21 enero 2025

Burial, el mejor disco de Pain (metal/rock electrónico), hard rock/doom psicodélico, el art pop/trap/flamenco/bolero de Motomami de Rosalía, y lo nuevo de Teramaze (progresivo)

1. Phoneglow / Eyes Go Blank (2024) de Burial y Kode9: single doble para educarme en música electrónica, porque según RYM es 2-Step, Footwork, Footwork Jungle, Future Garage (del cual el extraordinario disco Untrue de Bruial es el mejor de la historia), de lo que no tengo ni idea. Son de Reino Unido (Londres y Glasgow respectivamente). El footwork claramente suena a música para hacer aerobics aunque el drum n bass lo salva.

2. Dancing With The Dead (2005 - remasterizada en 2025 por sus 20 años) de Pain: la "otra banda" de Alf Peter Tägtgren que nunca me ha matado, más cerca del del rock electrónico, aunque este disco suena poderosamente industrial y bien hecho, según Sputnikmusic, es el mejor de su discografía. 

El cuarto de su producción, en que aún el sueco tocaba, grababa, producía y grababa todo. No sólo tiene buenas guitarras, muchas pesadas, metálicas e industriales, que lo mete en el género del "cyber metal" sino que tienen su ritmo muy groove por momentos, que incluso apela a algo distinto al rock/metal, sino voces limpias, gritadas y en medio, con unas líneas melódicas y coros geniales también. 

Un disco muy bien hecho, divertido y con beats de hip hop, riffs melódicos techno-rockeros muy buenos, ritmos animados, e incluso algunos escarceos con electro-pop y reversiones potentes pero accesibles, tipo Babymetal por momentos, pero lo admito, quiero más como este disco, Peter. 4,5 de 5. En Spotify


3. Nucleus (2016) de Witchcraft: no recordaba nada de esta banda de doom/hard rock psicodélico sueco que tenía en mis favoritos de Deezer, y fue mucho mejor reconectar con ellos desde el olvido. Con guitarras que siendo pesadas y oscuras son también stoner y psicodélicas, casi post-metal, más una voz de epic doom, arrastrada y misteriosa, aunque también con un toque de blues, que acerca a la banda tanto a Guns N Roses como a Jethro Tull sobre una base de Black Sabbath y Led Zeppelin. 

Entre invitados y el líder de la banda, Magnus Pelander, se agregaron además flauta, theremín, vibráfono y sintetizadores que dan ese toque setentoso y vintage, pero especialmente sinfónico, que le suma mucho a los riffs arpegiados tocados con una lentitud doom y mucha actitud tipo The Cult. Es retro, es gótico y es muy rockero, tiene canciones de menos de 3 minutos y unos opus de 15 minutos.

Lo mejor del disco es sus muchos momentos de blues, hard rock y psicodelica, con unos majestuosos solos a la Jimmy Hendrix, muy de banda underground de rock progresivo de los 70, lleno de acid rock y heavy psych, que por momentos suena incluso a Deep Purple, pero que se completa con una voz que puede ser épica y angustiosa pero también rasposa y seductora. Increíblemente este disco es de lo menos valorados por la crítica, y estoy enamorado. 4,2 de 5. En Spotify.

4. Motomami (2022) de Rosalía: art pop con flamenco/hip hop y trap. Según RYM es Neoperreo (donde está también Villano Antillano) además de tener elementos de Alternative R&B, Latin Electronic y Deconstructed Club. Este es uno de esos discos icónicos que me retó a combinar artistas y géneros que no consumo o me desagradan como la bachata, aunque como parte de todo un concepto, me gustan, como la canción de Peso Pluma con Kali Uchis en un disco que le hace homenaje a la música tropical de los 80 y los 90. Por eso Rosalía y Björk hicieron un tema junto y en el Fossora, de mano de Arca, se escucha reggeaton industrial en voz de la islandesa. Un discazo, un puente entre el jazz, el flamenco y la electrónica con el art pop, la electrónica latina y la experimentación sónica, que incluyen maravillas como Delirio de Grandeza, que es una especie de bolero/salsa/hiphop/art pop 4,8 de 5.

