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12 octubre 2024

Lo que escuché el 12 de octubre: lo nuevo de Çantamarta, jazz fusión, metalcore progresivo, black death sinfónico, post-black metal, música de cámara contemporánea, death/trash progresivo avant-garde, hip hop paisa, power melodeath y metal progresivo español

 1. Dance, No One's Watching de Ezra Collective, una banda/colectivo de Londres, Reino Unidos de jazz fusión bailable, con muchas trompetas, acid jazz y el hip hop, donde caben también el reggae, la salsa, el afrobeat y muchísimo calipso, es una fiesta, un carnaval, con elegancia y belleza. En este disco, que suena como grabado en vivo tocan una decena de invitados entre violinistas, violistas, guitarristas y trompetistas, además de unos 12 músicos acreditados por "palmadas" (handclaps).

Una pieza increíble, 4,5 de 5.

Enlaces: SputnikmusicBandcamp, Spotify, Instagram.

2. Auxesis EP de Maitreya (2024), banda de metal progresivo / djent de Ontario, Canada. Tienen discos de 2017 y 2021. Se pueden escuchar influencias del post-hardcore y el space rock.Con buenísimas voces limpias, que me hacen pensar en bandas de Vulture Industries, Queen y Tesseract. También tienen unos pocos guturales interesantes. Muestran una gran calidad interpretativa para hacer una especie de ópera metal (pues hasta incluyen alguito de industrial, reggae y psicodelia) que también recuerdan a las suites de Between The Buried And Me.

Buenísimos, 4,7 de 5. Quiero saber más de ellos.

Enlaces: Metallum. Spotify, Bandcamp (donde los relacionan con Polaris, Teramaze, The Contorsionist y August Burns Red), Instagram.

3. Return To Dusk EP de Oppose The Sun. Debut de esta banda australiana de black/death sinfónico. Brutalísimo, potente, con voz brutal y mucha furia y velocidad. El bajo distorsionado me cae bien. Incluya al baterista Robin Stone (Ashen Horde). 4,5 de 5.

Enlaces: Bandcamp, Instagram, Deezer, Spotify.

4. Hegemon of cold seas de Realm of Wolves. Esta banda de post-black metal es curiosa, porque suena como un black/melodeath, algo viking/folk y algo shoegaze/post-metal, pero sin serlo completamente. Entonces usa melodías en tonos mayores, casi alegres y digeribles, no demasiado complicadas, pero con tremolo picking pero con los otros elementos de metal tradicional muy claros, aún no totalmente incorporados. Eso no les resta, les da cierta originalidad, quizás inesperada, que incluye hacer shrieks góticos.

Me recordaron más a Alestorm pero menos festivos o irónicos que a Alcest, porque no son tan melancólicos y nada expansivos. Son de Hungría, este es su segundo disco (2024) y se describen como post-black metal atmosférico, aunque creo que es más aspiracional que logrado, sin disminuir su propuesta, interesante y bien lograda. El primer tema suena con una batería y guitarra en mala calidad, pero se corrige luego. La mezcla es algo cruda, con el bajo sonando progresivo y la batería muy en vivo, que ayuda a la sensación viking/folk pero no a la post.

Me gustaron: 4,1 de 5. 

Enlaces: Metallum, Spotify, Bandcamp, Discogs.

5. Melted And Decomposed de Sanctuarium, death doom mega cavernoso, bastante lo-fi. Son de Barcelona, España. Suena a los demos de Darkthrone antes del Soulside Journey. No es malo, pero no dio la talla para los larguísimos temas que prometían.

Pondré 3 de 5 porque los riffs no son malos.

6. Pasarela de Çantamarta, debut formal con un LP del grupo conformado por el cantante colombo-venezolano Luis Lozano (Luislo) y los músicos españoles Benito Casado y Omar Roldán, llenísimo de letras repletas de venezolanísimos urbanos, con temas como Las Jordan, que recuerda a la Caracas de los 90 o Pasarela, que habla de la forzosa migración venezolana. En Graffitero ofrecen "cantarte la zona" y siempre hay referencias a sus orígenes colombianos, como hablar de Maicao o el tema Juepajé, donde lanza la expresión "eché, nojoda", típica del "costeñol" que se habla en el caribe colombiano.

Abiertos a cualquier género, acá cabe flamenco, tambor venezolano, hip hop, cumbia, trap, reggaeton, rumba, calipso y mucho más, siempre con toques electrónicos y mucho sabor mestizo. Le pongo 4,5 de 5 porque es una belleza de disco.

Enlaces: Nota/entrevista en Rolling Stone en español, Instagram, Spotify.

7. Into Eternity de Aash: black metal de Hamburgo, Alemania, algo épico, con riffs melódicos y arreglos creativos, de mano del multi-instrumentista Timo Espenhahn. Las voces, entre black tradicional y algunas partes, semi-narradas, son cortesía del legendario cantante argelino Redouane Aouameur (رضوان عوامر). La banda hace muy bien su trabajo, pero sin revelar nada especial, aunque con buenos riffs, un desempeño impecable y brutalidad. 

En la escuela de Satyricon y Dimmu Borgir pero sin teclados aunque hay algunos arreglos de cuerdas, coros femeninos e instrumentos de cuerdo aquí y allá. Les doy 3,6 de 5 porque lo hacen genial, pero no hay nada nuevo en un género tan extendido. Buen logo malvado. Su mejor tema: I´m the black river.

Enlaces: Bandcamp, Spotify, Metallum.

8. Gold Town de Inti. Un muy buen hip hop venezolano, entre lo chill y el boom bap, nada gangsta. No tan logrado ni interesante como Veztalone o Tayko. Le doy 3,8 de 5. 

Enlaces: Spotify. Instagram.

