26 junio 2025

Rock gótico de Vera Farmiga, black/dungeon synth de Chequia, death progresivo instrumental de Rusia, metalcore alternativo, death n roll sueco, djent electrónico de Londres

1. Midnight Minuet (2025) de The Yagas. Buen debut de la banda de la actriz Vera Farmiga, rock gótico  y rock / metal alternativo, con distintas formas y tonos que quizás divagan pero que están centrados en la voz seductora y fantasmal de Vera. Creo que es un inicio interesante, no demasiado innovador, pero cumplen bastante y será bueno verlos en vivo. 3,4 de 5.

2. Cruel World of Dreams and Fears (2025) de Draugveil. La portada más ridícula del black metal, digo del metal, del rock, de la música. Porque además no es, o no parece ser, satírica. La música, black/dungeon synth, es regulara a básica, sin ser mala, ni ruidosa ni lofi. 3 de 5. Es un proyecto de un solo hombre ucraniano que vive en Chequia.

3. New Matter (2025) de Dark Matter Secret. Según RYM ya los escuché, pero no lo recuerdo ni menos porque le puse solo 3,5 a esta banda de death técnico progresivo, con momentos shred. Proyecto de Denis Shvarts, quien es uno de los guitarristas líderes invitados del disco Heresiarch de The Ritual Aura, ha tocado con los Zac Leaser y Cosmic Jaguar, además de ser guitarrista y tecladista de Bestial Invasion. Escuché mal antes: 4,2 de 5.

4. Wasteland (2025) de Wolves At The Gate. Leí mal el nombre, no es post-black metal, sino metalcore. Regular sin ser destrozable. Son de Cedarville, Ohio, y hay post-hardcore y rock alternativo en su propuesta. Regular, duro 3 de 5. 

5. Soulless (1994) de Grave: Me compré este disco siendo un adolescente, pensando que sería el death metal progresivo y cavernoso de los primeros discos, y me sorprendió lo diferente que era pero lo tanto que terminó gustándome. Un disco que guardo entre mis más adorados preferidos de siempre. Los suecos cambiaron todo en este disco. Por allí alguna vez leí que era grunge metal o algo así y quise saber más, pero luego entendí que se trataba de death n roll. 

6. Ungod (2015) de Morgoth: death metal melódico alemán, que siempre es grato escuchar. 4,3 de 5.

7. TSP Vol-2: Symbiosis (2025) de Darknet: mixtape con colaboraciones en cada canción, aunque me ahorré los remixes, son poderosos, sabrosos y densos temas de djent electrónico, con metalcore, nü-metal y breakbeat con atmósferas oscuras, voces desgarradas y siempre guitarras demoledoras aunque tratables al oído. 4,6 de 5, de verdad. Son de Londres.

24 junio 2025

Grindcore/jazz ruso, groove/thrash progresivo gringo, Fantasma de John Zorn (free jazz), post-black progresivo de Minneapolis,

1. Subnormal Dives (2025) de ByoNoiseGenerator: Demencial quinteto ruso, con saxofonista incluido, que hacen brutal death / deathgrind con jazz, mathcore y death técnico, por lo que hay un baterista increíblemente hábil. La combinación es una versión extrema de Mister Bungle, aunque más acotado al metal. En este caso chocan y se combinan los géneros sin fusionarse entre sí, es más como un choque de ambos. Es brutalidad, disonante, feroz y caótica, con interludios para el saxo, arreglos dentro de blastbeats y riffs aritméticos casi indescifrables, y mejor aún, secciones en mid-tempo con ambos. 4,2 de 5.

2. Harbingers (2025) de Byzantine: un disco de groove/thrash metal con muchos altibajos, que van desde sonar demasiado derivativos de Pantera/Lamb Of God a hacer metalcore progresivo en otros mejores momentos, con muy buenas voces limpias y rozar con el post-metal. Así que hay temas regulares y otros espectaculares. 3,6 de 5. Son de Charleston, West Virginia. Hay que repetir para separar la paja del trigo.

3. Fantasma: Illusions From a Surrealist Mirror (2025) de John Zorn. Es raro escuchar un disco de jazz de este tipo que no sea caótico, experimental o muy avant-garde. Son seis temas, los primeros cortos, en que escucho un jazz bien ejecutado pero smooth, sin estridencias, y luego otros tres más largos donde xilófonos, sintetizadores y samples se conjugan pero también en un formato sin metal, ni descargas demenciales de saxofón. Me agradó, 4,3 de 5. RYM me ayuda a entender que es Avant-Garde Jazz, sí, pero también free jazz y modern creative, un género musical que viene de la improvisación jazz y la música académica contemporánea.

4. Spiritual Anguish (2025) de Eudamon: Decir post-black, blackgaze o black atmosférico me parece insuficiente, porque sí hay atmósferas oníricas y expansivas, un shriek afilado y depresivo, arpegios tocados lentamente y guitarras explosivas de post-black, también hay influencias de metal extremo tradicional, que van desde el black disonante al death melódico, así como algunas ideas más cercanas al shoegaze, el post-hardcore o el rock indie.

Son de Minneapolis, y según RYM el screamo y el metal progresivo explican parte de lo que identifiqué. Es una propuesta claramente hipster, en que enraizados en la combinación de black y screamo, se permiten voces limpias que van desde lo fantasmal y vaporoso, hasta lo puramente alternativo. Está interesante, pero deben pulirlo. 4,3 de 5.

5. Black Pines Needles (2025) de Irga. Black metal ruso, con un shriek agrio y un extraordinario baterista, que añade momentos progresivos a una ya combinación alternativa de riffs melódicos y disonantes. Los arreglos sinfónicos le dan un toque avant-garde riquísimo.

22 junio 2025

Lotus de Little Simz (hip hop / post-punk / jazz / afrobeat), Sun Ra (jazz cósmico), black/doom progresivo (Hexvessel), noise pop/shoegaze de Minneapolis (Hotline TNT), Malevolence (metalcore/groove)

1. Lotus (2025) de Little Simz: Un impresionante, elaborado, elegante y potente disco de neo-soul / jazz rap / post-punk / rock progresivo / disco mutante / rap rock / soul progresivo / rock gótico / chamber music / drumless hip hop / afrobeat / funk rock / afro rock / jazz fusión y muchísimo más, que se siente genial porque está tocado y no sampleado.

Una cantante hábil y diligente, que canta sobre hermosas pistas de música africana, orquestaciones occidentales y soul, funk, disco, hip hop británico y lounge. Una belleza increíble de parte de Simbiatu "Simbi" Abisola Abiola Ajikawo aka Little Simz. 4,3 de 5. 

Tiene grandes invitados como Moses Sumney y Yussef Dayes, con Miles Clinton James como productor (sintetizador en Red Moon In Venus de Kali Uchis) y Black Classical Music de Yussef Dayes (guitarra, sintetizador y co-productor), quien grabó gutiarras, batería, bajo y sintetizador. El baterista de black midi se encarga de la batería en una canción. 

Me hizo recordar cuando viajé a Sudáfrica: no sé casi nada de música africana, mucho menos del rock de los 70.

2. Stray Voltage (2025) de Sun Ra. Otro disco del hiper abundante artista estadounidense. Más improvisación de jazz cósmico. 3,5 de 5. 

3. Raspberry Moon (2025) de Hotline TNT: Creí recordar esta banda como de rock and roll vintage, y me han sorprendido -a pesar de haber escuchado tres singles- con una abrasadora combinación de noise pop y shoegaze -expansiva y distorsionada- con tantas guitarras estridentes de jangle pop y slacker rock, que me enamoré y me impactó por su vaporosa melodía ruidosa, que es entre evocadora y rompedora, como una escena furiosa de romanticismo y depresión presentada con valentía y rímel. Fue como una bofetada, tan violenta y dulce, que apenas me recupero. 4,6 de 5. De Minneapolis a Nueva York. Es básicamente Will Anderson el líder del proyecto, que tiene y ha tenido decenas de miembros y colaboradores. 

4. Celestial: Spring / Winter / Summer (EP, 2024-2025) de Mantra. Impresionante banda de metal progresivo de Rennes, Francia. Orquestal, emotiva, pesada, épica y con arreglos que me recuerdan a The Anchoret y al mismo tiempo, quizás demasiado a veces, a Tool, con esa aproximación como de música orquestal tocada en formato de rock, aunque también tiene guitarras disonantes y rarezas que parecen ser djent o experimentaciones sónicas como las de Pain Of Salvation. Son gloriosos, 4,8 de 5. 

Me gusta que tienen momentos sludge/post-metal y guturales, además de una gran riqueza de world musica, incluyendo pianos de jazz, scratches de DJ, instrumentos folclóricos de Medio Oriente y guitarras de blues y flamenco, que también recuerdan a otros francesas geniales, Impureza. 

5. Lateralus (2001) de TOOL. Repasar las puntuaciones que puse en Sputnikmusic me mostró que un aspecto negativo de escuchar tanta música nueva, es que hay demasiada incertidumbre, poco enganche y mucha música mediocre o simplemente regular. Este año empecé a escuchar más música vieja, conocida o que no quiero esperar semanas o meses para repasar. En el pasado habita lo mejor y lo peor, como los recuerdos, las aventuras y las primeras veces, pero de lo viejo hay más conocimiento y relación, y el futuro puede traer ambas pero es incierto. Así me pasó con Deep Purple, así que voy con este mega clásico del progresivo / alternativo / post-metal.

Mi primera impresión es rebajarle el 5.0 a 4.5, reconocer que Schism es un temazo y aunque no soy un fan, me gusta aunque quizás de forma distinta al promedio de sus seguidores, considerando que le puse nota más alta a temas menos apreciados y al revés. Las guitarras pesadas son increíbles.

5. Where Only the Truth Is Spoken (2025) de Malevolence. Esta banda que no me gustaba ha subido en mi ranking con sus singles y disco nuevo. Mayoritariamente metalcore / groove y con momentos de beatdown hardcore, a veces me la baja cuando se ponen sureños o muy groove tipo Lamb Of God / Pantera -lo que quizás es inevitable-, lo prefiero más hacia el hardcore/metalcore, donde brillan y son más interesantes, sobre todo al combinar voces y momentos épicos y melódicos con potentes combinaciones de hardcore bastante neoyorkino con momentos salvajes de metalcore, la cosa es medio rapmetal por momentos. 4,1 de 5. Son británicos. 

Su cantante está en Ashes of the Wake de Lamb of God y Randy Blythe en uno de sus temas. 

6. Mar da deriva (2025) de Vauruvã: Black metal atmosférico desde Río de Janeiro, Brasil, profundamente progresivo y melódico, altamente cósmico y feroz. Con solo tres temas de 9, 11 y 15 minutos, es una bestia negra de múltiples tentáculos que va convirtiendo un tema más o menos bien creado de rabia extrema, aunque meramente de black atmosférico y ambiental en algo poderosamente rico, que inicia con el ingreso de guitarras disonantes, pianos dramáticos y sintetizadores que oscilan entre lo sinfónico, lo espacial y lo psicodélico, para luego abrirse a la música folclórica brasileña y el post-metal, abriéndose camino mágicamente y de forma tangencial a lo creado por Blood Incantation. 

