30 mayo 2025

Rock reggae, power heavy progresivo y death progresivo sinfónico de California, post-rock noise, death doom francés, trap latino/electropop de Puerto Rico

1. Hot N Glassy (2025) de DENM. Un divertido y suave reggae pop / rockcon muchos invitados, que realmente refresca, con sus cambios entre acústico y eléctrico, con mucho sentimiento. Tenía tiempo sin disfrutar algo así desde Sublime. El tema inicial con B Real es increíblemente movido y bailable. 4,3 de 5. De Los Angeles.

2. Concord (2025) de Judicator: banda de power progresivo, aunque con una voz que no me emociona para nada, tiene buenos momentos de arreglos complejos pero no demasiados para mi gusto, menos de arpegios veloces y a pesar de usar un saxofón en un tema, es más heavy que progresivo. Sin embargo, es bastante bueno, y la segunda parte tiene riffs de speed y thrash, un par de guturales y buenos momentos de batería épica. 3,9 de 5. Son de Utah pero mudados a Los Angeles. El tema final es definitivamente el mejor, incluyendo un solo de violín de country. Con Carlos Álvarez de los geniales Behölder como invitado.

3. As Darkness Falls (2025) de The Obsidian Resurrection: brutalísimo death/thrash melódico progresivo y sinfónico de California (acá nos quedamos hoy). Otra banda con Carlos Álvarez de invitado. Les doy un 4,2 de 5 porque a pesar de la inmensísima calidad técnica e instrumental, no es tan destacable ni memorable.


3. Flesh and the Devil (2025) de August. Tercera producción de esta banda de Anacortes, Washington, cuidadosamente cultivando el post-rock y drone, con guitarras ruidosas, arreglos electrónicos ambientales y una pausa pasmosa pero no aburrida sino meditativa, aunque a partir del segundo tema hay interludios caóticos de math rock.

Otra obra de poesía / noise / post-rock experimental de Alexander Gregory Kent (Sprain, Stearling) con Nick Moshier en batería y teclados; Lilith Lucifer en el bajo; Aiden Blau en guitarra y bajo; Daniel Wefers en bajo; y Kent en campanas, sierra musical, dulcimer, melotrón, órgano, platillos de arco, armonio, banjo, ingeniería y  producción, además de Shel Blau en batería.

4,3 de 5. Aunque siguen sin llegar a la calidad de Sprain. 

4. creature: DONKEY (2023) de SAD GODS. Otro proyecto de Kent, alrededor del avant-folk, algo de jazz y mucho dark ambient / electrónica / noise rock desde California. Bueno, distinto y rarísimo, altamente experimental. Dentro de la locura ruidosa, caótica y de art rock, hay gritos y saxofones que emulan los rebuznos de un burro. 4,2, de 5.

5. Monde vide (2025) de Mortuarie, monstruoso y muy buen death doom francés, con Xavier Godart, ex-bajista de The Great Old Ones. Otro buen buen debut. No son funerales ni tienen arreglos orquestales o ricos, sino están enfocados en lo más cavernoso, duro y oscuro del género, siendo directos y extensos, invocando una revisita a influencias como las de los primeros Samael y Tiamat, aunque con guitarras más duras y canciones menos lentas, llenas también de momentos de furia deathmetal. 4,2 de 5.

6. Lo mismo de siempre (2025) de MORA. Un disco de reggeatón / bachata / trap del puertorriqueño MORA que me sorprendió, porque tienen un gran sonido, buena producción, influencia del electropop. Y aunque usualmente odiaría y no soportaría esta músico, admito que fue bastante bueno, aunque en la segunda parte ya estaba harto del mismo ritmo. 2,5 de 5.

7. El Caracazo 2025: la mítica canción de hip hop de Venezuela Subterránea tiene una versión de 13 minutos con 25 raperos viejos y nuevos. Quedó brutalísima.

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