El año 2042 empieza muy bien. El viernes 7 de enero se publicó el primer demo de la banda Klingon Former Baby, de origen geográfico no especificado, junto al NFT de la instalación muralista 3D correspondiente al lanzamiento, que sirve como complemento de Realidad Virtual Profunda de la música. Durante 35 minutos es posible escuchar elaborados riffs de metal progresivo acompañados de sección rítmica de big band jazz, pero sobre un lienzo de varias sutiles capas de mashups de folk japonés y celta. El resultado es evocador y cerebral, un baile elucubrador entre la precisión física y la sensualidad del ruido.
Eso permite dos lecturas, como las de la obra plástica adherida, una principal que incluye rabiosas formas de d-beat, black metal psicodélico, blues tradicional y new wave bajo la premisa del rock/metal, más atmósferas que cubren espacios que antes llenaban orquestas, sintetizadores y teclados, en que la pinacoteca de historia del arte completa con las curiosidades de un DJ con maestría en investigación forense de viejos formatos de registro sónico, como discos viniles, cassettes y cintas magnéticas.
Así que el “Pre-posthumous demo” muestras las obsesiones de un colectivo artístico-musical amante de grabaciones de viejas canciones tradicionales de Asia y Europa con recuerdos vintage de diversas épocas: desde las guitarras de los primeros afroamericanos precursores del rock and roll, pasando por la decadencia de los 1980 hasta terminar por el elaborado metal de los 2020, que se llenó de experimentación, técnicas y osadías impensables por los creadores del género.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Habla, sé serio y organízate.