Los responsables son Bruno Augusto Ribeiro, en letra y voces, y Caio Lemos en instrumentos, voz y producción. Pero es que Lemos tiene amplia experiencia en proyectos alternos de synthpop, electrónica progresiva, black metal progresivo, black con música brasileña, ambient, dungeon synth y fusión de metal avantgarde con electrónica de varios géneros. Esta sería entonces su más reciente obra, quizás la más lograda.

7. The Fragile Light of Fireflies (2025) de Evadne. Los de la Comunidad Valenciana, España, hacen una versión acústica de The Pale Light of Fireflies, y creo que fue una malísima apuesta, similar a cuando  2,5.

8. Ananke (2025) de Khora: Por años esperé la continuación de esta banda de black melódico sinfónico, originalmente nacida en Alemania y reubicada en Dublín, Irlanda, que es igualmente melódico como brutal, progresivo por momentos, con un sonido de batería que va entre lo ritualista del género originario de los 90 y un sonido potente, casi deathgrind y al mismo tiempo, pulido como una hojilla dispuesta para matar con afiladas espadas de doble filo.

Hay una variedad vocal interesantísima, con diversos shrieks y growls, y una voz limpia épica muy buena, además de coros vikingos, que acompañan a riffs que construyen una colección de disonancias, ráfagas de war metal y algo de death progresivo atronador, que termina siendo entre post-metal progresivo y lo puramente avant-garde, en que el jazz del bajo y las capas de guitarras, en formas raras y tiempos osados, combinándose de formas inesperadas e intrincadas, así como reveladoras y emocionantes, como si camináramos juntos por un cueva gigantesca saliendo a un bosque fantástico, en medio de la noche gélida y sabiendo que hay seres inimaginables afuera, que enfrentaremos con láseres y espadas. Me gusta muchísimo, 4,8 de 5. 

Por momento me recuerda a un Bal-Sagoth como más bestial e industrialoso, menos orquestal e incluso cercano al cyber metal, o a un Arcturus más sinfónico, quizás incluso Vulture Industries aunque con algo de black/death disonante para equilibrar lo orquestal y las voces circenses. Entra de una vez, con sus múltiples referencias del black progresivo, el death sinfónico y la diversificación de la música extrema, entre mis favoritos del año. Increíblemente bueno y destructivo, operístico y disonante, nuclear y al mismo tiempo, hermoso. 

9. Nocturne (2025) de Hexvessel: es increíble como esta banda finlandesa de folk psicodélico / rock progresivo se transformó en tan buena banda de doom black atmosférico, mientras sigue incorporando su largamente cultivado folk psicodélico, y después del Polar Veil de 2023 presenta obviamente algo que suena como un outsider, un black/doom que es misterioso y tenebroso aunque también esotérico, en que lo extremo es presenta como un vehículo para algo pagano, ocultista y paranormal, sin ser ni fúnebre ni satanista. 

El disco amplios momentos de oscuridad folk, incluso progresivos, mientras el metal es tan expansivo que roza el post-metal, especialmente gracias al trabajo de Kimmo Helén, agregando pianos, cuerdas, teclados y vientos. Los arreglos vocales en coro son magníficos. Un trabajazo, aunque lamentablemente opacado brevemente por los temas que parecen baladas o no demasiado interesantes, incluyendo en el que invitan a Vicotnik. de DHG 

Obviamente porque varios de los músicos han tocado en bandas de black y doom psicodélico, como Waste Space Orchestra o Dark Buddha Rising, hay experiencia en producir estos sonidos entre drone, doom, post-metal y black psicodélico. 

10. Vile (1996) de Cannibal Corpse: primer disco con Corpsegrinder, y de los que menos conozco. Al principio me sonó como demasiado sucio, medio mal producido, pero a la tercera o cuarta canción reconocí el estilo brutal, punzante y al mismo tiempo, con ganchos melódicos en un riff repetitivo pero icónico, de la banda. Incluso algunos sonidos como los de Deicide, porque claro que se han compartido integrantes después de la salida de varios originales de aquí y allá. Bien, bien. 4,1 de 5.

Lo nuevo de Alestorm (power folk progresivo británico), melodeath/groove polaco (Decapitated), Urd de Borknagar (black sinfónico progresivo) y Día 1 de Rock Al Parque

0. Día 1 del Rock Al Parque 2025. Pude ver Belphegor, Hirax, ANIMAL y Dismember, con un sonido realmente malo.

1. The Thunderfist Chronicles (2025) de Alestorm. Esta banda me agrada, porque es muy divertida y ocurrente, aunque a veces me suena que se repite demasiado. Power folk progresivo de Reino Unido. A pesar que los temas y discos se parecen, suelen tener momentos grandiosos al combinar con otros géneros, desde el death melódico al metal sinfónico, pasando por el pop, la electrónica e incluso el ska. Los arreglos folk y los guturales le dan un sabor único a su metal sobre aventuras náuticas. Sin embargo, este disco está bastante bueno después del EP de 2024 que me gustó más que los discos anteriores. 3,9 de 5. La versión de Nekrogoblikon me sorprendió. 


2. Anticult (2017) de Decapitated: su disco más regular de su evolución desde el death técnico y brutal a la combinación de groove metal más moderno, en la que los polacos tienen momentos destacados con guitarras melódicas, solos increíbles de stoner psicodélico y rozando el metalcore melódico, en que destaco el tema Deathvaluation, Never y la final, Amen. 3,3 de 5. Lo más bajo es en temas como Kill The Cult en que son demasiado Pantera.

3. Urd (2012) de Borknagar: black metal progresivo y sinfónico noruego por excelencia. En este disco con tres extraordinarios vocalistas, Vintersorg (único que hace guturales, limpias y coros, los demás limpias y coros), Lazare y ICS Vortex. Es una apuesta más ambiental, atmosférica y hasta conceptual. 4,5 de 5.

20 junio 2025

Lo nuevo de Helheim (black vikingo noruego), jazz/metal avantgarde noruego, metalcore/post-metal con vaporwave (fromjoy), slam death de Florida, emoviolence de Chicago, jazz rock stoner noruego

1. Hard Anger (2025) de Agabas: empieza demasiado bueno este viernes con esta banda de jazz/metal avant-garde noruego que presenta su tercer disco: saxofones (porque hay más que solos de un instrumento, sino arreglos gruesos de vientos), shrieks, guitarras de metalcore y de black melódico se mezclan con dementes baterías de hardcore y death metal. Tienen a Shining (blackjazz) de invitados en un tema. A veces suenan como las bandas de black/punk finlandesas, lo que me encanta.
2. Ataraxia 19.13.8.1.19 (2025, EP) de fromjoy. Maravilloso EP de esta banda de Houston, combinando la bestialidad del metalcore y el metal alternativo con extraordinarias bases electrónicas  de vaporwave. Además la combinación da para momentos oníricos, calmados e intimistas de cuidadosos arreglos de post-metal y shoegsze. Bello, destructivo e innovador, muy refrescante. 4,3 de 5.

3. 3 (2025) de Bodybox. Divertido y sucio slam death metal / beatdown hardcore. A veces se escuchan unos ritmos latinosos, quizás porque son de Florida. 3,5 de 5. 

4. Have You Heard of the High Elves (2025) de Lord Snow: increíble emoviolence (que me encanta porque al revés del blackgaze es como una banda emo que se pone muy metalera) y math rock, por lo que hay un orden caotizado, con guitarras angulares y alternativas, más el desenfado juvenil del screamo y momentos en que parece más black metal que emocore. Me gustó muchísimo, porque aunque no llega a la originalidad ni desempeño de Ostraca, por ejemplo, me encantan los guiños lo-fi e indie. 4,3 de 5. Son de Chigago, Illinois.

5. Bees in the Bonnet (2025) de Hedvig Mollestad Trio. Otra dulce sorpresa de viernes con jazz rock noruego. No la conocía pero ya la adoro. Hay guitarras distorsionadas, estridentes y arpegiadas a alta velocidad como si fuese metal progresivo, pero también tiene momentos de reflexión cósmica, psicodelia, bravuconada rockera y experimentación, entre el stoner, el post-rock y el noise, con algo de funk rock y space rock. Ella, Hedvig, es invitada en un disco extraordinario de heavy psicodelia: Downpour de Kanaan.

6. HrabnaR / Ad vesa (2025) de Helheim. Viva Noruega. Ahora, menos progresivos y más enfocados en un black metal vikingo pero repensado desde lo gótico, lo disonante y al mismo tiempo melódico/sinfónico, aunque con unas influencias distintivas del metal industrial que enriquecen un sonido directo, con voces operísticas y ritualistas, hay un gran enfoque en el trabajo guitarrístico, a veces entrando en un terreno experimental, con capas de efectos, interludios y riffs hiper-expansivos, que puede ser post-rock o simple black disonante a mid-tempo mientras en otros se vuelvan a formas espirales de notas, casi frenéticos, en que van construyendo un repaso de influencias y épocas, como un guiño perverso a muchas voces históricas. Así a veces suenan atmosféricos, otros cavernosos, otros psicodélicos, otros salvajemente crudos y originarios y en otros vuelvan ser espaciales y avant-garde. Fylgia es un tema extraordinario de verdad. 4,3 de 5.

7. An Insatiable Violence (2025) de Cryptosy. Brutal death técnico de Canadá para el mundo. Vuelven a ser bestiales, rapidísimos, cercanos al grindcore y con muchas voces guturales y shrieks para esparcir en el universo como agujas afiladísimas. Con buenas guitarras, que a veces suenan como deathcore, la batería es lo más increíble, pero claro, Flo Mounier. Lástima que el sonido sea un poco brumoso. 4,3 de 5. 

8. Faster Than Death (2025) de Hirax: Banda de thrash crossover y speed de California. Estará en el primer día del Rock Al Parque 2025. Regular, aunque en vivo podría ser divertida. 3,2 de 5.

9. Necessary Fictions (2025) de GoGo Penguin. Nu Jazz / Jazz fusión / Post-minimalismo, para hacer música dance con un trío analógico / sintético conformado por Chris Illingworth (piano), Nick Blacka (bajo) y Jon Scott (drums). Me recuerda a Red Snapper. 4,5 de 5.

19 junio 2025

Rock/metal progresivo sinfónico noruego, nuevo disco de Reke/Apache (hip hop venezolano), brillante death/black técnico progresivo de Canadá, black melódico de Brasil, pop skate punk de Ohio, post-rock/avant-folk británico, death progresivo australiano, black atmosférico de Manchester

1. Maestro (2025) de Magic Pie: Rock/metal progresivo sinfónico de Noruega. Bellísimo disco, que tiene unos cambios drásticos de tiempo y tono, una atmósfera de belleza artesanal y cuidadosa y mucha delicias para el oído. Su primer tema, de 18 minutos es una suite maravillosa, 4,7 de 5.

