Una referencia que hace inevitable la comparación con Focus de Cynic, pero Vipassi se presenta con una personalidad propia que apela su propuesta artística: instrumental salvo los omnipresentes coros femeninos de la invitada Chantelle Clancy y unas pocas vocalizaciones sin letra de Boyle. Así que se presentan a la escena con un disco especialmente breve: siete canciones de metal progresivo contenidas en sólo 30 minutos y un sonido en forma de capas u olas que combina tiempos intricados separados en la instrumentación. Es decir, cada elemento está vacío en sí mismo si no se entiende como un resultado final que exhibe lo heterogéneo: la diversidad aparente en la unidad verdadera.
Dos de mis características favoritas del disco: los temas no son variaciones demasiado extensas del mismo leit motiv sino múltiples caras, y que lo extremo y lo melódico puedan amalgamarse sin ceder su terreno.
Así que apelando a conceptos hinduistas como Gaia y Samsara, temas que abren y cierran el disco, para los nombres de sus temas, se destaca el virtuosismo alucinante en Sunyata, que pueden parecer cercanos a Spastik Ink, Bottled Science o Exivious pero con su toque individual: muchos veloces riffs de tremolo picking propios de géneros extremos, ambientes drone sin ser abstracciones shoegaze sino más concretos y nítidos, perennes arreglos de bajo fretless siempre intrincados y una batería que pasa del blast beat brutal a los arreglos progresivos más creativos, y que se intercalan con acordes abiertos, lentos punteos de guitarra y mayor presencia de la voz femenina.
Todo esto que veces se superpone, dando entrada alternativamente -a veces por segundos lo que es una montaña rusa en la composición- o en simultáneo, lo que permite escuchar suaves melodías de guitarras que juegan lentamente con el bajo mientras la batería explota en doblebombo feroz y blastbeat. Un juego de idas y vueltas, propias del género que hacen de Sunyata un debut extraordinario, imprescindible y altamente recomendado.
Ideal para quienes piensen en un Haken o Leprous con más maldad.
PD. Lo nuevo de Hadal Maw, Olm, es también una recomendación australiana. Con nuevo cantante, es un disco extremo, progresivo y que también combina velocidad con oscuridad.
PD. Lo nuevo de Hadal Maw, Olm, es también una recomendación australiana. Con nuevo cantante, es un disco extremo, progresivo y que también combina velocidad con oscuridad.
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