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25 julio 2025

Hard rock noruego, mall screamo de Florida, heavy/thrash argentino, jazz fusión avantgarde demencial, rock experimental bizarro, post-rock/metal con shrieks

1. Streets Of Fire (2025) de Motorjesus: Desde Noruega, un buen hard rock / heavy metal, rock muscular y clásico, con algo de comentario social. Divertido. 3,9 de 5.

2. A Cure to Poison the World (Deluxe- de febrero de 2025 reeditado en julio de 2025) de The Requiem. Un disco para volver a dejarse la pollina, ver MTV y sacar el delineador. Aunque es una versión radial y digerible, sigue juntando elementos vocales del screamo y la música más cercana al pop punk que estuvo el emo, con una dosis de post-hardcore que lo eleva. Suena muy noventero, pero con guiños al metalcore y claramente, a las letras, estética y formas del emo más depresivo, funerario y fashion.

Emo-pop, Mall Screamo y Post-hardcore. Me gustó muchísimo más ahora que la primera vez. Un 3,9 sólido con buenos gritos, guitarras bien producidas y puro sentimiento. Incluso sus baladas, sin ser desgarradoras, hacen un buen balance de performance y sentimiento, gracias a una gran capacidad vocal de su cantante. La versión Deluxe incluye singles fuera del disco de cuando se llamaban L'exquisite Douleur. 

3. Perros sin fe (2025) de Bajo Control Heavy Metal: heavy/thrash argentino, con guitarras groove, batería potente y una voz como la de Iorio, en la misma onda de Hermética y Malón y en menor medida de ANIMAL. 3,6 de 5 aunque el bajista lo hace increíblemente.


4. We Used To Cut The Grass #2 (2025) de We Used To Cut The Grass. Los músicos de Thank You Scientist en otro proyecto, pero sin nada de guitarras distorsiondas, esto es jazz fusión avantgarde, loquísimo, experimental y muy demente. 4,8 de 5.

5. Cadejos (EP, 2019) y Those Who Pass Between Fleeting Words (EP, 2023) de Mamaleek: remasterizados y publicados juntos en 2025. Ruidoso y demencial rock experimental, que dentro de su caótica locura puede incorporar música industrial, trip hop, black metal, música y narraciones de Medio Oriente, jazz y post-rock. Es un proyecto de un solo hombres, después que murió su hermano, de San Francisco, California.

6. The Fine Line Between Heaven and Here (2025) de Ba'al: hace una extraordinaria combinación de post-metal, post-rock y black atmosférico, apenas rozando el post-black, con canciones épicas con diferentes escenas gracias a una cuidadísima composición, y muchos arreglos de cuerdas. 

Son realmente distintos porque la voz es más tradicionalmente black mientras las guitarras se quedan en campo de experimentación y distorsiones no extremas, aunque en el tema final, Legasov, además de los guturales y los shrieks, hay riffs más brutales, incluso haciendo unas disonancias y usando armónicos, aunque aún más cerca del post-metal que del black, aunque las voces más vampíricas e incluso depresivas pueden ayudar a que sea difusa la diferencia.

Así puedes escuchar una calmada sección intimista, luego complejas formas instrumentales de post-metal, ligeramente progresivo, y luego shrieks ardientes (cortesía de Joe Stamps de Hecate Enthroned) sobre lo que podría estar en un disco de Godspeed You Black Emperor o Sprain, con riffs con distorsión alternativa, formas regresivas y sonidos invertidos, circulares, concéntricos y más propios de la exploración que de lo extremo, sin dejar de ser metaleros. 4,7 de 5. Son de Sheffield, Reino Unido.

10 julio 2025

US power metal progresivo, melodeath de LA, death metal originario (Possessed), hardcore punk/oi, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (pop rock psicodélico), emo-pop clásico, brutal death técnico, shoegaze/dream pop/indie rock gringo

1. Chasing the Dragon (2025) de Helms Deep: empezamos el día con power gringo progresivo, con increíbles momentos progresivos y una voz regular. Pero me gustó bastante, 4,2 de 5. Es su segundo disco y el bajista es realmente un genio, los riffs logran viajar por distintos géneros y en conjunto tienen algo de épico y vintage que agrada. Son de Florida y sus temas son una especie de combinación de ciencia ficción espacial y fantasía de dragones. 

2. End Time Lightning (Ep, 2025) de Upon Stone. Después del debut de Dead Mother Moon, este nuevo EP suena más gótico, oscuro e incluso atmosférico, con toques de black y speed que me agradan mucho más. 4,2 de 5.

3. Seven Churches (1985) de Possessed. Un increíble disco de death metal, de los primeros en ser publicados después de -obviamente- death, pero que ayudó a definir el sonido, forma y estructura de la música extrema, claramente se nota que de este thrash/death salió todo lo demás. 4,8 de 5. Suena increíble, incluso sin considerar la época pero haciéndolo, es magistal, con el gutural reverberado y el alto nivel técnico, cuasi progresivo, de la instrumentación. 

4. It's a Beautiful Day, What a Beautiful Day (2025) de Skinhead. Pensé que era un nombre irónico, pero no, es reivindicativo. Melodic Hardcore, Street Punk y Oi! para defender el movimiento. 3,7 de 5 pero está muy bien hecho, con bajos densos e industriales, guitarras creativas entre sucias y melódicas y una voz ronca, loca y cuasi spoken word. Al parecer son de EEUU pero suenan muy europeos. Me gustó bastantísimo, más para el estilo.


5. Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1967) de The Beatles. Pop / Rock psicodélico, art rock, pop barroco, sunshine pop, toytown pop y music hall. Un clásico absoluto de la música occidental y universal que mostró al cuarteto de Liverpool como capaces de elevar la música pop a estándares de bellas artes contemporáneas, incluyendo no sólo las técnicas de composición, producción y grabación sino también empaque y presentación visual. Tiene los mega clásicos With A Little Help Of My Friends y Lucy In The Sky With Diamonds, así como el single previo, Strawberry Fields Forever. 

Se considera este disco como precursor del rock progresivo y el uso de música circense y vaudeville la puedo rastrear hasta artistas contemporáneos como Arcturus y Diablo Swing Orchestra, además, trajo la música india al pop occidental, la combinó con orquestaciones clásicas y con guitarras de rock, justo cuando empezaba el Verano del Amor. Un discazo, aunque admito que me gusta mucho menos que Revolver. 4,7 de 5.

6. Three Cheers for Sweet Revenge (2204) de My Chemical Romance. Un muy buen disco de mall screamo / post-hardcore / emo-pop y pop punk, aunque no está en este orden en RYM, que fue un gran éxito del último MTV aunque ya decadente. No lo escuché tanto pero realmente es un disco que ha envejecido bien. 4,6 de 5. Está en el corazón del segundo movimiento emo que fue tan comercial y exitoso, aunque muy mal visto en el primer momento, como el pasó a pop punk. Gerard Way tiene una gran voz, y no solo melódica. Es un vampiro joven y desinteresado.

7. Morbid Ataraxia (2025) de Putridity. Brutal death técnico, con temas cortísimos tipo grindcore y un remate como ahora se acostumbra, larguísimo. Bastante bueno, aunque poco original, algo repetitivo. 3,7 de 5.

8. Die in Love (2025) de Greet Death: Banda de shoegaze / slowcore / indie rock / dream pop de Flint, Michigan. Me gusta porque es atmosférico, con mucho reverb pero las guitarras y la batería están al frente, así que lo fantasmal y vaporoso se combina con una acidez sónica que explica que tenga un poco de todos estos ingredientes: desde guitarras ruidosas y con altísimo reverb a voces paranormales y decadentes. 3,6 de 5.


06 julio 2025

Lo nuevo de Puddle Of Mudd, death-doom gringo vintage, pop rock alternativo de Tilian Pearson (Dance Gavin Dance), hardcore/emoviolence de Canadá, D12 sin Eminem, Nexus Polaris de Covenant, pop rock alternativo (AWOLNATION) y vocaloid/indie rock/dream pop

1. Kiss The Machine (2025) de Puddle Of Mudd. Disco regular de post-grunge, sin aspavientos pero no tan malo. 3 de 5. Tiene incluso un par de temas medio estupidizados por pistas de trap o similares, pero el primer tema, Beatimous y Maniac son decentes piezas de rock pop. 3,5 de 5. Post-grunge originalmente de Kansas City.

2. Abhorrent Worship (2025) de Ossuary. Debut forma de la banda de un pútrido death doom metal, con mucho sonido vintage en la voz y buenas guitarras al frente. Una batería que podría sonar mejor. 3,7 de 5. De Madison, Wisconsin. El tema The Undrownable Howl of Evil me gusta porque aunque tiene esas viejas guitarras clásicas de death metal, tiene también momentos en que el escarceo entre el doom y death n roll, así como la distorsión brumosa le da un toque de revival, tipo Grave, que me gusta mucho. 
3. Vertigo (2025) de Tilian: banda de pop rock alternativo, proyecto personal de Tilian Pearson, cantante de Dance Gavin Dance. Es hard rock, rock alternativo y electrónica, aunque realmente me confunde si el disco quiere ser más alto-pop (con algunas guitarras distorsionadas) o pop rock (con mucha electrónica rara), por las bases electrónicas que a veces parecen ser interesantes y en otras algo traído de otro lado, como que estaban en una librería, que no corresponde con este artista, con una voz impresionante. 

Claro, el hombre no se pudo resistir a meter trap en sus temas, especialmente en Wonderland y un poco más aquí y allá. Por suerte, también queda swancore y math rock aquí y allá, sobre todo en algunas guitarras arpegiadas o pesadas, como en Days In Hell, que salvan el disco de ser algo totalmente malo.

2,8 de 5, con buenos temas como Savages. Es la música de esta época, rockeros que tratan de no quedarse atrás con el RnB, alt-pop y trap como señal de estar en el Zeitgeist, y que tiene horribles exponentes como Pyramids y President, así como mejores como Sleep Token, Poppy y Knocked Loose.

4. An Exercise in Self-Sufficiency (2025) de Body Minus Head. Debut de esta banda de screamo, hardcore punk y emoviolence de  Kitchener, Ontario, Canadá. Liderados por la cantante Alexandra Garvin. Violencia, potente y con algunos buenos temas candela. 3,5 de 5.

5. Return of the Dozen Vol. 1 (2008) de D12. Horrorcore / gangsta rap / pop rap. Entretenido, directo y con algo de RnB. 3 de 5. Mi favorito: You´re not a Gangsta. 

6. Nexus Polaris (1998) de The Kovenant / Covenant. Quizás el disco más perfecto de black sinfónico y melódico, con súper estrellas perversas. Un disco tan bueno que fue irrepetible, ni el anterior y mucho menos la cochinada industrial que hicieron luego se comparan. Vienen a Bogotá y sería una locura perdérmelos. 

7. 7 Piano Sketches (2025) de André 3000. Su anterior New Blue Sun, más electrónico y ambiental tampoco me mató pero no creo que sea malo, solo un poco demasiado improvisado. Según RYM esto es impresionismo. 2,7 de 5.