2. Apuesta al Negro (2025) de Reke y Apache. Discazo de hip hop venezolano, realmente profundo en letras y con misteriosas pistas. Gangsta/horrorcore/hardcore hip hop. Brutal,  4,4 de 5. Aunque prefiero a Reke que a Apache, ambos lo hacen realmente increíble. 

3. Beyond the Sleepless Aether (2025) de Symbiotic Growth: segundo disco de esta extraordinaria banda de black/death progresivo, técnico y con momentos espaciales, sinfónico, thrashosos, operísticos y hasta de fusión jazz-metal, pero siempre extremos, explosivos y fascinantes, con grandiosidad y visión perversa. Hay disonancias, atmósferas hermosas, momentos de guitarras post-metal, djent o power metal, cambios de tonos y tiempos atravesados, habilidades técnicas formidables y largos temas que permiten hacer interluduos, escenas y momentos diferenciados, con sintetizadores y raras voces de todo tipo.

Son de Ontario, Canadá. Mis momentos preferidos son cuando hacen coros de shrieks, mientras hay líneas complejísimas de bajo, blast beats en segundo plano y guitarras demenciales haciendo arpegios. La producción vocal es realmente de altísimo nivel. De mis preferidos, realmente merece 4,8 de 5.

4. Doce Penumbra (2025) de Orgasmicca: Black melódico de Brasil, con un intro de piano magnífico y media docena de invitados. Extremo, sensual, elegante, brutal y obscuro, está claramente influenciado por Dimmu Borgir y Cradle Of Filth aunque en una versión más cruda, death/black y disonante. El último tema, con muchas voces corales, fantasmales y una construcción cuidadosa, entre doom y gótico, le da un valor agregado al álbum, aunque parece que no está bien definido el concepto de que tipo de black quiere hacer el líder/multi-instrumentista Pedro Cormadel. 4, 3 de 5.

5. Room For One More (2025) de The Raging Nathans, banda de pop punk / skate que suena un poco más rudo y duro que la versión más conocida del pop punk. Me gusta, aunque no es extraordinario. 3,7 de 5. Son de Dayton, Ohio. 

6. Blossom Serenade (EP, 2025) de Lifeboats: increíble banda francesa de metalcore / post-hardcore. Los singles me habían gustado pero ahora se nota más la originilidad, un estilo propio que también tiene rap/nu-metal y pop punk junto a gritos/shrieks realmente buenos, que los diferencia de otros. Geniales de verdad, 4,3 de 5.

7. Caroline 2 (2025) de caroline. La banda londinense presenta su segundo álbum, de nuevo en el post-rock/avant-folk pero ahora se concentra en un folk más universal, con momentos jazzeados, con más rock experimental y folk progresivo, que construye sorprendentes y luminosas escenas de de art rock, jazz rock y folk avantgarde en que violines, guitarras, clarinetes, batería y trombones se reconfiguren más allá de géneros, para recrear universos íntimos y alternativos, caleidoscopios para mirar el cosmos de forma distinta en cada tema. 

Lo caleidoscópico está en que por segundos, a veces un poco más, puede ser math rock, noise rock o emo, tal vez chamber music, pop barroco o incluso avant pop. Hay una belleza electro-acústica contemplativa, diferente a Godspee You! Black Emperor y Sprain, es que hay paciencia en la construcción de las canciones, en que las transiciones entre lo acústico a lo estridente, un poco slacker rock y de regreso al indie folk son tan suaves como naturales, como una mutación cromática del arcoiris. 4,5 de 5. Un gran brinco desde su debut.

8. The Harrowing Path Between Loathing and Love (2025) de The Anchon Rift. Increíble death progresivo técnico australiano de un solo hombre, Trent Henderson. 4,7 de 5. Cósmico, veloz e impresionantemente elaborado. 

9. Transmigration (1993) de Crematory. Una banda alemana de death doom gótico originario, con teclados, voz cavernario y mucha producción cruda. No es un disco extraordinario ni demasiado temprano, pero sí muestra unas bases de lo que luego desarrollarían bandas de black gótico o de death doom melódico. Quizás salió 5 años más tarde de lo que deberían pero es un buen documento de las raíces del género. 3,5.

10. To the Great Unbearing North (2025) de Axis Of Light. En una nota mucho más contemporánea, este dúo de Manchester de black metal atmosférico, predominantemente orientado a las guitarras, con shrieks fantasmales y en muy segundo plano, una batería más o menos planas, y diversos efectos de doomgaze, incluyendo un bajo densísimo pero presente. Me gustó mucho que saben jugar con las dinámicas de tener una buena producción musical e intencionadamente voces y baterías lo-fi, casi caseras, lo que les permite transformarse de obscuros black atmosféricos a estridentes y luminosos post-blackmetaleros pasando por la paletas de grises del death doom y el black más cavernoso. 3,9 de 5.

11. Forward (2025) de First Day Back: Un buen debut de esta banda californiana que decidió cultivar el Midwest Emo / Post-Hardcore: caótico, altamente sentimental, desesperado y con alguillo de sass y folk, e incluso de math rock, para alimentar una propuesta compleja que fue grabada caseramente, y se siente, pero de forma agradable. 3,9 de 5.

12. Defiance (2025) de Nightbearer. Tercer álbum de esta banda alemana de death melódico, metal moderno y algo de groove. Buenos riffs, baterista increíble, algunas influencias también de black melódico y un gutural malvado. Aunque no es demasiado destacable, el performance es óptimo. Quizás le falta definir si se alimentarán más de metal alternativo, de groove metal o de metalcore melódico. 3,9 de 5.

18 junio 2025

Lo nuevo de Stray from the path (metalcre/rap metal) y KALEO(garage rock/country islandés/texano), mathcore/metalcore de Atlanta (The Callous Daoboys), clásicos de David Bowie setentoso, black francés, regrabación de un clásico del post-hardcore gringo, djent/synthpop (Voyager), soundtrack surcoreano de videojuegos

1. Mixed Emotions (2025) de KALEO. Europeos obsesionados con el country y el rock and roll gringo desde los 50 nos trajeron hasta acá. En este caso estos islandeses se lanzan un muy disco de blues rock, garage rock y hard rock, aunque el sonido y la producción son bastante buenos, el género no conquista cuando es muy western pero sí cuando es más garage/indie. Mudados a Texas, se apropian de los sonidos del country rock. Interesantes, 3,8 de 5.

2. Celebrity Therapist (2022) de The Callous Daoboys: uno de esos discos/artistas que conoces antes que exploten, les dices a unos pocos y después nadie se acuerda, ni siquiera tú, que eran tan buenos antes de todos darnos cuentas. Obra maestra del mathcore avantgarde, con metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con violín, buen humor y cambios alocadísimos. Cuando los descubrí, que no era su debut, inmediatamente los relacioné con las bandas favoritas del metal avantgarde tipo The Tony Danza Tapdance Experience.

Es una deliciosa y caótica combinación de gritos desaforados, riffs complejos, momentos dramáticos que vienen del post-hardcore y el sasscore, con blast beats y sonidos potentísimos de armónicos y doble bombo, locuras matemáticas que cambian continuamente, arreglos de bajos imposibles y además, para hacerlo realmente avant-garde y único, entrando en territorio liderado por Fantomas y Mr. Bungle, arreglos sorpresivos que pueden ser pequeños momentos de drum n bass, de samples orquestales, de voces limpias pseudo-operísticas o power pop, formas raras de ópera rock de metalcore progresivo y muchos sintetizadores. Un discazo que puede ser como Dillinger Escape Plan con Between The Buried And Me, con algo de Faith No More para agregar momentos de rock alternativo, voces limpias y hasta influencias del grunge en sus explosivos cambios tensa calma a demencia aritmética o de guitarras limpias en arpegio a anárquicas formas de jazz-metal / mathcore.

4,8 de 5. De Atlanta para el mundo. 

3. Space Oddity / Moonage Daydream / Life on Mars / It Ain't Easy (Ep, 1972) de David Bowie. No lo conseguí en Deezer pero junté los temas porque me lo recomendó como sugerencia RYM, que lo calificó como Glam Rock / Pop Rock que tiene pop psicodélico, pop barroco, hard rock y art rock.

4. The Blackest Beautiful (Revisited, 2025) de letlive. Regrabación de clásico del post-hardcore / metal alternativo de 2013. Increíble que tenga tan baja calificación en RYM cuando leo que tiene críticas maravillosas. A mí me suena a mi versión preferida del post-hardcore, a partes iguales entre melodía y poder, con voces a lo Michael Jackson, algunos gritos y guitarras densas y expansivas no metaleras. 4,5 de 5.

Banda de Jason Butler (Fever333) y Cloudkicker (The Supervoid Choral Ensemble).

5. Omegaphilia (2017) de Merrimack: brutal black metal melódico francés, con velocidad, acidez y misterio. 4,3 de 5. Combina la ambivalencia de la disonancia, con la potencia frontal del black/death monstruoso, cavernario y al mismo tiempo, punzante, con influencias del hardcore, el death melódico y hasta sonidos atmosféricos y sinfónicos por medio de sintetizadores.

6. Clockworked (2025) de Stray From the Path: este disco se me hace refrescante aunque no sea musicalmente increíble, sí tiene los sonidos, humores, tonos y matices para hacerse sentirse sabroso y claro, noventero. Metalcore, rap metal (con vocales realmente geniales porque son gritadas como de hardcore), nu metal y mathcore (para unas guitarras bien atravesadas) dan una combinación de agresividad groovy y hardcore hip hop, con momentos violentos metalcoreros y guitarras djent. Esta es una banda que ha evolucionado desde el más puro hardcore de NY. 

Su cantante, Drew York ha aparecido en discos de Winds Of Plage y Architects mientras en este discon está invitado Florent Salfati de  Landmvrks.

7. Fearless in Love (2023) de Voyager: La maravillosa banda australiana que combina djent y metal progresivo con trance metal y synthpop, con un sonido que está lleno de complejos arreglos de bajo y batería, poderosas guitarras distorsionadas, arreglos electrónicos, increíbles armonías vocales y combinaciones maravillosas de música que puede sonar en Eurovisión y que haría cabecear a los más duros. Joya total. 4,8 de 5.  Concilia lo ochentero progresivo de Haken con las profundidades guitarrísticas de Periphery y las sensibilidades pop de Leprous. Aunque hay una diferencia, paradójica con su aproximación pop: tiene varios y buenos guturales.

8. Stellar Blade Original Soundtrack Plus (2025) de Shift Up: versión ampliada del disco de un "artista" de música de videojuegos de SurCorea que me sorprendió porque tiene música pop, djent, cyber metal progresivo y electrónica. Finísimo, 4,5 de 5.

