04 octubre 2019

Nos gusta la desinformación (que nos da la razón), parte 1 #Panampost

Después de DolarToday y Maduradas, llegó Panampost para cumplir el papel de "información sin censura", una necesidad que creó el gobierno tanto al censurar y cerrar medios como socavando credibilidad al culparlos de mentir
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Y esto sin tener un solo periodista experimentado ni historial de cobertura o reporterismo serio
A pesar de décadas de experiencia de periodistas premiados y perseguidos, que han abierto medios digitales para vencer la censura asumiendo retos tecnológicos y presupuestarios, labrando un prestigio con su cobertura diaria, le creen a desconocidos porque atacan a Ramos Allup, Lilian y Guaidó.

¿Qué credibilidad tiene un medio que sólo replica las tesis tuiteras de los "liberales" que hasta la cuenta humorística @vepolitics ha descubierto como funcionarios del gobierno o contratistas y que repite exactamente tus creencias? (Que no las hace verdad, aunque se presentan como la "verdadera y sin miedos a decirla").

También cambió de dueños hace poco, como Globovisión, Últimas Noticias y El Universal.
Panampost es sólo un síntoma de un ambiente mucho más grande de la desinformación y que tiene símiles en el mundo: bots y trolls rusos que impulsan ultraderecha en Europa, con tal de subvertir orden, sembrar conspiranoia y creer que "la verdad está allá afuera y te la ocultan".

Ayer fue DólarToday y hoy también son anónimos "radicales" que copian y pegan información que tergiversan o retitulan de forma escandalosa para que finalmente cumplas expectativas del poder: pensar que medios independientes mienten o están auto-censurados y no los leas.

Recuerdo un estudio presentando en Global Fact6 que encontró que aunque mayoría en EEUU cree en medios que desmienten a Trump o que sus seguidores no siempre le creen, no cambia apoyo político.

Esto es: La evidencia no sólo se lee a conveniencia sino que no cambia puntos de vista. Por eso no importa lo que te diga tu tío chavista o le digas tú a él. Sea verdad, mentira, exageraciones u omisiones. Termina la discusión cada uno más radical que antes.

Otro interesante estudio en Argentina, presentado en el Latam Chequea 2018 y realizaro por neurólogos, encontró que cuando encuestados supieron que noticias que creían reales no lo eran y viceversa, aumentaba su apoyo político a bando que apoyan y no al contrario

Te convences que hay una mala intención en exponer como mentiroso con quien simpatizas
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Twitter e investigaciones publicadas por la profesora Iria Puyosa han mostrado que hay un ecosistema con bots, trolls y otros anónimos que publican y difunden información falsa o dudosa haciéndose pasar por radicales pero son pagados/promovidos/influenciados por agentes de gobiernos.

El síntoma más reciente sobre esta confabulación/confusión está sobre los ataques a Greta Thunberg.

Vuelven a coincidir rusos y "libertarios". Es decir, quienes la atacan en ambos extremos son igualmente conservadores sociales y creen que hay "una verdad más verdadera" que se oculta
(Desde el Cambio Climático no existe, como dice Trump, hasta las vacunas son dañinas, lo que provocó un rebrote de sarampión en Francia y California, pasando por Dios no ama a los gays y el aborto es promovida por un lobby de George Soros que quieren conquistar al mundo, lo que raya en un antisemitismo que los hace coincidir con populistas de derecha de Europa, de nuevo).

Una anécdota en la universidad. Después que varios estudiantes me dijeron insistentemente que "los medios influyen sobre la sociedad" y que esta era víctima de la publicidad y agendas con interés comercial, les pedí que levantaran la mano quien creyera que las películas, series o webs que preferían también los influían: "no, a mí no, porque yo sé...".

Mi desinformación me la respetas

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