No entiendo gestos de mujer, dime: ¿si o no?, chica

- Mira, ¿y no vamos a ir al hotel?- pregunta ella

- Pero tú no estás allí con una cara de culo- contesta él

- ¿Pero tú eres bruto, no te diste cuenta de mis gestos?- ella grita
- ¿Tú estás loca, chica, tú no dijiste que te llevara donde Gloria? -él también

Situaciones como estas las hemos vivido todos. Mujeres que nos hacen una infinita variedad de gestos, miradas, movimiento de labios, actitudes y suposiciones que el hombre JAMÁS entiende. Incluso en las situaciones en las que tú estás conquistando a una mujer y crees que le gustas, tratas de darle un beso a todo riesgo, nunca seguro que ponerse sus gestos significan: me gustas, ataca.

Uno puede estar inclinado a pensar, o casi seguro de lo que ella piensa, pero el 50% de las veces que te arriesgas porque crees que la jeva quiere contigo, te dicen: epale, ¿para dónde vas tú?, así que nuestra conciencia dice: coño, no sé cómo es la vaina. 50% es una arbitrariedad, lo sabemos, porque hay distancias reacciones: los cagaos, los lanzaos, los palo de agua, los estrellaos.

Por supuesto que hay cosas claras y uno se da cuenta en camioneticas, en colas al pagar el agua o en la Universidad, que la chama que te está sonriendo, mirándote cada vez que volteas o hablándote de lo que sea, está interesada en ti, pero ni de vaina uno sabe que torcer la boca, sentarse de alguna manera o mover los ojos quiere decir: abrázame, bésame, tócame.

Excelente son las evidentes, las regaladas, las directas. Las que lo piden, tan obvias que si uno se estrella con ellas te da risa. Ser lanzado -no palo de agua- también paga. Más aún cuándo las señas que no entendemos coinciden con la osadía de lanzarse. A ellas les encanta eso de: hizo exactamente lo que yo quería que hiciera y sin decírselo.

Ellas en cambio lo saben todo: mira esa estúpida cómo te ve, tú le gustas a esa caraja, ella te echa los perros, está babeada por ti, está celosa por cómo habla. Estas y frases similares las puedes escuchar en una mujer que siempre sabrá que quieren decir cada uno de los gestos de una fémina, pero sin un código específico.

Como siempre, nosotros vamos palante y más nada. Nada de párpados, hombros ni cuellos torcidos que entender. Lo dice un amigo mío, somos básicos: Si o No. Con eso basta. Ante una pregunta, no respondas con otra, sólo di: ¡Si, chico! o No, arranca. Eso bastará.

Por esta misma lógica, las lesbianas deben ser las reinas del silencio sensual, no digas nada, sólo mueve los ojos.

En una página llamada Enfemenino, osan traducirnos esa vaina que han bautizado como "gestos de coquetería", revísenlos para que vean que es una maraña imposible de deducir para uno el macho.

Sacudir la cabeza

Se sacude la cabeza para echar el pelo hacia atrás o apartarlo de la cara. Hasta las mujeres con el pelo corto usan este gesto. (Ajá, ¿y esto qué significa?)

Exhibir las muñecas

La mujer interesada en un hombre exhibirá, poco a poco, la piel suave y lisa de las muñecas al compañero en potencia. Hace muchísimo tiempo que se considera la zona de la muñeca como una de las más eróticas del cuerpo. Las palmas también se exhiben al hombre mientras se habla. (Naguevonada. Muéstrame una teta, no una "muñeca")

Las piernas abiertas

Cuando aparece un hombre, las piernas femeninas se abren más que cuando él no está presente. Esto ocurre tanto si la mujer está sentada como de pie, y contrasta con la actitud femenina de defenderse del ataque sexual mediante el cruce de piernas. (Ahora me la pasaré viendo piernas de mujer así me digan sádico, esta vaina hay que entenderla)

La ondulación de las caderas

Al caminar, la mujer acentúa la ondulación de las caderas para destacar la zona pelviana. (Mami, si como cocinas caminas, me como hasta el pegao)

Las miradas de reojo

Con los párpados un poco bajos, la mujer sostiene suficientemente la mirada del hombre como para que éste se dé cuenta de la situación; luego, ella desvía la mirada. (A veces te miran para decir: este no era el novio de esta niña)

La boca entreabierta y los labios húmedos

El doctor Desmond Morrís describe este gesto como automático porque, según él, simboliza la zona genital femenina. Los labios pueden humedecerse con saliva o cosméticos. La mujer adquiere así un aspecto que invita a la sexualidad. (Esta vaina la escribió fue un sádico más bien)

Señalar con la rodilla

En esta posición, una pierna se dobla debajo de la otra y con la rodilla de la pierna cruzada se señala a la persona que ha despertado el interés. Es una postura muy relajada que quita formalidad a la conversación y en la que se exponen un poco los muslos. (Con razón, nunca me fijo cuáles rodillas andan pendiente de algo conmigo).

Acariciar el zapato

Esta postura también es relajada y tiene un efecto fálico al meterse y sacarse el pie del zapato. Algunos hombres se excitan con ello. (¿Excitarse por que la jeva se quite el zapato? Aquí hay problemas o de pana es imposible entender esos gestos).

Otras señales que usan las mujeres son: cruzar y descruzar las piernas con lentitud frente al hombre, acariciándose suavemente los muslos: indican así el deseo de ser tocadas. A menudo se acompaña este gesto hablando en voz baja o grave. (Esto es un gesto de deseo de ser VIOLADAS, ¡qué porno!)

Nota: Este post está dedicado a todas aquellas a las que les arrecha que los hombres no entiendan sus gestos, a los pobres panas que pasan arrechera porque les reclaman que no entienderon cuándo ella movió el párpado en 90 grados al este y a las mujeres a las que yo no las entendí ni las entiendo, lo siento, hablen cloro.

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