16 enero 2025

Death/doom psicodélico, art rock progresivo y sinfónico ucraniano, jazz fusión / rock prog californiano, jazz/progresivo, rock/folk progresivo, thrash progresivo, dance-punk con noise y hardcore/sludge

1. Hadean Tides (2022) de Assumption: empiezo el día con death/doom de Palermo, Italia, con alguito de psicodelia, combinando voces y bajos cavernosos con guitarras dinámicas y melódicas, que vuelan en capas, una llenando de magma subterráneo el suelo y la otra tratando de volar hacia el cielo estrellado. Así une dos líneas distintas de este género, uniendo lo profundo y enigmático con lo poético y gótico, sin irse demasiado en ninguna de las dos, lo que no es nada fácil y por eso me conquista, no me gustan ninguno de las dos expresiones en su estado puro.

Según su Bandcamp, porque en Deezer no está este disco, hay inspiración en los pocos circonios de más de 4 mil millones de años que datan del eón Hádico, o Hadeano, nombre informal de la primera era geológica y los poemas de William Butler Yeats, Dylan Thomas, Thomas Stearns Eliot y Rainer Maria Rilke para este disco (que tiene su propia canción, Tryptich - Tríptico) con voces susurradas, haciendo extrañas técnicas como de canción de cuna. 

En Bandcamp lo escuchas acá. 4,7 de 5.

2. Constellations (2024) de Karfagen / Antony Kalugin: disco de rock progresivo sinfónico y art rock del súper prolífico ucraniano Kalugin se encarga de bajo, teclados, percusión y programación de batería, mientras que Max Velychko hace las guitarras y  Olha Rostovska las voces. Es suave, muy sintético y lento, aunque tiene momentos grandiosos, de sinfonía espacial, es como un Daft Punk / Air con Yes, aunque a veces demasiado monótono y largo. 3,3 de 5. 

3. Land Of Chameleons (2024) de Antony Kalugin: mucho más vocal y analógico, es un disco de rock sinfónico y progresivo con muchos más músicos involucrados, incluyendo un saxofonista y un baterista. Mucho Yes también involucrado y muchos sintetizadores, aunque a veces suena como música de videojuegos antiguos. 3,6 de 5. En Spotify.

4. DUCK (2024) de The Aristocrats: maravilloso rock progresivo con jazz fusión con Marco Minnemann (Ephel Duath, Necrophagist, Steven Wilson) en las baterías, Guthrie Govan (Asia) en las guitarras y Bryan Beller (Ephel Duath, Steve Vai, Dethklok) en el bajo. El trío de Anaheim, California, llega a su sexto disco en gran forma, con canciones melódicas y divertidas, con contratiempos, solos increíbles y raros cambios de tono y velocidad, jugando con funk, jazz y rock setentoso. 4,7 de 5. En Spotify. Los acompaña la violinista Rusanda Panfili, que en el tema final agrega sonidos balcánicos a la mezcla. 

5. The Story of Mr. Bogd Part 1 (2024) de Ritual: ocupando el 8vo puesto en lo mejor de 2024 de The Prog Archives que lo define como prog crossover, mientras en RYM son Progressive Rock, Progressive Folk y Neo-Prog. Fue grabado entre 2013 y 2023, por el cuarteto sueco conformado por Patrik Lundström en voz y guitarra; Jon Gamble en teclado, armonio (de viento pero con teclado), harmónica y voz; Fredrik Lindqvist en bajo, mandolina, flautas y buzuki (laúd griego, llamado guitarra del sol) y Johan Nordgren en percusión y batería.

Empieza algo lento para transformarse no sólo en un disco hermoso y detallista, sino muy interesante, logrado y brillante. Le doy un 4,5 de 5. Los arreglos de voces corales son majestuosos, dándole un valor como de art pop al disco en quizás uno de los temas más interesantes, Read all about it!. En Spotify.

6. Dweller (2025) de Haunted Horses: dúo de Seattle de post-punk, industrial y noise, un poquito parecido a Crippling Alcoholism, aunque mucho más post-punk, rayando el dethrock. Sus guitarras forman una wall-of-sound con un bajo bastante slugde. Hay algunas voces arrastradas como Chat Pile y aunque los temas están muy bien producidos, dando sensación de encierro, angustia y rabia, con baterías estruendosas y marchantes, tienen una tonalidad diferente gracias a los efectos industriales y los riffs circulares, apelando más a sonidos vintage. Bueno, aunque no increíble, 3,9 de 5. En Spotify

7. Prophecies (2017) de Dead Season: disco extenso y megadiverso, con un sonido que parece combinar influencias del metal alternativo, especialmente Faith No More, algo de post-grunge y mucho thrash progresivo, con increíbles guitarras y una batería demencial, bastante progresivo porque suenan adaptaciones de técnicas del reggae y el funk con distorsión metalera. Estos franceses dicen tener influencias de Nevermore, Martyr, Shining, Carcass y Testament, aunque la mayoría de las voces son limpias y los riffs son bastante complejos, enredados y en tiempos extraños, con muchas atmósferas lisérgicas y al mismo tiempo, estructuras de power metal, con voces épicas y riffs speed.