8. RUN (2025, edición de 10mo aniversario) de AWOLNATION. Un disco bastante electrónico y alternativo, que tiene temas absolutamente diferentes, algunos más guitarreros, otros con más arreglos sinfónicos, la mayoría bastante electrónicos. Tiene esa esencia como punk que me gusta al final, aunque siempre tenga muchos sintetizadores rodeándolo todo.

Es pop rock y rock alternativo, dice RYM, pero no puedo dejar de pensar en lo electrónico que es. Así que según también es art pop, indietronica, post-punk y rock experimental, con lo que estoy de acuerdo y rock industrial, con lo que no puedo coincidir. 3,5 de 5. Es elegante, sucio y para mí, bastante punk e indie. Es un muy buen disco.

9. おやすみシューゲイザー! Goodnight Shoegazer! (2025) de Lua-P: aunque oficialmente es una colaboración entre Lua Trilogy! y 初音ミク Hatsune Miku, que es una artista virtual del software Vocaloid, voy a entender que es que usaron este programa de Yamaha para la voz del disco. Hau que decir, la música está realmente bien producida, con Lua Trilogy! haciendo un gran trabajo combinando dream pop, indie rock y hasta algunos arreglos increíbles entre jazz, funk y electropop. La voz sintética no es mala, sorprende lo increíble que puede hacer un software digital aunque realmente no le veo un valor intrínseco o genial en imitar o emular muñequitas anime, lo puedo entender, sobre todo para insertarse en este micro-género de Internet. La música me conquista. 3,3 de 5.

10. Detox (2025) de ONE OK ROCK: banda real de rock alternativo y pop rock japonés, con diversos matices, más claramente el power pop y el pop punk, lo que permite escuchar algunas buenas guitarras distorsionadas, melodías vocales entre el emo-pop y el pop punk más meloso, y un buen performance de banda que claro que añade algo entre metal alternativo, medio industrialoso y post-hardcore más nintendocore. Creo que es bastante bueno, lo escucho como algo muy divertido, aunque sea altamente derivativo, hacen el trabajo. Además, Paledusk está de invitado. 3,5 de 5.

01 julio 2025

Progresivo/power de Dallas, Texas, harsh noise/death industrial de Australia, Snoop Dogg, deathcore/brutal/slam death, chamber pop folk, oi! y hardcore punk, clásicos de Queen, mathcore progresivo de Filadelfia

1. Nothing Etched in Stone (2025) de Trascendence: metal / power progresivo de Dallas Texas, que también vuelve después de 22 años sin publicar discos. 3,7 de 5.

2. All the Dead Melt Down as Rain (Ep, 2025) de Uboa. La artista australiana que publicó de los mejores discos de 2024, Impossible Light, en que el darkwave, drum n bass, música orquestal y mucho noise y pistas de sonido ambiental se conjugaron. Ahora vuelve con un puñado de temas, de nuevo en el dark ambiente, death industrial, harsh noise. 

Uboa es Xandra Metcalfe, quien hizo un disco menos instrumental y rico en instrumentos. En este caso se encargó de guitarra, piano, ruido, sintetizador y grabaciones de campo. Con Lulu Collard en la percusión y Joanna Fang en la hoja metálica y efectos de sonido. Creo que es menos logrado que los dos discos que he escuchado, a los que les puse 4,5 como el The Origin of My Depression. Ahora me iría por mucho menos, 3,5.

3. Neva Left (2017) de Snoop Dogg. De verdad no sé nada de hip hop, porque este disco me encantó y en RYM le fue horrible. Es la decimoquinta producción del rapero, alrededor del G-Funk, Gangsta Rap y R&B contemporáneo. Para mí, es un disco sabrosísimo, groove, jazzeadito, incluso vintage y digerible más allá de las letras. Ricas esas pistas. 4,3 de 5. 

4. Focus (2025) de Soft Ffog: hermosura de jazz-rock / rock progresivo noruego, absolutamente setentoso, cercanamente psicodélico, con increíbles solos arpegiados de sintetizadores y un baterista de lujo. Instrumental. 4,6 de 5.

5. Chimères (2025) de Cénotaphe: black melódico francés, disonante, sucio y con una batería arrolladora, y un grito como hueco, hundido, fantasmal, que invoca el paganismo desenfado y básico del primer metal extremo. Me gusta la atmósfera obscura y punketa, pero sin caer en lo básico de Darkthrone. 4,2 de 5. 

6. Blood Consumer (2025, EP) de Velvet Cross: impresionante black metal de Nashville, Tennessee, que no esperaba. Furioso, sumamente brumoso y atmosférico. Y más aún, cierra con una balada acústica, con bella voz limpia pero no operática, de menos de tres minutos, sumamente épica. 4,3 de 5. Son los mismos músicos de la extraordinaria propuesta de Saidan. 

7. Extraction (2025, EP) de LARCɆNIA ROɆ: toda regla tiene su excepción, y este EP de deathcore, slam death y brutal death lo es completamente, porque siendo penetrante y absolutamente extremo, bestial, complicado y destructivo, no cae en repeticiones ni en absurdos, ni siquiera en lo vocal. Teniendo pig squeal y shrieks de deathcore, no es como nada de lo que hubiese escuchado.

No sólo es muy audible (para el género) sino que tiene un sonido cristalino y combinando el ruido analógico con una cuidadosísima post-producción digital que permite escuchar cada uno de los riffs en detalle, mientras que las voces guturales son otros instrumento, que se conjuga de una forma que me hace recordar a Slipknot con sus distintas vertientes de nü-metal, metal alternativo, rap metal y hip hop. En este caso el "outsider" es el mathcore, que le da esa precisión rítmica diferencial.

Es como si reinventaramos el grindcore con altísimos estándares de grabación, con un pensamiento deathcore pero un sonido menos amable y al mismo tiempo, más digerible. Es la cosa más subterránea, hardcore y gore pero construida de forma milimétrica que es casi elegante. Bestial, 4,7 de 5. Son de Raleigh, North Carolina.

8. At the Beach, in Every Life (2025) de Gigi Pérez. Disco debut, en clave de chamber pop, indie folk e incluso algo de noise rock y emo rock, de Gianna Brielle Perez, de Hackensack, New Jersey, hija de inmigrantes cubanos y criada en Florida, actualmente residenciada en Nueva York. Un bello disco que se sale de mi algoritmo.

Una voz realmente extraordinaria, muy buena combinación de acústica y arreglos de sintetizadores, con mucha guitarras de bedroom pop y sonidos espaciales, atmosféricos y melancólicos. Algo emo incluso. 3,5 de 5, aunque hay temas que son mucho mejores. Hay que escucharla bastante.

9. Shirts vs. Skins (2025, EP) de Haywire / No Guard: divertido EP/split de oi! y hardcore punk. Mejor la primera que la segunda. 3,7 de 5.

10. Box of Matches and a Fear of Light de Sincerely Yours (Ep, 2025). Segunda entrega de esta caótica banda de metalcore / mathcore / screamo de Las Vegas. Me hace sentir noventero de nuevo. Muy bueno, 4,3 de 5.

11. Riffs (2025 - 2011) de Queen. Tercera entrega de estos compilados, después de Epic y Heavy. Este quizás es el tiene canciones menos emblemáticas, quizás más hard rock. Buenísimo para repasar y conocer más a la gran banda británica.

12. I Want to Go Home. (2025) de Kaonashi. Difícil no disfrutar de la variedad rítmica, caótica y demencial de este disco, que va del mathcore al screamo pasando por el sass y el djent, pasando por el rock progresivo, el post-rock, el post-hardcore e incluso el folk rock, lo que implican matices y variaciones que no solo son gritos desaforados y riffs angulares, e incluso gritos raros que recuerdan un poco a SOAD, Primus y Dead Kennedys, así como a clásicos tipo Saosin y Circa Survive, pero más claramente de Coheed and Cambria. 

Además, hay momentos calmados, con riffs de funk rock, bajos apaciguados en arpegios y guitarras acústicas, e incluso momentos de rock progresivo y piano rock, así que el disco no es ni obvio ni predecible. Me voy a ir con un 4,5 de 5, bastante sólido, sorprendente y estimulante. Son de Filadelfia, Pennsylvania. 

13. Nightsphere (2023) de Heretoir. Banda alemana de post-black atmosférico / blackgaze / ambient / post-rock. Tenía un mejor recuerdo de esta banda, quizás del disco The Circle. El último tema, el más dark ambiente me pareció bastante bueno pero tiene colaboraciones interesantes. Disco regular, 3,6 de 5.

14. Lambent Light (EP, 2025) de City Of Dis. Increíble que esta banda de Boston, Massachusetts no tenga un mayor reconocimiento. Aunque el disco anterior era una mezcla de post-metal progresivo y black melódico, ahora nos encontramos con algo más cercano al post-metal progresivo más cerca del sludge y el stoner metal, con momentos incluso psicodélicos, con mucha melodía, voces limpias muy buenas y mucha creatividad para componer y sorprender en este género, tan lleno de virtuosismo, de excesos, de extremismo, de repetición o de fórmulas, aunque también de todo lo contrario, son temas realmente increíbles, porque son igualmente épicos, pesados, cambiantes, con grandes riffs y armonías, altamente ambientales y minuciosamente técnicos. Brutales, 4,7 de 5.

15. Pruning of the Lower Limbs (2025) de Moving Mountains. Un gran disco de rock alternativo, emo y post-hardcore, muy guitarrero, nostálgico y que bebe ampliamente del folk rock, slacker rock y del indie para hacer algo un poco más experimental por un lado y intimista por otro. Es como si una banda de screamo quisiera bajarle a la intensidad instrumental, manteniendo la actitud. Son de Purchase, Nueva York. Es realmente distinto, porque también suena como un pop punk bañado en estridencias noise. 4,3 de 5.

24 junio 2025

Grindcore/jazz ruso, groove/thrash progresivo gringo, Fantasma de John Zorn (free jazz), post-black progresivo de Minneapolis,

1. Subnormal Dives (2025) de ByoNoiseGenerator: Demencial quinteto ruso, con saxofonista incluido, que hacen brutal death / deathgrind con jazz, mathcore y death técnico, por lo que hay un baterista increíblemente hábil. La combinación es una versión extrema de Mister Bungle, aunque más acotado al metal. En este caso chocan y se combinan los géneros sin fusionarse entre sí, es más como un choque de ambos. Es brutalidad, disonante, feroz y caótica, con interludios para el saxo, arreglos dentro de blastbeats y riffs aritméticos casi indescifrables, y mejor aún, secciones en mid-tempo con ambos. 4,2 de 5.

2. Harbingers (2025) de Byzantine: un disco de groove/thrash metal con muchos altibajos, que van desde sonar demasiado derivativos de Pantera/Lamb Of God a hacer metalcore progresivo en otros mejores momentos, con muy buenas voces limpias y rozar con el post-metal. Así que hay temas regulares y otros espectaculares. 3,6 de 5. Son de Charleston, West Virginia. Hay que repetir para separar la paja del trigo.

