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19 abril 2025

Lo nuevo de Within Destruction (nü-metal / metalcore eslovaco), Psykup (avant-garde humorístico francés), Red Snapper (nu-jazz/indietronica), Elvenking (poewr folk italitano), progresivo/shred colaborativo, noise/gothic rock con post-punk de EEUU, concierto para flautas de Gisle Kverndokk, thrash británico (Gama Bomb), cuenca indie pop (Gepe), shoegaze / indie / alt-country gringo

1. Dark Matter (2024) de The Steve Klatt Project, inconsistente proyecto solista de shred/progresivo que en sus mejores temas tiene arreglos muy técnicos, frecuentes e inesperados, con geniales cambios de tono, forma y tiempo, a veces cortándose en medio de un compás, en los que mediante polirrítmos constantes y superpuestos, combina las elegantes armonías vocales, con voz masculina y femenina, con las hábiles combinaciones intercambiables del bajo, guitarra, batería y sintetizadores, gracias a rotar en cada tema con músicos distintos de todas partes del mundo.

Me recordó a Steve Hackett y a Genesis, con un formato de virtuosismo majestuoso.

Sin embargo, en los otros temas del guitarrista canadiense los vocalistas son muy malos, los riffs son demasiado básicos o las canciones apenas muestran alguna forma interesante, entonces bajan entre 1,5 a 2,5.

Pasa algo similar con las colaboraciones, como Forward con alguien llamado Harro, con terrible voz y música demasiado simple, una porquería, 1,5. También el otro tema, quizás vendido o por encargo, a Joe Booe, un poco mejor en la voz y un poco más compleja la música, pero no al nivel del disco, 2,5.

2. Birthmarks (2025) de Bambara. De Athens, Georgia, reubicados en Brooklyn, Nueva York, es una banda de post-punk, con los tropos más ochenteros, como golpes de orquesta sintetizados, voces góticas y guitarras hiper-atmosféricas, pero también con una cantidad saludable de rock gótico y noise rock para darle un cariz contemporáneo por un lado y menos punk por otro, que lo hace más que potable, siendo realmente interesante, ya que no es sólo bailar en la oscuridad escuchando The Cure sino también hay momentos de puro disfrute guitarrero. Tiene un par de temas extras, de dark jazz, con saxofón, dream pop y downtempo, que le añadan un nuevo enfoque y luces tenues distintas. 3,8 de 5. 

3. A Summer Evening (2025) de Gisle Kverndokk, interpretado por Arild Andersen (contrabajo), Gisle Kverndokk y Gudrun Klakegg: concierto para flautas del compositor noruego. Perfección musical, suave, relajante y al mismo tiempo, dinámica y alegre.
4. Necronomicon Automaton (2025, EP) de Gama Bomb: crossover thrash / speed con voces agudas, buena producción y un sonido pulido, con una batería impresionante, cortesía de James Steward (Berzerker Legion, Obscura, Sermon). 3,8 de 5 y muchísimo mejor que Bats, que me pareció terrible.

5. Undesastre Deluxe: CeroDrama (2024) de Gepe: qué genial descubrimiento, me estaba perdiendo de este cantautor chileno, basado en el folk chileno (Cueca) y la fusión latinoamericana, con algo de rock, indie y electrónica. 4,3 de 5. Una cantidad inmensa de invitados, desde Mon Laferte, Monsieur Periné y Rubén Albarrán, pasando por otros que no conozco como Christian Heyne, Movimiento Original, Torito Alfaro y Gabriela Arcos & Juan Wauters.

6. Animetal (2025) de Within Destruction: el trío de Eslovenia se pasea por el electronicore, metalcore, nu-metal y djent para su metal alternativo, aunque en este nuevo disco en que conserva momentos de deathcore, incluyendo growls y breakdowns, apela a más coros de voz limpia y mucha electrónica, así como a interludios sin guitarra y a lo que podría parecer trap metal, industrial o hasta deathcore downtempo, más o menos mediado por una propuesto más melódica. No me parece malo, al contrario 3,7 de 5.