5. Desire Colours N Lust EP (2025) de Teramaze. Debe ser el agua en Australia, pero este EP (Spotify) me voló la cabeza. Metal progresivo contemporáneo maravilloso: con djent, con voces pop y ganchos en los coros, con raras locuras tipo Twelve Foot Ninja, unos pianos jazzeados, breakdowns de deathcore y enredos deliciosos en la sección rítmica, influencias del groove y el thrash, así como del post-hardcore. 

6. Singles de Nachtblut que suenan como a un viking metal con industrial demasiado osado, como nos tienen acostumbrado con su black/neue deutsche härte. Eluveitie: folk metal que se puso más pesado y también groovy, aunque dentro de los gritos sigue habiendo los instrumentos exóticos y las voces femeninas celtas. Scowl: se ve bien el hardcore/rock alternativo que traen. Amenra: siempre sorprende con gusto en su estilo de drone/post-metal. Drudkh, un poco más lo-fi que lo que considero adecuado, sobre todo porque la batería suena a buen volumen pero las orquestaciones de fondo hacen un gran juego con las guitarras en trémolo, en lo que parece un post-black sinfónico. Morcheeba: un poco de rockcito en su trip hop pero los prefiero más electrónicos.

20 enero 2025

Llegó Trump (otra vez): Heavy metal clásico (Saxon), djent/ambient experimental, death técnico hiper-progresivo extraterrestre (Gigan), black satánico, brutal death técnico, heavy alemán y Homogenic de Björk

0. Se juramenta Donald Trump por segunda vez como presidente de EEUU, una nueva era de proto-fascismo tecnológico, noe-imperialismo y desinformación impulsada por supuestamente una corrección de lo que fue excesivamente "woke", políticamente correcto y una desviación hacia presuntas conspiraciones progresistas. Todo cambia a partir de hoy hacia un abismo desconocido de un nuevo orden mundial en que en lugar de Reagan tenemos a un amante de dictadores, hombres blancos multimillonarios y una combinación rara de nacionalismo y expansionismo.

1. Hell, Fire and Damnation (2024) de Saxon: 45 años después de su nacimiento esta banda inglesa por excelencia sigue entregando grandes temas, incluso agregando algo de power metal en este álbum. No hay nada nuevo y a veces suena a 1980 con un sonido moderno y un poco de viaje en el tiempo, con innovaciones aún inexistentes, también tienen unos riffs arpegiados y arreglos prog que lo hacen disfrutable, aunque no memorable. 3,7 de 5.

2. Ex_Phenomena (2025) de The Surrealist / DARK: Un largo y extraño disco de 25 canciones y una hora 39 minutos, de este dúo que cultiva un metal progresivo/djent lleno de sonidos minimalistas y experimentales, más cercanos al ambient y la música electrónica. Ya los tenía en Spotify, es decir que algún tema me habría gustado antes aunque acá siento que el disco es innecesariamente largo y muchos temas parecen inacabados, con demasiada experimentación sin conclusiones, salvo un par de temas en que hay sonidos más convencionales del djent/shred alternativo tipo Plini. Son un dúo ubicado en Boston y Nueva York, compuesto por un diseñador de sonido y un guitarrista. 2,5 de 5. 

3. Undulating Waves of Rainbiotic Iridescence (2017) de Gigan: death metal técnico y progresivo, denso y complicadísimo, como un sludge atmosférico con mucho math metal, delicioso de escuchar, como un jazz/death mega-enrevesado, que usa lo que parecen microtonalidades para producir canciones con decenas de rápidas notas en cada compás más una elaboradísima batería que acompaña estos riffs hiper-arpegiados y con armónicos disonantes, con blast beats y decenas de pequeños adornos en contrapunto. 

La banda usa una distorsión opresiva, con un bajo gruesísimo, y muy frecuentes cambios de tiempo, ritmos y tonos, que pasa del doom/death progresivo al death disonante, así como psicodelia y space rock dentro de una estructura de death progresivo que permanentemente muta, oscila y se transforma de manera sorprendente y genial. Es el tecnicismo llevo a momentos increíblemente laberínticos, combinando momentos de velocidad hiper-sónica de la batería con guitarras que van girando a la mitad de la velocidad en un ritmo totalmente distinto, produciendo polirritmos asincopados en una forma sistemática y tan masiva que es difícil llevar la cuenta de una calculadora infernal e infinitesimal.