3. Fantasma: Illusions From a Surrealist Mirror (2025) de John Zorn. Es raro escuchar un disco de jazz de este tipo que no sea caótico, experimental o muy avant-garde. Son seis temas, los primeros cortos, en que escucho un jazz bien ejecutado pero smooth, sin estridencias, y luego otros tres más largos donde xilófonos, sintetizadores y samples se conjugan pero también en un formato sin metal, ni descargas demenciales de saxofón. Me agradó, 4,3 de 5. RYM me ayuda a entender que es Avant-Garde Jazz, sí, pero también free jazz y modern creative, un género musical que viene de la improvisación jazz y la música académica contemporánea.

4. Spiritual Anguish (2025) de Eudamon: Decir post-black, blackgaze o black atmosférico me parece insuficiente, porque sí hay atmósferas oníricas y expansivas, un shriek afilado y depresivo, arpegios tocados lentamente y guitarras explosivas de post-black, también hay influencias de metal extremo tradicional, que van desde el black disonante al death melódico, así como algunas ideas más cercanas al shoegaze, el post-hardcore o el rock indie.

Son de Minneapolis, y según RYM el screamo y el metal progresivo explican parte de lo que identifiqué. Es una propuesta claramente hipster, en que enraizados en la combinación de black y screamo, se permiten voces limpias que van desde lo fantasmal y vaporoso, hasta lo puramente alternativo. Está interesante, pero deben pulirlo. 4,3 de 5.

5. Black Pines Needles (2025) de Irga. Black metal ruso, con un shriek agrio y un extraordinario baterista, que añade momentos progresivos a una ya combinación alternativa de riffs melódicos y disonantes. Los arreglos sinfónicos le dan un toque avant-garde riquísimo.

20 junio 2025

Lo nuevo de Helheim (black vikingo noruego), jazz/metal avantgarde noruego, metalcore/post-metal con vaporwave (fromjoy), slam death de Florida, emoviolence de Chicago, jazz rock stoner noruego

1. Hard Anger (2025) de Agabas: empieza demasiado bueno este viernes con esta banda de jazz/metal avant-garde noruego que presenta su tercer disco: saxofones (porque hay más que solos de un instrumento, sino arreglos gruesos de vientos), shrieks, guitarras de metalcore y de black melódico se mezclan con dementes baterías de hardcore y death metal. Tienen a Shining (blackjazz) de invitados en un tema. A veces suenan como las bandas de black/punk finlandesas, lo que me encanta. 4,7 de 5.
2. Ataraxia 19.13.8.1.19 (2025, EP) de fromjoy. Maravilloso EP de esta banda de Houston, combinando la bestialidad del metalcore y el metal alternativo con extraordinarias bases electrónicas  de vaporwave. Además la combinación da para momentos oníricos, calmados e intimistas de cuidadosos arreglos de post-metal y shoegsze. Bello, destructivo e innovador, muy refrescante. 4,3 de 5.

3. 3 (2025) de Bodybox. Divertido y sucio slam death metal / beatdown hardcore. A veces se escuchan unos ritmos latinosos, quizás porque son de Florida. 3,5 de 5. 

4. Have You Heard of the High Elves (2025) de Lord Snow: increíble emoviolence (que me encanta porque al revés del blackgaze es como una banda emo que se pone muy metalera) y math rock, por lo que hay un orden caotizado, con guitarras angulares y alternativas, más el desenfado juvenil del screamo y momentos en que parece más black metal que emocore. Me gustó muchísimo, porque aunque no llega a la originalidad ni desempeño de Ostraca, por ejemplo, me encantan los guiños lo-fi e indie. 4,3 de 5. Son de Chigago, Illinois.

5. Bees in the Bonnet (2025) de Hedvig Mollestad Trio. Otra dulce sorpresa de viernes con jazz rock noruego. No la conocía pero ya la adoro. Hay guitarras distorsionadas, estridentes y arpegiadas a alta velocidad como si fuese metal progresivo, pero también tiene momentos de reflexión cósmica, psicodelia, bravuconada rockera y experimentación, entre el stoner, el post-rock y el noise, con algo de funk rock y space rock. Ella, Hedvig, es invitada en un disco extraordinario de heavy psicodelia: Downpour de Kanaan.

6. HrabnaR / Ad vesa (2025) de Helheim. Viva Noruega. Ahora, menos progresivos y más enfocados en un black metal vikingo pero repensado desde lo gótico, lo disonante y al mismo tiempo melódico/sinfónico, aunque con unas influencias distintivas del metal industrial que enriquecen un sonido directo, con voces operísticas y ritualistas, hay un gran enfoque en el trabajo guitarrístico, a veces entrando en un terreno experimental, con capas de efectos, interludios y riffs hiper-expansivos, que puede ser post-rock o simple black disonante a mid-tempo mientras en otros se vuelvan a formas espirales de notas, casi frenéticos, en que van construyendo un repaso de influencias y épocas, como un guiño perverso a muchas voces históricas. Así a veces suenan atmosféricos, otros cavernosos, otros psicodélicos, otros salvajemente crudos y originarios y en otros vuelvan ser espaciales y avant-garde. Fylgia es un tema extraordinario de verdad. 4,3 de 5.

7. An Insatiable Violence (2025) de Cryptosy. Brutal death técnico de Canadá para el mundo. Vuelven a ser bestiales, rapidísimos, cercanos al grindcore y con muchas voces guturales y shrieks para esparcir en el universo como agujas afiladísimas. Con buenas guitarras, que a veces suenan como deathcore, la batería es lo más increíble, pero claro, Flo Mounier. Lástima que el sonido sea un poco brumoso. 4,3 de 5. 

8. Faster Than Death (2025) de Hirax: Banda de thrash crossover y speed de California. Estará en el primer día del Rock Al Parque 2025. Regular, aunque en vivo podría ser divertida. 3,2 de 5.

9. Necessary Fictions (2025) de GoGo Penguin. Nu Jazz / Jazz fusión / Post-minimalismo, para hacer música dance con un trío analógico / sintético conformado por Chris Illingworth (piano), Nick Blacka (bajo) y Jon Scott (drums). Me recuerda a Red Snapper. 4,5 de 5.

17 junio 2025

Música litúrgica cristiana, el disco 2025 de The Cure y Turnstile, lo nuevo de Pulp (art rock/post-britpop), screamo de Ohio, garage punk progresivo, dream pop de San Francisco, djent francés, hip hop venezolano

1. I (2025) de DIM y Angel of the Veil: primera producción de este proyecto alterno del canadiense detrás de DIM, Josiah Wilkinson. Música litúrgica cristiana, coral y ambiental. Refrescante y hermoso, 4,7 de 5.

2. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Tercera escuchada de este nuevo disco. La primera vez dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. Buenísimo.

3. More (2025) de Pulp: 24 años después han vuelto estos elegantes, glamorosos y alternativos británicos que en 1994 explotaron con el single Common People de su disco Different Class, uno de mis favoritos de los 90 aunque son una banda que nació a principios de los 80 entre el indie y el jangle pop. 

Ahora, hacen un disco igualmente sofisticado y distinto, de art rock, chamber pop, dance alternativo y por supuesto, post-britpop. Pero también hay temas más new wave, disco, synthwave y glam rock, así como muchas cuerdas y solos de guitarras, hay coros geniales y hay rock indie.

Jarvis Cocker, que ya tiene 62 años y que además de cantar y escribir las letras grabó dobro, guitarra, guitarra acústica y sintetizador,  está acompañado de Nick Banks en la batería, Candida Doyle en teclados, piano y sintetizador, Mark Webber en guitarra, Jason Buckle en guitarra eléctrica, Andrew McKinney en el bajo, Emma Smith en violín y arreglos de cuerda, Rich Jones en viola, arreglos de cuerda, director de orquesta y piano, y Animesh Raval en piano, mezcla e ingeniería. Un fácil 4,3 de 5. 

4. North American EP (2025) de The Dear Hunter. Claro que sí, se pone muy bueno el martes con esta combinación de art rock con pop y rock progresivo e indie. Es una banda legendaria, con muchísima producción, alrededor del rock progresivo pero abriéndose también a otros géneros como el pop barroco y el indie rock. 

5. Thrash Classic (2025) de Frankie and The Witch Fingers: veo que le puse 4,5 a su disco 2023 llamado Data Doom y estoy más que tentado a poner lo mismo, porque me encanta este estilo de punk sintético, post-punk y garage punk. RYM también dice que es art punk, dance punk, egg punk y zolo (new wave con rock progresivo), distinto al previo que era con psicodelia, funk y jazz rock. 4,5 de 5.

6. This Bitter Garden (2025) de For Your Health. Un buen disco de screamo desde Columbus, Ohio. Es violento, complejo, matemático, en muchos momentos con blast beats y siempre con gritos desesperantes, rozando el grindcore por sus formas ruidosas y estridentes (emoviolence) al convertir lo posiblemente melódico y alternativo en algo cerca de lo indescifrable, incluyendo algunos coros en voz limpia y semi-gritados, por medio de una distorsión altamente brillante y con ganancia, que los hace realmente skramz y atmosféricos. Es bastante bueno, 4,3 de 5. Están en Los Angeles, California. 

7. Never Enough (2025) de Turnstile. Una gloria de disco, de lo mejor de este año 2025. 4,7 de 5 fácil,

8. God In Drag (2025, EP) de You Wish: excelente puñado de canciones raras de dream pop con momentos noise. 4,4 de 5. Son de San Francisco, California. 

9. Dig Where You Stand (Ep, 2024) de Lone Survivors: Genial djent francés con el mismo cantante de Psykup y Uneven Structure. 4,7 de 5.

10. Serenata del Agua (Ep, 2025) de Un Tal Yupi: productor de hip hop venezolano involucrado con los discos Aristocracia de DJ 13, Tres Dueños, Rotwaila y Dru Flecha. Nacido como Yaherber Jose Palma Herrera de Ocumare del Tuy, Miranda. Bello disco de hip hip instrumental / jazz rap / chill. 4,3 de 5.

13 junio 2025

Lo nuevo de King Gizzard (pop rock progresivo y psicodélico) y Sigh (regrabando disco de 2007), country alternativo/emo de Florida, pop rock indie de Singapur, versiones alternas de Wiki Wiki de Los Amigos Invisibles, jazz pop / indie rock / soul progressivo (Willow), black sinfónico griego

1. Hunting Season (2025) de Home Is Where: fascinante banda de country alternativo con post-hardcore, midwest emo y screamo que combina las influencias del sonido estadounidense tradicional con gritos, disonancias, guitarras estridentes y hasta un poco de desvarío. 4 de 5. Gente loca porque son de Florida. Tienen unos invitados para las guitarras eléctricas de acero del country rock.

