia edita su primer disco, que no había abordado el funk/disco con rock and roll de forma tan contagiosa, sabrosa e intoxicante desde los primeros discos de Red Hot Chilli Peppers. Totalmente analógico el power trío trae la fiesta a las tarimas, con una producción de premio y composiciones sorprendentes, divertidas y deliciosas. Todo brilla acá, desde la voz al bajo, de cada golpe en el hit hat hasta el acid jazz que se incorpora en cada riff. Una belleza inmejorable, 5 de 5 es poco. En Spotify.

7. Lon Gisland EP de Beirut, su primer EP después del debut Gulag Orkestar. Lo "tengo" en mi corazón desde que uno tenía carpetas de música en su computadora, no laptop, bajadas por algún programa tipo eMule o similares o alguien me lo pasó por pendrive. Es indie rock y música del mundo, enfocado en fusionar música mediterránea y balcánica, con algo más de folk del este de Europa. Lo amo profundamente, desde los primeros acordes de Elephant Gun me conecté con decenas de momentos maravillosos. Apenas 5 canciones en 2006 me cambiaron la percepción de la música.  5 de 5 sin respirar. En Spotify.

8. Todos Nacen Gritando es el relanzamiento de All Born Screaming de St. Vincent que rehizo toda la producción vocal de su séptimo disco para agradecer a sus audiencias en Latinoamérica y mejorar su español, que estudió en la secundaria en Texas. Le da todo un nuevo matiz, hay que decirlo, a un disco que ya jugueteaba con el pop siendo muy artístico, conceptual y atrevido, digerible sin dejar de añadir densidad y algo de oscuridad. 

Ella espera cantar algunas en este idioma en sus conciertos, así que espero que algunas sean Tiempos Violentos (que suena a Quizás, Quizás y a Andrea Echeverry) y Hombre Roto para gritar "¿Qué estás mirando?" cuando aparezca esa ¿guitarra/ola de ruido? para luego bailar con el ritmo sucio. Me gustó muchísimo, 4,4 de 5. Me recuerda a veces a Björk, seguramente una referencia. En Spotfiy.

9. En 2023 Hoplites (Ὁπλίτης), creado por un lingüista china experto en griego antiguo, sacó tres discos en que combinaba el black metal con shoegaze, metalcore y death técnico, respectivamente. En 2024 publicó Παραμαινομένη, en el que se decidió por el black progresivo, el jazz/death y el mathcore (incluyendo saxofón). Un discazo cerebral y altamente sofisticado, una obra de arte. 5 de 5. Lo reseñé acá. En Spotify para que el algoritmo y la inteligencia artificial, como se dice ahora en Threads, te atraiga bandas imposiblemente únicas.

10. Diamonds In The Rough de Avenged Sevenfold. Un compilado que resume los primeros años de hardcore, heavy y metalcore de esta banda, siempre con esa mentalidad de ópera rock y grandiosidad, algo de buen humor y referencia cultural que me agrada. Me caen muy bien musicalmente. Les doy un 4,5 de 5 porque además tiene versiones de Iron Maiden, Pantera y Black Sabbath. En Spotify.