Es como mezclar Artificial Brain con Ulcerate, Pyrhhon y lo que sea que haga Colin Marston, con una logradísima producción, hace que escuchemos cientos de sonidos, notas y arreglos en un muy arreglado sistema de coordenadas y galaxias de death metal progresivo, con una técnica tan pulida y puntillista que parece contar la cantidad de neuronas del cerebro.

El trío nacido en Tampa, Florida y establecido en Chicago, Illinois, se centra en el trabajo de Eric Hersemann, encargado de guitarras, bajo, theremín, sintetizado y xylófono, mientras que Jerry Kavouriaris se encarga de la voz y Nate Cotton de la extraordinaria batería. Es metal avantgarde que claramente influenció a Blood Incantation. En Spotify. 4,8 de 5. 

4. Charcoal Grace (2024) de Caligula´s Horse: un discazo de djent/rock/metal progresivo que lleva a esta banda a su versión más dura y creativa. Guitarras gruesas, que hacen muchos cambios con riffs que mutan de distorsión y forma, lo que me recuerda a Pain Of Salvation, aunque a veces sonando como Sleep Token y otras como Leprous, invocan los poderes del metal progresivo con tiempos imposibles y extraños, así como voces que pasan de la simple medio-narración a gritos potentes y también a épicas melodías a lo Haken, mientras la instrumentación rítmica hace de las suyas con contratiempos y volteretas. La combinación entre riffs y voces es incandescente, hipnotizando con el juego de armonías y pesadez. 

Caligula´s Horse, de Brisbane, Australia, es el presente contemporáneo del metal/rock progresivo, sonando tan accesible y divertido como Voyager, aunque también duro, experimental, osado e incluso potente y brutal por momentos, con influencias del jazz-rock, algo de electrónica y mucho de la vanguardia experimental. Hay un sonido deliciosamente entre sinfónico y expansivo, casi post-metal y al mismo tiempo de neo-progresivo contemporáneo, con las guitarras haciendo sonidos procesados que maravilla. Es muy bueno, soy fanático, 4,8 de 5. En Spotify.
5. Exultation Of Cruelty (2024) de Satanic Warmaster. Irónico, no está en Bandcamp ni en Deezer pero sí en Spotify. Este disco es bastante más lo-fi y crudo, aunque mantiene su esencia de ser melódico y sucio al mismo tiempo, directo y a la raíz del género, aunque menos furioso y al mismo tiempo menos innovador y emocionante como anteriores entregas sino más bien tibio, aunque sin quitarle reconocimiento a momentos y temas más logrados como As Blood Snarls a Macabre Silhoutte. El sonido de la batería es pobrísimo.

El finlandés Lauri Penttilä (a.k.a. Werwolf) está a la cabeza del proyecto nacido hace 30 años con un demo. Sus producciones, como las de Nokturnal Mortum, suelen estar censuradas o reducidas por su ideología nacional socialista, anterior o presente. Le doy un 3,3 de 5 aunque el último tema, mucho más sinfónico, pausado y melódico, rozando con el post-metal, el black melódico y el doom es muy bueno, quizás un poco disminuido por el sonido y lo repetitivo, pero es lo que esperamos y conocemos de esta banda.

6. Suffocation (1995) de Pierced From Within: uno de los discos más representativos de los orígenes del death técnico y el brutal death, que cumple 30 años. Intrincado, feroz y brutal, definió un sonido oscuro y con una pared de ruido con riffs complejos, que efectivamente ayudaría a definir el death metal progresivo, disonante y opresivo de la actualidad, sobre todo el uso del bajo profundo y jazzeado, así como el juego entre la línea de voz y la batería, que es monstruosamente potente. Le doy un 4,3 de 5. En Spotify

7. Suffer & Become (2024) de Vitriol, indudablemente uno de los mejores discos del año, exhibiendo una furiosa, indomable y fulgurante combinación de brutal death técnico, black sinfónico y deathcore, lo que agrega algo de melodía a la lluvia de azufre, con unos solos de guitarra que se pierden de vista, una batería capaz de hacer pedazos cualquier estructura y riffs tan angulares como pesados, con algunas disonancias y armónicos aunque mayoritariamente son ejecutados con velocidad y en trémolo, con fondos sinfónicos que hacen guiños a bandas de deathcore. Esto está acompañado de growls cavernosos, atmosféricos y penetrantes, que dejan poco espacio para lo instrumental, que termina dejando un paraje desolado de tierra arrasada por el grindcore.