2. Evangelic Girl Is a Gun (2025) de Yeule: Quinto disco de Natasha Yelin Chang, 玉玲, artista de Singapur, que cambió el dream pop / shoegaze / noise pop de su anterior y genial Softscars por una versión más bien radial y sencilla de rock alternativo y pop indie rock electrónico, en que la cantautora juguetea con estos géneros con una aproximación bien estadounidense y básica, pero por suerte también le añade trip hop, dance alternativo, pop alternativo, indie rock y glitch pop. Mucho menos original que su disco anterior y con temas que pueden ser un éxito radial como Dudu o el tema que le da nombre al disco, pero que a mi me parecen demasiado estandarizados o inadecuados para su concepto artístico. Por suerte, también hay temas como Skull Crusher, que cierran el disco, con noise rock, industrial y post-metal en el sonido.

La música está muy bien producida (me hace recordar un poco a lo que hizo Magdalena Bay llevado a algo mucho más ligero), y agregar momentos de noise rock en las pistas es lo mejor pero con sonidos como de R&B/glitch pop como lo peor. 3,5 de 5. 

En el proyecto está involucrado Chris Greatti (Yves Yumor, Willow, Poppy)

3. Wiki Wiki EP (2025) de Los Amigos Invisibles: versiones con MARI y Jonaz, con Proyecto Uno y remixes. Sí, me gustó, 4 de 5.

4. Phantom Island (2025) de King Gizzard and The Lizard Wizard. En la muy abundante y siempre increíble discografía de estos australianos, ahora se fueron por una versión bastante calmada pero altamente artesanal de pop progresivo, pop rock y rock sinfónico, altamente setentoso. Acá se escuchan los puntos en común entre The Beach Boys, Deep Purple, Punk Floyd y Queen, en las guitarras de hard rock, los arreglos glam, el pop barroco, la psicodelia e incluso el soul, que añade la sobriedad sensual y la lentitud divina, que lo junta en un solo cuerpo con veinte almas de colores distintos. Lejos de sus estridencias, exageraciones y explosividades, este es un disco para escuchar con detalle, escuchando los ruiditos, disfrutando de las lentas transiciones y de los arreglos pequeñitos. 4,2 de 5.

5. Empathogen (Mayo, 2024) de WILLOW. Este disco me fascina de verdad. En mi ignorancia escucho jazz pero críticos más conocedores en RYM dicen que es Art Pop e Indie Rock, pero ella hace muchos scats de jazz realmente asombrosos con dos temas dedicados exclusivamente a esta técnica vocal.

Lo mejor es que la música es increíble, sí, acá más claramente hay jazz, rock indie, math pop, pop progresivo y soul progresivo. Es una hermosura de disco, con música extraordinaria, una producción maravillosa y una voz realmente muy cultivada. Es una delicia completa el álbum que de pasapalo tiene a Jon Baptiste y St. Vincent de cantantes invitados. 4,8 de 5.

6.  I Saw the World's End - Hangman's Hymn MMXXV (2025) de Sigh: La máxima expresión del black metal avantgarde, progresivo, sinfónico, demencial, furioso y folk regrabó el Hangman's Hymn - Musikalische Exequien de 2007 con un resultado impresionante. Un opus extremo, ampliamente orquestado y arreglado, con sonando poderoso y furioso con todas las sorpresas a las que nos tienen acostumbrados, con trombones, trompetas y saxofones e instrumentos japoneses antiguos, vocales fantasmales, entre shrieks y un grito hardcore, referencias a Iron Maiden y Mercyful Fate, y muchísimo black avantgarde. 4,8 de 5.

7. Νekyia - The Necromantic Patterns (2025) de Acherontas. En una onda similar pero más tradicional, este formidable disco de black sinfónico griego, que tomando a los grandes del género de los 90 y más contemporáneos, presenta su propia fusión y bestial aproximación. Ráfagas de azufre, toques de vampirismo, sonido noruego, fusión con death melódico, velocidad perversa, suciedad atmosférica y orquestaciones fantasmales. No es originalísimo pero sí brutal. 4,3 de 5.

12 junio 2025

Lo nuevo de Stereolab (indie pop rock psicodélico), death/doom, screamo con trap desde Japón y post-black /neocrust finés, thrascore de Detroit, nuevo compilado de Queen, black progresivo elegante de Michigan

1. Fear Those Who Fear Him (2017) de Vallenfyre: tercer y último album de esta banda de death/doom sucio, mid-tempo y estridente, gracias a las guitarras sucias de crust punk, compuesta por el baterista finlandés Waltteri Väyrynen (ex-Paradise Lost y ahora en Opeth), el guitarrista británico Hamish Hamilton Glencross (ex-My Dyng Bride y ahora en Godthrymm) y el británico Gregory John Mackintosh (principal guitarrista y compositor de Paradise Lost), quien acá hace los guturales. 4,3 de 5.

2. A Lack of Immersion (Ep, 2025) de How To Take Care For Flowers. Desde Fukuoka, Japón, una banda extraña de emo / post-hardcore con guturales, música skramz y suaves voces de emo-pop/poppunk, sobre una base de pistas electrónicas y trap. 3,2 de 5. Experimento curioso que tiene sus altibajos. Aunque es un experimiento curioso, y la parte pesada está bien ejecutada, es totalmente derivativa. La obra solitaria del músico Ryan Kelly. 

3. Månen ska lysa din väg (2025) de Svarta Havet: post-black finlandés muy ruidoso, aunque el disco inicia en lo que parece un mayor interés en el screamo que al shoegaze, con pianos y un shriek distorsionado, el disco se va desenvolviendo hacia unas formas melódicas que combinan guitarras en capas con distintas distorsiones, la armonía dentro de lo corrosivo y una visión de ópera perversa sobre un belleza oscura de guitarras cuidadas más una batería punketa pero muy bien producida. Según RYM es Neocrust por combinar estos elementos con sludge. La banda está liderada por Jara, una persona no binaria que promueve conciertos y toca en muchas bandas de metal y noise. Muy bueno, 4,3 de 5.

4. LP 2025 de Bad Beat. Los de Detroit la ponen fácil. Su debut se llamó LP 2024. Thashcore y hardcore punk. Esto es corto, directo y punketo. 3,6 de 5. Me gustó Bad Beatdown más cercano al beatdown hardcore o Jazz Beat (porque estos tipos son literales, es jazz). 

5. Reclamation I y II de Amiensus (abril y agosto 2024): disco doble de black progresivo de la banda de Minnesota, con influencias del power metal, del black sinfónico y del death progresivo, aunque hay extractos en que se identifica post-metal y folk metal, que va desde las voces limpias y las voces de canto de garganta hasta los guturales de mucho ataque, el uso de guitarras acústicas, riffs de trémolo con sintetizadores, la batería punzante y opresiva y algunos momentos de aplastante sonido de black atmosférico.

Con la segunda parte ligeramente mejor, es una épica de arreglos originales, complejos y melódicos que oscilan entre el black progresivo y el metal progresivo, mediante orquestaciones o disonancias, interludios o explosiones con shrieks, folk metal en homenaje a los grandes o hermosos momentos vocales en que los instrumentos caen rendidos en sumisión al sonido humano ante un mundo lleno de dioses impávidos.

Momento de gloria es The Distance con Lars Nedland. 4,5 para la primera parte y 4,8 para la segunda.

6. Epic (2025, compilado) de Queen: Un repaso de los temas más hard rock, iniciales y bases de los más grandes. Ahora quiero escuchar más de lo más viejo. 

7. An Ode To The Mountains (2025) de Aeon Winds. Magnífico black melódico, que siendo mercurial y oscuro, es elaboradísimo y elegante, blandiendo espadas sinfónicas, ambientales y hasta operísticas, para darle un matiz de belleza compositiva y grandiosidad a este álbum dedicado a la naturaleza. Definitivamente, 4,6 de 5. Invitados vocales de lujos, como Aphazel de Ancient y Vicotnik de Dodheimsgard, más que necesario después que el australiano Dis Pater dejó la banda para concentrarse en Midnight Odyssey.

8. Instant Holograms on Metal Film (2025) de Stereolab. Bellísimo disco que RYM define ampliamente como neo-psicodelia, pop indie y ambiental e indie rock principalmente. 

Neo-Psychedelia, Indie Pop, Ambient Pop, Indie Rock
Indietronica, Krautrock, Post-Rock, Lounge, Psychedelic Pop, Space Age Pop, Chamber Pop

01 junio 2025

Lo nuevo de Rivers Of Nihil (death progresivo / jazz fusión / djent), Morcheeba (trip hop) y The Flower Kings (neo-prog sinfónico), deathgrind, emo/popst-hardcore/noise pop y new wave / post-hardcore de Australia, doom/heavy/black danés y trip hop/neo-soul portu-danés, hip hop colombiano, black disonante gallego

1. The Calling of Fire (2025) de Blood Monolith. Debut bestial de esta banda de deathgrind de Washington, con un sonido grotesco, crudo y al mismo tiempo, muy técnico. Es sucio y hábil, por lo que dentro de la salvajada sónica se escucha la potencia nuclear de los bombos con un sonido abrumador, las guitarras se inspiran en el brutal death y el grindcore de vieja escuela para hacer riffs laberínticos y la atmósfera general es aplastante y abrumadora, perfecta para un pogo que provoque heridas sangrantes. 4,6 de 5.

Tommy Wall, en el bajo, el mismo de Undeath además de Shelby Lermo, guitarrista y vocalista de Ulthar. Pocas veces un proyecto alterno es realmente tan bueno y distinto. Es una versión a lo Asphyx de Deicide y Cannibal Corpse. 

2. Devastation Awaits (2025) de Out Of Service: Me alegra mucho escuchar este disco, el tercero, de esta banda de emo, post-hardcore y rock alternativo de Voorhees Township, New Jersey, porque uno muchísimos ángulos de los géneros que prueba e incluso se extiende. Sí, hay nü-metal y screamo, que parece unir sonidos de los 80 y 90 con gritos desesperados, un sonido misterioso parecido al gótico y rematan con oníricos y brumosos riffs atmosféricos y ruidosos, aunque con uno sonido brilloso y punketo, mientras que la voz limpia es accesible, tan post-punk como pop punk, que le da un cariz distinto, diverso y original. 4,3 de 5.

Se nota además un coqueteo con géneros distantes como el metal extremo y el metal progresivo, con saxofón incluido, por las experiencias más juveniles de los músicos. 

3. To All The Ones I Love (2025) de Press Club. Punk rock, pop punk y post-hardcore con voz femenino, que tiene influencias del post-punk y el noise rock. Me gusta, porque suena como un new wave más guitarrero. 4,2 de 5. Son de Australia, liderados por Natalie Foster, que tiene una voz que puede sonar a Blondie, que acompaña perfectamente el sonido electrónico y punketo, con un pequeño rugido. Son de Australia. 

4. Scimitarium I (2025) de Scimitar: heavy metal épico, oscuro y progresivo desde Dinamarca, con voz femenina, complejísimos riffs de guitarra y una batería arquitectónica, más un bajo altamente técnico. El sonido es tan punk como metalero, tan doom como rock and rollero, profundamente ochentero, entonces se junta el heavy, el rock progresivo, el epic doom y el black originario en un paraguas único, siempre con un sonido cavernoso, hundido y al mismo tiempo, gótico.