9. Chaos Divine de Crow Mayhem: proyecto de metal suizo, entre el thrash y el death metal, con elementos melódicos, ambientales y sinfónicos, con Dirk Verbeuren, quien toca con Megadeth y mil otras bandas, con Laurent M 'Blast' en las guitarras y bajo. Entre los cantantes invitados están Bjorn "Speed" Strid, Nick Holmes, Benjamin Nominet (Sybreed). 

Sin desmerecer el gran trabajo de guitarras, colaboraciones y arreglos, que incluyen algunos teclados y programaciones de Thomas, de Sybredd, no me mató, pero vale la pena la oída, así que 3,5 de 5.

Enlaces: Instagram.Spotify.

10. Ep Inner de Testus: 5 temas de metalcore progresivo instrumental en 21 minutos de parte de este power trío. Algo de electrónica, mucho slap de bajo y guitarras en riffs de djent, con algunos teclados de fondo. No es Polyphia, pero es misterioso y ambiental, con un altísimo nivel. Apenas he sabido que empezaron como un dúo, son de Sevilla y tienen fascinación por los tacos.

Enlaces: Spotify.

11. Renewal of Broken Blades EP de Solstice Rider: interesantísimo power / melodeath / folk metal de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, pero con vocalista británico y segundo guitarrista portugués del que no esperaba nada considerando la foto de la Encyclopeadia Metallum, pero me sorprendió muchísimo, con voz, arreglos, potencia del sonido y combinación de géneros, porque no muchas bandas se atreven a incorporar los tropos del power a la música extrema, quedándose usualmente con los orquestal y sinfónico. 

Con el tiempo, esta banda podría jugar en la misma liga que Omnium Gatherum, Wintersun o Ensiferum, con su power metal extremo y épico. Además, la cantante (de la que no encontré nada, es muy buena), recordando un poco al doom/pop rock de The Gathering. Les urge cambiar el logo y actualizar su página, fotos de perfiles sociales y ampliar su difusión en línea. Sin duda 4,5 de 5.

Enlaces: MetallumBandcamp, Instagram, Spotify.

12. La Gurbia de ZetaZeta (Zof Ziro) y El Último del Tren. Hip Hop de Medellín, Colombia. Me confundió el fraseo ibérico del principio, quizás producto de la globalización de las plataformas en línea para compartir música, hace que se imiten o fusiones acentos. Está bueno, 3,8 de 5.

Enlaces: Spotify de ZetaZeta y El Último del Tren. Instagram (ZetaZeta, El Último Del Tren). 

13. Mondestruken de Evilyn (2024), un death/thrash progresivo con toques experimentales y avant-garde, que bebe de las venas de Cryptosy y Voivod, conformando por un trío de estrellas: Robin Stone (otra vez), el bajista Alex Weber (WAIT, Exist) y el cantante/guitarrista Anthony Lipari (Thoren). Con un bajo poderoso, extrañas intervenciones de guitarra en tiempos y tonos, brutalidad vocal y constantes cambios llevan este disco, que no sabemos si llevará a más. 4,3 de 5, por supuesto.

Enlaces: Bandcamp (que lo compara con Ulcerate y Convulsing), Spotify.

14. A Century Of New Sounds: un compilado de música de cámara de compositores contemporáneos, tocado por Dover Quaret e Imani Winds. Excelentísimo, 5 de 5.

La historia acá: https://www.curtis.edu/curtis-studio/a-century-of-new-sounds/ y en Instagram acá. Lo escuchas en Spotify.

15. Chaos Alchemy de Fracture, una banda de un muy pesado thrash/groove metal de Ontario, Canadá, obra del multi-instrumentista Mike Binsted, quien además es el vocalista. Suena como Testament de principios de los 90 pero con guturales más una inyección de Death. Brandon Ellis, guitarrista de The Black Dahlia Murder se encarga de la guitarra principal en el tema Catacomb.

Enlaces: Bandcamp, Metallum, Instagram, Spotify.

16. Sprezzatura EP de Gato García: hip hop venezolano que sigo 2023 con su disco Chamo Promesa, bastante bueno. En este caso, de nuevo con Kael Henko. Boom bap para los panas. 

Lo escuchas en Spotify. Instagram.


10 octubre 2024

Lo que escuché el 10 de octubre: death metal vieja escuela, punk alternativo, grindcore, power metal progresivo, doom, pop punk emo, rock latino y sludge/post-metal

Hoy, jueves 10 de octubre, en la semana de receso de la universidad, escuché los siguientes discos:

* Magic Mountain (1996—2022), lanzado el 4 de octubre de 2024 por Ceres, una banda de pop punk, emo, rock alternativo de Melbourne, Australia. Por momentos claramente influenciados por el grunge y el noise rock, tiene momentos indie y pop, siempre tiene un ambiente sombrío y emocional, con referencias culturales en temas llamados 666 y Britney Spears. Es largo sin ser extenuante aunque pudo serlo un poco menos, porque tiene 25 canciones en una 1 hora 6 minutos, que incluyen varias con guitarras acústicas procesadas, algo de folk indie. Puntuación: 3,7 de 5.

Enlaces: Discogs, Sputnikmusic (que lo asemeja con Foxing), Spotify, Deezer, Bandcamp (que lo asemeja con boygenius y Phoebe Bridgers), Instagram.

* In the Jaws of Bereavement de Maul, lanzado por 20 Buck Spin el 4 de octubre de 2024. Death metal cavernario, con algo de hardcore, de North Dakota, Estados Unidos, que bautizan su estilo como una de sus canciones, Midwest Death, quizás por su sonido más alternativo.

