Jorge Drexler: "No soy artista de masas" - Entrevista en El Universal

El Universal entrevistó a nuestro estimado Uruguayo por su pronta venida a Caracas y esto fue lo que dijo:

"No soy artista de masas"

"Prefiero que a un concierto vayan cincuenta personas por las razones adecuadas que cinco mil por las equivocadas"

JOSÉ ANTONIO AZOPARDO

EL UNIVERSAL

Muchos artistas repiten que su mayor anhelo es volar con su obra hasta la mayor cantidad de gente posible. Pero el oscarizado y nominado al Grammy Jorge Drexler se deslastra de tal pretensión y jura no sentirse tentado por la adoración de las masas.

"Me interesa que la gente escuche lo que hago. Me gusta ver que el número crece, pero no juzgo lo que hago por sus características cuantitativas sino por las cualitativas. Prefiero que a un concierto mío vayan cincuenta personas por las razones adecuadas que cinco mil por las equivocadas", agrega. Y seguramente serán más de cincuenta las que se congreguen el próximo 11 de octubre en el Aula Magna de la UCV, lugar donde el cantautor montevideano dará su personalísimo arte.

Es la segunda vez que el músico pisa Caracas con su propuesta de pop/folk latino y asegura que de Venezuela recuerda la pobreza de la ciudad y, por sobre todo, a un público "muy culto, amoroso, sofisticado y a la vez con una capacidad muy grande de disfrutar las cosas.

"Me gustó de Venezuela la conjunción de gente culta y emotiva al mismo tiempo. Es difícil de encontrar. Me cuesta generalizar. Me gusta más el ser humano como individuo que como manada. No me gusta mucho como nos portamos como especie al ser manada".

-Por eso ha negado ser un artista masivo...
-Ni un artista ni una persona de masas. No me gusta el ser humano cuando es muchedumbre.

-¿Qué pierde el ser humano al estar en masa?
-La pregunta es muy buena. Pierde capacidad de reflexión, la sofisticación emocional. Se emociona sólo por cosas muy primarias, muy básicas. Por eso no me interesa ser artista de masas. No me interesa tocar cuatro teclas del común denominador de sentimientos. Me interesan todos los sentimientos. Me gustan la canción, la vida y la visión de la persona como una paleta amplia y no reducida, como pasa con la cultura de masas. Si quieres ser masivo, tienes que simplificar mucho. Me interesa que la gente escuche lo que hago. Me gusta ver que el número crece, pero no juzgo lo que hago por sus características cuantitativas sino por las cualitativas. Prefiero que a un concierto vayan cincuenta personas por las razones adecuadas que cinco mil por las equivocadas.

-¿Cómo conjuga ese interés particular con el interés masivo de una disquera transnacional como la suya?
-Nunca he visto problema. Trabajé con independientes y con dos multinacionales muy diferentes. No puedo señalarte una situación en la que tuviese más libertad que en otra. Nunca me han dicho qué hacer con mi música. Todas las decisiones, con sus errores y aciertos, han sido mías. No quiere decir que no crea en la división de tareas. No sé nada de marketing.

-Tras su divorcio, (2007) terminó siendo uno de sus discos más íntimos. ¿Le cuesta exponer eso en concierto? 12 segundos de oscuridad
-Sí. Por eso no toco todo el disco, ni siquiera cuando lo estaba presentando. Es un disco muy intenso y yo ya cumplí mi responsabilidad que era exhibirlo. Estoy muy orgulloso de ese disco y me extraña que haya abierto camino. Le dieron el premio al mejor disco en España y está nominado al Grammy Latino. Es muy melancólico e introspectivo. Nuestro mundo latino no suele estar abierto a ese tipo de emociones. En el show en vivo toco la parte que considero necesaria. Grabar un disco y dar conciertos son dos objetivos distintos para mí.

-¿Qué hará en vivo?
-Un disco de computadoras y multinstrumentista puede que lo presente sólo con la guitarra, porque al momento tengo más ganas de tocar así. A veces las canciones muy simples en el disco, en vivo son tocadas con una orquestación muy cargada.

-Además de 12 segundos..., ¿qué toca?

-Cuando uno escribe un disco igual tiene muchas ganas de tocarlo. Son las canciones más recientes, no están gastadas por el uso. Las vives con mucha intensidad. Toco ocho de las doce canciones de esa placa. Luego incluyo otras cosas, versiones en vivo de temas no grabados, por ejemplo.

-¿Está abierto a las peticiones del público?
-En unos casos sí, en otros no. En Caracas creo que no, porque todavía estoy conociendo al país. Estamos en la segunda cita y no le cuentas todas tus cosas a la persona que apenas conoces. Habrá dos o tres puntos de apertura, pero tengo un orden de canciones.

-El Oscar que ganó en 2005 cambió su carrera. ¿Qué le deja la fama?
-La fama es toda detestable. Entendida como anteponer la difusión a sus méritos, es detestable... Cualquier persona con un mínimo de raciocinio se puede dar cuenta de que acaba siendo una esclavitud.

-A diferencia de sus trabajos anteriores, las canciones nuevas son más introspectivas, cerradas al mundo. ¿Sobre qué compondrá luego?
-Estoy de acuerdo con tu análisis. Todo el disco nuevo es para adentro, menos el tema Disneylandia. Es la entrada de luz, la excepción que confirma la regla. No tengo una idea clara de a dónde voy, pero suelo contrapesar. Me canso de una cosa y voy a la otra.