Aún así, hay espacio para la experimentación y la vanguardia, con el tema Survival´s Carenning Inertia que usando un sonido similar a la de un instrumento de cuerda exótico luego evoluciona en una demandante e hiper-malvado despliegue de repiques y blast beats, capas de guitarras y efectos tan expansivos como corrosivos, cambios repentinos y repliegues, toda una exhibición de arsenal técnico y puntillista, explosivo y sinfónico, como un brutal deathcore orquestal. Cinemático y muy extremo, juntando velocidad y brutalidad.

Vitriol unió a Cannibal Corpse con Nile, Cattle Decapitation y Encenathrakh. Son de Portland, Oregon. 4,8 de 5. En Spotify.

8. Bone Collector (2025) de Grave Digger: tremendo estreno de este año, con una banda alemana de power/thrash legendaria. Muy buen thrash y mejor power metal, combinando speed, virtuosismo, atmósfera oscura y habilidad técnica para asombrar, una voz que suena como a Udo con algo de Kreator de los 90 para aderezar y mucha actitud de hard rock. Realmente entretenido, me recuerda a mi adolescencia escuchando Judas Priest, Megadeth y Testament.4 de 5. En Spotify.

9. Homogenic (1997) de Björk, que según RYM es Art Pop, Trip Hop, IDM, Glitch Pop y música de cámara, que además lo califica como mejor disco de este año después de la obra maestra OK Computer de Radiohead. Aunque adoro el Debut y el Post, definitivamente este es mi favorito de la primera triada, porque ser muchísimo más orquestal, con beats más duros, industriales y hard techno, que me recuerdan más a baterías metaleras orgánicas (como ella dijo que sucedió con Pluto, tocando punk y heavy metal ese día) y con líneas vocales encantadoras, mejores para cantar, incluyendo además tartamudeos y gritos scat.

Entre sus singles está "Jóga", "Bachelorette", "Hunter", "Alarm Call" y "All Is Full of Love". Este disco salió después de Telegram, compuesto de remixes. Lo grabó en Málaga pero un viaje por Navidad a Islandia trajo influencias de su país al disco, que incluso perdurarían hasta el Vespertine, combinando lo que siente que es Islandia, el contraste entre una naturaleza explosiva alrededor del que gira la vida 24 horas y una sociedad hi-tech. Así es este disco, unicolor, azul gélido, que combina ritmos industriales y crudos con muchísima orquestación, gracias a un octeto de cuerdas islandés. 5 de 5, claro, en Spotify.

19 enero 2025

Black industrial opresivo (Blut Aus Nord), progresivo gótico, hyperpop con rock alternativo y Debut de Björk

1. Deus salutis meæ (2017) de Blut Aus Nord: la crítica dice que este disco cambió mucho lo que había hecho esta banda de Normandía, Francia, porque no era el black atmosférico y melódico esperado sino se fue por sonidos industriales. Y sí lo juzgo por sí solo, es un tremendo álbum de black disonante y experimental, con esos sonidos ambient e industriales que ayudaron a crear el black progresivo que hoy conocemos en bandas como Ulcerate, así que muchas gracias. 

Así mismo, creo que el disco se defiende así mismo, con esta combinación opresiva -como la de Terra Tenebrosa- de instrumentación tradicional invadida de decenas de efectos sonoros, creando un aire viciado por densas y múltiples guitarras, baterías mega-industriales, bajos procesados y un angustioso shriek cavernoso con terroríficas voces corales, aunque con una producción muchísimo más pulida y dedicada. El resultado es el soundtrack de una pesadilla infernal, en que caminas lentamente por un mundo de penumbras, sombras y horrores.

Para ser justos, es un disco que hizo Vindsval por sí mismo y con un vocalista invitado, Taysiah, sin sus dos compañeros. Yo le doy un 4 de 5. En Spotify. Tiene temas extraordinarios, como el tema final del disco de Terra Tenebrosa, en que pueden reconocerse un poco más los complejos y angulares riffs de guitarras, la batería es un poco más analógica y hay furiosa y urgencia del black metal atmosférico más reconocible.