Un dato curioso es que son un sexteto, por tanto, tiene un cantante solista, Garrett Alvarado, también letrista, con una voz gutural rasposa como si gritara hacia adentro y Alex Nikolas encargado de tercera guitarra y segundo bajo. El cantante de The Acacia Strain, Vincent Bennett, está invitado en el primer tema. A diferencia de otros de su género y con más músicos que el promedio, el sonido es menos denso e inescrutable, con una mezcla general que destaca más los agudos que los graves, algunos shrieks -especialmente en los últimos temas- y más dinámica en sus arreglos.

Un disco corto, 10 canciones en 38 minutos. Le pongo 4,2 de 5 por esta versión alternativa del género, con más groove, arreglos y sonido.

Enlaces: Encyclopaedia Metallum, Sputnikmusic, Discogs, Spotify (que los asemeja con Undeath), Deezer, Bandcamp, Instagram.

* Prude, de Drug Church, quinto disco de una banda de Albaby, Nueva York, Estados Unidos, editado el 4 de octubre de 2024, que comparte elementos del punk, del post-hardcore y del post-punk, usando una voz rasgada, algo Oi! con teclados y guitarras ambientales, produciendo una especie de híbrido entre el pop ochentero menos comercial y el hardcore más digerible. Diría que 3,5 de 5.

Enlaces: Sputnikmusic, Spotify (que los asemeja a Militarie Gun), Deezer (que los asemeja, asombrosamente, con Turnstile, Blood Incantation, Slomosa y Nails), Bandcamp, Discogs, Instagram.

* Harmony Dies, Eraser: lanzado el 30 de septiembre de 2024, segundo disco de esta banda italiana de grindcore de vieja escuela, rápido, brutal y sucio. Su voz gutural es mitad gruñido, mitad un grito hardcore pero sin tanta potencia. Con temas cortísimos, 22 en apenas 27 minutos, recorre distintos ángulos del metal extremo, a veces parece Brujería, otros Bolt Thrower, a veces es muy hardcore punk, otros casi grindcore y en otras D-beat de los 80, pero casi siempre a los primeros Napalm Death, incluyendo un tema de 10 segundos que es apenas un grito con golpe de música y el nombre del disco. Su temática, claro, la guerra, sus armas, horrores y brutalidad armamentística. Por ahora, 3,8 de 5.

Enlaces: Sputnikmusic, Metallum, Bandcamp, Instagram, Spotify, Deezer, Discogs.

* Into the Burning Blue de Trace Mountains: no, gracias.

* Do Not Go To War With The Demons Of Mazandaran de Lowen, extraordinario segundo disco del dúo de doom progresivo de Londres, Reino Unido, conformado por el multi-instrumentista Shem Lucas y la maravillosa cantante Nina Saeidi, que me hizo recordar a la banda Lucifer, con un timbre etéreo de sacerdotiza en la época del Satanic Panic.

Enlaces: Sputnikmusic, Metallum, Deezer, Bandcamp (que lo asemeja a Oceans Of Slumber), Instagram, Spotify. Una maravilla que tiene 4,8 de 5.



* Forced Out of Existence de Greenwitch: primer disco de esta banda de Los Angeles, California, Estados Unidos, de death metal de vieja escuela, que me recordó a la escuela holandesa, un poco de Asphyx y Autopsy, un poco a Hyperdontia y Tomb Mold, con un tema final que empieza con ruido para luego tener un tema más cristalino de metal extremo. Tienen al guitarrista Miles McIntosh, de Apparition y al guitarrista Ronny Lee Marks, de Upon Stone (death metal melódico) como invitados. Sí, se parecen a Maul

Enlaces: Metallum, Spotify, Deezer, Discogs, Instagram, Bandcamp (que los asemeja con Regional Justice Center, 200 Stab Wounds y Undeath). Estuvo bien, 3,5 de 5.

* Strong Delusion de Allos, segundo disco de esta banda cristiana de power metal brasileño (Belo Horizonte) con mucho progresivo. Cinemático, con clavicordio, muy orquestal, con pequeños interludios de jazz. Muy buen vocalista que cultiva un estilo purista del género, sin gritos, gruñidos ni nada thrash, bastante épico, a medio camino entre Rhapsody y Angra. Les pondría 3,7 de 5.

Enlaces: Bandcamp, Deezer, Instagram, Spotify.

* Metaphysical Engines Approaching The Event Horizon de Hadit, banda italiana de death/black de inspiración cósmica, ocultista, densa y opresivo, aunque no llega al nivel de Deathspell Omega. Con el mismo creador de Cosmic Putrefaction, Gabriele Gramaglia.

Enlaces: Bandcamp, Deezer, Instagram, Spotify, Discogs.

* ¿Dónde jugarán las niñas? de Molotov (1997). El debut, un clásico del rock latinoamericano y mexicano.

* Ridiculous And Full Of Blood de Julie Christmas (2024), de lo mejor del año según Sputnikmusic. Un discazo de sludge / post-metal de la demencial cantante neoyorquina de Made Out Of Babies, el disco Mariner de Cult Of Luna y Battle of Mice.

Bandcamp, Instagram, Spotify, Discogs.

10 discos y un montón de singles de temas nuevos.


07 marzo 2024

Un lingüista chino que escribe en griego antiguo es la mente maestra de Hoplites, un fino y extraordinario black/death jazz progresivo con cuatro discos en un año

Las bandas de un solo hombre están viviendo un gran momento, no sólo por su abundancia productivo sino por explorar y combinar géneros que van desde el black metal crudo hasta el post-black / shoegaze, con algo de ambient, noise y metal sinfónico. Y dentro de ese cosmos de solitarios multi-intrumentistas está Hoplites (una transliteración del griego Ὁπλίτης, verdadero nombre de la banda y que podría traaducirse al español como Soldado)
Hoplita griego

Con tres álbumes en 2023, publicados el 1° de enero, el 19 de abril y el 1° de octubre, el lingüista chino Liu Zhenyang (experto en lenguajes chino-tibetanos) exploró el black metal en combinación con el shoegaze, el death técnico y hasta el metalcore, hasta llegar al primer álbum de 2024, Παραμαινομένη (Perpetuado o Todavía estoy allí, en español) en que el se sumerge magistralmente en el black/death progresivo, incluyendo el saxofón y los pianos, los arreglos de jazz y hasta algo de electrónica, que lo acerca más a artistas como Imperial Triumphant, Aetheria Conscientia o Nullentropy.

