Sábado 19 de Julio, Concha Acústica de Maracay.
Después de algunas amenazas de lluvia y un retraso por la larga jornada del toque de Desorden Público la noche anterior con la misma compañía de sonido, el Intercolegial de Rock empezó a las 6 de la tarde, luego de una paciente espera por parte de papás, mamás, hermanitos, primos, compañeros de liceo y rockeros de a pie hicieran en las puertas de la Concha Acústica de Maracay.
En la entrada, una pared con los logos de los patrocinantes, permitía hacerse las fotos al mejor estilo red carpet, mientras voluntarios de Amnistía Internacional y las productoras de La Mega entregan el programa del evento, acompañado de material informativo sobre la Fundación Daniela Chappard y Alianza para una Venezuela sin Drogas.
Con un montaje que incluía dos pantallas al fondo, dos torres de cornetas compactas y un backline con dos baterías Yamaha y varios amplificadores para elegir el sonido más adecuado para cada músico, el evento empezó con un audio de bienvenida y la aparición de los locutores Ramón Castro y Verónica Gómez del programa Rockañol, quienes a su vez bautizaron el primer disco de Ahankar, “El Mapa de Regreso” que abrió la velada.
Ahankar compartió la alegría del bautizo con temas como “Yo soy así”, dedicado a los músicos y soñadores, después de iniciar con una canción que se relacionaba con una de las campañas de Amnistía Internacional, “para quienes creen que por tener una pistola, tienen el poder”, dijo Gabriel, el cantante, mientras tocaba los primeros acordes de un buen rock and roll con aires setentosos. Esta banda deja claro como hacer rock fusión sin brindarle un ápice a las baladas o la música comercial. Cerraron su mixtura de sonidos latinos con rock latinoamericano con “Lo que llamamos problemas”, al ritmo de la samba y guitar rock.
Inmediatamente arrancó el primer lote de participantes con Simetría Perfecta. Después de un corto intro, hicieron lo suyo en el género neo punk, con un pegajoso y bien interpretado coro que seguro quedó grabado en todos los presentes: “Me enamoré, me enamoré”. Mucha energía, pasión en tarima y potencial rockero. Bien acoplados, los chamos se divierten al hacernos llegar sus temas y ya empiezan a tener fanáticas.
Tras ellos, la banda que arrancó mayor emotividad y empatía, quizás eso que llaman apoyo. Bionatural, con una propuesta claramente enmarcada en los inicios del grunge noventero, con un bajista que atrapó la atención y la estima de los asistentes por su pequeña estatura e inmensa seguridad. Añadieron otro tema para el recuerdo: “Arroz con leche, me quiero casar, con una jevita que no esté nada mal”. Valentía a raudales, y ganas de hacer rock and roll de sobra.
Cerrando la primera parte del concurso tocó otra banda que sorprendió, Homogénea, con la actitud más cool del evento, alegres de estar allí como nadie, se lanzaron primero un cover de Allison y luego se dieron duro con un tema potente que mezclaba el pop/punk con toques emo, punk y rock, que conectó muchísimo con el público. Ganadores sentimentales, sin duda. Esa mezcla de dureza y simpatía, junto a un vocalista entregado les dio muchos puntos, y gritos, con el respetable.
Apenas había pasado una hora del festival, y había mucha expectativa. Sin embargo, pocos aguardaban lo que E.M.B.A.S., el septeto –antes sólo seis- más ecléctico de Caracas tenía guardado. Bajo, teclado, batería y dos guitarras fueron completados por un violín eléctrico y un recién agregado cello, que inmovilizaron a los asistentes con sus evocaciones folk rock, toques jazz, cortes y arreglos progresivos y pequeños aires de inspiración sinfónica. Cuentos urbanos a ritmo de vaivén melódico se entremezclaban en el rasgado de una guitarra acústica y el estilo de cantautor ensoñado de Leo, su vocalista.