2. Old Eyes, New Heart (2025) de Madder Mortem: hermoso, delicado y sofisticado doom/goth metal progresivo con sonidos de metal alternativo. Octavo disco de esta banda noruega que publicó su debut en 1999. El disco tiene una sensibilidades melódicas extraordinarias, que producen temas perfectos para cantar en concierto y que las armonías se te queden todo el día en el cerebro sin dejar de sorprender con agudeza compositiva, con arreglos complejos y tiempos extraños, tonos oscuros y guitarras que suenan como un delicado fry punzante aunque accesible, como una suave bruma en un escarpada montaña perfectamente mantenida.

Me recordó un poco a las formas progresivas Atrox y Trees Of Eternity, así como al gótico country tipo Me and That Man e incluso Wayfarer, con el tema On Guard, lleno de Americana, y como las baladas de jazz pop, ya que aunque la mayoría de las canciones están despojadas de las estridencias del metal extremo, con algún algún grunt por allí, los temas suenan profundos y emocionales, con los instrumentos insertados con una delicadeza artesanal preciosista aunque no apoteósica, lo que quizás hace que suene algo bajito, y por muchos momentos como una versión muy metalera de The Cardigans, y digo esto como virtud. La voz de Agnette es central, llenando los espacios adecuados, como en Portishead, en que su talento es la guía ideal en estas baladas doom.

Temas como Towers, Things I´ll Never Do y The Head That Wears The Crown son inquietantemente enganchadores, tanto por las líneas vocales en escalas, el bajo haciendo círculos encantadores o las guitarras de metal alternativo que repiten motivos para entonces irse por arpegios veloces y distorsiones industriales que nos transmiten el dolor y la desesperanza del género. 4,8 de 5. En Spotify



3. Zwei (2025) de Zweihandr: es un disco realmente confuso y algo incoherente, conformado por el dúo de DrDuctape y scyphozoa (de Darien, Illinois), porque se transforma de una banda de algo como un metal alternativo con algo como nintendocore a un abierto trap envenenado con diversas formas de música electrónica sin relación melódica o rítmica entre canciones. Según RYM es Hyperpop y Alternative Rock, junto a Digicore, Art Rock, Noise Pop y Trap. Es como una indecisión porque aunque hay canciones que parecen combinar los géneros, la mayoría parecen estar desconectados entre sí. Sus temas/extractos de art rock / rock alternativo y los de hyperpop más noise pop son realmente buenos, aunque distan tanto de sus momentos/temas en que parecen que hacer trap/digicore que lo rebajan mucho. La canción "empty orange sky" es lo mejor del disco. Diría que 2,7 de 5.

4. Debut (1993) de Björk: primer disco solista de adulta, después que se acabara The Sugarcubes. Art Pop  y House conforman este disco, aunque se nota la influencia del jazz estándar como en Gling-Gló, como en The Anchor Song, compuesta sólo de saxofones, así como el trip hop y la world music, que luego ella expandió tanto en sus discos en vivo. 

Es un disco predominantemente dance y pop experimental. Fue mejor recibida por europeos que por estadounidenses, tuvo cinco singles:  "Human Behaviour", "Venus as a Boy", "Play Dead", "Big Time Sensuality" and "Violently Happy" aunque también tiene Like Someone In Love, una estándar de jazz (popularizado mayormente por Bing Crosby) y previo a la mucho más conocida It´s Oh So Quiet. Debut no puede terminar de mejor forma, después de The Anchor Song con Play Dead, en que parece que Björk canta una canción de James Bond. 5 de 5, claro. En Spotify.

Pd. Me puse a escuchar también todos los lados B de los singles de este disco y de Vespertine. 

18 enero 2025

Nostalgia: Bomfunk MCs (1999), lo nuevo de perspectiv (djent / vaporwave) como si Korn tocara Daft Punk, Vespertine de Björk, house funky, death old-school, death técnico, el trip hop /rock alternativo de Gorillaz y psicodelia indie de Chicago

1. In Stereo (1999) de Bomfunk MC´s: cuando me mudé a Amsterdam en 1999 entré en contacto con mucha música nueva, tanto por Internet, la televisión y por ir a un local que ya no existe, Korsakoff. Recuerdo que conecté con muchísima música pop, como Destiny´s Child, J.Lo y Cristina Aguilera así como otra no tan comercial como Kosheen y Manu Chau además de las toneladas de música metal, vanguardista y alternativa. Pude ir a un concierto de Atari Teenage Riot.