Con sólo seis temas en 52 minutos, lo que da un promedio que supera los 8 minutos y medio por tema, la producción más reciente muestra una muy cuidada producción que permite jugar con distorsiones sucias y baterías progresivas, shrieks perversos y riffs de black metal/punk, a los que se le pueden agregar arreglos cuidadosos de instrumentación alternativa que encajan magistralmente, por supuesto, incluyendo folclóricos chinos.


A diferencia de otras bandas con obsesiones por la mitología nórdica o griega, la historia antigua y la iconografía, en Hoplites está con un dialecto del griego antiguo. Solo con el lenguaje, la gramática, la fonética, las figuras literarias. En una entrevista con Invisible Oranges Zhenyang dijo que no le interesaba la cultura o filosofía de los griegos, sino su forma de escribir y hablar. 

Y eso le dio una ventaja viviendo en China: para tocar en vivo te piden que envíes al Partido Comunista las letras de las canciones, incluso traducidas. Liu tenía miedo de lo que podían pensar, porque hace crítica social y política, pero en griego antiguo. No leyeron nada al parecer, porque le dieron el permiso. Así mismo, declaró que fundó Hoplites como un "laboratorio de riffs", alternativo a su banda Vitriolic Sage, en el cual también drenar su obsesión por los idiomas, pues él mismo habla de forma nativa mandarín y dialecto wu. Ahora vive en Francia, donde se mudó en 2022 para continuar sus estudios de maestría.

Musicalmente hay una paleta inmensa en el disco. Incluyendo el avantgarde y lo experimental, Liu explora el mathcore como complejidad compositiva, agrega interludios melódicos, apela al post-metal y al shoegaze para hacer atmósferas mientras recurre muchísimo al death jazz sofocante a lo Imperial Triumphant o Deathspell Omega, algo de hardcore punk, de doom-jazz y mucho del progresivo/electrónico de Porcupine Tree y en el fondo siempre una actitud, sonoridad o base de black metal, principal vía de comunicación del artista.

Y eso proviene de una abundancia de influencias tan gigantesca como laberíntica. En una larga entrevista con Machine Music reveló cuanta música escucha, con una extensión tan amplia como la que expresa en sus discos. Desde Trivium, revocation y Vektor pasando por las obvias de Mayhem y Emperor. Por supuestro, Vitriol (que tienen un poderoso nuevo álbum publicado el 12 de enero del 2024), pasando por Health, ZAO y varios artistas japoneses y españoles de black, death, synth-punk y hasta metalcore progresivo como The Human Abstract.

Si quieres escucharlo, gratis en Bandcamp, acá: https://hoplites.bandcamp.com/album/--8

06 enero 2024

93696 de Liturgy: la ópera-cyber-black-math metal filosófico que deslumbra con música extrema brillante y litúrgica

93696 es retador, absolutamente. Tanto para descifrar todos sus detalles, como para comprenderlo y más aún para reseñarlo, porque requiere saber mucho de música. No es algo digerible, sencillo o simplemente innovador.



Hace cuatro años escribí muy concienzudamente sobre su disco H.A.Q.Q. que yo apenas descubría a pesar de ser su cuarta placa. Y es que los ojos y oídos del mundo se posaron sobre esta banda que algunos clasificaron con sorna como "black metal hipster" porque presentaba una visión muy poco ortodoxa del género nórdico, con letras y una propuesta artística desde la disertación filosófica, la trascendencia existencial e incluso la meditación litúrgica.

La reseña de ese disco que mezcla sonidos de computadoras, math metal, aullidos de banshee, música clásica y experimental, algo de noise e instrumentos rarísimos lo pueden leer acá, por si quieren saber más antes de conocer lo que podría ser uno de los mejores álbumes de 2023.

En este nueva producción el cuarteto de Nueva York, liderados por Haela Ravenna Hunt-Hendrix, quien hizo la transición a mujer en estos pasados cuatro años, como para deleitar a los conservadores y puritanos que critican su propuesta, vuelve a echar mano de ideas similares a las de Lingua Ignota, Elend, Zeal & Ardor y Deafhaven para mezclar pianos, coros infantiles y poderosas baterías veloces con distorsionados riffs de guitarra de notas mayores y brillantes, disonancias frenéticas y efectos sonoros de falla de memoria de tu computadora. Es difícil precisar si es black metal experimental, mathcore de vanguardia o música académica contemporánea.

Lo épico y lo extraño se unen entonces con tropos del metal extremo, con arreglos que usan tiempos imposibles, cambios insólitos y mucha distorsión del mathcore. Los temas van de lo angelical a lo bestial pero bañados en una luz perenne y una agria voz dolorosa, fantasmal, aguda y desgarrada. Como un cementerio en un día de verano muy caluroso en contraste con la visión infernal, invernal y oscura del metal extremo, incluso el experimental. No es Noruega, es Central Park.

El doble disco, de 15 canciones y 82 minutos, incluye cuatro interludios donde escuchamos lo sublime, el lado más religioso y calmado, mientras en otros opus, un par superando los 14 minutos, se entrelazan riffs entrecortados, extraños, agudos como los gritos, con percusiones estrambóticas, que lo llenan todo con golpes de toms, repiques y muchos golpes, lo que llena a un estruendo balanceado acompañado sutilmente por los ruidos de fallas de memoria cuando los ritmos cumplen suficientes repeticiones.