El resultado es un sonido que es igualmente medieval, vintage y de deliciosas tierras progresivas al combinar las formas y estructuras del black metal disonante y el goth metal, e incluso el post-punk y algo de rock gótico, con una distorsión de una vieja banda de NWOBHM de los 70, con temas extensos y cambiantes. Es al mismo tiempo The Misfits y Ulcerate, es Tribulation, Smoulder y Castle Rat y también es Cave Sermon. En el tema final hay más presencia del black metal, incluyendo shrieks. 

Es realmente placentero. 4,7 de 5. 

5. Lifetime (2025) Erika de Casier: cantante portuguesa residenciada en Dinamarca, con un disco que me recuerda inicialmente al trip hop, french house y downtempo tipo Air, Saint Germain y Tricky pero sin sorprenderme, 

Pero luego noté que tenía una  toque más comercial, más radial, que lo acercaba al pop o al R&B de MTV, pero luego noté que al mismo tiempo, había algo ambiental, experimental y distinto, gracias a incorporar sonidos que iban desde los 80 hasta los 2000, como el hip hop soul y ambient dub, como una versión más electrónica y trip hop de TLC y Janet Jackson, por lo que las pistas y tropos del R&B, el soul y el new jack swing sonaban como si fuesen tocadas por Portishead o Massive Attack, entonces a veces suenan duras baterías metálicas, cortes potentes de hip hop o sucias pistas de jazz con sensuales líneas vocales femeninas.

Me gustó especialmente el tema Desilusional, como más jazz rap / hip hop. 3,9 de 5. Irónicamente lo menos logrado me pareció la voz, poco original.

6. Guiso (2025) de Pielroja y El Kalvo: hip hop bogotano con boom bap y pistas misteriosas tipo horrorcore. Otro buena producción, enfocado en analogías con sabores y gastronomía. 4,3 de 5. Pielroja es de Risaralda y vive en Barcelona, España. Me gustó el tema Inquietante Época en que con buenas líricas critican las ironías bogotanas y globales de vivir entre inundaciones y racionamiento de agua, crisis climática y nuevas formas de explotación minera, con algo de humor negro: "a este ritmo los rolos aprenderemos a nadar". Critican al comunismo cubano, a la Iglesia Católica y a la hipocresía del greenwashing. Genial ese tema.

7. Stranger To Love (2025) de Senna. El mejor tipo de post-hardcore es el swancore, y estos alemanes nos hacen sentir esa deliciosa experiencia de esas guitarras gruesas, llenas de flanger y reverb, que recuerdan al new jack swing rockero de Michael Jackson en que estructuras del post-hardcore, llenas de punk y emo, se hacen con duras guitarras de metal progresivo y djent, junto a suaves armonías de R&B y bajos llenos de funk, con una producción pulida. Bilmury es genial pero estos tipos son realmente seductores. 4,4 de 5.

8. Rivers Of Nihil (2025) de Rivers Of Nihil. ¡Han vuelto! Después del dudoso The Work, vuelven a sonar como habían gratamente evolucionado hasta poco antes, death progresivo con brutalidad en voces y la música más influencias diversas que se combinan, desde lo electrónico hasta lo progresivo pasando por el space rock, el rock psicodélico y hasta el jazz fusión. 

En este caso, el death metal progresivo, incluso con algo de vieja escuela, vuelve a ser el protagonista, con riffs de djent, guturales monstruosos y fusiones inteligentes con deathcore, metalcore melódico y groove metal, que incluyen brutales momentos de death progresivo con secciones rítmicas destructivas. 

Son tan pesados como en sus primeros discos pero añadiendo guitarras con distorsiones alternas, voces limpias progresivas y un compendio de géneros duros, así como arreglos que incluyen banjos de country y muchos momentos atmosféricos, así como de jazz fusión, gracias al frecuente paso del saxofón sonando como un tema de smooth jazz. Leí que eran los cuatro discos anteriores en uno y le doy la razón.

Los de Reading, Pennsylvania volvieron a conquistarme. 4,3 de 5. No es un disco magnífico pero es un regreso a lo mejor de su repertorio, combinando con más o menos aciertos, lo que han hecho antes. Lo mejor del disco está al final, con Evidence, American Death, The Logical End y el cierre que da nombre al disco y la banda, que es una mezcla perfecta de death progresivo, deathcore y metalcore melódico con mucho groove y shrieks. 

9. Love (2025) de The Flower Kings: Progresivo sinfónico / neo-prog que desconocía hasta ahora, o que no recuerdo, con Roine Stolt (Trasatlantic) en guitarra y voz. Son suecos, se fundaron en 1994 y tuvieron un break entre 2008 y 2012. Un suave disco progresivo, muy agradable y accesible, relajado. 3,8 de 5. Hay muchos teclados, arreglos orquestales, millares de pequeños detalles hermosos y delicados.

10. Escape de Chaos (2025) de Morcheeba. Downtempo / trip hop británico que ya es clásico. Me gustó que combina formas electrónicas de funk, chill y un poquito de dub con muchas guitarras eléctricas psicodélicas, algunos riffs rockeros e incluso algo de batería analógica. Voy con 4 de 5 pero hay temas mucho mejores.

11. Laio (2025) de Balmog: este black metal gallego, que llega a su quinta producción, es una apuesta por la ampliación del abanico del género dentro de aristas novedosas probadas por distintos congéneres, por lo que se concilian ideas melódicas y sucias en los riffs, las voces narradas que se acercan a las usadas por el viking metal y los shrieks conocidos, con algunos puntos intermedios, mientras que las guitarras son transmutadas en una paleta de distorsiones que también oscilan entre trémolo picking y otras técnicas que van desde lo extremo a lo alternativo. 

Temas como Tongue In Pieces, se escucha un black disonante que por momentos parece sacado de los primeros discos de Emperor, furioso y sinfónico, aunque es presentado con cambios de tiempo, silencios y paradas como el black avantgarde de Dodheimsgard, como una especie de micro-ópera metal en pequeños trozos en una misma canción. Otras veces parece que intermedia el black psicodélico más experimental, algo de post-metal en atributos percusivos y guitarras alteradas, en otros más parece que acudimos a una revisión de black industrialoso como Thorns en un formato pulido, contenido y casi progresivo.

En discos anteriores han jugado con el deathrock y el post-punk pero en este caso, creo que han logrado un equilibrio entre las distintas formas de black metal contemporáneo avant-garde, tocando momentos de black n roll, speed/thrash y hasta gothic rock, no como Tribulation sino en una forma más gélida y extrema.


31 mayo 2025

Nü-metal / industrial gringo, mathcore danés, brutal death gringo, emo/post-hardcore canadiense, power pop de NY

1. Outrun You All (Ep, 2025) de House Of Protection: no sé si fue muy corto o le faltó algo diferenciador, pero para mí pasó sin pena ni gloria por mis oídos. 3,3 de 5. Metal alternativo, nü-metal, industrial, big beat y electronicore. Hay que escucharlo de nuevo, aunque el anterior que me gustó más, le puse apenas 3,7. El proyecto de Ari Impronta y Stephen Harrison de Fever333 nunca me ha matado y este es un bache, al menos en la primera escuchada.

2. What They Build (Ep, 205) de Telos: mucho mejor, este EP de Mathcore, Metalcore y Sludge Metal desde Dinamarca. Brutal, corrosivo, densísimo y caótico en la mejor forma. Con músicos de LLNN. 

3. Devouring Darkness (2025) de Unmerciful: brutal death metal de Topeka, Kansas, sin piedad, con un gutural brutal, a veces con pig squeal, y guitarras enrevesadas, caóticas y disonantes pero también muy técnicas. 3,9 de 5. Esto los eleva por encima de otras bandas puramente duras. Los riffs son a veces incluso matemáticos. 

4. There's a Whole World Out There (2025) de Arm´s Lenght: emo-pop, emo, midwest emo, pop punk y post-hardcore desde Ontario, Canadá. Combina buenas guitarras y gritos desesperados con sonidos más dóciles del pop punk, en una buena balanza de drama y potencia. 3,4 de 5.

5. If You Asked for a Picture (2025) de Blondshell. La banda liderada por la cantante Sabrina Teitelbaum, de Nueva York. Es bastante pop, aunque con guitarras indie y alternativas que lo hacen power pop y jangle pop, tiene reminiscencias de los 90. Tiene algunas letras y momentos sexuales, así como de rock más duro, aunque generalmente es bastante melódica. 3,2 de 5.

28 mayo 2025

Power thrash progresivo gringo, metal alternativo/avantgarde/pop rap finés, folk metal venezolano de espantos (Falcón/Argentina), sludge progresivo sueco, black melódico finlandés, deathrock de LA

1. Endless Ark (2025) de Petrified Giant: debut, después de un EP y dos singles, de esta rara banda de metal progresivo que combina el sonido y filosofía del thrash técnico alemán y el power metal de Estados Unidos en su propuesta, con algunas voces que pueden sonar entre thrash (con algunos shrieks) y epic doom, que los hace particulares.

Pero además, son grandes instrumentistas, entonces hay un gran trabajo en hacer dobles armonías con guitarras y voces en shrieks, limpias y semi gruñidas, contrapuntos y contratiempos que recuerdan a Voivod, añadiendo cambios en el sonido de las guitarras y formas en que entran y salen, intercalando riffs que podrían ser de Testament (con voces a lo Demonical) con solos, arpegios y efectos que hacen que suenen en capas superpuestas. 

El baterista es excepcional. 4,2 de 5. Lamentablemente el sonido es algo opaco y encajonado, además que a veces parece demasiado parecidos a los thrasheros de California en versión progresiva. Es un power trío con músicos de Australia y Estados Unidos. Es una banda de outsiders, un Youtuber de música, un frecuente integrante de proyectos internacionales de estudio y un ingeniero de sonido que hace webcomics.

2. Nations’ Neurosis (2025) de Waltari. Confieso que no entiendo mucho a esta banda aunque el papel debería gustarme: son alternativos, progresivos, rarísimos y de Finlandia. 

En este caso, un disco de metal alternativo y avant-garde, que recuerda a una especie de Faith No More escandinavo, le temen pop rap, eurodance, rap rock e industrial. Quizás lo que me confunde es que parecen hacerlo con seriedad, no es la sátira de Trollfest o Nanowar Of Steel, por ejemplo. O sí, pero apenas se entiende. 2,3 de 5. La música es decente (Sami Yli-Sirniö, de Barren Earth y Kreator está en las guitarras), la voz es terrible. 

3. Pombero (2025) de Haitón del Guarataro: un proyecto musical venezolano, residenciado en Buenos Aires, que después de escribir sobre leyendas llaneras de Venezuela, como El Silbón, le dedica ahora un disco corto, sobre una leyenda paraguaya, un duende o espanto de la cultura guaraní en clave de death/black/doom como dice su Bandcamp. El nombre de la banda corresponde a un sistema de cuevas en la Sierra de San Luis en el estado Falcón, Venezuela.