7. The Joke Of Tomorrow (2025) de Psykup: dementes franceses haciendo avant-garde metal, en la que se combinan distintos géneros, desde el jazz hasta la electrónica, la ironía y el metal extremo, con la música cabaret, circense, nü-metal, death metal, metalcore y mucho más para hacer una ensalada brutal de influencias y humor, con habilidad técnica increíble. 4,3 de 5.

8. Killing the Flowers Will Not Delay Spring (Ep, 2025) de Teardrinker: quinteto de Rotterdam, Países Bajos, que asegura bombinar black metal, screamo y post-hardcore, aunque lo que escucho es una especie de shoegaze diluido, gritos más o menos punzantes que no son shrieks y una estructura más bien de rock alternativo, con algo de noise rock a fuego lento e incluso algo de lo-fi y bedroom pop. Regular a malo, 2,8 de 5.

9. Cruel And Unusual (2025) de High Council: heavy/thrash de Philadelphia, lo que ya diría que es buena señal por la escena musical de esa ciudad. Algunos visos de folk metal y rock progresivo, así como un bajo denso casi sludge, incorporan elementos novedosos a este heavy metal, que es realmente entretenido, potente y original. Me agrada, 4,3 de 5. Plaguebringer 2025 es especialmente buena, una épica viking/folk con bellas armonías vocales y guitarras de heavy / thrash. Cierra con el tema más power, para darnos un poco de todo. Genial.

10. Eventualities (2025, Ep) de Ostraca: Después del excelente Disaster, el trío de  Richmond vuelve a combinar sus disonancias seductoras, su angustiosa rabia y sus habilidades de combinar expansivas formas de post-rock y post-metal con formas también vanguardistas del punk como el screamo y la emoviolence. Gritos desgarradores, cantados al fondo, se sobreponen a lentos arpegios que pueden evolucionar en ráfagas de arpegios con una batería que van del blast beat a los repiques del math rock. 3,9 de 5.

11. If You Only Knew (Ep, 2025) de Blackwater Holylight: cuarteto femenino de doom psicodélico según Metallum, pero hay montones de otros sonidos y sutilezas, porque aunque hay un bajo fangoso y guitarras expansivas, casi cósmicas, hay también polifonías que permiten escuchar delicadas líneas vocales y de sintetizadores, bastante dream pop, sobre el wall-of-sound shoegazero de las guitarras. Según Rate Your Music hay stoner rock y stoner metal, pero difiero porque no siento ni doom ni blues rock, sino algo mucho más existencial y ambivalente, bastante noventero. 4,6 de 5.

12. Split X3 (2025) con turn blinks. (shoegaze de Los Angeles), Tombstone Poetry (de Nashville, con un discazo este año de alt-country / shoegaze) y Hiding Places (indie folk / indie rock de Asheville, North Carolina). Regular todo, 2,5 de 5.

13. Barb and Feather (2025) de Red Snapper: lo mejor de recuperar los discos que en 2016/2017 puse de favoritos en Deezer es reencontrarme con nuevas producciones de las mismas bandas y eso me ha pasado seguido. En este caso, esta maravillosa banda de Acid Jazz, Nu Jazz e Indietronica, que tiene de maravilloso que es una banda completa y no un DJ de laptop. A saber: David Ayers (guitarra), Ali Friend (contrabajo), Richard Thair (batería) y Tom Challenger (saxo y clarinete). Es como un St Germain pero analógico.

14. Reader of the Runes - Luna (2025) de Elvenking: qué extraordinario despliegue de folk/power sinfónico, con momentos de melodeath, de los italianos. Sin ser tan grandilocuentes ni hiper orquestales, creo que logran un extraordinario y bien logrado balance entre buenas voces épicas, shrieks combativos, arreglos corales, momentos más progresivos y power, con otros folk y extremos, que hacen un conjunto realmente óptimo. Es bueno, quiero escucharlos de nuevo prontísimo, en vivo deben ser geniales. 4,3 de 5. Gran tema final, extenso, épico, con su momento de black melódico furioso y buenísimos riffs y solos de guitarra, entre heavy/power y melodeath, con gran producción vocal.