Y este disco tiene varios de los temas de los videos que veíamos muchísimo en la tele como Freestyler y B-Boys & Fly Girls. Me alegró muchísimo recordarlos lo suficiente como para encontrarlos de nuevo tras 25 años. Era el trío conformado por los MCs Raymond Ebanks (de Londres) y DJ Gismo junto a Ville Mäkinen en el bajo y Ari Toikka en la batería. 

Su mezcla de breakbeat, hip hop, house, trance y electro me sonaron a una divertida combinación de bandas como Fatboy Slim, Beastie Boys y The Prodigy con el house que escuchaba en la adolescencia. Algo que quizás uno no esperaría de unos finlandes. Un romance inmediato. El disco no es malo, tiene drum n bass, rock rap, funk, acid jazz, dub y otros buenos temas. 4 de 5. En Spotify.

2. Year Two (2025) de perspectiv: llega la secuela de esta banda de djent / jazz / electrónica (cybermetal y vapor según RYM) de un músico franco-estadounidense (como los de Gojira) residenciado en Los Angeles, que combina -según su Bandcamp-, new wave de los 80,  synthwave y funk metal, para producir lo que el llama Kornwave, que suena a Korn tocando canciones de Daft Punk o Red Hot Chillie Peppers.

Ciertamente, tiene melodía y momentos bailables, por medio de samples bien vintage que suenan a videojuegos y publicidades televisivas que se grabaron en VHS más un juego de guitarras djent y baterías metaleras que atraviesan todo con armonías extrañas y distintos experimentos sónicos, desde alterar la textura y onda del sonido de la distorsión hasta agregar distintas capas de sonidos industriales, algo de slugde y metal progresivo.

Me encantó el tema SoCal will be back, con una batería haciendo algo parecido a un gallop de heavy metal con jungle, había un sonido como de burbujas junto a una guitarra muy Meshuggah y muchísimo bajo funk progresivo. Este disco no me ha impresionado tanto como el primero, aunque tiene grandes momentos retadores y ciertamente innovadores, especialmente cuando agregan voces. El tema de cierre, Bring a Friend, usa saxofón y muchísimo bajo funk, que repetí porque de verdad me encantó el smooth jazz a la funk metal: 3,8 de 5. En Spotify
 

3. Vespertine (2001) de Björk: escuché este disco en Barcelona, España, porque me lo puso un amigo que me insistía en que escuchara Mr Bungle, King Crimson y una banda con la que aún no engancho, Phish. Este disco, el cuarto de su carrera solista de adulta, es sumamente bello y minimalista, un vuelco después de los gritos y la música freak jazz / discotequera de antes. Acá la base es el susurro, lo íntimo y la folkotrónica suavecita y como una caricia, tan tierna como las cajitas musicales que usó para componer el disco.

Según RYM es el mejor disco de 2001, el mejor disco de Art Pop de la historia, el mejor de glitch pop y de indietrónica [con una importante discusión en los foros], que además lo califica como un disco de micromontage por los "microbeats" de sonidos sencillos y el uso de instrumentos de cuerda con sonidos muy agudos, como el arpa, el clavicordio y similares, así como arreglos de cuerdas y coros, que llevó a usar un grupo de mujeres inuit en el tour del álbum, y a la arpista Zeena Parkins, parte de los músicos que grabaron este disco.

Los productores fueron Opiate, Console y el dúo Matmos y se compuso mientras ella filmaba la maravillosa y dolorosa Dancer In The Dark aunque luego fue grabado, mezclado y arreglado de sesiones en España -donde se había mudado para huir de la atención-, Islandia y un loft en Nueva York. Ella usó cajitas musicales personalizadas con discos en blanco que grabó usando software Sibelius en su laptop para hacer el disco, con la intención que la instrumentación y las voces susurradas no perdieron calidad si lo bajabas de Napster mientras que Marius de Vries usó un sintetizadores basado en instrucciones de texto en lugar de perillas. Una joya de la folkotrónica.