El sonido es bastante regular, y se nota que es una especie de ópera metal muy básica, algo fragmentada, basada en juntar instrumentos con intención conceptual pero sin demasiada técnica. Es bueno en general, aunque las ideas parecen seguir crudas y no ensayadas con una banda completa. 2,8 de 5. 

4. Eye to Windward (2025) de Gigafauna: refrescante sludge metal progresivo sueco, con buenas voces, guitarras increíbles que además de recordar formas complejas de groove, thrash y death progresivo, aparecen y desaparecen lateralmente gracias a la edición en estéreo, mientras las voces pasan de un gutural brutal a lo Opeth a una buena voz limpia sin aspavientos ni exageraciones, más parecida al heavy doom original. Aunque domina el metal progresivo, hay momentos más extremos o de interludios de bajo y guturales. Por momentos me recuerda a bandas de rock alternativo como QOTSA, por la riqueza de combinar sludge con progresivo. Me gustó mucho, 4,3 de 5. Su cantante/guitarrista es de Australia. 

5. Sacrosanct Demonopathy (2025) de Warmoon Lord: buen black metal melódico finlandés, porque a pesar de tener un muy buen sonido y producción cuidada, que permite que escuchemos los agudos shrieks y trémolos picking, el detalle minucioso de la batería, las melodías gélidas con arpegios y solos, también tiene ese sonido siniestro del género perverso escandinavo. Además, tiene una propuesta artística genial, con su portada, el nombre del disco y canciones, entre ocultista y fantasía de horror. 4,3 de 5.

6. Bleak Machinery (2025) de In Covert. Debut de esta rara banda de Los Angeles, ruidosa, punketosa y con una vocalización que entre lo gótico, lo emo y el post-punk originario, con un sonido que hace escarceos y coqueteos con el metal, a lo Chat Pile, combinando grunge, industrial y gótico, dándole más fuerza a esta último, como una versión más ochentosa de NIN. Según RYM es deathrock y shoegaze. Es bastante buena. Le daría un 3,7 de 5. 

7. Bleed (2025) de Bleed: vivan las bandas de los 90 y los nostálgicos como esta banda, que en su debut combina metal alternativo, nü-metal, post-hardcore, shoegaze y mucho grunge, e incluso algo de drum n bass, para revivir el espíritu que combinaba todo, desde la depresión al hip hop, del indie al heavy metal, de la electrónica al emo. Mismo baterista de Narrow Head, que publicó un discazo en 2024. Desde Dallas, Texas, combinan guitarras durísimas como Deftones y su voz onírica, con momentos más salvajes y punks, otros en que el emo rock es quien dicta las normas y otros en que hay una combinación más clara de elementos del metal alternativo. Hay un poco de todo en cada tema. Tienen a los hardcoreros británicos de Static Dress de invitados. 4,3 de 5. 

8. the world is still here and so are we (2025) de mclusky: Desde Cardiff, Reino Unido, un disco de muchos temas cortos, alrededor de dos minutos, que combinan la suciedad del noise rock y el garage con elementos del post-hardcore y el post-punk, sobre todo el último. Una vaina demasiado inglesa, pero también juguetona, de buen humor y guitarras realmente divertidas, sin dejar de ser estridentes, pueden combinarse con formas interesantes de surf rock y punk rock. 3,9 de 5.

9. GOLLIWOG (2025) de Billy Woods: el presunto mejor disco del año, según RYM para el 28 de mayo, no me suena ni cerca. El disco Ethiopes me pareció interesante pero no tantísimo.

16 mayo 2025

Mis discos favoritos de 2025: I Don’t Want to See You in Heaven (2025) de The Callous Daoboys, una bestialidad creativa que amalgama tropos del emo, el post-hardcore y el art pop en salvaje fusión de mathcore y metal avant-garde

Desde el comienzo este disco se comporta a la altura de su anterior, Celebrity Therapist, que para mí es una perfecta joya de post-hardcore con muchas influencias pesadas. Ahora inician con una bestialidad, desarrollándose de una manera sorprendente, combinando mathcore, metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con guitarras gigantescas, monumentales, pero en el medio no sólo lanza un par de temas alrededor del pop, el dance y el math rock, e incluso con guitarras acústicas, siempre hay elementos de géneros alejados del rock en todo momento, incluyendo desde la fusión jazz (con violín en cada canción), la electrónica e incluso en el tema  Idiot Temptation Force, con grindcore y dance-pop conviviendo.

Y es que este tema es la epítome de la tesis del disco, con sus intercambios dimensionales entre géneros, que entran y salen en distintos porcentajes, cambian a cero, se reescriben y vuelven a escena, a veces sin tocarse sino rozándose, gracias a la precisión rítmica y de producción. Este tema también está enlazado con Douchebag Safari, totalmente bañado de samples que lo hace entre industrial, electronicore, post-hardcore atmosférico y el más amplio rock experimental.

Según RYM, es un disco de metal alternativo, mathcore y metalcore, aunque aún queda post-hardcore, al agregar saxofón y trombón (antes sólo trompeta), se acercan más al metal avant-garde y al metalcore progresivo, tipo BTBAM y Twelve Foot Ninja. Aunque también hay guiños a Mr. Bungle, tienen su propio idioma, como invitar a Orthodox, para añadirle capas de brutalidad modernista con guitarras expansivas y llenas de concreto e industrialidad.

Es genial, brutal, artístico, paseándose por diversas sombras del post-hardcore y el metal alternativo, pasando por el metalcore muy pesado, algo de djent, incluso grindcore, sin dejar de agregar capas de sonidos de dance-pop, post-punk y muchísimo mathcore para hacer todo tan pesado como complejo y extraño, además hay que ponerle el sombre más adecuado, es metal avant-garde así que los tiempos, tonos, estructuras y giros son parte de una propuesta que es tan sasscore como easycore, porque a pesar de las violentas formas guitarreras y vocales, llenas de gritos angustiosos, armónicos y breakdowns, hay mucho emo, pop y punk en la mentalidad de composición de los temas, pero pasados por una pared de brutalidad punzante que destruye y reconstruye todo con distorsión.

Incluso, me gustó mucho más Lemon -ese pop-rock, dance, electroacústico, taaaan raro, que solo puede ser entendida pegada de la trip hop / pop sofisticado de Body Horror for Birds para lo que se juntaron con 1st Vows (ambiente / pop), pero que me hace pensar en los singles pegados de Turnstile- y Distracted By Mona Lisa (el más claro easycore / post-hardcore) dentro del disco, aunque el punto más alto definitivamente es Tears on Lambo Leather, en que además hay deathcore y drum n bass atmosférico, extraordinario. Es un viaje por infinitas agujas caóticas que van apuntando hacia gradientes y aproximaciones del post-hardcore, desde el mathcore más extremo hasta el emo-pop, un arcoíris de genialidad monstruosa.

Como si fuera poco, este disco termina con una suite en tres partes, rematada por el tema Country Song in Reverse, de casi 12 minutos, en que incluso emulan a Björk en un coro y tienen de invitados a la extraña banda de screamo/blackgaze low before the breeze, en un tema en que hay post-rock y jazz. 

La banda:
Carson "Big Animal" Pace – vocales, Maddie “El Perro” Caffrey – guitarra, Amber “The Mind” Christman – violín, sintetizador. Jackie “Clancy” Buckalew – bajo, voces. Daniel "Dip" Hodsdon – guitarra. Matthew "Marty" Hague – batería y Rich Castillo – saxofón. 

15 mayo 2025

Rock noventero, death/thrash hispano-alemán, indie rock / power pop de Chicago, indie folk/pop/rock de Portland

1. Alright/Time (1995 / 2025, EP) de Supergrass. Pasa en el cine, pasa en TNT, pasa en la música: remezclar, reeditar y sacarle el máximo jugo a los temas que te hicieron famoso. Acá volvemos a escuchar el mega hiper single de esta banda británica. Siempre es bueno refrescar y revisistar, además, me encanta esta banda y la música de los 90.

2. Helljjin Combat (2025) de Sijjin: banda de death/thrash internacional, con baterista (Iván Hernández) y guitarrista de España, Ekaitz Garmendia, y un bajista y cantante alemán Malte Gericke (invitado al Absolute Elsewhere de Blood Incantation de 2024). Sin embargo, me parece bastante básico e incluso inocuo. No me dice nada esta banda. 3 de 5. En desacuerdo con calificarlos como thrash técnico como hicieron algunos en RYM.

3. Tunnel Vision (2025) de Beach Bunny: banda de indie rock, power pop y emo-pop de Chicago, Illinois, liderados por Lili Trifilio (vocales, guitarra) y completados por Jonathan Alvarado (batería), y Anthony Vaccaro (bajo). Una banda que rescate el sonido guitarrero del rock indie, con melodías pop y mucha nostalgia noventera, pero acá no hay noise rock ni dream pop, ni tampoco referencias a décadas anteriores, sino fuzz medio en la distorsión, líneas vocales, ganchos hechos con arreglos de batería y sonido directo, sin ser demasiado crudo ni tan pop ni nada shoegaze. Encantador y rockero porque es mucho más crudo que el pop punk y bastante sensible sin tocar las sensibilidades del alt-pop, justa medida pero con vitaminas y minerales. 4,3 de 5. 


4. I Heard That Noise (2025) de quickly, quickly: delicioso y refrescante disco de indie folk e indie pop, que combina distintas atmósferas y capas de sonido, que pueden ser desde la folkotrónica (a lo Beck pero lo-fi), noise pop y post-rock, que permite escuchar guitarras expansivas y ruidosas pero en un estilo bedroom pop y psicodélico de nueva era. El disco entonces es un viaje intimista, lleno de reverberancias y atmósferas electroacústicas, como una forma doméstica de la rebeldía juvenil de los 90 y una suave caricia de acordes complejos y mucho trabajo de post-producción, y un feeling de sonido en vivo. Es el cuarto trabajo de Graham Jonson, de Portland, Oregon. 

Lo acompañan Elliot Cleverdon: guitarra, violín; Julia Logue: voz; Nancy Teskey: trompeta; Banda de 5.º grado de la Escuela Secundaria de Oregón: trompetas; Dana McWayne: saxofón; Ryan Bridenstine: piano, órgano, Zachary Schleiker: guitarra, bajo y Myles Martin batería.

5. Crown of Mortis (2025) de Wrath of Logarius: de San Francisco, California, viene un black/death melódico hiper furioso, malvado, destructivo, corrosivo, brutal y en ráfaga, aunque también tiene momentos calmos, disonancias magníficas, alegros elegantes y belleza monstruosa. Es tan gélido como si fuese escandinavo, tan bestial como si fuese alemán, tan feroz y ácido como si fuese de Europa del Este. Nada de Hollywood.

Los blast beats nucleares son cortesía de Marco Pitruzzella (Six Feet Under) y los demás son músicos under que viene de la banda Martyr Logarius. La banda (gemelos rusos que se visten de árboles) Grima está invitada en un tema.