Hay que insistir, mientras el 99% del metal puede ser descrito como oscuro, orgánico y hasta algo acústico, acá sobra la producción, el delicado tejido de frecuencias, el aprendizaje en estudio del noise-rock, del post-metal, del math-metal para sonar adecuadamente ruidoso, sin que perdamos la ferocidad vertiginosa. En medio de este caos, ordenado y milimétrico, suenan coros de niños, pianos góticos y cuerdas que crean lo que se podría entender como un hijo bastardísimo entre el cybergrind, el amthcore más furioso, el death metal experimental y el black metal más sinfónico con propuestas como Igorr, Pryapisme, Öxxö Xööx, Corpo-Mente y Amenra.

El disco tiene momentos en que aturde, otros que inspira, muchos más llenos de sorpresa y cuando crees que estás entendiendo, se "cuelga" para cambiar de ritmos y tiempos, mientras la cantante/guitarrista vuelve a girar en sí misma para gritarte como una bruja desesperada que toca una sinfonía maldita al mediodía en Manhattan. Es una rareza, es arte contemporáneo y es extrañamente bueno. 

Consideren que el productor es Steve Albini, un tipo con más de 1.500 discos grabados y mezclados, que ha trabajado con gene como Nirvana, Pixies, Godspeed You! Black Emperor, Mogwai, The Jesus Lizard, Don Caballero, Neurosis, Bush, Chevelle, Helmet, The Stooges y Slint, lo que permite entender que quizás ni siquiera estamos hablando de black metal o que esta etiqueta ya no significa tanto como antes, a menos que inventemos algo como el "original" y el "experimental".

En 93696 Haela también compuso los beats (incluido uno de trap que aún no he podido distinguir), las partes de pianos eléctricos Rhodes y Wurlitzer, el marxófono (una especie de cítara sin trastes), el piano, un piano de juguete y la guitarra de 12 cuerdas. El bajo estuvo a cargo Tia Vincent-Clark, las baterías fueron de Leo Didkovsky (quien tocó antes con Kayo Dot) y Mario Miron hizo las otras guitarras eléctricas y acústicas. Entre los invitados están Jake Rudin para la flauta y ocarina, Charlotte Mundy para las voces de soprano, Chris Ott en el trombón y Jon Paul Frappier en la trumpeta así como el ensamble de cuerdas Prague Strings y el coro infantil Hi Lo Singers.

Para escuchar esta bizarra obra maestra, gratis, en Bandcamp, acá: https://liturgy.bandcamp.com/album/93696

07 diciembre 2023

Mis álbumes favoritos de 2023 - Night Verses - Every Sound In The Valley Of Night: Part 1 - El futuro del post rock/metal/hardcore/progresivo: intrincado, electroacústico y experimental

Quizás, muy probablemente no conozcas esta banda, pero sí a su baterista, Aric Improta, que ha obtenido cierta popularidad en línea por su inventiva no sólo como baterista y compositor sino como "showman" para tocar su instrumento. En sus videos puedes ver que combinando un set típico de rock/metal con varios pads electrónicos, acrobacias y malabarismos con partes de su equipo, girando en su silla y haciendo acrobacias en el aire y con las baquetas exhibe una magnífica musicalidad, inventiva, humor, precisión y velocidad.

Su forma de tocar no es sólo histrionismo. Sus sonoridades electro-acústicas se convierten en parte esencial de los temas en un power trío instrumental, pero destaco Love In A Liminal Face y Karma Wheel, que puedes ver abajo en versión "play thru", donde los sonidos programados son una fina capa de acompañamiento evocador, de paisajes sonoros, que le da un matiz espacial, cinemático y emocional. En otros temas, como en el abridor "8 Gates Of Pleasure" nos bombardea su bestialidad en los bombos, su rapidez para los repiques, el poder sobre los toms y el brillante uso de los platillos. 

Y es que Night Verses, de Los Angeles, apela a distintas influencias y versiones del math rock, djent, post-metal, post-hardcore post-rock para hacer añicos las concepciones de estos géneros con una visión intrépida al usar los instrumentos, lo que demuestran no sólo con su capacidad técnica al ejecutar intrincados arreglos a tres bandas a velocidades alucinantes sino al incorporar además breakdowns agresivos, echando mano de juegos sónicos entre lo acústico y lo electrónico, entre lo procesado y lo natural, en cada instrumento.

Así cada tema está entre disparar desde una laptop o una guitarra con 12 pedales para agregar distorsiones, volúmenes, cuerpos y tonalidades diversas, un bajo riquísimo que va de denso y modificado a delicado y detallista, siguiendo la melodía con precisión quirúrgica, más un baterista que en medio de ritmos con tiempos extraños lanza samples que podrían escucharse en canciones de la electrónica mainstream de la década de los 90.


El desafío es claramente también con el oyente. No podemos conformarnos con el metal experimental, el rock de vanguardia o con lo que hemos entendido hasta ahora aún de los más atrevidos para entender el presente y futuro del metal progresivo. Vamos a suponer que has escuchado mucho Tool, Intronaut, Radiohead, Mastodon y algo de Covet, Polyphia y Chon, e incluso algo de Taking Back Sunday, Chemical Brothers y Prodigy. El resultado podría explicar la fórmula de Night Verses, si es que pudiésemos descubrirla.

El 2023 ha sido genial con discos nuevos de Tesseract y Haken, pero Every Sound In The Valley Of Night: Part 1 -casi no puedo esperar que salga la segunda parte- es un impresionante recorrido de 33 minutos, que se me hace cortísimo, en siete canciones lleno de inspiración y profundidad, un laboratorio de pruebas nucleares del futuro de la música después que el post-cualquier cosa envejezca. Así que también hay momentos de sonidos místicos, calmados, casi étnicos o world music, donde se nota más el "post" de sus influencias.

