Internet sube cerro pero usted no. Las elecciones del 23N hablaron cloro: la disidencia chavista, el voto cruzado y la pulverización del presidente son el Coco, la Sayona y el Ratón Pérez, creíamos en ellos hasta que maduramos y vimos que sólo eran cuentos. Así, toda la paja que se habló en el aula de clases, en la sala de la casa y en el carro con los amigos, así como el tecleo loco en nuestro súper blog, despertaron con resaca el lunes preguntándose qué había pasado.Como saber exactamente qué decir luego que la persona se fue, ahora todo el mundo brinca, con el brazo levantadito para ofrecer su análisis y explicar porqué perdimos, sin haber dicho cual Nostradamus, yo sé cómo no perder y haber actuado. Ahora, nos dimos cuenta –oooootra vez- que no es que el pueblo es ignorante y toma malas decisiones porque quiere o no sabe, sino que los que saben y pueden cambiar las cosas actúan de Hermes que con un control remoto social le ordena al barrio: vota contra el Presi porque en la tele sale como un loco.
Ya usted sabe que no sólo puede observar el mundo desde el telescopio de su realidad, sino además, que no está solo en esta peladera de bolas sociológica. Leyendo a Lubrio, uno de esos “amigos” socialistas que escriben en Aporrea, en YVKE Mundial y tiene su propio blog político, que cree que la lucha revolucionaria pasa por “destruir” mis irresponsabilidades por el satélite “borracho y perdido” del Venesat-1, y participar en los foros en que cada vez buscan más socialismo y menos chavismo, ves el mismo síntoma que yo llamaba “yo conozco a Blanquito Man de King Changó”.El venezolano se las sabe todas, conoce más que tú y tiene la razón. No importa si la habladera es sobre quién se para más temprano, quien trabaja más que otro y quién está en la vida echándole más pichón que tú, que lo tienes “todito fácil”. En este país de 26 millones de personas, sólo trabaja una persona y los demás deben aceptar el regaño amargo de “cómo tú no tienes que trabajar”. Los que dicen “yo también trabajo” pasan por la lucha de quién se para más temprano, llegando a niveles insospechadamente oscuros.
Luego, esto se extiende a: métete pa un barrio para que veas lo que es bueno, yo conozco a un pana del CICPC que me contó tal cosa, la tía de la prima de mi novia trabaja en (ponga la oficina gubernamental adecuada) y otros panas políticos que echan el cuento “cómo es” y no cómo uno cree que es desde su burbujita, en rancho o en quinta, pero inaccesible como ciudadano porque está “burda de ocupado”.
Y el descubrimiento es simple. No estamos haciendo trabajo social. Ni usted ni yo ni nadie. Ni los chavistas de teclado, y así uno respira diciendo: al menos no me voy al infierno yo solito, pero piensas, coño, pero me voy con ellos, ¡mejor me salvo! Es como el chiste del copeyano que a punto de morir se hace adeco, “para que se muera uno de ellos”. A Lubrio se lo dice claro un pana en los comentarios de su lloradera contra Diosdado y Rángel Ávalos por un mega mall en la Plaza Miranda, donde El bloguero admite que votó por ellos porque unos vecinitos dijeron cositas feas “racistas, fascistas”. El mismo errorcito de lo que deciden votar que no a todo lo que proponga el Presi porque Globovisión los envenenó o son burguesitos.Es que para el venezolano, los defectos son virtudes. Ver novelas, tener un pana que te palanquee, que el Presi diga que se copió en la Academia, saber comerte la luz o la flecha en determinada calle, resolver con trampitas algún asunto cotidiano y hasta “copiar y pegar” sin que el profesor se de cuenta. Te ríes tú, te lo celebra el otro y sólo te llevas la sanción moral guabinosa: “eres el peor”. Pero no hay drama, palante es pa allá y hasta se lo presentas a tu hermana.
De esta forma, ser bloguero en Petare parece del carajo, y yo juro y perjuro que estoy cambiando la mentalidad de un país porque escribo otras pendejeras desde Maracay. Cambiar el mundo devenga apenas en cambiar tu entorno, en influir en algunos amigos más o menos convencidos de lo mismo que tú, a pensar y leer un poco más, pero mi urbanización sigue teniendo huecos y atracos, a pesar de creerse “clase media”; en los cybers alrededor sigue habiendo tiros escapados y golpizas por “te metiste con mi ahijado” y a los portus de la esquina los siguen atracando en su panadería porque no le pasan lo suyo a los policías para que estén allí día y noche.