E.M.B.A.S. fue uno de los puntos más altos de la noche, atrapando por igual a padres y adolescentes, e imponiendo –por cuarta vez en nuestra ciudad- una nueva camada de seguidores, a los que siempre agradecen infinitamente la apreciación musical. Una pequeña versión de un tema de Mecano junto a uno de los más reconocidos del jazzista Chick Corea, cerraron una presentación que se ganó un bis.
Volvía Verónica Gómez esta vez acompañada de Alex Goncalves para anunciar los siguientes participantes, mientras videos de los patrocinantes hacían de las suyas en los descansos entre agrupaciones, y animaciones pintorescas recordaban el nombre de cada agrupación y daban emoción visual a lo que ya era un juego de luces de gran calidad.
Corán, para muchos los claros favoritos mientras también los menos intercolegiales, hicieron explotar la tarima con su propuesta de Rock Metal, recordando a los colombianos Pornomotora, con un sello particular en los trucos mágicos de la guitarra principal y las peripecias rítmicas de su baterista de 15 años. Diversos arreglos de bajo, excelentes cambios de ritmos y una voz justa aunque quizás un poco ligera acompañaron a una banda que ya parecía entronarse como ganadora.
En medio de la segunda parte, entró con gran despliegue de carisma, 5 Mentiras, liderados por una chica de 15 años, y completados con un saxofonista, flautista y corista que le daba un toque extra a algo que ellos llaman pop rock pero que tiene muchos más matices, haciéndolo aún más interesante. Ska, heavy metal, potente sección rítmica y alegría, más una cuidada puesta en escena, es el trampolín desde donde esta agrupación se ha lanzado al movimiento de bandas aragüeñas.
Cerraba el círculo de liceístas, los chamos de Saltamontes de Papel, quienes claramente influenciados por Mudvayne y Taproot, pero con ciertos toques de otros géneros algo distantes, encendieron las alarmas de los que creían que lo habían visto todo. Una composición intrincada, un bajista que se las trae y un baterista con mucha seguridad y talento, acompañaban a un cantante al estilo de Dream Theater, otra de sus claras influencias. La falta de monitores afectó su presentación, pero igual plasmaron lo que pueden hacer en un tarima.
Justo antes de la premiación, veíamos a los músicos de Los No Name listos para dar su presentación, dándole un vuelvo inesperado y grácil a su show. Bromeando sobre lo que decían sus detractores, Will anuncia la disolución de la banda y la aparición de Zufánico, con la unión de músicos venidos de Varsovia, Torkhe, McUndales y él mismo, de parte de LNN. Con una propuesta más agresiva, muchísimo más potente en la parte rítmica y velocidades impresionantes, el poppunk quedó atrás para dar cabida a una mezcla de j-rock, metal alternativo y punkrock, aunque Will recordó a la banda que los llevó hasta esa tarima, interpretando el tema Kisiera Volver, uno de sus últimos temazos.
Alex y Verónica aparecían en cada ínterin de agrupaciones, animando al público y jugándoselas todas en la energía explosiva del intercolegial. De esta forma, anunciaron que los ganadores de la noche eran Saltamontes de Papel, quienes se adjudicaron 5 mil bolívares fuertes en instrumentos, cortesía de Ilardo Audio Systems.
Para cerrar la noche, cerca de las 9:30 de la noche, Verona conquistó varias almas con su propuesta de britpop y emo-rock, presentando su segunda placa, Anywhere, con mucha más crudeza que el anterior Summer Consequence, y logrando captar nuevos seguidores de esta banda originaria de Punto Fijo, que hizo de las suyas con el filo gélido de sus guitarras, envolviendo la locación en una atmósfera boreal.
A las 10 de la noche del sábado, con el buen sabor de boca de un evento que sólo le faltó abrir puertas a las 6 o haber sido convocado a esa hora, salió con 6 bandas nuevas dentro del movimiento, la lección de rock para los padres y un montón de jóvenes concientizados sobre la violencia, el sexo seguro y las drogas. Todo un cuadro de honor.