Night Verses puede definirse como un neo-post-prog-rock con más neo y post adelante y detrás. Tener al Justin Chancellor, bajista de Tool, como invitado en la canción final puede dar una señal de las pretensiones de esta banda, que en esencia es de rock progresivo pero dispuesta a llevar este género a lugares tan lejanos de innovación y experimentación como lo hizo Radiohead o The Beatles, si me permiten la adoración que podría compartir el baterista de The Callous Daoboys, Marty Hague, quien señaló este álbum como uno de sus favoritos de 2023.



Un dato más: es el ÚNICO disco de 2023 que he escuchado seguido dos veces cada vez que lo pongo. Y otro: Aric Impronta fue hasta hace poco el baterista de Fever 333.

30 noviembre 2023

Mis álbumes favoritos de 2023 - Black Current Medium de Dødheimsgard mezcla industrial, jazz, post-rock, progresivo y ambient con los tropos del black metal en una profunda contemplación a la oscuridad

Post-black metal avant-garde. Una etiqueta enorme, extraña y quizás que parece decir mucho sin revelar detalles. Lo muevo de los noruegos Dødheimsgard llega ocho años después de su anterior A Umbra Omega. En una época en que el black metal se está redescubriendo como espíritu de los tiempos, hay varias ramas destacadas. Los "enmascarados" como Gaerea, Batushka, Mgla o Uada, que tratan de mantener el sonido sucio, crudo y bestial con un performance litúrgico pero la innovación en ritmos, sonidos e instrumentación para mantener la herencia mientras añaden ingredientes de innovación y originalidad.


Por otro lado, hay una gran vertiente de one-man bands que van desde el dungeon synth, el black metal atmosférico con algo de noise, crust punk, en el que puedes identificar desde el sonido depresivo suicida, las nuevas tendencias gringas de country oscuro, sonidos montañosos y oscuridad hasta las bandas que están mezclando con progresivo, death metal, mucho sinfónico y melódico.

Y está Dødheimsgard que usa la música clásica, mucho ambiente y electrónica industrial con post-metal y post-rock para crear una obra maestra de la contemplación oscura. En este nuevo disco seguimos escuchando algo de progresivo y jazz pero también los tropos del black metal en voz, batería y guitarra, especialmente en los temas "Det tomme kalde mørke" (La fría y vacía oscuridad) y "Abyss Perihelion Transit" (Tránsito del perihelio del abismo) pero ambas con una producción cristalina, en las que las voces agudas shrieks y blast beats no suenan estrindentes sino claramente diferenciables. Sin embargo, la mayoría del disco tiene extraños cánticos, casi recitados y delirantes, que no podemos llamar voces limpias, junto con pianos, cellos y raros efectos electrónicos.

Así es Black Current Medium, un largo testimonio en nueve canciones, que se extienden por 69 minutos, de disforia y contemplación, de emociones extrañas y redescubrimiento personal, especialmente por parte de su cantante Vicotnik (Yusaf Parvez, 46 años), responsable además de los efectos, la programación, los sintetizadores, las guitarras, las letras y la composición de las canciones. Algo sabe de black metal avantgarde, pues fue responsable de las voces guturales y las guitarras de Ved Buens Ende mientras ha prestado su voz para discos noventeros clásicos como los dos primeros de Dimmu Borgir.

Comparte la composición de dos temas con Lars-Emil Måløy (34), quien se encarga del Theremín (un instrumento electrónico que se ejecuta moviendo las manos en el aire entre un antena y una "mesa" que hace de procesador), paino, violoncello, bajo y efectos adicionales. Es un miembro nuevo pero antes sólo se encargó del bajo en un par de canciones del disco anterior.

Tommy "Guns" Thunberg de la banda de black metal Kirkegrann se encarga de las guitarras principales mientras Øyvind Myrvoll (35) se encarga de las baterías, con un currículo de lujo: además de haber tocado en vivo con Ved Buens Ende y con Dødheimsgard antes de ser miembro, estuvo en los dos últimos discos de Nidingr (del cual es integrante) y un EP de Fleurety. Un invitado raro en la primera canción, tocando la flauta, es Jotunhammer, anterior baterista de los también ucranianos 1914.


Lo puedes escuchar en Bandcamp, gratis, acá: https://peaceville.bandcamp.com/album/black-medium-current


12 enero 2020

Mezcla Deftones, Radiohead, black y postmetal para encontrar la fórmula de Oceans en "The Sun And The Cold"

Me encanta The Encyclopedia Metallum. Ese inmenso archivo de lo que es "metal" según un inmenso grupo de foristas tiene como ventaja un montón de detalles sobre la trayectoria de las bandas, sus portadas y discografía al detalle, y para mí lo más valioso, la historia y recorrido de sus integrantes, ex-integrantes y demás involucrados en la producción y grabación de sus temas. Así voy enlazando con muchas otras bandas y artistas que desconocía.

Pero su gran defecto es la estrechez para aceptar algo para el concepto de ser "muy djent", "muy core" o "no tan metal". En nuestra imperfección humana puedes ver unas bandas similares a otras que han sido desechadas o no aceptadas. Así que el filtro es complejo. Y es una lástima porque entonces nos perdemos de ese conocimiento enciclopédico, detallado y grupal que tanto disfruto.

Una de las -tantas- bandas que no están incluidas son los debutantes de Oceans, una mezcla de death metal melódico, postmetal, influencias black, voces limpias espectrales, profundos gritos doom y, según ellos mismos, algo de nu-metal de los 90 que percibí poco o nada que emergió desde Berlín.