Igual, el pana que comenta en el blog de Lubrio se las canta cuando da razones de la derrota y de cuatro, la mitad son el propio presidente y la tercera los opositores robotizados de No a todo lo que sea chavista, pero luego se extiende a la autocrítica: “-Nosotros. Por creer que pensamos y nos motivamos igual que los carajos que más necesitan de una revolución, y que con la campaña desde la teve era suficiente. No me digas que Ocariz y Ledezma se fajaron más: NOSOTROS (tú, yo y los demás compas) no nos dimos cuenta de que en el barrio hay unos cuantos coños a quienes le sabe a mierda lo que pasa fuera del callejón, y no fuimos a sacarlos de sus madrigueras a cedularlos, inscribirlos en el CNE y/o a asegurarnos de que ese día no fueran a chirrear, jivarear, beberse dos cajas de frías, a asustarse o a ladillarse de estar en una cola o a abstraerse de su jodida realidad o lo que sea que hicieron ese día”Sigue recitando lo que para la clase media bloguera es el mismo dolor. La inacción, el creer que gritarlo al universo desde la pantalla es entrar en los rincones y que sin mover un dedo, cada quien educando a sus 1 por 10 y confiando que los patrulleros están ladillando por teléfono y abrazando viejitos para quitarle el voto, se logra todo. La misma conclusión: explicarles a los que más quieren y necesitan un cambio. Sea una revolución socialista o un capitalismo social de mercado. Y lo dice duro: "La revolución es el camino", les decimos (si es que nos oyen). Y ellos, con sus rollos de mil rostros (el malandraje que bisnea con piedra, susi y monte en el mismo callejón, la mujer que se queda sola en el rancho a merced del donjuan comemuslo, la cloaca abierta frente a la casa, la promesa incumplida de una chambita, el peo permanente con algún vecino, la hija preñá, la lluvia, no hay café en la totuma y allá abajo la ciudad afluente con sus panaderías llenas de cachitos y pastelitos inaccesibles y los carros y la TV enseñándoles el paraiso terrenal en el que ellos no caben) te dicen "¿Cómo? ¿O sea, tengo que pasar por más de esto para que me saque del hueco? ¡Nojoodaaaa! ¡Anda a comer mierda!".El blog como escape social. El blog como cátedra de taxista que sabe cómo arreglar esta ciudad. El blog como justificación o réplica de lo que sucede. El blog somo confesionario para salvar el alma, para hacer correr con los dedos con la solución que “ellos no aplican” y del acercamiento pensante de un ciudadano que debería “ser presidente” o ser contratado para mejorar las cosas. ¡Qué bolas! ¿es que tú no lees mi blog? El blog como arrecherita.
Hasta el Duque, de El Discurso del Oeste, tratando de justificar para él mismo el apoyo la reelección, dice que sólo Chávez mantendrá un Estado que permita a los ciudadanos hacer autogobierno y no piensa que durante 20 años no se alternarán el poder 4 “tiranos adecos y plutócratas” sino que podría reelegirse Diosdado o Jorge Rodríguez durante esos mismas dos décadas si algún día este Presidente, naturalmente, falla. Si, Hugo, el que se mete hasta con los carnavales y el Telecorazón, es el único que puede comandar un Estado que no se inmiscuya en el poder local –aunque promovió hasta al último candidato a alcalde-, el Estado que firma el cheque del consejo comunal y promueve las comunas y no al revés, y que es banco, cementera y telefonera. Para eso, el Duque apuesta por un Estado como el chino o cubano, “sin el trámite de las elecciones” y se pasa por el forro a los que defiendan o pretendan o consideren otras opciones. El blog como decreto presidencial de cada ciudadano. La tiranía del blog como habladera libre y amplia.
Mientras leo sobre la muerte de blogs en Mangas Verdes y Orsai, otros amigos dicen que en Facebook los leen y comentan más, nadie hace nada porque está escribiendo, porque está trabajando, estudiando, pensando y la inacción pensante le gana al servicio comunitario, al acercamiento hacia el otro y al educar al que no vota, vota mal o no sabe porqué o para qué votar. Y se pretende educar a punta de "encuéntrame por Google". ¿Y ya estás seguro que el otro sabe usarlo y entiende que lo tuyo es un "blog"?
Coño, el blog no se está muriendo ni se muere ni sustituye al periódico. Al blog hay que matarlo como arrogancia y transformarlo en la bitácora de las cosas que hacemos en la calle. El blog como testimonio y no como sabelotodo. No es perder la fe en el poder ciudadano de la red, sino otorgárselo y pensar que las cosas suceden solas. El blog debe ser argumento, medio para opinar y permanencia del texto compartido y comentado por "todos los que puedan". Pero no institucionalizarse como visión todopoderosa que excusa el involucrarse y que basta para transformar.