9. Hollywood Forever (2025) de DeathByRomy. La cantante Romy Flores, presenta su segundo disco, distanciada del R&B alternativo/trap de su debut. Ahora, con una voz igualmente limpia y hábil, incursiona -porque Poppy y/o Lingua Ignota lo cambiaron todo-nen el rock industrial, el nu-metal y el trap metal, con bases electrónicas de electropop y metal industrial. Y tiene momentos muy buenos o al menos decentes, como en el tema La La Land. 3,7 de 5. Sin duda, un punto alto es Yung & Rich con Wargasm. 

17 junio 2025

Música litúrgica cristiana, el disco 2025 de The Cure y Turnstile, lo nuevo de Pulp (art rock/post-britpop), screamo de Ohio, garage punk progresivo, dream pop de San Francisco, djent francés, hip hop venezolano

1. I (2025) de DIM y Angel of the Veil: primera producción de este proyecto alterno del canadiense detrás de DIM, Josiah Wilkinson. Música litúrgica cristiana, coral y ambiental. Refrescante y hermoso, 4,7 de 5.

2. Songs Of A Lost Word (2024) de The Cure. Tercera escuchada de este nuevo disco. La primera vez dije: "Su regreso después de 16 años sin publicar discos. Un disco lleno de maestría y experiencia, basado en el rock alternativo noventero, bien psicodélico, grungero y fusión, pero sorprendentemente para mí, mucho más guitarrero, post-rock y orquestal que electrónico, gótico o post-punk. Me fascinó este disco, no lo esperaba tan bueno. La voz de Robert Smith está en plena forma, indiscutiblemente única y genial. Les doy un fácil 4,5 de 5". 

Según RYM es un disco de rock alternativo, rock gótico, dream pop, post-rock y ethereal wave, aunque creo que hay que meter por allí que tiene influencias del noise rock e incluso darkwave, sin restarle nada de calidad sino al contrario, revelando su increíble producción. Buenísimo.

3. More (2025) de Pulp: 24 años después han vuelto estos elegantes, glamorosos y alternativos británicos que en 1994 explotaron con el single Common People de su disco Different Class, uno de mis favoritos de los 90 aunque son una banda que nació a principios de los 80 entre el indie y el jangle pop. 

Ahora, hacen un disco igualmente sofisticado y distinto, de art rock, chamber pop, dance alternativo y por supuesto, post-britpop. Pero también hay temas más new wave, disco, synthwave y glam rock, así como muchas cuerdas y solos de guitarras, hay coros geniales y hay rock indie.

Jarvis Cocker, que ya tiene 62 años y que además de cantar y escribir las letras grabó dobro, guitarra, guitarra acústica y sintetizador,  está acompañado de Nick Banks en la batería, Candida Doyle en teclados, piano y sintetizador, Mark Webber en guitarra, Jason Buckle en guitarra eléctrica, Andrew McKinney en el bajo, Emma Smith en violín y arreglos de cuerda, Rich Jones en viola, arreglos de cuerda, director de orquesta y piano, y Animesh Raval en piano, mezcla e ingeniería. Un fácil 4,3 de 5. 

4. North American EP (2025) de The Dear Hunter. Claro que sí, se pone muy bueno el martes con esta combinación de art rock con pop y rock progresivo e indie. Es una banda legendaria, con muchísima producción, alrededor del rock progresivo pero abriéndose también a otros géneros como el pop barroco y el indie rock. 

5. Thrash Classic (2025) de Frankie and The Witch Fingers: veo que le puse 4,5 a su disco 2023 llamado Data Doom y estoy más que tentado a poner lo mismo, porque me encanta este estilo de punk sintético, post-punk y garage punk. RYM también dice que es art punk, dance punk, egg punk y zolo (new wave con rock progresivo), distinto al previo que era con psicodelia, funk y jazz rock. 4,5 de 5.

6. This Bitter Garden (2025) de For Your Health. Un buen disco de screamo desde Columbus, Ohio. Es violento, complejo, matemático, en muchos momentos con blast beats y siempre con gritos desesperantes, rozando el grindcore por sus formas ruidosas y estridentes (emoviolence) al convertir lo posiblemente melódico y alternativo en algo cerca de lo indescifrable, incluyendo algunos coros en voz limpia y semi-gritados, por medio de una distorsión altamente brillante y con ganancia, que los hace realmente skramz y atmosféricos. Es bastante bueno, 4,3 de 5. Están en Los Angeles, California. 

7. Never Enough (2025) de Turnstile. Una gloria de disco, de lo mejor de este año 2025. 4,7 de 5 fácil,

8. God In Drag (2025, EP) de You Wish: excelente puñado de canciones raras de dream pop con momentos noise. 4,4 de 5. Son de San Francisco, California. 

9. Dig Where You Stand (Ep, 2024) de Lone Survivors: Genial djent francés con el mismo cantante de Psykup y Uneven Structure. 4,7 de 5.

10. Serenata del Agua (Ep, 2025) de Un Tal Yupi: productor de hip hop venezolano involucrado con los discos Aristocracia de DJ 13, Tres Dueños, Rotwaila y Dru Flecha. Nacido como Yaherber Jose Palma Herrera de Ocumare del Tuy, Miranda. Bello disco de hip hip instrumental / jazz rap / chill. 4,3 de 5.

16 junio 2025

Marty Friedman, grindcore/thrash (King Parrot), death progresivo/deathcore (Fallujah), chipmunk soul/jazz rap, black melódico atmosférico francés, kautrock alemán (NEU!)

1. Setlist 2025 de Marty Friedman para enterarme que las entradas para el concierto de hoy 16 de junio en Bogotá están agotadas. Sumecha. 

2. A Young Person's Guide To (2025) de King Parrot. Grindcore / thrashcore. Baterías dementes, que es lo mejor del disco, guitarras sucias pero con un sonido muy pobre y un shriek raro, entre la voz de AC/DC y algo medio gritado de hardcore punk. Regularzón, 3 de 5. Son de Australia. 

3. Xenotaph (2025) de Fallujah: Esta banda estadounidense que podríamos describir como una banda de deathcore sinfónico que fue mutando al death técnico, sinfónico y progresivo, presenta un disco de estelares complejidades, jugando con las distintas caras de un poliedro compuesto por deathcore, death progresivo, metal sinfónico, djent, shred e incluso black melódico. El bajista aparece en el extraordinario Time Will Take Us All de Entheos mientras el baterista también en Synestia. 4,6 de 5.

4. Egotrip (2025) de John Michel & Anthony James. Con el hip hop pasan dos cosas en mi mente, o los considero demasiado genéricos (y gringos) como para identificarme o muy buenos musicalmente. Y hay grises en esa escala. En este caso, aunque la producción es bastante bueno y la música se destaca, no me impresiona. 3,3 de 5. Según RYM es Chipmunk Soul, Conscious Hip Hop y Jazz Rap (esto último lo que lo salva para mí) más Pop Rap, Hardcore Hip Hop y Neo-Soul.

5. Le fléau du rocher (2025) de Darkenhold. Y no es un tema de géneros musicales, porque este disco de black metal melódico y atmosférico francés me pareció similarmente genérico y algo aburrido, con sintetizadores y teclados obsoletos, un sonido vago y demasiado brumoso, más un concepto que no levanta emoción. 3,3 de 5. Es una especie de versión menor de Aorlhac y Vehemence. 

6. Egor (2025) de Belenos. Aunque un poco mejor que sus compatriotas y compartiendo la combinación de black atmosférico y melódico, aunque con temas más largos, un gran baterista y un mejor sonido, es apenas mejor y poco destacable. 3,6 de 5.

7. The Future in Whose Eyes? (2017) de Sikth. Dementes británicos que juegan con metal progresivo, metal alternativo, djent y metalcore melódico con un filón muy avant-garde, experimental y hasta electrónico. Reaparecieron en 2013 en el disco The Silver Line de ONI. 

8. Genesis (EP, enero de 2025), el proyecto de Jake Oni y Jared Dines alrededor de combinar metal alternativo y djent. 3,8 de 5.

9. Braiding the Stories (2025) de Gaahls Wyrd. Una muy oscura versión noruega de metal progresivo, alimentada de black, doom y dark folk, en que tenebrosas atmósferas que pululan entre el gótico y el sludge están bañadas de extremismo aunque su esencia es el post-metal y el post-rock. Similar a Dodheimsgard, nada está dicho, así que después de un corto tema de folk orquestal reaparece la furia del black melódico sinfónico, siempre revestido de varias capas de guitarras, voces y una miríada de arreglos que le dan profundidad, tan fantasmal como conceptual. Este es un disco especial, que debe beberse poco a poco.

Este sonido, en que el progresivo/extremo es presentado en largas canciones épicas, profundas, con sintetizadores y voces operísticas de fondo, guitarras aserradas atmosféricas y teclados fúnebres, se conforma con dejarle los teclados a Iver Sandøy (Enslaved). Muy buen disco, que hay que escuchar detenidamente.

10.NEU! (1972) de NEU! - Krautrock alemán originario, con ambiente, sonidos de campo, música experimental y electroacústica según RYM. Es el dúo conformado por Klaus Dinger en banjo japonés (taishōgoto), batería, guitarra, voz y producción, y Michael Rother en guitarra, contrabajo, bajo y producción. 

15 junio 2025

Hip hop femenino sudáfricano (Yugen Blakrok), AVKRVST (rock/metal progresivo noruego), Gruesome (death progresivo), hardcore punk / metal sinfónico danés, be-bop jazz italiano, Pet Sounds y Revolver

1. The Illusion of Being (2025) de Yugen Blakrok. Hip hop abstracto, que parece estar viviendo un gran momento. Según RYM también hay trip hop e illbient. Tercer disco de esta rapera de Johannesburgo, Sudáfrica. Su música es ambiental, misteriosa y esa hipnótica fusión de dub, trip hop, ambiente y rap.

2. Waving at the Sky (2025) de AVKVRST: después de su buen debut y unos singles increíbles, sale la segunda producción de estos noruegos progresivos, con una receta hecha de un bajo fangoso, guitarras increíblemente creativas y una atmósfera agresiva pero que vierte iguales partes de rock y metal progresivo, con muchísima influencia de los más grandes, por ejemplo las dobles armonías vocales a lo Leprous, los arreglos de tiempos completos que recuerdan a los 80, entre el thrash y el shoegaze, y la combinación de líneas vocales guturales de death metal entrelazadas con suaves voces limpias de rock alternativo sobre arpegios disonantes, sintetizadores y raros arreglos con la batería, que rememora a Opeth, Porcupine Tree y Haken.

Rosss Jennings de Haken es invitado en un tema.
3. Fathers Of The Free (2017) de Sons Of Death Valley: hardcore punk / rock and roll de Dinamarca. Una historia épica de un pistolero del sur de la frontera de EEUU pero en lugar de alt-country o desert rock es hardcore metálico, rock and roll, metal alternativo y rock alternativo, con sabor country gótico. Lo reseñé acá cuando salió. 4,3 de 5. La banda dejó de existir unos años más tarde.