02 marzo 2025

Power progresivo sueco, otro disco instrumental de Dj Muggs (hip hop), pop/R&B/indie folk alternativo francés (Oklou), death/doom mexicano, progresivo sinfónico alemán, progresivo demencial internacional, metalcore/post-hardcore canadiense, hardcore metálico de Liverpool y lo nuevo de Thundermother (rock and roll / heavy)

0. Domingo sin kárate, preferí quedarme en casa.

1. Set It Free (2025) de Enbound: power progresivo y sinfónico, con momentos AOR, que me agrada más que los clásicos y sin llegar a ser la versión con goth más comercial ni tampoco la potente con speed metal o potentes orquestaciones, ni el clásico europeo old-school, así que estoy feliz con su voz limpia y épica no operística, sus sintetizadores de los 80 sin Hammonds y sus momentos de riffs de thrash y toneladas de arreglos rítmicos de altísima complejidad. El disco en su segunda parte le da más peso a esto y menos a sintetizadores, usan voces más épicas y pianos en lugar de sintetizadores. Es realmente un disco genial del cuarteto sueco. Me gusta mucho, 4,4 de 5. En Spotify.

2. Notes & Tones (Second Vintage) de Dj Muggs y Stone Alliance: segunda versión del más reciente trabajo solista del productor más asociado a Cypress Hill. Hip Hop instrumental con mucho jazz afro cubano (de Stone Alliance) y una versión al parecer alternativo de un disco mucho más profundamente metido en el jazz que espero escuchar pronto. Por ahora, 3,8 de 5. En Spotify
3. Choke Enough (2025) de Oklou: synthpop, espiritual jazz electrónico y algo de R&B en un disco pop que finalmente admito que no está totalmente derivado del trap, de Björk ni de la música hyperpop. La vocalización no es sólo etérea o radiable sino tiene scat. Debut de esta cantante francesa, que antes hizo un soundtrack de videojuego, enclavada en el pop alternativo, basada en trance, ambient, indietrónica, R&B alternativo y vapor. 

Su nombre real es Marylou Vanina Mayniel. Aunque el disco inicia con coqueteos de su pasado como pianista y cellista clásica, con música casi MIDI y bastante inofensiva, luego hay canciones más densas, con guitarras y pistas de diversos instrumentos, más cerca de la folkotrónica, el indie folk e incluso de la música analógica. Me gustó, 3,7 de 5. En Spotify. El arte del disco es terriblemente malo.

4. Phantasmagoria: Hexed Lands (2025) de Matalobos: extraordinario death/doom mexicano, con shriek perverso y ruidoso, voces operísticas hermosas y emocionales, con polifonías compuestas por melodías doom de belleza oscura y distorsión fría, con muchos arreglos folk realmente sorprendentes, desde trompetas de clásicas a guitarras acústicas, por medio de interludios y a veces superpuestas a momentos de tensa calma de instrumentación a mid-tempo o menos, aunque es más metal progresivo sofisticado que doom, y que luego revientan en oscuras dobles armonías de guitarra de melodeath.

A pesar de las clarísimas y dominantes influencias del death/doom europeo, tienen una aproximación muy pulida y conceptual, con canciones riquísimas en detalles y un sonido cristalino, más cambios de atmósferas que revelan una producción paciente y detallista. Incluso por momentos, entre las voces masculina, limpias y atmosféricas, las guitarras haciendo solos en solitario, parece que estamos más cerca del post-rock y el rock gótico que del metal.

Estoy indeciso si los arreglos de flamenco, mandolina y trompetas clásicas, sin casi ningún detalle mexicano, es algo bueno o extraño. Con temas en español e inglés, con voces femeninas a gritos desesperados y distintas técnicas raras, se me parecen por momentos a Solefald o Folterkammer, incluso a The Anchoret. Me gustan, son desafiantes, 4,5 de 5. En Spotify.