10 mayo 2025

Lo nuevo de Propagandhi (hardcore/thrash melódico progresivo), Hate (black/death melódico), Car Seat Headrest (ópera rock indie), Suzanne Vega (pop rock / folk rock), Pup (indie rock / post-hardcore / noise pop)

1. At Peace (2025) de Propagandhi: Siento que me perdí demasiado de esta banda de Winnipeg, Canadá, pero nunca es tarde. Sus canciones basadas en rápidos y constantes arpegios, su voz como grungera y su combinación de hardcore melódico, crossover thrash y metal progresivo me han encantado absolutamente, tanto o más como la impecable batería, que es técnica, veloz y creativa. 

Es como unir el espíritu de los 90 con sonidos de los ochenta, en thrash y progresivo, y lo más contemporáneo de la música compleja. 4,8 de 5. El tema Stargazing puede recordar tanto a Genesis como a Haken, aunque también se nota la influencia del grunge y de Minutemen. 

2.  Bellum regiis (2025) de Hate: el invento escandinavo es llevado a una nueva fuerza motriz de salvajismo, brutalidad y ocultismo en Polonia. Esta nueva entrega de black/death, con momentos sinfónicos y melódicos, basados en samplers, voces femeninas orientalistas y muchas disonancias, growls inmensos y arpegios gélidos es una muestra de su escuela de frialdad perversa que también tiene ese toque de misterio y misticismo. 

3. The Scholars (2025) de Car Seat Headrest: la banda residenciada en Seattle, estandarte del indie rock, presenta una ópera rock basada en power pop, glam rock, art rock, heartland rock y rock progresivo. Más allá de categorías, me sorprendió la variedad rítmica, la cantidad de cambios y la conciliación entre el sonido alternativo, casi universitario, y el de una profundidad mayor, pensando en una obra más intelectual y reposada. Ambas cosas se reúnen en esta producción.

La primera parte la conforman canciones indie, más largas que de costumbre, pero entre cuatro a ocho minutos, salvo la inicial que da bienvenida a esta producción tan teatral como rockera, que tiene momentos épicos, luminosos y a medio camino entre el indie folk y el slacker rock, alimentado de sonidos originarios (heartland) siempre con ángulos progresivos, espectaculares y guitarreros, que definen un híbrido colosal.

Luego vienen los temas más largos, como Gethsemane, que escuché antes, de casi 11 minutos y la primera de esta segunda parte, que te hacen pensar tanto en el rock and roll vintage, la grandiosidad de Broadway y la psicodelia del primer progresivo. Es raro, pero suena como una máquina del tiempo que fusiona los genes y átomos de los 50/60 con sonidos de los 90, con la intención de presentar algo con la magia de lo que lo hacia Queen: accesible y operístico, majestuoso pero cercano, rockero pero abierto a más audiencias.

4. Flying With Angels (2025) de Suzanne Vega: La californiana es una leyenda viviente del rock alternativo y el folk rock, aunque no la conozco tanto como desearía, este disco se me hace realmente una gran forma de hacerlo. Es un disco de pop rock, pero con electrónica, guitarras rockeras vintage y mucha diversidad rítmica. Es realmente un gran resumen de influencias de varias décadas combinadas. Me gustó mucho, 4,3 de 5. 

5. Who Will Look After the Dogs? (2025) de Pup: De mis bandas alternativas recientes favoritas, por ruidosos, extraños y experimentales con un toque de pop. Entonces hay canciones con melodías alegres presentadas con gritos y guitarras ruidosas, además de ritmos que invitan a moverse con energía, patinar y salir a correr por la playa aunque también hay momentos más emotivos y poderosos. 

Este disco es indie rock, pop rock, pop punk y post-hardcore, pero también power pop, noise pop, emo-pop y slacker rock, lo que resume de muchas formas lo que dije. Son de Toronto, Canadá. El mejor tema del disco es Get Dumber con Jeff Rosenstock. Sin emabrgo, hay una coherencia estílistica genial. Son menos extraños y experimentales, pero hay mucha más claridad en el estilo de pop rock estridente y brillante. 

27 abril 2025

Lo nuevo de Lik (death melódico sueco) y Svnth (blackgaze / post-metal italiano con raga rock), black metal británico, black/sludge progresivo internacional (Ven-Col-Hol), hard rock finlandés, el debut de Ice Nine Kills remezclado, slam metal y versiones "samurai" de Children Of Bodom, garage punk psicodélico gallego, straight edge hardcore y garage punk gótico

1. Disintegration XI (2025) de Inconsessus Lux Lucis: sucio black metal británico como debe ser, incorporando melodías e inspiraciones del punk, doom y orígenes del género con un sonido intencionadamente diabólico, asqueroso y perverso. Me recordó de alguna forma a Celtic Frost y a Emperor, por la incorporación de rarezas electrónicas, riffs circulares inspirados en la música clásica y una estructura progresiva en las canciones, así como una batería entre D-beat y ritualista, como la de Satyricon. Sin embargo, a pesar de las claras raíces y sonidos derivativos, tiene un riqueza amplia e inventiva propia, especialmente en voces, aunque también en la combinación instrumental. 4,2 de 5.
2. Símbolos (2025) de Aníbal Ojeda: el multi-instrumentista venezolano residencia en Utrecht, Países Bajos, presenta su primer álbum, después de dos EPs, alrededor del varios géneros del metal, que pueden ser sludge psicodélico en algunos temas y black/thrash progresivo con arreglos sinfónicos en otros, siempre con un bajo muy técnico, sintetizadores en armonía con las guitarras y buenos guturales entre industriales y black. Músicos de Países Bajos, Curazao, Colombia y Estados Unidos lo acompañan en bajo, teclados y voz. Cierra de forma hermosa, con un jazz metal liderado por un riff de trompeta melancólica. 4,2 de 5.

3. Pink Noise Youth (2025) de Svnth: blackgaze / post-metal con una riquísima instrumentación, que combina shrieks con voces limpias más gótica y aunque los dos primeros temas son una mala introducción vocal, luego el disco va paseando por post-black con música del sudeste asiático y Raga Rock (como a lo Kula Shaker), doomgaze/post-rock de lenta cocción y profundidad, mid-tempo para desarrollar ideas peculiares y hermosas de blackgaze, así como potente post-black melódico.

La banda: Rodolfo Ciuffo en bajo, voz (principal), guitarras (acústicas y eléctricas), citara y teclados, orquestaciones y bajo sin trastes. Valerio Primo: platillos, pandereta y timbales, voz, shaker (huevitos de percusión). Alessandro Canzoneri: batería. Alessandro De Falco: guitarras (eléctricas), voz (acompañamiento), vibraslap, guitarras (clásicas y acústicas de 12 cuerdas). Un disco redondo y para contemplar, 4,6 de 5.

4. Falling Throught Stars (2025) de Laurenne / Louhimo: excelente disco de  hard rock, heavy y algo de power metal sinfónico, entre las cantantes finlandesas Noora Louhimo (Battle Beast) y Netta Laurenne (Aortha, Black Sun). 4,3.

5. Necro (2025) de Lik. Death melódico sueco con mucha rabia, guitarras con algo de fry y algunos sonidos fangosos de sludge, así como algunos riffs de death n roll, black metal e incluso hardcore. Me recuerda a Grave por momentos. Banda de Niklas Sandin, también bajista de Katatonia. Están invitados como vocalistas Nick Holmes (Paradise Lost) y Linnea Landstedt (Tyrannex, speed/thrash). Es bestial y denso, casi cavernario aunque está más en el camino medio entre el death vieja escuela y el melódico inicial, con algo de punk/black en las voces y distorsión. 4,2 de 5. El tema Morgue Rat es increíble.

6. Last Chance to Make Amends (2006, remix 2025) de Ice Nine Kills: antes de ser la banda de metalcore melódico sinfónico, horror punk y conceptualizada en películas de terror, eran una casi ingenua banda de pop punk / emo, con momenticos de screamo y metalcore melódico. Es una niñería de álbum, perfecto para la época de MP3. Súper revival de los 90. La banda de Boston, liderada desde entonces y fundamentalmente por Spencer Charnas.

7. Volumes of Dismal Manifestations Book I (2025) de Short Bus Pile Up: me encanta cuando uno consigue bandas de brutal death y/o slam metal que no son típicas. Esta me gusta, lenta, extrema y con un pig squeal combinado con growl. Gore y mezclado con cultura y momentos de rap/hip hop. Son de  Fredericksburg, Virginia. Es puro humor negro. 3,5 de 5. 

8. Children Of Bushido (2025) de Ryoji Shinomoto: Versiones de Children Of Bodom en "samurai metal" al combinar melodeath con música folclórica japonesa por medio de guitarra, voz, shamisen, erhu, koto y taiko. Ryoji está detrás de la extraordinaria Ryujin (ex-Gize). 3,8 de 5 aunque un par de versiones son increíbles y muchos de los arreglos folk japoneses son brillantes.

9. White Fire (2025) de Samesugas: suena como un garage punk psicodélico, con post-grunge de Santiago de Compostela, Galicia, España. Es realmente bueno, bastante único. Se notan las influencias de The Ramones pero las guitarras chirriantes los hacen bien particulares.

10. Weapon X Demo 2 (2025) de XweaponX: hardcore metálico / metalcore / beatdown hardcore. Proyecto alterno de Isaac Hale y Bryan Garris, guitarrista y vocalista de Knocked Loose. Súper divertido y pesado, 4,2 de 5.

11. Devil Ultrasonic Dream (2025) de Teen Mortgage: Después del EP Life/Death más o menos maloso, el disco viene con esa forma oscura, casi gótica, de surf garage punk, con muchísimo reverb, un sonido como cavernoso y ochentoso. Mucho mejor, extraño y disfrutable. 3,9 de 5. Según su Bandcamp, los de Washington D.C. también hacen post-punk, desert rock y stoner, lo que explicaría las segundas guitarras tan afiladas y el bajo totalmente fangoso.

12. Tooth and Nail (2025) de Dormant Ordeal: extraordinario death disonante, furioso y técnico de Polonia. Un discazo lleno de opresión musical, guitarras en polifonía perversa y un growl impresionante. 4,6 de 5. 

25 abril 2025

Lo nuevo de Teramaze (progresivo alternativo), Mayday Paradise (emo-pop / rock alternativo), Beirut (indie folk / chamber pop), progresivo sinfónico / groove / thrash técnico con Hannes Grossmann

1. Sweet (2025) de Mayday Paradise: emo-pop / pop punk / rock alternativo. Las guitarras son divertidas aunque a veces la producción está demasiado pulida y plastificada para ser rock, se destacan los instrumentos y nunca hay nada demasiado trap, RnB o electropop, así que están bastante pasables. 2,8 de 5. Son de Tallahassee, Florida, Estados Unidos.

2. Detachment From Reality (2025) de Empyream Sanctum: el primer tema, de 9 minutos, ya me conquistó. Suena a la voz de Dave Mustaine sobre una combinación de progresivo sinfónico, thrash técnico y groove metal. Mega banda conformada por el bajista Alex Weber (WAIT; Revocation, Evilyn, Exist y claro, ex-Obscura), Hannes Grossmann en batería (Alkaloid, Aortha, Howling Sycamore). Increíble que también tenga arreglos electrónicos ambientales extensos cortesía de Justin Kellerman (guitarras, orquestación y programación).