4. Solo Be-Bop! (2025) de Pasquale Grasso. Con este italiano pasa algo raro, que suele tener discos muy mal valorados, pero es que toma estándares y canciones conocidas, que solo las toca en guitarra pero no les hace un homenaje suficiente, es repetitivo o incluso aburrido. Aunque este disco tiene un puñado de temas destacables, ojalá fuese también con otros instrumentos, especialmente piano. 3,5.

5. Sun Ra and His Arkestra (Ep, 2025 - original 1979). Experimental Big Band, Jazz Fusion, Free Jazz y Jazz Funk para gozar. 4,7 de 5.

6. Magic, Alive! (2025) de McKinley Dixon. Sabrosísimo disco de Jazz Rap con neo-soul, hip hop abstracto y acid jazz. Como el disco anterior, me agrada aunque no me mata, aunque acá se escucha mucho más claramente una banda (o la apariencia de esta, detrás). Los versos en inglés son los que menos me impactan como siempre. Tiene muchos elementos que me gustan en ambos géneros, pero no logro conectarme tanto, menos para considerarlo el mejor disco de 2025 como en RYM para el 15 de junio. Para mí, sin embargo, 4,3.

7. Pet Sounds (1966) de The Beach Boys: después de escuchar el compilado Epic de Queen y leer sobre la muerte de Brian Wilson, quise darle una escuchada a este disco que es un mega clásico de la música mundial occidental. En RYM aparece como el segundo mejor disco de 1966 y 134 de la historia, superado ese año por Revolver de The Beatles, que ocupa el puesto 16 de todos. 

Según RYM es un disco de Baroque Pop, lleno de orquestaciones, muchísimas técnicas de grabación y producción vanguardista, montones de instrumentaciones extrañas. Principal influencia de género somo como el Sunshine Pop, Psychedelic Pop, Progressive Pop, Brill Building y Art Pop.

Sin embargo, aparte de un par de temas clásicos, God Only Knows y Wouldn't It Be Nice, no es mi tipo de disco, sobre todo porque llevó a géneros con los que no siempre me llevo bien auditivamente.

8. Revolver (1966) de The Beatles: Esto es otra cosa. Con canciones que adoro como Eleanor Rigby, divertidas como Taxman, el clásico Yellow Submarine y el extra single que adoro, Paperback Writer y su par Rain. Inicio de la época psicodélica y más experimental de la banda, cuando poco después dejaron de tocar en vivo. Con estructuras de pop rock y power pop, agregan instrumentos hindúes, samples, loops con cintas de cassette y muchas otras formas que no habían sido presentadas en la música occidental ni la pop, siendo la gran referencia de la psicodelia pop y psicodelia rock, así como para el futuro del rock progresivo, abriendo el compás a las bandas de estudio y la experimentación rock. 4,8 de 5. 

9. Silent Echoes (2025) de Gruesome: tercer disco de una banda que desde nació se expresó como una banda en tributo al legado de Death, retratando todos sus elementos estéticos y compositivos. Y lo logran en grande con Paul Masvidal de músico invitado en un tema. Con el venezolano Gustavo Ríos (ex-Malevolent Creation, Create A Kill y un par de bandas de verssiones de Death) en la batería, Daniel González (guitarra líder en los regrabados Bestial Devastation y Morbid Visions de Cavalera Conspiracy y músico en Proscriptor McGovernor Apsu y Possesed). Death progresivo en grande. 4,3 de 5.


13 junio 2025

Lo nuevo de King Gizzard (pop rock progresivo y psicodélico) y Sigh (regrabando disco de 2007), country alternativo/emo de Florida, pop rock indie de Singapur, versiones alternas de Wiki Wiki de Los Amigos Invisibles, jazz pop / indie rock / soul progressivo (Willow), black sinfónico griego

1. Hunting Season (2025) de Home Is Where: fascinante banda de country alternativo con post-hardcore, midwest emo y screamo que combina las influencias del sonido estadounidense tradicional con gritos, disonancias, guitarras estridentes y hasta un poco de desvarío. 4 de 5. Gente loca porque son de Florida. Tienen unos invitados para las guitarras eléctricas de acero del country rock.

2. Evangelic Girl Is a Gun (2025) de Yeule: Quinto disco de Natasha Yelin Chang, 玉玲, artista de Singapur, que cambió el dream pop / shoegaze / noise pop de su anterior y genial Softscars por una versión más bien radial y sencilla de rock alternativo y pop indie rock electrónico, en que la cantautora juguetea con estos géneros con una aproximación bien estadounidense y básica, pero por suerte también le añade trip hop, dance alternativo, pop alternativo, indie rock y glitch pop. Mucho menos original que su disco anterior y con temas que pueden ser un éxito radial como Dudu o el tema que le da nombre al disco, pero que a mi me parecen demasiado estandarizados o inadecuados para su concepto artístico. Por suerte, también hay temas como Skull Crusher, que cierran el disco, con noise rock, industrial y post-metal en el sonido.

La música está muy bien producida (me hace recordar un poco a lo que hizo Magdalena Bay llevado a algo mucho más ligero), y agregar momentos de noise rock en las pistas es lo mejor pero con sonidos como de R&B/glitch pop como lo peor. 3,5 de 5. 

En el proyecto está involucrado Chris Greatti (Yves Yumor, Willow, Poppy)

3. Wiki Wiki EP (2025) de Los Amigos Invisibles: versiones con MARI y Jonaz, con Proyecto Uno y remixes. Sí, me gustó, 4 de 5.

4. Phantom Island (2025) de King Gizzard and The Lizard Wizard. En la muy abundante y siempre increíble discografía de estos australianos, ahora se fueron por una versión bastante calmada pero altamente artesanal de pop progresivo, pop rock y rock sinfónico, altamente setentoso. Acá se escuchan los puntos en común entre The Beach Boys, Deep Purple, Punk Floyd y Queen, en las guitarras de hard rock, los arreglos glam, el pop barroco, la psicodelia e incluso el soul, que añade la sobriedad sensual y la lentitud divina, que lo junta en un solo cuerpo con veinte almas de colores distintos. Lejos de sus estridencias, exageraciones y explosividades, este es un disco para escuchar con detalle, escuchando los ruiditos, disfrutando de las lentas transiciones y de los arreglos pequeñitos. 4,2 de 5.

5. Empathogen (Mayo, 2024) de WILLOW. Este disco me fascina de verdad. En mi ignorancia escucho jazz pero críticos más conocedores en RYM dicen que es Art Pop e Indie Rock, pero ella hace muchos scats de jazz realmente asombrosos con dos temas dedicados exclusivamente a esta técnica vocal.

Lo mejor es que la música es increíble, sí, acá más claramente hay jazz, rock indie, math pop, pop progresivo y soul progresivo. Es una hermosura de disco, con música extraordinaria, una producción maravillosa y una voz realmente muy cultivada. Es una delicia completa el álbum que de pasapalo tiene a Jon Baptiste y St. Vincent de cantantes invitados. 4,8 de 5.

6.  I Saw the World's End - Hangman's Hymn MMXXV (2025) de Sigh: La máxima expresión del black metal avantgarde, progresivo, sinfónico, demencial, furioso y folk regrabó el Hangman's Hymn - Musikalische Exequien de 2007 con un resultado impresionante. Un opus extremo, ampliamente orquestado y arreglado, con sonando poderoso y furioso con todas las sorpresas a las que nos tienen acostumbrados, con trombones, trompetas y saxofones e instrumentos japoneses antiguos, vocales fantasmales, entre shrieks y un grito hardcore, referencias a Iron Maiden y Mercyful Fate, y muchísimo black avantgarde. 4,8 de 5.

7. Νekyia - The Necromantic Patterns (2025) de Acherontas. En una onda similar pero más tradicional, este formidable disco de black sinfónico griego, que tomando a los grandes del género de los 90 y más contemporáneos, presenta su propia fusión y bestial aproximación. Ráfagas de azufre, toques de vampirismo, sonido noruego, fusión con death melódico, velocidad perversa, suciedad atmosférica y orquestaciones fantasmales. No es originalísimo pero sí brutal. 4,3 de 5.

12 junio 2025

Lo nuevo de Stereolab (indie pop rock psicodélico), death/doom, screamo con trap desde Japón y post-black /neocrust finés, thrascore de Detroit, nuevo compilado de Queen, black progresivo elegante de Michigan

1. Fear Those Who Fear Him (2017) de Vallenfyre: tercer y último album de esta banda de death/doom sucio, mid-tempo y estridente, gracias a las guitarras sucias de crust punk, compuesta por el baterista finlandés Waltteri Väyrynen (ex-Paradise Lost y ahora en Opeth), el guitarrista británico Hamish Hamilton Glencross (ex-My Dyng Bride y ahora en Godthrymm) y el británico Gregory John Mackintosh (principal guitarrista y compositor de Paradise Lost), quien acá hace los guturales. 4,3 de 5.

2. A Lack of Immersion (Ep, 2025) de How To Take Care For Flowers. Desde Fukuoka, Japón, una banda extraña de emo / post-hardcore con guturales, música skramz y suaves voces de emo-pop/poppunk, sobre una base de pistas electrónicas y trap. 3,2 de 5. Experimento curioso que tiene sus altibajos. Aunque es un experimiento curioso, y la parte pesada está bien ejecutada, es totalmente derivativa. La obra solitaria del músico Ryan Kelly. 

3. Månen ska lysa din väg (2025) de Svarta Havet: post-black finlandés muy ruidoso, aunque el disco inicia en lo que parece un mayor interés en el screamo que al shoegaze, con pianos y un shriek distorsionado, el disco se va desenvolviendo hacia unas formas melódicas que combinan guitarras en capas con distintas distorsiones, la armonía dentro de lo corrosivo y una visión de ópera perversa sobre un belleza oscura de guitarras cuidadas más una batería punketa pero muy bien producida. Según RYM es Neocrust por combinar estos elementos con sludge. La banda está liderada por Jara, una persona no binaria que promueve conciertos y toca en muchas bandas de metal y noise. Muy bueno, 4,3 de 5.

4. LP 2025 de Bad Beat. Los de Detroit la ponen fácil. Su debut se llamó LP 2024. Thashcore y hardcore punk. Esto es corto, directo y punketo. 3,6 de 5. Me gustó Bad Beatdown más cercano al beatdown hardcore o Jazz Beat (porque estos tipos son literales, es jazz). 

5. Reclamation I y II de Amiensus (abril y agosto 2024): disco doble de black progresivo de la banda de Minnesota, con influencias del power metal, del black sinfónico y del death progresivo, aunque hay extractos en que se identifica post-metal y folk metal, que va desde las voces limpias y las voces de canto de garganta hasta los guturales de mucho ataque, el uso de guitarras acústicas, riffs de trémolo con sintetizadores, la batería punzante y opresiva y algunos momentos de aplastante sonido de black atmosférico.

