26 diciembre 2014

Entrándole a los MOOCs y COMAs: estudiar en línea más allá de los tutoriales

En 2012 escribí un artículo para el diario El Siglo donde hablaba de la revolución de los Massive Online Open Courses, unos cursos disponibles en Internet y ofrecidos por universidades del mundo, que permitían a miles de personas de todo el mundo estudiar en línea sin límite de matrícula o tiempo. Estudiabas a tu tiempo cumpliendo con las asignaciones. Y además, para mayor atractivo, en ocasiones en las mejores universidades del mundo.

Los MOOCs, llamados Cursos Online Masivos y Abiertas, COMA, en español, habían evolucionado de ideas como los postgrados en línea, de la liberación de contenidos académicos desde Harvard y el MIT, los textos en líneas y los tutoriales en Youtube. Incluso de ideas como la Universidad del Pueblo. Eran plataformas que te permitían estudiar temas específicos, preuniversitarios o de interés general, que podían ser sumados a tu currículo o simplemente ser parte de la formación continua.

Y me inscribí como loco. Fui obsesivamente a Coursera, a MiriadaX y a EdX. Quería adelantar todo lo que pudiese después de haberme graduado tarde como periodista. Lo quería saber todo. Avanzar rápido en la educación en línea. Era algo que ya había visto como oferta de postgrado y sistema en la Universidad Nacional Abierta así como la gran promesa de la red de redes: todos somos iguales con una conexión, sin importar quién seas o donde estés. Y claro, fracasé. Me metí en demasiados, no fui constante y no estaba acostumbrado. Lo abandoné.

Pero en 2014 me enfiebré. Logré terminar mi primer MOOC: Microeconomía con el Dr. José Vásquez de la Universidad de Illinois, en su campus de Urbana-Champaign. Era en inglés con subtítulos. Se ofrecía además la posibilidad de presentar y desarrollar un proyecto especial, con aprendizaje y calificación entre pares, de donde el profesor elegiría a los mejores para desarrollarlos personalmente. Una tremenda ambición, pero aposté por una frase aprendida en 2013, cuando aprobé cursos en línea de la OEA sobre gobierno electrónico: piensa en grande, empieza pequeño y crece rápido.

La experiencia de abandono temprano y falta de constancia de 2012 me hizo enfocarme en lo mínimo posible. Así que vi los videos, hice las lecturas y pasé los exámenes. Terminé el curso y aunque tuve una nota medio alta, lo importante para mí fue la entrega del diplomita en PDF que dice: usted aprobó. Antes de meterme en esto había hecho uno de inglés básico, corto, que me diera la confianza. Y ahora, después de 4 meses de lidiar con la plataforma, el idioma y los nuevos conocimientos, podía celebrar.

Así pude sacar muchos más, e incluso los últimos que he hecho los he obtenido con certificado de honor. Más de 90 de 100 puntos posibles. Además, en el curso de Democracia y Decisiones Públicas de la Universidad de Barcelona, uno de mis aportes al foro que advertía sobre la confianza excesiva sobre el partido Podemos en España me recordaba a lo que no escuchamos como advertencia sobre el chavismo en Venezuela a pesar de la experiencia en Cuba, logró ser reseñado por el profesor como uno de los aportes más interesantes para ser discutidos.

Ludificación
Ser competitivo y tener experiencia en juegos de video puede ayudar. Claramente, te tiene que gustar leer y estudiar en Internet. Si tienes experiencia conversando en foros y aprendiendo en tutoriales de video, ya tienes la mitad del camino andado.

Dependiendo de cada plataforma, los logros pueden ser premiados con puntos de karma, insignias (badgets) o certificados. Estos también difieren en la forma de compartirse, bajarse o enviarse a LinkedIn. También hay diversidad en las causas de los mismos. Pueden ser las calificaciones, cumplir con objetivos o incluso la participación.

Acumularlos, ser reconocido, el diseño y la posibilidad de exportarlos, añadirlos a tu CV o exhibirlos en redes sociales, son formas de luchar contra uno de los males propios de los MOOCs y que viví en carne propia: alto abandono, poca constancia e inscribirse en muchos más de los que se pueden.