Después de algunas amenazas de lluvia y un retraso por la larga jornada del toque de Desorden Público la noche anterior con la misma compañía de sonido, el Intercolegial de Rock empezó a las 6 de la tarde, luego de una paciente espera por parte de papás, mamás, hermanitos, primos, compañeros de liceo y rockeros de a pie hicieran en las puertas de la Concha Acústica de Maracay.
En la entrada, una pared con los logos de los patrocinantes, permitía hacerse las fotos al mejor estilo red carpet, mientras voluntarios de Amnistía Internacional y las productoras de La Mega entregan el programa del evento, acompañado de material informativo sobre la Fundación Daniela Chappard y Alianza para una Venezuela sin Drogas.
Con un montaje que incluía dos pantallas al fondo, dos torres de cornetas compactas y un backline con dos baterías Yamaha y varios amplificadores para elegir el sonido más adecuado para cada músico, el evento empezó con un audio de bienvenida y la aparición de los locutores Ramón Castro y Verónica Gómez del programa Rockañol, quienes a su vez bautizaron el primer disco de Ahankar, “El Mapa de Regreso” que abrió la velada.
Ahankar compartió la alegría del bautizo con temas como “Yo soy así”, dedicado a los músicos y soñadores, después de iniciar con una canción que se relacionaba con una de las campañas de Amnistía Internacional, “para quienes creen que por tener una pistola, tienen el poder”, dijo Gabriel, el cantante, mientras tocaba los primeros acordes de un buen rock and roll con aires setentosos. Esta banda deja claro como hacer rock fusión sin brindarle un ápice a las baladas o la música comercial. Cerraron su mixtura de sonidos latinos con rock latinoamericano con “Lo que llamamos problemas”, al ritmo de la samba y guitar rock.
Inmediatamente arrancó el primer lote de participantes con Simetría Perfecta. Después de un corto intro, hicieron lo suyo en el género neo punk, con un pegajoso y bien interpretado coro que seguro quedó grabado en todos los presentes: “Me enamoré, me enamoré”. Mucha energía, pasión en tarima y potencial rockero. Bien acoplados, los chamos se divierten al hacernos llegar sus temas y ya empiezan a tener fanáticas.
Tras ellos, la banda que arrancó mayor emotividad y empatía, quizás eso que llaman apoyo. Bionatural, con una propuesta claramente enmarcada en los inicios del grunge noventero, con un bajista que atrapó la atención y la estima de los asistentes por su pequeña estatura e inmensa seguridad. Añadieron otro tema para el recuerdo: “Arroz con leche, me quiero casar, con una jevita que no esté nada mal”. Valentía a raudales, y ganas de hacer rock and roll de sobra.
Cerrando la primera parte del concurso tocó otra banda que sorprendió, Homogénea, con la actitud más cool del evento, alegres de estar allí como nadie, se lanzaron primero un cover de Allison y luego se dieron duro con un tema potente que mezclaba el pop/punk con toques emo, punk y rock, que conectó muchísimo con el público. Ganadores sentimentales, sin duda. Esa mezcla de dureza y simpatía, junto a un vocalista entregado les dio muchos puntos, y gritos, con el respetable.
Apenas había pasado una hora del festival, y había mucha expectativa. Sin embargo, pocos aguardaban lo que E.M.B.A.S., el septeto –antes sólo seis- más ecléctico de Caracas tenía guardado. Bajo, teclado, batería y dos guitarras fueron completados por un violín eléctrico y un recién agregado cello, que inmovilizaron a los asistentes con sus evocaciones folk rock, toques jazz, cortes y arreglos progresivos y pequeños aires de inspiración sinfónica. Cuentos urbanos a ritmo de vaivén melódico se entremezclaban en el rasgado de una guitarra acústica y el estilo de cantautor ensoñado de Leo, su vocalista.
E.M.B.A.S. fue uno de los puntos más altos de la noche, atrapando por igual a padres y adolescentes, e imponiendo –por cuarta vez en nuestra ciudad- una nueva camada de seguidores, a los que siempre agradecen infinitamente la apreciación musical. Una pequeña versión de un tema de Mecano junto a uno de los más reconocidos del jazzista Chick Corea, cerraron una presentación que se ganó un bis.