Con la segunda parte ligeramente mejor, es una épica de arreglos originales, complejos y melódicos que oscilan entre el black progresivo y el metal progresivo, mediante orquestaciones o disonancias, interludios o explosiones con shrieks, folk metal en homenaje a los grandes o hermosos momentos vocales en que los instrumentos caen rendidos en sumisión al sonido humano ante un mundo lleno de dioses impávidos.

Momento de gloria es The Distance con Lars Nedland. 4,5 para la primera parte y 4,8 para la segunda.

6. Epic (2025, compilado) de Queen: Un repaso de los temas más hard rock, iniciales y bases de los más grandes. Ahora quiero escuchar más de lo más viejo. 

7. An Ode To The Mountains (2025) de Aeon Winds. Magnífico black melódico, que siendo mercurial y oscuro, es elaboradísimo y elegante, blandiendo espadas sinfónicas, ambientales y hasta operísticas, para darle un matiz de belleza compositiva y grandiosidad a este álbum dedicado a la naturaleza. Definitivamente, 4,6 de 5. Invitados vocales de lujos, como Aphazel de Ancient y Vicotnik de Dodheimsgard, más que necesario después que el australiano Dis Pater dejó la banda para concentrarse en Midnight Odyssey.

8. Instant Holograms on Metal Film (2025) de Stereolab. Bellísimo disco que RYM define ampliamente como neo-psicodelia, pop indie y ambiental e indie rock principalmente. 

Neo-Psychedelia, Indie Pop, Ambient Pop, Indie Rock
Indietronica, Krautrock, Post-Rock, Lounge, Psychedelic Pop, Space Age Pop, Chamber Pop

11 junio 2025

Lo nuevo de The Haunted (death melódico/groove sueco), EDM/industrial (Dawn Of Ashes), hard rock / thrash danés (Volbeat), metalcore melódico japonés, black viking alemán, black experimental sueco (con saxofón y soprano), blackgaze australiano, abstract hip hop increíble (Aesop Rock), midwest emo-pop

0. SE ME BORRÓ LA LISTA DE DEEZER!!!!

1. Songs Of Last Resort (2025) de The Haunted. Melodeath / thrash / groove pero durísimo, menos metal alterantivo y mucho más sonido sueco. Geniales, 4,2 de 5. Sin ser especial fan, me gustó esta combinación de dureza, melodía y sonido perverso en forma moderna, casi metalcore y sin ser demasiado derivativo. Ola Englund lo logra en grande con esos riffs. 

2. Infecting the Scars (2025) de Dawn Of Ashes: aunque me han gustado discos que combinan música electrónica oscura y dance con metal industrial y black metal, y aunque este disco no suena mal, los temas suenan demasiado largos y poco diferenciados. O no es su día. 2,5 de 5. Son de Los Angeles. 

3. Good Of Angel Truste (2025) de Volbeat: Si hay una banda que confunde, encanta y preocupa, son estos daneses. Tocan una combinación de heavy metal, hard rock, rock alternativo, groove, thrash y sí, rockabilly, con una voz entre operística, gótica y rockera que a veces me recuerda a Queens Of The Stone Age, aunque menor stoner y más rock clásico. No sé bien si es todo una sátira, algo más bien de humor negro o simplemente europeos raros que quisieran ser texanos. 

El resultado es mixto. Desde canciones que suenan a Lady Gaga con metal hasta momentos de grandes power ballads y otras de rock/metal alternativo regulares e incluso momentillos de metal extremo, porque bueno, son escandinavos, y también tienen esa obsesión combinada tipo Turbonegro. 3,7 de 5. 

4. Ubiquitous (2025) de View From the Soyuz: debut de esta banda de metalcore melódico de Tokio, Japón, aunque más melodeath que hardcore o metal alternativo, con muchas disonancias, mathcore y hardcore del más pesado. Guturales buenísimos, guitarras enrevesadas y enfoque en lo extremo cierran el disco con un genial intro de power metal neoclásico, para después evolucionar al black/death melódico más bestial. 4,1 de 5. Tienen tres EPs y múltiples singles desde 2021.  Realmente creativos y potentes.

5. Saviours (Deluxe - Enero 2025 - Junio 2025) de Green Day. Sin ser de los mejores discos, me opongo a que se ponga entre los peores. Tiene lo que queremos del trío, con buenas melodías vocales, mezcla de rebeldía y sensibilidad punk, una mirada pop y arreglos instrumentales mejores que el promedio del género pop punk. Yo le doy 3,7 de 5.

6. Götterdämmerung (EP, 2017) de Varg: cuatro temas de esta buenísima banda alemana de death/black melódico influenciado por el viking y el folk metal, tanto en estética como conceptual y musicalmente. Bueno. 4,3 de 5.

7. Hatred Rising (2017) de Skulldrain: debut y despedida de esta banda sueca de death/thrash bastante groove y al mismo tiempo, extrema. Combina riffs pesados, entre groove, death/thrash y thrash viejo y batería thrashosa, con un shriek que parece entre el hardcore y el thrash pero que además se antoja satírica y divertida. Súper europeo, porque además tiene momentos de mucha influencia del melodeath. 4,6 de 5. Lástima que no fueron más. 

8. Kriegsgötter MMXXV (2025) de Mystic Circle: un compilado más o menos regular, de versiones y reediciones de la banda alemana de black metal sinfónico. Las versiones de Iron Maiden, Possesed y Bathory bien, la de The Lost Boys muy mala. 3,5 porque hay muchos altibajos.

9. A Poison to the Firmament (2025, EP) de Heljarmadr: me estaba perdiendo de esta nueva banda con Sarah Jezabel Deva. Black / death metal melódico, sinfónico y experimental que empezó como un proyecto del cantante de Dark Heljarmadr.

La banda es realmente internacional, porque aunque el bajista y el cantante son los de Dark Funeral y Berseker Legion, y el baterista es también sueco, el cellista es el estadounidense Kakophonix y el tecladista/saxofonista es el brasieño Bruno Sá de Operation: Mindcrime. Cada tema es distinto, el segundo fue más bestial y duro, pero con soprano y arreglos melódicos.

10. The Stillness of Dissolution (2025) de Austere: dúo australiano de black metal depresivo, atmosférico y post-metaloso. Es Tim Yatras (invitado de Harakiri For The Sky y Heretoir) y Mitchell Keepin. Tiene blackgaze e incluso algo de black n roll y psicodelia, aunque es un poco genérico. Antes le he puesto 3,5 a sus discos. El tema final es el mejor, con shrieks profundos y una composición épica.

11. Black Hole Superette (2025) de Aesop Rock: otro buen disco de este hip hop abstracto, experimental, boom bap e illbient que me agrada. Creo que es de lo mejor que he escuchado en estos géneros alternativos pero lo lleva a algo mucho más increíble. Los temas son largos, con vientos y bajo grabados por músicos, lo que lo hace sonar más funk, potente y soul, con más profundidad. De verdad supera lo hecho por otros similares. 4,3 de 5. Nacido en Nueva York y residenciado en Portland, Oregon, está en uno de los también mejores discos de este año: Dead Channel Sky • clipping. El disco es largo, 68 minutos en 18 temas. 

12. Lonely People With Power (2025) de Deafheaven, me suena a reinvención. Después de innovar con un post-black metal "geek" o "hipster", aprenden de los distintos maestros que han recorrido este género y se alejan del dream pop / metal alternativo que tocaron en los discos anteriores, para presentar un disco que es furioso, veloz y gélido, con riffs disonantes y shrieks imposibles, rescatando el estilo que los llevó a la gloria en Sunbather aunque ahora más cerca de Portrayal Of Guilt que de My Bloody Valentine. Sin embargo, hay un trasfondo con una riqueza de arreglos más propios de black sinfónico. 

Lo escucho por segunda vez y me enamoro aún más. Las baterías de rock alternativo, las voces limpias oníricas y la combinación con el post-rock más calmado con el blackgaze más perverso es realmente una virtud y un acierto absoluto. Además, el bajista se despega de lo obvio para hacer arreglos profundos, complejos, que añaden un valor inusual y que acá se transforma en una subrutina, una narrativa alterna y que cabe perfecto con los ritmos de drum n bass que agregan a distintas canciones. 

Se agradece que vuelvan los momentos de baterías potentes que acompañan a las dobles armonías y capas de guitarras brillantes, post-metaleras y que caen tan bien con el screamo. 4,7 de 5. Un dato increíble es que el vocalista de Interpol está invitado en el tema final mientras que el ex-bajista de Beck agregó teclados adicionales. 

13. Downpour (2025) de Charmer. Ruidoso y melódico, con altísima ganancia en las guitarras, voces pop y riffs que con otra distorsión y más lentos serían quizás post-metal, es algo que podría llamarse midwest emo-pop. Los músicos son increíbles. 4,1 de 5. Me conquistaron, suenan luminosos y al mismo tiempo, disonantes, sin dejar de ser tangencialmente pop punk y alternativos.

10 junio 2025

Lo nuevo de Systema Solar (cumbia digital), Ladrones (tumbado metal), Garbage (ahora electrónica), death progresivo vintage de Chequia, pop reggae, horrorcore de LA, doom pop metal finlandés

1. Human Sewer (2025) de Demiurg: death progresivo de Chequia, con el sonido originario de bandas como Death, Carcass y Pestilence, con una batería compleja pero rudimentaria en la grabación, una voz que parece acercarse a Martin Van Drunen en Asphyx y muchos arreglos de bajo técnico y solos increíbles. 4,3 de 5. No es más porque hay menos originalidad y mucha emulación. Es su cuarto disco después de 10 años de silencio aunque desde 2009 han tocado en vivo como una banda de versiones de Death.

2. Return To Roots (EP, 2025) de Tash Sultana. Se reinvindican totalmente con este puñado de canciones de reggae pop psicodélico, menos soul, R&B y alt-pop y más originario. Son de Australia. Es el trabajo solitario de Taj Hendrix "Tash" Sultana, quien se describe como una "banda de una persona" y como de género fluido.
3. Futuro Primitivo (2025) de Systema Solar: divertido, sabroso, increíble fusión de música colombiana orgánica y electrónica que está bautizado como Digital Cumbia, que se alimenta de canatos de dancehall, dub, reggae, dubstep, hyphy, psicodelia, samples de house y mucho folclor. 4,5 de 5. Es un disco en homenaje al rap costeño colombiano, según ellos mismos.

4. Postcards From Hell (2025) de Mickey Avalon & Rove.  Avalon (Yeshe Perl de nacimiento) es un rapero de Los Angeles y Rove viene de Canadá. Creo que acá RYM se quedó muy lejos de una buena clasificación. No sé si es Horrorcore o Hardcore Hip Hop porque aunque se escuchan algunos beats de crunk y trap, mientras otros tiene guitarras o samples de música más bien calmada. 

A veces me suena a una combinación entre The Streets y Snoop Dogg. Mickey habla de consumo de cocaína y crack, sexo y prostitución, siempre está sin camisa y usa mucho delineador, lo que es marcadamente diferente en su género. Yo le doy un 4,2 de 5. Me gustó muchísimo.