En su début "The Sun and The Cold", distribuyen en 62 minutos once canciones más tres remixes en una amalgama que reinterpreta texturas de oscuridad y desespero del metal con sonidos más contemporáneos pero también con algo del revival del grunge, que es la sonoridad que percibe en voces limpias y algunos arreglos.



Es decir, puedes encontrar desde blastbeats hasta coros y puentes con melodías pegadizos, distorsión a raudales con gritos cavernosos, algo de lentitud doom, una cuidada producción, así como gritos de desesperación y susurros que pueden recordar a Nirvana o Stone Temple Pilots y ya que insisten, en los cambios nu-metal de los 90 es pasar de atmósferas tranquilas y pausadas, atmosféricas a melodeath veloz.

Después de dos EP, el primero con cuatro versiones bastante doom/sludge/postmetal en las que aún estaban descubriendo su estilo, hacen tributo a Alessia Cara, Alice In Chains (Would?, algo obvio), Radiohead (Creep y la menos lograda) y My Own Summer (Shove It) de Deftones, la menos usual, muestran parte de sus influencias que desarrollarán en este primer larga duración, en el cual parecen tener más clara la identidad aunque no completamente completado su estilo.

Así en temas como Take the Crown, Paralyzed o mi favorita We Are The Storm (cuyo riff no sale de mi cabeza), las voces varían entre los decadentes versos arrastrados del grunge, pueden verse acompañados de coros de shrieks de black metal, pasar a ser monstruosos como en el Penetralia de Hypocrisy y variar ampliamente de nuevo para parecer una especie de Chino Moreno que hubiese nacido en Europa en vez de California.

Mientras en Dark mezclan blackmetal crudo con metalcore de los 90 para dar una sensación distinta, nueva, casi como lo que dice su título, el sol y el frío, una mezcla invernal pero luminosa. También está el tema Polaris, enfocados en el post-metal se exhiben instrumentalmente, usan la voz limpia en casi todo y tratan de resumir todas sus influencias metal en al menos un trozo del tema.

Y allí salen los tres temas finales del disco, en que parecen de nuevo exhibir tanto sus habilidades técnicas como esa voluntad de mezclar géneros extremos con distintas referencias de los 90, pasando por electrónica, grunge, metalcore y nü-metal e invocando breakdowns y cambios de calma-destrucción. Hay extraordinario despliegue de batería y bajo, más de riffs nü-metal que van desde los más pegadizos hasta la agresividad noventera, algo de momentos góticos e incluso death metal.

Tres exintegrantes de Varg, otros alemanes mezclando metalcore, melodeath y black son el núcleo de la banda. El gran responsable de voces y guitarras, Timo "Rotten" Schwämmlein, quien fue bajista, guitarrista líder y vocalista de respaldo en sus producciones de 2016 y 2017; Patrick Zarske, el otro guitarrista de Varg de 2008 a 2018 y Thomas Winkelmann, el bajista de su disco debut. En la batería reclutaron al austríaco J.F. Grill.

Oceans no es una continuación ni una evolución de la anterior. Mientras Varg es industrial, germánica y cruda, Oceans es una visión más expansiva, cuidada y contemporánea. Estás más basada en el post-metal y las melodías sobre la que se monta la rudeza de las voces doom o las descargas de black metal. Irónicamente la Encyclopedia Metallum lo entiende, hasta ahora, al revés.

Están firmados con Nuclear Blast.

Los escuchas en Deezer aquí https://www.deezer.com/es/album/115956732

04 octubre 2019

Con Catharsis los italianos Párodos hacen black metal progresivo con base en la tragedia griega, rodeados de angustia y desesperación

El quinteto italiano (Salerno) Párodos debutó en 2017 con su disco “Catharsis” –después de un demo un año antes- con una combinación entre el místico black metal atmosférico de los 90 que me recordó a Lux Occulta y Dawn, con una especie de post-metal progresivo, que usa tanto voces limpias de vanguardia como sucios gritos del black metal. Una sinuosa mezcla que me ha recordado a las bandas que firmaba The End Records en sus comienzos, como Agalloch o Mental Home.
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Con nueve canciones, incluyendo intro, outro y un interludio, todas entre 7 y 9 minutos, hay ese feeling épico, glacial y de angustia, que se nutre de pianos y guitarras acústicas, con poderosas baterías a lo Nemesis Divina, que parece pasearse por las raíces nórdicas para luego dispararse hacia la vanguardia con sus combinaciones inusuales.

Intercalando también tiempos medios con ráfagas de batería, el quinteto deja las primeras canciones más arraigadas en el black metal para darle más espacio al rock progresivo. En la penúltima canción usan letras en italiano, ausente desde el intro, para unas narraciones con voz black metal que le da un toque aún más desesperado y depresivo.

Hay mucha más orquestación a partir de este tema, aunque los teclados son una pieza fundamental del sonido de Párodos, que emula la tragedia griega para la conceptualización, que combina la tristeza y la alegría en un teatro que bebe del post-metal menos estridente. Párodos es precisamente la primera canción coral cantada por el coro en el antiguo teatro griego después del prólogo.

La banda va a girar en un tour encabezado por Arcturus, si eso da alguna pista de su estilo.

Los escuchas aquí https://parodosmusic.bandcamp.com

15 febrero 2019

Dornenvögel de Karg: una cantanta perversa de post-black metal austríaco

Reseñar un disco larguísimo, épico y desgarrador puede ser retador. No podría ser por cada canción. Porque Dornenvögel de Karg (proyecto solista de V. Wahntraum, cantante de Harakiri for the sky) tiene más de 75 minutos en apenas ocho canciones.
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El disco, un largo viaje de post-metal, arpegios e interludios, con una voz agria y punzante, con un fuerte acento germánico y sonido industrial, bebe tanto del black metal como del ambient, para producir poderosos paisajes sonoros, etéreos por momentos, acumulando capas en que la batería puede ser furiosa mientras en el fondo las guitarras se encienden en la oscuridad hermosa que se popularizó con “Sunbather” de Deafhaven.