En su Bandcamp, aseguran que este segundo disco fue mezclado y masterizado por Jaime Gómez Allerano [es Arellano] (Ghost, Paradise Lost, Primordial y otros) en el Orgone Studio en Reino Unido [ahora ubicado en Portugal]. Además, usan unas etiquetas curiosas para describirse como metal progresivo alternativo y dark power metal, aunque se describen como una banda de thrash, es más fácil ubicarlo como en una especie de stoner/doom progresivo, aunque esto es insuficiente porque hay momentos de voces semi-gritadas en tono grueso, algo cavernoso, riffs de groove y también blast beats. Supongo que es metal progresivo en su extensión. A veces suenan a una versión extrema de Testament. Creo que es un disco increíble, muy poco conocido: 4,8 de 5. En Spotify. El tema Endless War es gloriosamente bueno. 

8. Men Gu​ð​s Hond Er Sterk (2024) de Hamferð: Jon Aldara tiene una preciosa voz épica, como gótica y operística, así como un growl cavernoso, fantasmal y profundo para el doom. Esta banda de death/doom melódico presentó un grandioso disco en 2024, el tercero de su carrera, abordando el epic doom de una forma siniestra y creativa. Es un buen disco, aunque no tan excitante, 4,3 de 5. En Spotify.

9. Physical World (2014) de Death From Above 1979: un dúo canadiense de mete en partes iguales dance-punk, noise rock, rock alternativo y hard rock, siendo divertidos y subversivos, con una guitarra ruidosa como la de The White Stripes y un bajo juguetón aunque sucio. Son Jesse F. Keeler (bajo, sintetizadores) y Sebastien Grainger (batería y voz). Me recordaron a AWOLNATION. Muy muy muy buenos, 4,7 de 5. En Spotify.

10. Crown Feral (2016) de Trap Them: quinto y último disco de este proyecto alterno -nacido en Salem, New Hampshire y acabado en Seattle- que agarra lo que quiera del hardcore, el grind y el death con riffs dinámicos y siempre a dúo con el bajo que suena demoníaco, muy sludge, voces guturales semi-gritadas y bien construidas, más una dinámica y estructura de canciones de unos 3 minutos, con batería que retumba, sonidos industrialosos y guitarras que van del death melódico al grindcore, aunque con una distorsión controlada, casi reprimida a veces, que pueden bailar entre el punk y el metal, con inclinaciones potentes hacia el hardcore melódico. Por eso en RYM lo califican como crust punk y metalcore. Me gusta, 4,3 de 5. En Spotify.

11. Vault Of Horrors (2024) de Aborted: una metralla de deathgrind / brutal death / deathcore belga con invitados en cada canción. Lo veloz no quita lo técnico, metiendo riffs arpegiados en microsegundos, blast beats hiper-sónicos y guturales nucleares en nano-segundos. Es un universidad de brutalidad, 4,3 de 5. En Spotify. Decimosegundo disco. 

Entre los invitados están Ben Duerr (Shadow Of Intent) y quien brilla en The Poetic Edda, el extraordinario split de deathcore/black sinfónico de Synestia / Disembodied Tyrant; Francesco Paoli (Fleshgod Apocalypse); Alexandre Erian (Despised Icon); Ricky Hoover (Ov Sulfur); David Simonich (Signs Of The Swarm); Johnny Ciardullo (Angelmaker); Matt McGachy (Cryptopsy); Jason Evans (Ingested); Hal Microutsicos (Engulf) y Oliver Rae Aleron (Archspire). 

12. Guerra de Anfor: muy mal thrash/death colombiano. 1 de 5.

13. Väistyy mielen yö (2024) de Viima: hermoso rock progresivo / folk rock finlandés, con cautivantes sintetizadores, en varias capas que se superponen, guitarras mágicas que pueden sonar electrónicas tipo Dire Straits o Daft Punk, muchos trucos percusivos y montones de arreglos sinfónicos, folk y electrónicos.

Es un quinteto de multi-instrumentistas conformado por Hannu Hiltula en flauta y teclado, más algunas voces; Mikko Uusi-Oukari en guitarras y melotrón, Mikko Väärälä en batería, algunas voces, algunos teclados y campanas de madera, Aapo Honkanen en el bajo y Risto Pahlama en voces, algunos teclados y melotrón. De invitado está Kimmo Lähteenmäki en teclados y vientos. Tenían 15 años sin sacar un disco de esta banda, y es su tercero. Muy buenos, 4,3 de 5. En Spotify.

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