3. Thunderball (2025) de Melvins. Los pioneros del sludge, hacen un disco más experimental y ruidoso que el Tarantula Heart, que me gustó tanto, al que voy a apreciar mucho menos. Para mí este disco es apenas un 3 de 5. 

4. Get to Heaven (The B-Sides, 2025) de Everything, Everything. Interesante art pop, indietronica (aunque el tema Magnetophone tiene una guitarras ruidosas y afiladas, casi noise rock, súper geniales). Según RYM es también post-punk, post-minimalism y electrónica progresiva, que noto que cambia según la canción. 3 de 5. Son temas originalmente del disco de 2015. 

5. ASH (2025) de Flying Lotus. Un soundtrack con Horror Synth, IDM, Dark Ambient, Electro-Industrial, Cinematic Classical, Glitch y Drone. Sí, oscuro y misterioso, pero no para escuchar fuera de la producción audiovisual. 

6. A Study Of Losses (2025) de Beirut. Amo esta banda, profundamente, pero debo confesar que aunque está su esencia allí, combinando folk de distintas partes del mundo de una forma única y divertida, este disco es más una versión orquestal y más suave, pero no tan entusiasta aunque sí emotiva. Es más Chamber Folk y Art pop y menos indie folk. Daré un 3,5 de 5.

7. The Harmony Machine (2025) de Teramaze: aunque me hicieron dudar un poquito los singles y hasta un EP adelantado, así como sus versiones acústicas, el disco me encantó de principio a fin con su combinación de metal alternativo, especialmente en el sonido de las guitarras y la voz, y progresivo con riffs complejos, polifonías con los sintetizadores, solos extravagantes y líneas de bajo, más arreglos de batería que eran tan técnicos como apreciables. Esa mixtura también abarcó una producción que permitía escuchar distintas capas de sonidos, unos más duros y otros más ambientales, para generar esa dualidad entre progresivo y alternativo. Es un camino medio entre Riverside y Evergrey. 

Para mí es 4,3 de 5 pero quiero escuchar mucho más, a ver qué tal, pero hay temas en que la combinación alcanza clímax extraordinarios de técnica más feeling. Los australianos se metieron bien en una escena cada vez más competitiva y ya por ser parecidos a Dream Theater. 

23 abril 2025

Lo nuevo de Aterciopelados y The Birthday Massacre (rock gótico / synthpop), death noventero, doom en su momento de gloria (Pentagram) y lo nuevo de Cytotoxin (brutal death técnico) y Flummox (rock psicodélico / dark cabaret /death metal avant-garde), metalcore melódico, neocrust mexicano

1. Stillborn (1993) de Malevolent Creation: clásico del death metal, bastante primigenio, con influencias del hardcore punk y básico, las raíces de género. Desde Buffalo, NY, Estados Unidos. No es su mejor disco, pero siempre es genial volver a él. 3,8 de 5.

2. Lightning in a Bottle (2025) de Pentagram: disco del momento de los de Arlington, Virginia, y estandarte del doom / hard rock / stoner. Le psue 4,7 en la primera escuchada, sorprendido gratamente, pero sinceramente el disco no es tan bueno aunque sí bastante. Lo bajo a 4,2 después de la sorpresa inicial.

3. Biographyte (2025) de Cytotoxin: brutal death metal técnico alemán, veloz, hiper-sónico y conceptual, que ellos llama "Chernobyl death metal". Sin embargo, es un disco poco innovador aunque bien tocado, especialmente con calidad en el bajo. 3,7 de 5.
4. Southern Progress (2025) de Flummox: quinta placa de los locos del metal avant-garde de Tennessee, que con críticas ideas políticas y sociales, transexualidad y rock psicodélico progresivo con doom/stoner/avant-garde metal presentan el disco más osado del año. Los temas pueden pasar del hard rock / heavy blues tipo GnR con blast beats, coros setentosos y riffs progresivos, a black sinfónico melódico con voces de ópera, shrieks demenciales y luego dark cabaret, para más tarde convertirse en riffs de djent y death melódico. 

Es como una mezcla de Sigh y Orgone, pasando por Mr Bungle, Devin Townsend y Paracrona (con su black metal furioso y look de banda de pop rock gótico), en que decenas de géneros del rock y el metal se entremezclan de forma digital y analógica con ritmos, tonos y formas melódicas diversas, que se entretejen e intercambian. Son alt-country y death metal progresivo, pero también son funk metal, son como combinar Primus y Zappa con Marduk, resultando en un humor negrísimo y satírico que va perfectamente con laptops y habilidades técnicas impresionantes. Aunque el sonido es algo brumoso, para la cantidad de instrumentos.

Liderados por Alyson Blake Dellinger, cantante principal, bajista, guitarra, percusión, theremín, campana, diseño de sonido y producción, se completa con Chase McCutcheon, quien se encarga de guitarras, voces de apoyo, programación MIDI, diseño de sonido, ingeniería de sonido, producción, edición y mezcla. Max Mobarry, guitarras, vocales, bajo sin trastes, teclados, programación MIDI; percusión, trompeta, diseño de sonido, preparación de partituras, producción y edición; Jesse Peck en teclados, programación MIDI; vocales, diseño de sonido, percusión, edición y producción, y finalmente, Alan Pfeifer en batería, percusión, arreglos de batería y programación MIDI.

Invitados, Jo Cleary en violín,  Melody Ryan en flauta, Braxton Nicholas en saxofón tenor, Eric McMyermick en acordión, Angela Lese en flauta, Jason Marsden en actuación de voz, Drew Jones en voces de apoyo, guitarra y percusión, Parker Lampley, en voces de apoyo, percusión y theremín, y Jody Lester en voces de apoyo y percusión. Le voy a dar un 4,6 de 5 porque me gusta muchísimo el estilo, pero ciertamente el sonido y la producción no son los mejores, ni llegan a la calidad interpretativa ni conceptual de colegas como Finntroll, Nekrogoblikon o Troldhaugen, aunque le concedo las ideas más estadounidenses y los temas calmados, en que no todo es death metal.

5. Rain City Sessions +1 (Ep, en vivo, 2015) de Comeback Kid. Buenísima presentación de la banda de hardcore punk melódico de Winnipeg, Manitoba, Canadá. 4 de 5.

6. Antifragile (2025) de All That Remains. Un disco chévere, muy bien tocado y con algunos riffs increíbles, más una batería alucinante, con momentos más metalcore con voces limpias de metal alternativo, pianos y arreglos electrónicos, además de unos buenos gritos, y otros más melodeath con blast beats y arreglos percusivos rápidos y detallsitas, pero me parece demasiado a Lamb Of God. Está bueno, pero es más bien regular, algo genérico. Le puse 4,1 y voy a bajarlo a 3,9.

7. Mil orquídeas en medio del desierto (2025) de Habak, banda de neo-crust (según RYM) de Tijuana, México, aunque en sus perfiles de Bandcamp e Instagram se describen como DIY punk y crust melódico. El neocrust sería básicamente unir Sludge Metal, Post-Metal, Black Metal y Screamo, aunque en este caso escucho un bajo fangoso e interludios post-rock, la mayoría de las canciones están basadas en riffs melódicos alrededor del emo, hardcore y shoegaze, quizás post-black y unos gritos bastante hardcore aunque también modificados, en momentos acercándose al noise o el grindcore. 

Es una banda de contrastes melódicos, con melodías dulces, casi dream pop, en las guitarras en trémolo y una voz cadavérica y distorsionada, aunque creo que con muy poco aporte. Me pareció monótono y repetitivo, algo muy visto antes. 2,8 de 5.

8. Genes Rebeldes (2025) de Aterciopelados: lo nuevo de mis colombianos favoritos, este disco es una apelación a sus raíces y su esencia, aunque ya no suenen como sus primeros discos sino con una renovación de su mejor pasado en una nueva clave de producción, que ya habían asomado en Tropiplop y Claroscura con más o menos éxito y madurez.

Así como recurren al blues y al hard rock, a la vals y a la cumbia, al folk andino y la fusión experimental, entre la electrónica y el rock latino, me suenan mucho más conceptuales y menos punk, como si fuese una especie de ópera rock latina, pero también dejando de lado las experimentaciones electrónicas.

Y aunque conservan esa actitud combinada de ser rebelde y contemporáneo, rescatando sonoridades y empujando a probar lo más innovador, con letras que apelan a la poesía urbana, filosofía social de protesta y reflexión personal para las letras, como también al latinoamericanismo y al feminismo desenfadado, e incluso un poco a la mirada nostálgica del artista que insiste y persiste aunque "no logre likes", a veces también pueden sonar auto-referenciales y repetitivos en temas como Ruana versus Bikini y Mi Nicho. Aunque de eso se refiere tener "genes rebeldes", señalar que nacieron para ser así. 

Quizás para ponerse en contraste con el anterior Tropiplop, en que rescatando también ese amor-odio con el tropipop colombiano, quisieron añadirle la reflexión actual.

El tema Agradecida (producida por Gustavo Santaolalla) me encanta, de lo mejor de lo más nuevo. Perú es realmente divina también. Creo que lo mejor es que Andrea usa mucho más la voz de vallenato para sus temas de resistencia, crítica y humor, mientras que Héctor hace cumbia psicodélica en Rompan Todo. La verdad es que está muy bueno, y en vivo seguramente serán clásicos para cantar y suenan como canciones que puedan romperla en la radio, si es que eso aún existe o importa. MOR, con guitarras pesadas y casi industriales, es probablemente la mejor del disco. Mamíferas es una joya total, puro punk latino con bambuco, mientras que Primero estaba el mar suena a Pacífico y afrocolombianidad. Y cierra con Eterno, dedicada a Gustavo Cerati, a quien llama amor platónico, primer amor y héroe musical. 4,7 de 5. 

9. Pathways (2025) de The Birthday Massacre: rock electrónico, alternativo, gótico y algo industrial de Ontario, Canadá, con mayoría de las canciones basadas en guitarras y sintetizadores atmosféricos, una batería muy presente pero programada y melodías bastante digeribles, y la voz delicada de Sara 'Chibi' Taylor, aunque hay momentos con arreglos más complejos y profundos, e incluso el tema inicial Sleep Tonight tiene guitarras más pesadas y un toque de nümetal, e incluso algo de shriek femenino en el tema Whisper, que era más darkwave. Según RYM es synthpop y darkwave. A veces parece una banda muy oscura para ser pop, sin llegar al post-punk o demasiado comercial para ser power pop o incluso rock gótico. Es un híbrido que hace canciones penumbrosas sin ser fúnebre ni depresiva, sin ser demasiado electrónicas ni comerciales, con un gran balance. Me encantará volver a escucharlos. 3,8 de 5.

10. Singles de Liv Kristine: poderosos temas entre el metal sinfónico y el poo gótico atmosférico, con temas épicos, sentidos y profundos. Muy buenos.