Unos tendrán que meterse pal barrio, otros enseñar a los demás a bloguear, muchos más dedicarse a arreglar las cosas por su casa, pero en la silla, no nos podemos quedar como trono sino como suma de lo que estamos haciendo, más allá de "estudiar y trabajar, no meterse con nadie y ahorrar para salir adelante". No involucrarse es hacerse cómplice de lo malo que sucede.
Etiquetas Blogalaxia: Blogs Internet Política Venezuela Enmienda Constitucional Facebook
Ya usted sabe que no sólo puede observar el mundo desde el telescopio de su realidad, sino además, que no está solo en esta peladera de bolas sociológica. Leyendo a Lubrio, uno de esos “amigos” socialistas que escriben en Aporrea, en YVKE Mundial y tiene su propio blog político, que cree que la lucha revolucionaria pasa por “destruir” mis irresponsabilidades por el satélite “borracho y perdido” del Venesat-1, y participar en los foros en que cada vez buscan más socialismo y menos chavismo, ves el mismo síntoma que yo llamaba “yo conozco a Blanquito Man de King Changó”.El venezolano se las sabe todas, conoce más que tú y tiene la razón. No importa si la habladera es sobre quién se para más temprano, quien trabaja más que otro y quién está en la vida echándole más pichón que tú, que lo tienes “todito fácil”. En este país de 26 millones de personas, sólo trabaja una persona y los demás deben aceptar el regaño amargo de “cómo tú no tienes que trabajar”. Los que dicen “yo también trabajo” pasan por la lucha de quién se para más temprano, llegando a niveles insospechadamente oscuros.
Luego, esto se extiende a: métete pa un barrio para que veas lo que es bueno, yo conozco a un pana del CICPC que me contó tal cosa, la tía de la prima de mi novia trabaja en (ponga la oficina gubernamental adecuada) y otros panas políticos que echan el cuento “cómo es” y no cómo uno cree que es desde su burbujita, en rancho o en quinta, pero inaccesible como ciudadano porque está “burda de ocupado”.
Y el descubrimiento es simple. No estamos haciendo trabajo social. Ni usted ni yo ni nadie. Ni los chavistas de teclado, y así uno respira diciendo: al menos no me voy al infierno yo solito, pero piensas, coño, pero me voy con ellos, ¡mejor me salvo! Es como el chiste del copeyano que a punto de morir se hace adeco, “para que se muera uno de ellos”. A Lubrio se lo dice claro un pana en los comentarios de su lloradera contra Diosdado y Rángel Ávalos por un mega mall en la Plaza Miranda, donde El bloguero admite que votó por ellos porque unos vecinitos dijeron cositas feas “racistas, fascistas”. El mismo errorcito de lo que deciden votar que no a todo lo que proponga el Presi porque Globovisión los envenenó o son burguesitos.Es que para el venezolano, los defectos son virtudes. Ver novelas, tener un pana que te palanquee, que el Presi diga que se copió en la Academia, saber comerte la luz o la flecha en determinada calle, resolver con trampitas algún asunto cotidiano y hasta “copiar y pegar” sin que el profesor se de cuenta. Te ríes tú, te lo celebra el otro y sólo te llevas la sanción moral guabinosa: “eres el peor”. Pero no hay drama, palante es pa allá y hasta se lo presentas a tu hermana.
De esta forma, ser bloguero en Petare parece del carajo, y yo juro y perjuro que estoy cambiando la mentalidad de un país porque escribo otras pendejeras desde Maracay. Cambiar el mundo devenga apenas en cambiar tu entorno, en influir en algunos amigos más o menos convencidos de lo mismo que tú, a pensar y leer un poco más, pero mi urbanización sigue teniendo huecos y atracos, a pesar de creerse “clase media”; en los cybers alrededor sigue habiendo tiros escapados y golpizas por “te metiste con mi ahijado” y a los portus de la esquina los siguen atracando en su panadería porque no le pasan lo suyo a los policías para que estén allí día y noche.
