Un líder ultra derechista francés, de apellido Le Pen, dijo hace pocos años en un discurso sobre la juventud, que una de las formas de evitar los embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades sexuales, era la masturbación. En varios países africanos, mandatarios e incluso ministros de salud niegan la existencia del VIH/SIDA y en Sudáfrica uno aseguró que nunca usa condones. Mucho gamelote podemos decir y citar documentos de la ONU para explicar cómo, porqué y de dónde sale la pobreza, dónde lleva y qué sucede en una nación en la que la mayoría de la población la sufre. Poco se habla del sexo como un factor.
Un líder ultra derechista francés dijo hace pocos años en un discurso sobre la juventud, que una de las formas de evitar los embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades sexuales, era la masturbación. En varios países africanos, mandatarios e incluso ministros de salud niegan la existencia del VIH/SIDA y en Sudáfrica uno aseguró que nunca usa condones. Mucho gamelote podemos decir y citar documentos de la ONU para explicar cómo, porqué y de dónde sale la pobreza, dónde lleva y qué sucede en una nación en la que la mayoría de la población la sufre. Poco se habla del sexo como un factor.
Un caso fácilmente identificable. La chamita, de corta edad, digamos entre 11 y 14, está embarazada por primera vez. En el colegio/liceo la única educación sexual que recibió fue el psicoterror: ¡herpes, SIDA, infecciones! ¡Vas a morir si te dejas! En su casa, tal vez la cosa no fue mejor: Todo lo que los hombres quieren es eso, carajita, mosca con una barriga. Sin embargo, ve que su mamá le regaló 4 hermanitos, un papá desconocido y varios padrastros a los que incluso ha mantenido. Dos de sus hermanas ya tienen sus chamitos, y sus novios, y ya dejaron de jugar Barbie para ser esposas y tener vida de mayores. La autoestima femenina ronda en la aceptación del macho: no quedarse para vestir santos.
La chamita sigue sin saber qué es eso tan sabroso que le dicen tirar, pero que se habla, se escucha y se ve en su casa. Está creciendo y nadie le ha dicho que tiene clítoris, que los pezones son sensibles y para qué se le ensanchan las caderas y se le reduce la cintura, si tener sexo es terrible, malo e indeseable, pero la trajo a ella a la vida, le dio novio a las hermanas y le da el airecito divino de los hombres prestándole atención y diciéndole que ya está bien rica, bien crecidita, mami, vamos a una rumba tú y yo. No abras las piernas, le dice la mamá o la hermana, con un tipo dormido en el cuarto que ella no conoce.
Si el rancho está prendido es por la candela de la pasión. En un colchón duermen 3 niñas, la madre y el padrastro, que aprovechando que 2 se fueron al colegio y la mamá a trabajar, abusa de la más pequeñita que siempre anda medio desnudita y él, rascao. Otro día, es la grande la que se quedó sola en casa y le gustó el nuevo novio de la mamá porque es joven y lo ve simpático. Triángulo amoroso y promesas de escaparse. La del medio ya tiene un novio también, el del frente, porque ella no se va a quedar como la fea de la cuadra. La chamita no está condenada, pero la tiene más difícil que la que está más segura en su cuarto privado.
Una señora llora en televisión, que la ayuden, carajo, que este gobierno abandonó a los pobres y los otros siempre la defraudaron. Tiene 3 chamitas y el esposo ciego por diabetes. Y muchos piensan que ¿quién la mandó a tener tantas chamitas sin poder mantenerlas, lo que la lanza en la sabidísima peladera de bolas indefinida? Pues quizás la mamá que le dio 5 hermanas, el padrastro que la violó o el novio del frente que la preñó con promesas de amor sólo para conseguir el “eso” que todos los hombres queremos. Tampoco la justifica, pero da una pista de saber que el plátano si mancha: el sexo sin educación.
El ejemplo circunstancial, como el que tú ves en tu casa de tu papá que trabaja mucho, que tener carro es “necesario, no un lujo” y que la universidad nos espera. Algunos de ellos salen del círculo vicioso y algunos de los de aquí se salen del ruedo. Nada es absoluto, pero las estadísticas hablan claro. ¿Cuántas embarazadas y universitarias salen de cada grupo social? ¿Tú serías la misma persona si hubieses nacido en otro lado? La adopción es un buen ejemplo: no importa tanto donde nazcas, sino mucho más cómo seas criado. Ya no podemos vivir de las excepciones: yo conozco un chamo que le echó bolas. El país necesita que todos tengan el chance de batear, habiendo desayunado y entrenado.
Y sigue preguntándose la doñita qué es el clítoris, cómo se toma una pastilla anticonceptiva y le dice a sus hijas: cuidado con una barriga, pero las chamitas sin tener idea que el semen dentro de ellas que llegó vía violación/padrastro/noviecito, es tan malo como dicen porque a ella les gustó más bien, es lo que les infla la barriga que hace meses que no se mete algo distinto a arroz blanco, pasta blanca, arepa pelada.
Yo le digo a Carlos Ocariz -Carlo Ocarí en el reggeaton de la campaña-, que por allá van los tiros. Por allá se disminuye el colapso hospitalario, el exceso de basura, el hacinamiento poblacional, la escasez de escuelas, la falta de servicios, el ausentismo laboral y el desempleo por falta de educación. No es la paja de la falta de cultura. Es meterse para allá a enseñar de anatomía sexual, a repartir condones, pastillas del próximo día y anticonceptivas, a inculcar nuevos valores religiosos, a enseñar sobre autoestima, amor de pareja y sexualidad, pero más allá del terror, sino de lo que los chamos quieren saber, nadie les dice y lo averiguan a los trancazos.
Petare Adentro, Paloma Afuera. Los embarazos precoces, el cáncer de mama y útero por darle desde que pueden cargar un tobo de agua -y lo hacen porque no hay tuberías- y la interrupción del proceso educativo formal de las chamas, lleva a otras flatulencias sociales: chamitos que no terminan la escuela, se buscan un trabajito o piden limosna, abuso sexual y psicológico, violencia doméstica, consumo de drogas y alcohol, tabaquismo infantil, traumas infantiles y resentimiento. No es abstinencia, sino la disminución de la frecuencia sexual en niñas y adolescentes, llevándolas a saber que mediante la educación podrán acceder a una mejor vida y la felicidad sin necesidad de “tener un macho al lado”.
No es generalizar el barrio, pensando que no hay profesionales, que todas las mujeres paren como conejos y que es una suerte de población de menores posibilidades intelectuales, pero también conocer y entender, que el problema sexual es un factor fundamental en la pobreza y sucede más frecuentemente en los barrios populares. La clase media también le toca lo suyo, pero la indefensión de los chamos en los cerros es aún mayor y ellos son más. Mientras algunos creen que un cheque acaba con la pobreza, se mantiene la situación de “madres del rancho” donde las mujeres siguen desasistidas por su propia ministra para echarles “el cuento como es de verdad” y de verdad puedan decir que “saben cómo es todo”.
Saca tu cuenta, ¿ya te vino el período?
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