5. Here Be Dragons (2025) de Avantasia: power metal alemán sinfónico y colaborativo, el trabajo de la vida del tecladista y cantante Tobias Sammet (Edguy), lleno de momentos de hard rock, AOR y  heavy metal. Es uno de esos proyectos con muchos invitados y ópera rock. Este disco parece sonar en un camino entrelazado entre Europe, Queen, Bon Jovi, el trabajo solista de Bruce Dickinson y Rhapsody, así que es muy variable porque por momentos es power ballad casi glam, y en otros thrash/power progresivo y en otros épicos y emotivos temas de heavy sinfónico. Hay un poco de todo, 3,8 de 5 pero quiero escuchar el primer disco.

6. On Shoulders Of Giants (Ep, 2025) de Seventh Station, banda internacional de metal progresivo con músicos de Israel, Eslovenia, Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido, que es orquestal, intrincadísimo, pesado y con tiempos extraños, en canciones de densa fusión entre el space rock, el folk metal y lo ampliamente progresivo, que va desde invocar sonidos de Medio Oriente rematados con shrieks perversos, voces épicas, operáticas y folclóricas, sintetizadores ochenteros y complejas estructuras en cada canción, que van desde lo que haría Fantomas o Dream Theater a locuras tipo Thank You Scientist o Buckethead.

La banda incluye Davidavi Dolev, cantante de Subterranean Masquerade, el baterista eslovaco Grega Plamberger (Cordura), el guitarrista bielorruso residanciado en Eslovenia Dmitry Alperovich (productor), el tecladista turco Eren Başbuğ (productor, programador y editor) y el bajista ucraniano Alexey Polyansky (aunque aparece en este disco acreditado, la banda tiene al bajista Laurent Da Pra como miembro desde su fundación también). En lugar de ciudades, cada tema evoca un posible lugar común sobre una cultura o ubicación geográfica. En esta reseña, con comentarios de Dolev, se explica que cada tema es una reinterpretación de una pieza de un compositor académico del siglo XX.

En el tema Melodía Sentimental se ahondan en la música ibérica/flamenca y de forma similar en el tema final, Nagasaki Kisses, se vuelven al metal progresivo más alocado en tiempos y tonos, con toques circenses y experimentales, enfocados en el avant-garde, como si Frank Zappa hiciera metal progresivo. Es una maravilla, 4,7 de 5. En Spotify

7. Antibloom (2025) de Silverstein: metalcore / post-hardcore, es el primero de un proyecto doble de la banda canadiense de post-hardcore Silverstein. Este primer disco tiene influencias de bandas de synthpop ochentero transformadas por guitarras poderosas, gritos screamo y algunos breakdowns explosivos, que los enmarca en mallcore screamo, pop punk y metal alternativo, con muchos buenos gritos y coros a voz limpia, arreglos metaleros, estructuras pop y fusión que incluye electrónica. Me gustó, quiero ya el otro disco, este fue corto con solo 8 temas. 4,2 de 5. En Spotify.

8. He Watches In Silence (Ep, 2025) de God Complex: metallic hardcore de Liverpool, Reino Unido, lleno de shrieks, growls y gritos sobre riffs chirriantes, aserrados y en tiempos de deathcore, con una batería precisa y destructiva de brutal death técnico, con un sonido transparente, sobre todo en el redoblante sobre un sonido sucio y brumosa. Buena combinación de varios mundos y formas de la música extrema, realmente duro y entretenido, apenas con melodía. Algunos señalan que podría ser nu-metal, beatdown hardcore e incluso metalcore, pero creo que es muy pesado para todos estos casos. 4 de 5. En Spotify.

9. Dirty & Divine (2025) de Thundermother: poderosísimo quinteto femenino de hard rock de Suecia, que es igualmente potente, divertido, con una voz agresiva tipo Doro y riffs veloces y creativos, con mucha calidad interpretativa y recorriendo distintos ángulos del géneros, a veces más rock and rolleras y otras veces llegando al heavy metal, es cuero, metal y elegancia para patear traseros. 