Con muchísimas partes cantadas, cada tema se sucede al anterior como una continuación evolutiva, fusionando brillantes acordes de guitarra con una batería frenética. Los fraseos, entre el desespero y la épica, van llevando la canción a largos clímax.

Sin embargo, siendo poderoso en su ejecución, es demasiado circular sin ser monótono, por lo que revisita muchísimas veces los mismo tópicos sonoros, por lo que no es tan creativo o diverso como Harakiri for the sky, sino más bien en un larguísimo lienzo para los gritos desgarrados de Wahntraum.

Y aún así es atractivo de principio a fin, por su pulida producción.

Mi tema favorito es Heiman bist du tiefster Winter, más reposado que los demás, con mayores variaciones musicales, con más pianos y arpegios.

Escúchalo en https://karg.bandcamp.com/

14 febrero 2019

Downfall of Gaia: Post-metal alemán, hermosamente oscuro con Ethic of Radical Finitude

Hay una belleza brillante en la oscuridad horrible. Lo puede transmitir el shoegaze, el post metal, el black metal y el doom. Es ese resplandor de las armonías de notas menores, construidas a través del trémolo o la combinación de pianos con guitarras. En el disco “Ethic of radical finitude” de los alemanes Downfall of Gaia se siente ese collage con riffs en forma de wall of sound, unos desgarradores gritos góticos y fantasmales con suaves interludios de arpegios de guitarras.

Un disco realmente muy germánico, con poderosas percusiones marciales, atmósferas de ruido blanco y una herencia a la que recurrir. Después de un intro de casi tres minutos, de poca profundidad, se abre “The Grotesque Illusion of Being”, que nos sumerge en post metal para luego expandirse en “We Persue the Serpent of Time” y “Guided through a starless night” que revelan las raíces teutónicas que se añaden: la lenta densidad del doom y ritmos de bajo/batería con clara influencia del thrash de sus compatriotas que tanto le dio al black metal.

Ambas, con más de nueve minutos, abunda en lentos arpegios, los devaneos guitarreros del post-metal, coros vocales con influencia en el shoegaze, pianos que sonarían en una mansión abandonada llena de polvo, telarañas y almas en pena, así como efectos sonoros de ambiente, feedback de guitarras y voces femeninas.
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En “As Our Bones Break to the Dance”, la más corta del disco, con menos de cinco minutos, es también la más rápida, llena de solos de guitarra que de nuevo recuerdan a las grandes hachas alemanas. Cierra con “Of Withering Violet Leaves” que resume el disco en siete minutos y medio. Aunque en su mayoría tiene partes rápidas más cercanas a las influencias del metal alemán tradicional mezcladas con post-metal, también asoma trozos más doom y shoegaze, con un fantasmal coro gótico masculino para cerrar.

Escúchalo en https://downfallofgaia.bandcamp.com/album/ethic-of-radical-finitude

24 febrero 2017

Cult of Luna y Julie Christmas: post-metal progresivo con demencial toque femenino

Con el post-metal como con el metalcore hay que tener cuidado. Hay un rango demasiado amplio para elegir, algunos subidos al tren, unos que simplemente aburren o que no ofrecen nada nuevo. Después de la aclamación mundial de Sunbather de deafheaven, me atreví y conseguí maravillas como Blut Aus Nord, mientras recientemente alabé el caos sónico de Ion Dissonance en su disco "Cast the first stone". Pero hay que admitir que aunque existan bandas extraordinarias en estos géneros, no necesariamente debes disfrutarlos.



Así que llegué con cuidado a "Mariner" de Cult of Luna, agrupación que desconocía. Pero me sentí atraído por la idea de una colaboración, porque creía que sería algo como lo que ha hecho Neurosis con Jarboe, trabajos como Karnivool o lo que ha hecho Orphaned Land en Kna´an. Lo que conseguí fue mucho mejor.

El disco empieza con el single adelantado "A Greater Call" que de forma disimulada, con algunos sonidos suaves y minimalistas pasó a una sección percusiva con guitarras que mostró de inmediato lo que vendría: la voz que de inmediato reconocí como la de Made Out of Babies, lo que me abrió los ojos de par en par junto a la voz gutural de Klas Rydberg, quien continúa exhibiendo sus desgarradores gritos mientras la instrumentación varía entre lo progresivo y el sludge con espacios para que Julie llene espacios con su voz aspirada y dulce en forma de coros que parecen infantiles y punzantes al mismo tiempo, mientras la música va evolucionando a cada minuto hacia un crescendo donde los teclados van tomando cuerpo, las guitarras se crispan y la percusión se hace ritual.

"Mariner" va tomando distintas formas, en que Julie toma mayor control y es mucho más que una invitada. Klas no cesa en su trabajo, pero ella asume protagonismo con variantes que van desde suspiros y crooners que pueden recordar a Björk hasta los alaridos girl-rrriot que la identificaron con sus anteriores bandas, e incluso me recordó a las apariciones de Agnete Kjølsrud con Solefald o en su propia banda Djerv. Esta diversidad vocal le añade mucho valor al disco, que tiene su punto más bajo en el cuarto corte "Approaching Transition" pero que gana mucho en Cygnus, una canción que remata de nuevo la idea de un crecimiento hacia un climax musical explosivo con las vocalizaciones a la par, contradictorias pero complementarias. Además, el disco está enfocado en el tema espacial que parece ser un nuevo tema de interés para los vanguardistas del metal.

Por cierto, la Rolling Stone lo consideró el noveno mejor álbum del 2016.