Cada vez es más frecuente que cadenas de restaurantes de Colombia ofrezcan entre sus menús bebidas de frutos amazónicos como el arazá, el acaí o el copoazú, pero hace 20 años esto era casi imposible, incluso para cualquier local o turista de la Amazonia colombiana.
Hoy gracias al programa de Investigación Sostenibilidad e Intervención del Instituto SINCHI, se define al copoazú (Theobroma grandiflorum) como un producto agroecológico, el cual se cultiva bajo un sistema agroforestal, una alternativa sostenible y rentable de producción agrícola que contribuye a la conservación del medio ambiente. Luego de un trabajo articulado con las comunidades de la región y la cooperación internacional, los productos amazónicos son conocidos y apetecidos, ya no solo se habla de bebidas hechas a base de dichos frutos, sino que se proyectan otros derivados como helados, salsas, mermeladas y tortas.
“Todo lo que pueda hacer lo hago con copoazú”
Amparo Jiménez lleva 10 años sembrando copoazú y otros frutos amazónicos en su finca El Cananguchal, “al principio yo tampoco conocía este fruto, pero a medida que supe sus propiedades, lo que se puede hacer con él y la alimentación tan completa que brinda, me dediqué a sembrar y a transformar”, afirmó durante la Escuela de Campo (ECA) en las instalaciones de la Asociación de Prosumidores Agroecológicos - Agrosolidaria en Florencia, Caquetá.
Las Escuelas de Campo (ECA) se realizan en el marco del proyecto Empoderamiento de la cadena de valor de ingredientes naturales Amazónica, financiado por el Reino Unido en Colombia – UKPACT y están orientadas a fortalecer la cadena de valor del copoazú y brindar a los participantes herramientas teóricas y prácticas sobre el aprovechamiento integral de este fruto amazónico.
Un árbol de copoazú puede llegar a los 18 metros de altura en estado silvestre, cultivado alcanza una altura entre 5 a 8 metros. Se trata de una de las más de 1.200 especies identificadas como plantas útiles de la Amazonia colombiana. Su fruto es de acidez intermedia y alto contenido de vitamina C.
La composición química de la pulpa de copoazú, su sabor, textura cremosa y el balance entre azúcares y ácidos orgánicos lo han convertido en un producto ideal para su transformación. En la industria alimenticia es utilizado para elaborar helados, chocolates, bebidas, snacks, postres y aderezos, mientras en la industria cosmética se utiliza para cremas, aceites y diferentes productos para el cuidado de la piel y el cabello.
“El copoazú es una insignia de esta región, es nuestro cacao amazónico y con él se puede innovar. Yo preparo mermelada de copoazú, de su pulpa y almendras hago tortas, batidos, postres. Todo lo que pueda hacer lo hago con copoazú”, afirmó Jiménez.
¿Qué pasa después de entregar la materia prima?
Durante la ECA más de 20 productores de copoazú como Amparo tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano cuál es el proceso de transformación que surte la pulpa de copoazú, “yo había ido varias veces a la planta a llevar la materia prima, pero nunca había tenido ese acercamiento de entrar y ver el proceso de transformación. Esto es importante porque hacemos equipo entre productores y transformadores y ahora tenemos el reto de traer un producto de calidad para que el consumidor reciba lo mejor”, afirmó Heladio Ortegón, otro de los asistentes al encuentro y quien hace parte de la Asociación de productores San Julián.
Entre los temas de la ECA se abordaron el uso de buenas prácticas de manufactura, la desinfección de los frutos de copoazú, el aprovechamiento de la pulpa, su proceso de escaldado, despulpado, empaque y almacenamiento y algunos detalles sobre el aprovechamiento de semillas y el proceso de fermentación.
Para Raquel Díaz, investigadora del Instituto SINCHI, es claro que el conocimiento no solo se transfiere sino que se construye y para eso se necesita entablar diálogo constante, “juntos estamos construyendo, ya desde hace varios años, una cadena de valor del copoazú y sabemos que el valor no es solo monetario sino que va desde el fortalecimiento del tejido social, hasta la protección del medio ambiente”, afirmó a los asistentes durante la segunda parte de la jornada en las instalaciones de Puramazonia para comprender los procesos de fermentación de las semillas de copoazú.
Saberes ancestrales y conocimiento científico: claves para productores de copoazú
A su vez, Ortegón destacó la importancia de contar con el acompañamiento de expertos y la metodología utilizada en los recorridos, “yo tenía un poconon [sic] de dudas y aclararlas con los expertos del SINCHI fue excelente, porque lo que yo he escuchado, he visto en televisión, he leído en periódicos es que son un instituto de investigación científica para la Amazonia y eso me genera confianza, por eso me solté a preguntar. Aparentemente son preguntas tontas, pero desde el punto de vista científico tienen una respuesta y nosotros como campesinos no lo sabemos, entonces es muy bueno porque lo que necesitamos es la unión entre el conocimiento ancestral, el conocimiento campesino, la parte académica y de investigación para hacer equipo”.
Ahora cada vez que pida un jugo, pruebe una torta o mermelada de copoazú, recuerde que detrás de cada nota de sabor amazónica existe una cadena de valor conformada por familias campesinas del Caquetá, transformadores locales y científicos que trabaja a diario innovando en sus procesos para llevar un producto de calidad que protege el medioambiente.
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