Igual, el pana que comenta en el blog de Lubrio se las canta cuando da razones de la derrota y de cuatro, la mitad son el propio presidente y la tercera los opositores robotizados de No a todo lo que sea chavista, pero luego se extiende a la autocrítica: “-Nosotros. Por creer que pensamos y nos motivamos igual que los carajos que más necesitan de una revolución, y que con la campaña desde la teve era suficiente. No me digas que Ocariz y Ledezma se fajaron más: NOSOTROS (tú, yo y los demás compas) no nos dimos cuenta de que en el barrio hay unos cuantos coños a quienes le sabe a mierda lo que pasa fuera del callejón, y no fuimos a sacarlos de sus madrigueras a cedularlos, inscribirlos en el CNE y/o a asegurarnos de que ese día no fueran a chirrear, jivarear, beberse dos cajas de frías, a asustarse o a ladillarse de estar en una cola o a abstraerse de su jodida realidad o lo que sea que hicieron ese día”Sigue recitando lo que para la clase media bloguera es el mismo dolor. La inacción, el creer que gritarlo al universo desde la pantalla es entrar en los rincones y que sin mover un dedo, cada quien educando a sus 1 por 10 y confiando que los patrulleros están ladillando por teléfono y abrazando viejitos para quitarle el voto, se logra todo. La misma conclusión: explicarles a los que más quieren y necesitan un cambio. Sea una revolución socialista o un capitalismo social de mercado. Y lo dice duro: "La revolución es el camino", les decimos (si es que nos oyen). Y ellos, con sus rollos de mil rostros (el malandraje que bisnea con piedra, susi y monte en el mismo callejón, la mujer que se queda sola en el rancho a merced del donjuan comemuslo, la cloaca abierta frente a la casa, la promesa incumplida de una chambita, el peo permanente con algún vecino, la hija preñá, la lluvia, no hay café en la totuma y allá abajo la ciudad afluente con sus panaderías llenas de cachitos y pastelitos inaccesibles y los carros y la TV enseñándoles el paraiso terrenal en el que ellos no caben) te dicen "¿Cómo? ¿O sea, tengo que pasar por más de esto para que me saque del hueco? ¡Nojoodaaaa! ¡Anda a comer mierda!".El blog como escape social. El blog como cátedra de taxista que sabe cómo arreglar esta ciudad. El blog como justificación o réplica de lo que sucede. El blog somo confesionario para salvar el alma, para hacer correr con los dedos con la solución que “ellos no aplican” y del acercamiento pensante de un ciudadano que debería “ser presidente” o ser contratado para mejorar las cosas. ¡Qué bolas! ¿es que tú no lees mi blog? El blog como arrecherita.
Hasta el Duque, de El Discurso del Oeste, tratando de justificar para él mismo el apoyo la reelección, dice que sólo Chávez mantendrá un Estado que permita a los ciudadanos hacer autogobierno y no piensa que durante 20 años no se alternarán el poder 4 “tiranos adecos y plutócratas” sino que podría reelegirse Diosdado o Jorge Rodríguez durante esos mismas dos décadas si algún día este Presidente, naturalmente, falla. Si, Hugo, el que se mete hasta con los carnavales y el Telecorazón, es el único que puede comandar un Estado que no se inmiscuya en el poder local –aunque promovió hasta al último candidato a alcalde-, el Estado que firma el cheque del consejo comunal y promueve las comunas y no al revés, y que es banco, cementera y telefonera. Para eso, el Duque apuesta por un Estado como el chino o cubano, “sin el trámite de las elecciones” y se pasa por el forro a los que defiendan o pretendan o consideren otras opciones. El blog como decreto presidencial de cada ciudadano. La tiranía del blog como habladera libre y amplia.
Mientras leo sobre la muerte de blogs en Mangas Verdes y Orsai, otros amigos dicen que en Facebook los leen y comentan más, nadie hace nada porque está escribiendo, porque está trabajando, estudiando, pensando y la inacción pensante le gana al servicio comunitario, al acercamiento hacia el otro y al educar al que no vota, vota mal o no sabe porqué o para qué votar. Y se pretende educar a punta de "encuéntrame por Google". ¿Y ya estás seguro que el otro sabe usarlo y entiende que lo tuyo es un "blog"?
Coño, el blog no se está muriendo ni se muere ni sustituye al periódico. Al blog hay que matarlo como arrogancia y transformarlo en la bitácora de las cosas que hacemos en la calle. El blog como testimonio y no como sabelotodo. No es perder la fe en el poder ciudadano de la red, sino otorgárselo y pensar que las cosas suceden solas. El blog debe ser argumento, medio para opinar y permanencia del texto compartido y comentado por "todos los que puedan". Pero no institucionalizarse como visión todopoderosa que excusa el involucrarse y que basta para transformar.