25 diciembre 2024

Diario musical 25D:math rock / metal progresivo, jazz / afrobeat venezolano, Eps navideños de metal percusivo y brutal death, avant-rock gótico, jazz fusión, black/death progresivo esloveno

0. Qué rico desayunar comida navideña.

1. Live From the Downwhen Terminus de The Supervoid Choral Ensemble: baluarte del math rock, post-metal y metal progresivo, similar a Night Verses. Es el debut y disco en vivo de Ben Sharp (guitarra y bajo, conocido también por su proyecto Cloudkicker y colaboración con Intronaut) y Vinny Roseboom (Gospel).
 Un disco para exhibir las habilidades interpretativas de estos dos músicos y sus experiencias anteriores, viajando del metal progresivo más rudo, a la pulida técnica del post-metal y los momentos más divertidos del math-rock, dando piruetas y malabares. Las guitarras están construidas en varias capas, haciendo ritmos asincopados y polirritmos. Buenísimo, 4,7 de 5. 

2. Ascendentes de Orestes Gómez: el magnífico baterista venezolano publica un disco conceptual de afrobeat y jazz contemporáneo basado en los signos zodiacales. Empieza con Escorpio, un jazz-rock con una guitarra increíble. Capricornio es un jazz más tradicional, con base en piano y con una trompeta secundaria. Sagitario es dominado por teclados, un poco más new age. Libra tiene unos ritmos de batería mucho más complejos, llenos de cambios y adornos aunque el teclado es lounge. El disco se sigue desarrollando en estas ideas, con arreglos de teclados y trompeta, muchos sonidos africanos y la fusión con jazz estadounidense. 

En el bajo Monno Briceño (desde 2017 en La Vida Boheme), el maracucho Osman Antúnez en la percusión, el mexicano Felipe Souza en la guitarra, el mexicano Agustín Ayala en los teclados y 

En Spotify. 4,5 de 5.

3,. Lost & Found Vol. 1 de Les Tambours du Bronx: Un EP navideño con tres temas, dos remixes y un acústico, más en el tono de rock industrial, por parte de esta banda francesa de percusión / metal alternativo. En Spotify. Bastante bueno, 4,3 de 5.
 
4. Holly Jolly Hardgore de Corpse Pile: EP navideño de esta banda de hardcore / brutal death de Houston, Texas. Interesantón, 3 de 5.

5. Tristwch Y Fenywod de Tristwch Y Fenywod: druid-core / dungeon synth según Bandcamp, que puse este disco en lo mejor de 2024, aunque la disquera dice que son un "aquelarre de rock vanguardista gótico galés conformado por Gwretsien Ferch Lisbeth (Guttersnipe, The Ephemeron Loop), Leila Lygad (Hawthonn) y Sidni Sarffwraig (Slaylor Moon, The Courtneys) que usan una cítara dual, batería electrónica y bajo eléctrico para tocar un folk misterioso. Feminismo gótico. Muy bien grabado, producido e interpretado, aunque no es de mi interés. 3,3 de 5.

6. Fearless Movement de Kamasi Washington: séptimo disco del saxofonista de jazz, con André 3000 (Outkast) con Thundercat,  Bj the Chicago Kid (Missionary de Snoop Dogg) y George Clinton entre los varios invitados. Según las reseñas, el pianista deja atrás su expresión musical como conexión espiritual para poner pies en la tierra y a bailar, así que esta vez se enfunda de míusica latina, funk, música clásica, hip-hop y soul en su virtuosísima interpretación, con un baterista glorioso y un gran pianista.

El disco es de jazz fusión, jazz contemporáneo y hip hop jazzeado, excelente disco, especialmente el tema Road To Self (KO) de más de 13 minutos y Lines In The Sand, un jazz latino llegando a salsa, con grandes descargadas de saxo, batería y piano. Le doy un 4,3 de 5. En Spotify. Kamasi produjo uno de los temas del disco sorpresa pre-navideño de Kendrick Lamar.