5. Shining (Oct, 2024) de Swallow The Sun: me pareció malísimo, salvo un par de canciones, la primera vez, en que le di 2,5 pero una segunda oída me entusiasma y alegra, porque esta banda siempre me ha agradado aunque no me mate. Y aunque no llegue a la calidad de los discos anteriores, no es tan terrible como la primera vez, aunque claro que tampoco es majestuoso. La voz lírica limpia tiene sus altibajos mientras que la gutural es increíble. El tema final, de más de 8 minutos, es definitivamente pop doom metal. 3,3 de 5. 

6. Mexican Pesado (2025) de Ladrones. Si me gustó su primer disco, combinando hip hop y tumbados corridos con nü-metal y djent, este disco es muchísimo mejor. Tiene más guitarras pesadas, con muchísimos riffs duros y más complejos, un par de guturales y un bajo slapeado demasiado bien hecho. Además, la música folclórica está en forma de elaboradas guitarras acústicas muy bien interpretadas. 

Tiene el mega éxito Así cambió la cosa, y el tema Así Nomás es casi grindcore, con blast beats y riffs metaleros brutales, así como otro parte de grunts, dentro de la voz rapeada y cantada. Macario es un genio y los MCs hacen un gran trabajo. 4,6 de 5.

7. Trainspotting (2025) de Rome Streetz & Conductor Williams. No soy experto, ni cerca, pero otro disco de hip hop que me sorprende. El rapero británico (residenciado en Nueva York) y el productor de Kansas City se lanzan un discazo de Drumless y Hardcore Hip Hop (como Fly Anakin), Gangsta Rap y Abstract Hip Hop realmente bueno. 3,9 de 5.

8. Let All That We Imagine Be the Light (2025) de Garbage. Shirley Manson y compañía se adentran en la música electrónica con resultados regulares. Hay temas que parecen relleno sin nada más, pero también hay algunos que aunque no se escuchan casi guitarras y la mayoría son baterías electrónicas, se destacan como Sisyphus, There´s No Future in Optimism, Radical y Love To Give, que no son extraordinarias, pero son las que mejor permiten escuchar a la banda detrás y la combinación entre lo digital y lo analógico, o es puramente electrónica pero tiene buenos sampleos y estructura. Además, ella canta bastante bien en casi todos los temas. 3,4 de 5. Hay synthpop, post-punk, rock alternativo y dance alternativo. 


09 junio 2025

Lo nuevo de Sparks (art pop de LA), Better Lovers (metalcore / mathcore), Fit For An Autopsy (deathcore), deathgrind progresivo técnico, black sinfónico eslovaco y dungeon synth español, flamenco andaluz, hip hop/post-punk británico, doom progresivo húngaro, metalcore/nu-metal (Cane Hill), death progresivo brasileño, reggae pop de Florida

1. MAD! (2025) de Sparks. No sabía como describir esta banda, pero RYM me echa la mano: Art Pop como género principal, y Synthpop, Art Rock, Electroclash, Chamber Pop y New Wave como secundarios. Lo que yo escucho son sofisticadas canciones de pop con muchos arreglos o sampleos orquestales, influencias electrónicas y de los ochentas, con muchas voces corales y pulidas. Un poco de The Beatles y de Duran Duran. Es bastante elegante y pulido, no precisamente ligero de oír o comercial, pero no es tampoco lo mío. 3,1 de 5. Dúo principalmente forjado por los hermanos Ron y Russell Mael.

2. Highly Irresponsible (Oct, 2024) de Better Lovers. Debut del supergrupo de mathcore / metalcore / hardcore, conformada por el cantante Greg Puciato (ex-Dillinger Escape Plan), guitarrista y multi-productor Will Putney (Fit for an Autopsy), and tres ex-miembros de Every Time I Die: guitarrista Jordan Buckley, baterista Clayton “Goose” Holyoak y bajista Stephen Micciche.

Pesado, gracias a una combinación de potentes guitarras metaleras, llenas de riffs enrevesados y cuasi-progresivos, armonías entrecortadas, raros cambios de tiempo y distorsiones purificadas por la ingeniería de sonido, junto a voces gritadas, de inspiración punk, crossover y thrash pero que por ser tan agrias y chillonas, son casi shrieks de black metal. Lo mejor que le he escuchado a Puciato frente a los micrófonos (incluyendo sus melódicas líneas vocales). 

Así que es un discazo lleno de maldad, noise y caos, pero que gracias a su producción brillante y composición diversa que por momentos recuerdan a todas las bandas de los integrantes, contienen la avalancha de disonancia y caótica estructura para que escuches clarito toda la demencia expresada. Lo volví a escuchar y ratifico su 4,7.

3. The Nothing That Is (Oct, 2024) de Fit For An Autopsy.  la banda de Nueva Jersey de Will Putney, hiper fecundo productor e ingeniero de sonido llega a su séptimo disco, que inicia potente, con instrumentos a máxima ganancia, combinando épicas voces limpias de post-hardcore con gritos deathcoreros, mientras las guitarras explotan desde el principio con riffs pesados, groovies y oscuros, pasando del industrial al death melódico escandinavo e incluso transitando breakdowns envenenados con metal extremo, con algunos extractos de ambient a la Gojira que le dan riqueza.

La voz es definitivamente más death que core, con enfoques diversos, profundos y percusivos, aunque hay mucha versatilidad, apelando a shrieks de deathcore también hay growls procesados, aunque la mayoría son variaciones de un grito que es casi growl pero entendible, con varias voces limpias, semi-limpias y gritadas. Sin quitarle méritos a la banda, su propuesta implacable y lo combativo de su currículo, el género no es mi "cup of tea".

Me gustaron Savior Of None (por su pedazo tan At The Gates), Lower Purpose y Lust For The Severed Head por sus riffs progresivos y math, así como sus momentos cuasi-doom y proto-death, mientras seguían dándole un tumbao de groove medio Pantera/Sepultura, con lo que le añadieron otra dimensión, algo vintage, mientras el cantante siguió con su tormenta de fuego y azufre imparable.

Lo mejor del disco es la creación de un estilo integrador, casi artesanal, en que han creado un tejido basado en death metal melódico, más a lo Carcass pero con un guiño a los suecos, además de puntadas de grindcore, hardcore y mathcore. Esto acompañado de una cuidadosa producción vocal, incluyendo varios coros limpios dreamy, un growl que puede irse a profundidades del deathcore o el brutal death, volver para ser un growl contemporáneo y subir a ráfagas de shrieks.

Junto a guitarras magníficas, que se concentran en capas, convive el ambiente electro-sinfónico que acompaña al deathcore, sutil y sublime. Y aunque el dinamismo y contraste permite escuchar las dinámicas que entretejen los instrumentos, incluyendo el bajo y quizás aunque un poco baja y procesada la batería, arroja una claridad tipo wall-of-sound que sobrevive al mero fin del extremismo, sin que haya demasiado espacio para respirar. Y sí hay algo aún mejor, los breakdowns no son obvios, repetitivos ni formulaicos, si es que acaso existen al no ser así.

Es un disco casi perfectamente producido y grabado. Una aplanadora muy contemporánea, en la que sin embargo, no pueden de dejar de escucharse tantas referencias embebidas como hilo invisibles. Además, que le pongo cada vez más alta puntuación cuando lo escucho. En esta tercera, ratifico el 4,3 anterior.

4. Reign Supreme (2012) de Dying Fetus: los de de Baltimore, Maryland se lanzaron con este un monstruoso disco, veloz, progresivo, técnico y súper bestial. 4,7 de 5. Un sonido de brutal death ayudan a que los arreglos complejos suenen impresionantemente taladrantes.

5. Pact of Blood (2025, Split) de ELFFOR de País Vasco, España y Aeon Winds de Eslovaquia. Muy disímiles ambas bandas. La primera es más ambient, dungeon synth y black atmosférico bastante cavernoso y lo-fi, casi totalmente dominado por sintetizadores. La segunda es un furioso, brutal y elaborado black metal sinfónico. 4,5 para los eslovacos, 2,5 para los españoles.

6. Manifiesto (2025) de María Terremoto. Discazo de flamenco de la joven cantante andaluza nacida María Fernández Benítez en Jérez de la Frontera, Andalucía, España. Lo mejor de todo es que llegué a ella porque hizo una colaboración con Faenna, que hizo un featuring en el disco de Kas Rules. 4,7 de 5.

7. Like a Ribbon (2025) de John Glacier. Un disco raro, en el mejor sentido posible. Sobre todo porque a pesar del nombre se escucha es una voz femenina todo el tiempo. Es hip hop experimental, cloud rap, trap, post-punk y neo-psicodelia, según RYM, pero lo que se escucha es una forma oscura de hip hop, con guitarras, un sonido entre casero y callejero, bastante alternativo. Una maravilla, 4,3. La llaman "la Tricky femenina".

8. Narcissus (2025, EP) de Odion: Debut de esta magnífica y elegante banda de doom progresivo de Hungría. Voz limpia entre gótica y casi operística, entre Evergrey y Katatonia, melódica pero apesadumbrada. La instrumentación es magnífica, entre sinfónica, pesada y sombría pero con muchísimo tecnicismo y estimulante creatividad, con diversidad de sonidos y formas. 

Un buen doom sin encasillarse ni limitarse, al contrario, probando sonidos mayores, luminosos y formas alternativas de jugar con los tropos de cuerdas solitarias (gracias a tener una cellista como integrante fija), bajos del submundo e interludios misteriosos en que los instrumentos cavan una profunda tumba del que sale un cavernoso gutural. Gran final para este disco. 4,6 de 5.

9. Från melankoli till meningslöshet (2025) de Dispyt: crust / black / d-beat de Finlandia, lo que lo hace inmejorable. Con la voz chirriante y fry que han cultivado en este país, más guitarras gélidas y batería hardcore. Me consquitaron de inmediato. 4,3 de 5. Es un power trío conformado por Owe Inborr (voz y guitarra de Ondfødt - black metal), Mathias Lillmåns (vocalista de ...And Oceans) y Juuso Englund (ex-guitarrista de Ondfødt) con el baterista de Ondfødt, Tommi Tuhkala, de invitado. Es mi tipo de disco, 4,3 de 5.

10. A Piece of Me I Never Let You Find (Nov, 2024) de Cane Hill, tercer disco de esta banda de metalcore / nu-metal de Nueva Orleans. El tema The Midnight Sun, que además fue single, me encanta con su breakdown con un riff hiper-pesado en contratiempo mientras suena el coro. Fade (y su versión Into You) están también en lo mejor de la producción. 

La voz, entre melódica y alternativa, así como gritos hardcore y nü-metaleros son el hilo que une los componentes musicales. La publicación de 3 EPs antes me agradó, porque siempre dejaba con ganas de más, lo que se recompensa con este disco.