Volvía Verónica Gómez esta vez acompañada de Alex Goncalves para anunciar los siguientes participantes, mientras videos de los patrocinantes hacían de las suyas en los descansos entre agrupaciones, y animaciones pintorescas recordaban el nombre de cada agrupación y daban emoción visual a lo que ya era un juego de luces de gran calidad.
Corán, para muchos los claros favoritos mientras también los menos intercolegiales, hicieron explotar la tarima con su propuesta de Rock Metal, recordando a los colombianos Pornomotora, con un sello particular en los trucos mágicos de la guitarra principal y las peripecias rítmicas de su baterista de 15 años. Diversos arreglos de bajo, excelentes cambios de ritmos y una voz justa aunque quizás un poco ligera acompañaron a una banda que ya parecía entronarse como ganadora.
En medio de la segunda parte, entró con gran despliegue de carisma, 5 Mentiras, liderados por una chica de 15 años, y completados con un saxofonista, flautista y corista que le daba un toque extra a algo que ellos llaman pop rock pero que tiene muchos más matices, haciéndolo aún más interesante. Ska, heavy metal, potente sección rítmica y alegría, más una cuidada puesta en escena, es el trampolín desde donde esta agrupación se ha lanzado al movimiento de bandas aragüeñas.
Cerraba el círculo de liceístas, los chamos de Saltamontes de Papel, quienes claramente influenciados por Mudvayne y Taproot, pero con ciertos toques de otros géneros algo distantes, encendieron las alarmas de los que creían que lo habían visto todo. Una composición intrincada, un bajista que se las trae y un baterista con mucha seguridad y talento, acompañaban a un cantante al estilo de Dream Theater, otra de sus claras influencias. La falta de monitores afectó su presentación, pero igual plasmaron lo que pueden hacer en un tarima.
Justo antes de la premiación, veíamos a los músicos de Los No Name listos para dar su presentación, dándole un vuelvo inesperado y grácil a su show. Bromeando sobre lo que decían sus detractores, Will anuncia la disolución de la banda y la aparición de Zufánico, con la unión de músicos venidos de Varsovia, Torkhe, McUndales y él mismo, de parte de LNN. Con una propuesta más agresiva, muchísimo más potente en la parte rítmica y velocidades impresionantes, el poppunk quedó atrás para dar cabida a una mezcla de j-rock, metal alternativo y punkrock, aunque Will recordó a la banda que los llevó hasta esa tarima, interpretando el tema Kisiera Volver, uno de sus últimos temazos.
Alex y Verónica aparecían en cada ínterin de agrupaciones, animando al público y jugándoselas todas en la energía explosiva del intercolegial. De esta forma, anunciaron que los ganadores de la noche eran Saltamontes de Papel, quienes se adjudicaron 5 mil bolívares fuertes en instrumentos, cortesía de Ilardo Audio Systems.
Para cerrar la noche, cerca de las 9:30 de la noche, Verona conquistó varias almas con su propuesta de britpop y emo-rock, presentando su segunda placa, Anywhere, con mucha más crudeza que el anterior Summer Consequence, y logrando captar nuevos seguidores de esta banda originaria de Punto Fijo, que hizo de las suyas con el filo gélido de sus guitarras, envolviendo la locación en una atmósfera boreal.
A las 10 de la noche del sábado, con el buen sabor de boca de un evento que sólo le faltó abrir puertas a las 6 o haber sido convocado a esa hora, salió con 6 bandas nuevas dentro del movimiento, la lección de rock para los padres y un montón de jóvenes concientizados sobre la violencia, el sexo seguro y las drogas. Todo un cuadro de honor.
La verdad que es irresponsable no haber nombrado el guitarrista del grupo de rock que gano el intercolegial, por que ese chamo tambien se la comio.
ResponderBorrarSi, puse una composición intrincada, que se basa en el trabajo de las guitarras. Pero gracias por agregarlo.
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