7. Spilling the Astral Chalice de Siderean: segundo disco de esta banda eslovaca de black/death progresivo y avantgarde: opresivo, complicado y muy extremo, con algo de jazz/death y black atmosférico, incluyendo growls cavernosos y shrieks de angustia existencial. La combinación de disonancias y riffs enrevesados, con distintos tiempos y una batería brutal, llena de doble bombos, contratiempos y complicaciones rítmicas, armónicas y melódicas lo hace como una red de araña en esteroides. Muy bueno, 4,3 de 5. En Spotify.

8. Fauna de Haken: disco maravilloso de metal progresivo de estos genios amados ingleses. 4,4 de 5. 

01 noviembre 2024

Diario musical, bienvenido Noviembre: power metal progresivo de Finlandia y Austria, death progresivo de Eslovaquia, goth metal (Tribulation), progresivo psicodélico de Rumania, lo nuevo de VOLA, country/space/experimental soundtrack y lo nuevo de Nachtmystium (no psicodélico)

1. Adamantra: maravilloso power metal progresivo y sinfónico finlandés que desconocía, con calidad vocal pero sin ser una voz hiper épica solista, cumple los estándares y se destaca con la influencia del rock progresivo psicodélico de los 70. Sin embargo, la banda está más enfocada en los arreglos complejos, la orquestación de fondo y unas guitarras secundarias pero siempre hard rock y virtuosas que acompañan la narrativa de los teclados y los sintetizadores. Of Beasts and Angels incluye apoteósicos coros orquestales que le dan aún mayor belleza a este metal cinemático, riquísimo en detalles y sin aspavientos, sus recursos son muchos pero tienen un estilo que cultivan, muchos más pesado y progresivo que sus compatriotas de Stratovarius, sin power ballads y menos teatro, sino enfocados en complejizar sus canciones. Mi oído: 4,5 de 5. En Spotify.

2. Spilling the Astral Chalice de Siderean: death progresivo y avantgarde de Eslovenia. Es bastante opresivo y con voz cavernosa, complejidad similar a la de Imperial Triumphant y Gorguts, pero con un sonido más claro que permite reconocer instrumentos, además tiene espacio para momentos calmos y pseudo-jazz, porque aunque incluyen sintetizadores, no hay saxofón ni violines. Se escuchar mathcore, arpegios de guitarras en contratiempo con las baterías, un bajo atravesado y algo de metal atmosférico para densificar. En Spotify. Este disco combina sonidos agudos y graves de forma balanceada, sin tantas estridencias, con un control sobre los armónicos de las guitarras y con una batería con poca ganancia general. Un buen 4,2 de 5.

3. Patterns in Repeat de Laura Marling: candante de indie folk de Reino Unido. Bonita voz y suaves atmósferas. No es para mí.

4. Spectres At Dawn de Methadone Sky, es una banda de rock progresivo, psicodélico y stoner de Rumania, sin nada de doom e instrumental. Un gran juego de distorsiones entre el bajo y las guitarras, que apelan a riffs que pueden ser hard rock, desert y space rock, aunque un par de veces fueron levemente más pesados, algunos pocos teclados de fondo y ritmos bien marcados en mid-tempo. Leo algunas reseñas que llaman a esto post-rock pero yo los veo aún "de este lado" de la barda, desarrollando una forma expansiva y ambivalencia del stoner progresivo, aunque está en los bordes.

Como en Haunted Shores y en Obesity, hay humor y ocurrencias en los títulos de las canciones, a falta de letras. En este caso, el tema Sheryl Low está en mis favoritos. Una sorpresa aguarda en el largo tema final, de 10 minutos, que tiene un intro de metal extremo de unos segundos. Lo admito, no tenía referencias de bandas similares. Le pongo un 4,3 de 5. En Spotify.