Unos tendrán que meterse pal barrio, otros enseñar a los demás a bloguear, muchos más dedicarse a arreglar las cosas por su casa, pero en la silla, no nos podemos quedar como trono sino como suma de lo que estamos haciendo, más allá de "estudiar y trabajar, no meterse con nadie y ahorrar para salir adelante". No involucrarse es hacerse cómplice de lo malo que sucede.
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Y hablando como estaban en el blog que tú citas, de Diosdado y "YES-SÍ", viene el Presidente y los premia con par de ministerios. Es que HAY QUE SER IRRESPONSABLE para apoyar semejantes sinvergüenzuras.
ResponderBorrarBuen artículo. El blog como mea culpa para escapar de los blogs que enjuicias. Lo más cómico es que llegué a tu blog de casualidad, porque estabas linkeado casa de Duque.
ResponderBorrarInteresante encontrar alguien un poco más allá de los clichés, tratando de pensar.
Suerte.
Estupendo post, como siempre, bloggeros populares pues. Un abrazo infinito Jeanfreddy, se te quiere.
ResponderBorrarGracias por leerse este testamento. Lo tenía atravesado, ¿no? Si, Atilio, Hugo está decidido a demostrarte que no hay vida después de él y por eso vuelven al ministerio. No hay las 3R, sino una eternización por medios de los jalabolas e ineptos. Nadie lo puede suceder, porque él es "irreversible".
ResponderBorrarGracias, primitas :) quien mata a hierro, no puedo morir a sombrerasos! jajajaja
Vicente, un gusto tenerlo por aquí.
Epale Jeanfreddy,
ResponderBorrarNo creo que los blogs estén muriendo como herramienta de comunicación, lo que pasa es que están muriendo como moda, como vitrina del ego de algunos, pero sobreviviendo como justamente lo que son, una página web de seres humanos normales, (como dice Hernan Casciari): sean estudiantes, ingenieros, medicos, arquitectos, periodistas. Un lugar para que cada cual comunique su propio rollo.
No creo que tengamos que hacer que "en el barrio" la gente sea bloguera porque si. Creo que deben conocer la herramienta, que igual que el derecho a tener trabajo, alimentación, una prensa libre, acceso a la educación, a servicios como la electricidad, agua corriente, teléfono, seguridad, transporte público, está el acceso a Internet y la posibilidad de comunicar, sea con un blog, con Twitter, con un periodiquito que se fotocopie y se reparta por el barrio.
Pero no "ser bloguero" porque "hay que serlo", no. Hacer un blog porque se quiere comunicar, (no porque SE TIENE que).
No se si me explico, igual es mi opinion y puedo estar equivocado.
Bien bueno tu artículo y la reflexión pana, un abrazo.
Hola, Guille. No, no hablaba de blogs de barrio, sino que el blog como testimonio más que consejero. Como decía, algunos les tocará enseñar a otros, que quiere decir que una tesis de uso del blog en mi uni no tenga sólo 15 blogueros en más de 5 mil estudiantes, por ejemplo.
ResponderBorrarEs meterse por los callejones de Petare que dicen los blogueros chavistas y contar cómo están cambiando las cosas, para que se copien otros y apliquen.
Seguir un buen ejemplo y reflejar algo que sucede. El blog como difusor y no sólo como columna de opinión. Si, podemos opinar, pero no ¿debemos hacer algo más?
División del trabajo. Unos son buenos para escribir, mientras otros son buenos para convencer a la gente hablando, otros son buenos para organizar las cosas en la comunidad y así sucesivamente. Cada quien se dedica a lo que sabe hacer mejor y no debemos pretender centralizar las cosas en una sola persona/grupo. Quizás me perdí un poco en tu "testamento", pero creo que por ahí va la cosa.
ResponderBorrarPerfecta síntesis, o al menos eso intenté decir citando a los blogueros chavistas que tienen el mismo problema de opinadores de teclados que los de clase media. Bloguear no es pecado, pero sólo bloguear lo es por omisión.
ResponderBorrarme gusta burda tu blog
ResponderBorrarGracias, amistá!
ResponderBorrar:)
ResponderBorrarlas publicaciones que han hecho algunas "personas " si se les puede llamar personas,la gran mayoria son puros malandros delincuentes que viven en venezuela y en maracay pagados por el gobierno Maduro -Cubano ,pero si acaban primero con los cubanos infiltrados pagados por este gobierno venezuela y todos sus estados podran respirar de otra manera,como la epoca de amedina Angarita y Perez JImenez agarren esa bomba y tragensela
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