Aprendiendo de todo
Tengo certificados en temas tan reconocibles como Macroeconomía, Estadística Descriptiva o Emprendimiento Social. Pero como en muchas universidades con profesores investigadores, también me he apuntado a algunos basados en tesis como Cultura Latinoamericana, que disertaba en las ideas del profesor sobre la particularidad del arte de nuestro continente en una teoría de cuatro puntos; Sociedad de la banda ancha -sobre el uso de las TICs para organizaciones sin ánimos de lucro- y Economía Circular: reciclaje de metales.

También en algunos más ligeros y divertidos como The Music of The Beatles y a futuro tengo varios de apreciación de la música jazz, la relación entre el hip hop y la religión o el geodiseño para solucionar problemas ambientales, planificación de ciudades y microbiología básica. También he tomado algunos de periodismo de base de datos o Cambio Climático, de los cuales tomaré varios más relacionados. Claro, para lograr todo eso tuve que saber cuándo abandonar algunos, cuando saber qué era demasiado e incluso, dejar de inscribirme o no iniciarme en los que aunque parecían interesantes, no me llevarían a ningún lado.

Ahora estoy enfocado en pulir el inglés, como un método para lograr escribir de forma más cómoda en los foros en los MOOCs de universidades no latinoamericanas, e incluso como una forma de alcanzar nuevos niveles de entendimiento y conciencia, porque creo que me estoy perdiendo de mucho por no tener fluidez total en ese idioma. Para eso recomiendo Lingualia.

Consejos y lecciones
Te daré aprendizajes que he tenido hasta ahora para que ingreses en este mundo.

1. Empieza por los MOOC "a pedido" o "self-paced". Estos permiten tener tu propio ritmo, pueden estudiarse en cualquier momento y aunque no tienen interacción social o es demasiado variable (puede ser alta o nula), no chocarás con los tiempos de entrega y el método de trabajo. Fue lo que me causó más frustración: pasarme las fechas o no saber cómo o qué entregar.

2. Cuando te vayas a los cursos que tienen fechas de inicio y fin, con límites para las asignaciones, apuesta por la profundidad. No te sobrepases con 12 MOOC. Piensa en cuántas horas tienes al día, a la semana, al mes para estudiar en Internet. Piensa en las veces que no podrás, que no querrás, que harás otra cosa. Así es: puedes la mitad o menos de lo que idealmente dices. Esto no es la dieta ni la promesa de hacer ejercicio. Aprovecha para ver los videos varias veces, de leer con calma, de acostumbrarte realmente a la plataforma y saber cuáles son las tareas con evaluación por pares (técnica para aprender del otro estudiante, al autoevaluarse y hacerlo entre sí, porque el profesor no podría con mil evaluaciones).

3. Empieza por tu zona de confort. Elige algo que domines parcialmente, que te interese mucho y en la que puedas aportar conocimiento propio. Entrarás en comunidad, te será fácil terminar y seguir adelante.

4. Usa diversas plataformas e intereses. Mezcla humanismo y tecnología. O polos diversos que funcionen para ti. Puede ser que un día no estés de humor para leer sobre pena de muerte o que prefieras escuchar ideas sobre la historia del rock. Un día llegas apasionado por aprender algo relacionado con tu profesión y otro sobre finanzas personales. Dale balance. Piensa cómo habrías o elegirías tu semestre de la universidad si hubiese un pensum inmensísimo o si pudieses elegir entre varias universidades.

5. Comparte. Si consigues un MOOC interesante, para ti o los demás, envíalo a las redes sociales. Déjale saber a tu comunidad que hay cosas que aprender. Te lo devolverán con cursos que quizás has perdido de vista.

Plataformas
Junto a las más conocidas que ya nombré, están también Blackboard, Tutellus, Udemy, Bmooc, UniMOOC (que usa el sistema de itinerarios) y Udacity. Algunos son pagos o parcialmente pagos, divididos entre Freemium o versiones de prueba, pero la mayoría son totalmente gratuitos.

Puedes usar también este buscador de MOOCs.

Por cierto, sigo pendiente del primer MOOC de una universidades venezolana, después de estudiar en varios de campus colombianos, argentinos y mexicanos.