Las características destacadas del disco se concentran en los muchos, y en ocasiones cortísimos, breakdowns basados en hiper potentes golpes de guitarra, con armónicos y en forma de wall-of-sound, que incluso a veces son usados como samples, que entran y salen repentinamente para cambiar todo alrededor, y por otro lado está la riqueza de efectos, ruidos y pistas electrónicas. Esto produce un efecto devastador, porque estamos a merced de una banda de metal que piensa como productores electrónicos, disparando y recolectando ráfagas para producir emociones y sensaciones. Le puse 4,1 la primera vez. Le pondría 4,6 de 5 ahora.

11. Psychonaut (2014) de Siriun. Gracias a un viejo tema de 2014 que tenía favoriteado en Deezer, llegué a esta maravilla brasileña de groove, death progresivo y death técnico, que por las baterías tan increíblemente rápidas, potentes y minuciosas me recuerda igualmente a Gorod y Gojira, de donde claramente hay influencias en la forma de combinar y producir las guitarras, las voces y las armonías. 

Sin embargo, los brasileros se diferenciar en agregar, en medio de gritos y algunos riffs cercanos a Pantera, guitarras más enrevesadas y superpuestas, junto a un sonido más cercano al death progresivo originario. Disonante, potente, alternativo y feroz, tremenda combinación. 4,7 de 5.

12. Are you smiling yet? (2025) de Artikal Sound System. Una alegre e interesante combinación de pop reggae y pop rock desde Florida. Tiene momentos psicodélicos muy lindos, una voz femenina realmente dulce y buenas guitarras y pianos que nos elevan espiritualmente. Es algo dance pero también es muy rockanrollera. 3,8 de 5. Uno de los temas finales, con guitarras pesadas y melodías vocales, es una joya absoluta.

08 junio 2025

Lo de nuevo de Vildhjarta (thall), Midnight (black/punk/speed), Year Of No Light (post-rock), power sinfónico italiano, hardcore/metalcore/heavy de NY, grindcore nepalí, raro death progresivo californiano, sludge/drone, indie pop inglés, black sinfónico neerlandés, Memphis rap / phonk

 1. + Där skogen sjunger under evighetens granar + (2025) de Vildhjarta. Los suecos creadores del género thall presentan su tercer disco. Y aunque los singles, especialmente Sargasso, me impresionaron, en conjunto no tanto. Sí, son los pioneros pero el disco, aunque fiel a su combinación de guitarras progresivas, muteadas y con tiempos imposibles, con tantos sonidos atmosféricos y una calidad técnica inigualable, me pareció repetitivo y un poco obsoleto, después de tantos años de desarrollo del djent, del metal progresivo contemporáneo y e incluso del deathcore downtempo. 3,9 de 5.

2. Steel, Rust and Disgust (2025) de Midnight: Este tipo me cae bien, aunque su producción es irregular, tiene la cultura metalera, humor negro y avidez de provocación ideal, además, el género siempre me produce alegrías y ganas de cabecear. 

Ahora, este disco de versiones, que también es una especie de homenaje a bandas que se basan en películas gore o sentaron las bases para el punk, el black o el propio metal, tiene una tónica un poco burlona, con mucha filosofía de DIY, pero enfocado en su mezcla de speed, black n roll y thrash. Cleveland Metal y otro homónimo al disco son los temas originales para completar el disco. 3,9 de 5.

3.  Beyond (2025) de Moonlight Haze. Cuarta entrega de los italianos, un poco más pop y flojita que otros discos. Siguen siendo muy buenos en crear dramáticas canciones, llenas de emoción y orquestaciones, también combinando power, heavy metal y sinfónico, pero en este caso mucho más radial y menos metalero en un sentido demasiado comercial. Creo que básicamente el problema es que a pesar de la buena voz de la vocalista principal, Chiara Tricarico, aunque a veces suena muy parecida a Gwen Stefani, lo que puede ser tan original como funciona, también el disco es inconsistente. Entonces en temas como Time To Go, hay más heavy metal e incluso guturales, pero en otros se excede lo gótico/pop. 3 de 5.

4. In Oblivion (2025) de Age of Apocalypse: rara forma de metal alternativo y metalcore, que también suena como hardcore punk gótico gracias a la aún más extraña combinación de guturales con una reverberada voz limpia y gótica, cercana al epic doom pero también a veces gritada al estilo del hardcore punk, lo que los aparta de la manada. Los de Nueva York crean un estilo muy propio con este lanzamiento.

Muchos temas también tienen esa ambivalencia de ser hardcore melódico con voces misteriosas y de repente, metalcore agresivo, incluso con momentos de death / deathcore con armónicos, riffs disonantes y batería de hardcore. Uno de los invitados es el cantante Colin Young, de la banda de doom / metalcore / metal alternativo Twitching Tongues. Muy interesante. 3,9 de 5, pero hay temazos mucho más altos.

5. Jhyappa [Luz, 2025) de Chepang: grindcore/metalcore nepalí, residenciado en NY, realmente bueno. Aunque su disco anterior, Swatta no me mató, en Sputnikmusic lo alabaron, especialmente por su cantidad de invitados. A mí me pareció normalete. Mejor me parece este disco, un buen 3,8 de 5.

6. Les maîtres fous (2025) de Year of No Light: post-rock / drone francés, que ha tenido muy buenos momentos antes, pero este disco de una sola canción de poco más de 29 minutos es más bien inocua aunque no así aburrida. Se pasa bien pero no dice casi nada. 2,5 de 5.

7. Medical Journal Volume 1: Intake (2025) de Mortal Filth. Se autodenominan death progresivo, y aunque se escuchan algunas rarezas y virajes en lo que podría calificarse usualmente como una fusión de death y deathcore, es más bien un monstruo de metal alternativo que bebe del metal avant-garde debido a fusiones con otros géneros, cambios de distorsión y sí, arreglos de jazz metal y metal progresivo, pero también de funk metal, metalcore y groove, así como sonidos que vienen del thrash técnico. 

La banda, de California, tiene de guitarrista a Valira Pietrangelo, quien se identifica como una demonia, gracias a las muchas e imponentes modificaciones corporales a las que se ha sometido, incluyendo grandes cuernos. Las guitarras suenan como una combinación entre metalcore, groove y mathcore, lo que permite una dinámica entre sonidos densos y diversos cambios de riffs afilados, mientras la voz es otra forma bizarra de shriek perverso y una voz gritada más propia del metalcore o del groove/metal alternativo, aunque ninguna de estas calificaciones es precisa o rígida porque entre otras rarezas, el disco está compuesto por canciones de entre 2 a 3 minutos, muy raras para lo progresivo.

Tienen de invitado al bajista de Fleshbore, una increíble banda de Indiana, que hace también raras combinaciones con progresivo, metal extremo y mucho más. En este caso, 4,3 de 5. 

8. 360 Humanzee (2025) de INFOPOLICE. A veces suena a Beastie Boys, combinando hip hop, rock punk y música electrónica rara. Es un dúo de Montreal, Canadá. En su Bandcamp se etiquetan como experimentales, punk, emo rap e industrial. Los conocí por el tema Limp Biskit del nuevo disco de dianacrawls. Muchos beats suenan a techno y hip house. 2,5 de 5 aunque hay temas realmente divertidos como Swerve. Me recordó a Joey Valence & Brae pero mucho menos más inteligente y más bien un poco más duros y hardcore.

9. Passages (Ep, 2025) de Sunrot: bestial EP de sludge atmosférico / drone de New Jersey, que es corrosivo, metalero y al mismo tiempo ambiental. Genial. 4,2 de 5. 

10. Little House (EP, 2025) de Rachel Chinouriri: Después de su debut, What a Devastating Turn of Events, con una portada que encontré sorpresivamente sexy, la cantautora estadounidense deja circular cuatro nuevos temas con su combinación de indie rock, indie folk, pop rock y algo de post-punk. Demasiado refrescante en medio de tanto alt-pop y post-punk genérico. 3,7 de 5. Se anota muy bien con este puñado de geniales canciones, especialmente la última, con algo de noise rock y sleaze rock, esta londinense sensual y alternativa de piel morena.

11. Downfall (Ep, 2025) de Avataria: oscuro y denso black metal alemán con herencia del gothic metal. Suena subterráneo como el doom, sin embargo, las raíces son vampíricas y misteriosas hacia lo tenebroso presentado de forma extrema. 3,7 de 5.

12. Of Marrow and Vertebrae (2025, EP) de Spinal Column Damage Danger. Brutal death metal con temática médica, que no es lo más original ni reciente. Darren de Bélgica es el responsable detrás de esta sucia bestia de mid-tempo. Aunque no dice demasiado, 2,8 de 5.

13. Melodies from a Decaying Mind (2025) de The Apostle of Hecate: otro proyecto/nombre del mismo música, ahora con el black/death con arreglos de piano y un sonido decadente con guitarras chirriantes. 3,2 de 5.

14. The Glass Curtain (2025) de Billow Observatory. Bello y suave disco de ambient, del dúo compuesto por el danés Jonas Munk (de los rockeros psicodélicos Causa Sui) y Jason Kolb. Sin embargo, lo sentí demasiado inocuo y calmado. 

15. Tha Time Iz Now! (2025) de Lil Sko: es raro que me guste algo de este género pero lo veo duro, con algunas guitarras de metal al fondo y cercano a lo que hace Eminem por momentos. Es Memphis Rap, Gangsta Rap y claro, G-Funk y Phonk. Nació con el nombre de Sakata Kareem Oatis, y lo mejor es que tiene samples que parecen venir del rock progresivo, el funk y el jazz, dejando al mismo tiempo los sonidos del 808 del trap y el hip hop sureño, más artesanal y crudo. 3,7 de 5.

14. V (2025) de Walg. Los neerlandeses lo vuelven a hacer. Desde Groningen, Países Bajos, una embrujada combinación salvaje de black sinfónico (a veces incluso con vientos), folk metal y riffs melódicos veloces, desgarradores y épicos, mientras las voces monstruosas entre shriek y gritos le añaden una carácter de espanto monstruoso. 

 Es poesía violenta, presentada de forma tenebrosa y cuidadosa, casi artesanal, combinando la potencia orquestal de bandas más conocidas del género, como Dimmu Borgir o Emperor, con momentos que pasan de intimistas a sofisticados, en que hay arreglos puntillistas, que van desde voces operísticas o viking, detalles de ambient y varias capas de guitarras que pueden ser folk, semi-acústicas y atmosféricas, dejando una sensación de experimentación así como de inventiva dentro de lo que conocemos, momentos de blast beats, sintetizadores y trémolo picking con una potente impronta orquestal.

Es realmente cautivante escuchar los graznidos del cantante (Yorick Keijzer) usando unas rrrrr profundas en su pronunciación, así como las distintas melodías orientalistas, baterías ritualistas y combinación melódica que viaja desde el misticismo hasta lo reflexivo, desde lo sideral a lo cavernario, para arropar las distintas formas del "metal oscuro". 4,7 de 5.