5. Hic Svnt Dracones de Dragony: power metal orquestal wagneriano de Austria, con muchísimos metales, coros de muchas voces y riffs pegadizos, con mucho gancho y heavy metaleros, pero que sirven de transición a los muchos momentos sinfónicos por un lado, pero por otro se sienten las influencias de todas las formas de rock comercial, glam/groove, arena rock y AOR, con orquestaciones, estrofas pegadizas, melodías llevadas por el teclado y power ballads inyecatadas con música clásica. La banda resulta tan apreciable como radiable. Diría que 3,8 de 5 por los temas iniciales, menos pop. 

6. Friend Of A Phatom de VOLA: los daneses llevan su rock/metal progresivo, que ya era dreamy y atmosférico, con un sonido compacto como el de Leprous, más cercano al rock electrónico, con vocoders, sintetizadores, más momentos de calma e incluso con algunos sonidos del pop rock de los 80 -no como lo que ha hecho Haken sino más hacia TesseracT- y la propuesta de Sleep Token, que los aleja de sonidos más claramente influenciados por el death melódico y djent. 

Hay excepciones, en que aún permean algunos riffs de djent, momentos de guitarras menos procesadas o en la que los sintetizadores no dominan, pero no es la regla general. Merecen una segunda escuchada, porque siguen siendo una banda increíble, con momentos en que la melodía vocal, los teclados "a lo Rammstein" y la combinación de riffs gruesos, con baterías complejas, aunque menos frontales, son muy buenos, pero hoy se llevan un 3,5 de 5. Sin duda, lo mejor son los singles: Cannibal,Paper Wolf, Break My Lying Tongue y I Don´t Know How Got Here, pero también se cuela Hollow Kid, que usa unos guturales, dobles armonías que se intercambian entre el teclado, voz y guitarras.

7. Music for William Eggleston's Stranded in Canton de J Spaceman and John Coxon: suena a un country psicodélico ruidoso, con toques electrónicos y experimentales, algo industrial. Según su Bandcamp es garage rock, experimental y space. El disco, de J Spaceman y John Coxon, es una banda sonora que inventaron para un filme de cine arte de los 70 llamada Stranded in Canton de William Eggleston,  que tocaron en vivo en 2015, en una proyección especial en Londres. La grabación permaneció en un estante durante 10 años. 

Stranded in Canton es un retrato cinematográfico en blanco y negro de Memphis en 1974, filmado en bares y esquinas de calles, que muestra a los amigos de Eggleston de juerga, tocando música y disparando pistolas al cielo nocturno, dice el perfil en la red social musical. A mí me pareció una rareza, bastante disfrutable. Le pongo un 3,8 de 5.

8. Sub Rosa in Æternum de Tribulation: estos suecos logran lo imposible, que me encanta la música gótica, y que su estilo, con voces limpias a lo Danzig y un grito envenenado de shriek, junto a riffs que van desde el rock n roll y el post-punk hasta el gothic metal, lograr ser misteriosos, dark y vampíricos pero también bailables y perversos. A pesar de tener canciones mayoritariamente con esa voz profunda, doomy y limpia, temas como Time & the vivid Ore es puro grito/shriek que no le quita sus características melódicas, oscuras y rockeras.

Dieron con la fórmula. Soy fan total. Así que sin pensarlo, 4,8 de 5. En Spotify

9. Blight Privilege de Nachtmystium: hasta entonces esta banda era de black metal psicodélico y avantgarde, bastante raro. Esta vez el proyecto solista de Blake Judd, suena más melódico, incluso gótico y sin sobresaltos experimentales. Ahora tiene, de invitados, a Ken Sorceron (Vale of Pnath) en el bajo, al baterista italiano de death metal, Francesco Miatto y al desconocido Matt Thomas en las guitarras adicionales. El disco es regular, más con expectativas sobre su estilo, diría que 3,5 de 5 aunque la interpretación es formidable, especialmente creando un ambiente de black mid-tempo con ritmos gallop, como retando formas y convenciones, aunque no como antes y en temas como The Arduous March, más rápida, llena de black metal sinfónico y potente, sin influencias dark o góticas. En Spotify.