Sus videos para Hidden Place, Pagan Poetry y Cocoon fueron prohibidos por MTV por sus referencias sexuales, provenientes de su nueva relación con el director de cine, Matthew Barney. Ahora se pueden escuchar referencias sónicas luego usadas en el Fossora, más cadencioso y obvio en sus referencias sensuales, así como All Is Full Of Love de Homogenic es "el primero de Vespertine" en palabras de la islandesa. Esta es la época del vestido raro de gansos que llevó a los Oscars.

Para mí, sin duda, un 5 de 5, a pesar que lo he escuchado muchísimo menos que los primeros tres, aunque cada vez que lo descubro es más interesante. En Spotify. Björk es uno de los principales motores de mi interés en la música experimental y de vanguardia, sea electrónica, metal, jazz o lo que sea.

4. Honey (2024) de Caribou: a bailar como si fuese 1998 otra vez gracias al canadiense residenciado en Londres, Dan Snaith, con este disco de house que es funky, con retrogusto a disco y muchos sonidos dance, que arranca con el temazo Broke My Heart para moverse de inmediato por toda la pista, lo que sigue con una serie de temas similares, como Honey y Volume, pero no es un disco plano, pues tiene una canción como Campfire en que se escuchan guitarras como de indie rock y varios otros temas que suenan a space rock revival, a house francés y a techno. Me gusta mucho: 4,7 de 5. En Spotify.

5. The Diseased Machine (2025) de Mutagenic Host: siempre caen bien un buen death metal old-school con algo de letras y conceptos gore y de pánico tecnológico, con unos de esos solos de guitarra que parecen volar en el universo, un aire enigmático y un sonido entre atmosférico y melancólico, muy Obituary. Además de usar algunos riffs en trémolo y unas guturales propias del género, con variedad entre shrieks y growls hay también ritmos muy groove, bien animosos. Es el debut del quinteto londinense, que lo hacen bien, con buena producción y sonido, aunque sin demasiada originalidad y por eso les doy un 3,6 de 5. Van bien.

6. Crescendo Dezign Ep (2017) de Theory In Practice (disponible sólo en Bandcamp): último EP de esta banda sueca de death técnico / progresivo. En uno de los temas tienen a Trevor Scott Strnad como cantante invitado. Es un buen EP con un shriek salvaje, algo urgente, mientras que la música es bastante regular, aunque tienen altas capacidades técnicas y las demuestran con canciones coherentes y hábiles, no le sentí ningún valor específico más allá de estas capacidades, salvo algunos momentos del bonus track, Synchronized Emptiness. Les daré 3,3 de 5.

7. Gorillaz (2001) - Gorillaz. Debut de la banda virtual liderada por Demon Albarn de Blur. Con el tema Clint Eastwood como súper single, además de Rock The House y 19-2000 como momentos súper divertidos y nostálgicos de la época es un disco alrededor del trip hop, rock alternativo y dub con varios MCs y productores de hip hop agregando sonoridades y música, además de la mítica Miho Hator de Cibo Matto. No me mata, 3,8 de 5. 

Por cierto que el disco de Lovage, que salió 8 meses después y tiene a Albarn de invitado más la producción de dos Gorillaz: Dj Koala y Dan The Automator es mil veces mejor, además tiene a Mike Patton en las voces masculinas.

8. Maria´s Hunt (2025) de Glyders: psicodélicos, indie y a veces country, suenan mucho mejor cuando suenan más vintage y menos cuando las guitarras slides me hacen sentir en Texas, aunque son de Chicago, Illinois. Tienen buenos temas de blues rock y rock psicodélico, sobre todo cuando suenan a Los Beatles, sí tienen sus buenos momentos, aunque para mí alcanzan a un 3,5 de 5 por las partes de Americana.

17 enero 2025

Obra maestra de Abigor (black/sinfónico avantgarde), trap, hip hop y regional mexicana con djent (Ladrones), brutal death técnico, black atmosférico noruego, Post de Björk, post-black atmosférico eslovaco y jazz/metal francés

1. Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt (2024) de ABIGOR: una obra maestra del black metal que salió el 21 de diciembre de 2023, meses después que su líder se quitara la vida a los 49 años. Sinfónico, avantgarde y con decenas de capas de guitarras y efectos especiales, es un obra de collage de perversidad, música extrema y pensamiento de avanzada. 4,9 de 5. Acá lo reseñé.

2. Flow Pesado (2024) de Ladrones: sí, música regional mexicana (corrido tumbado) y hop hop latino con djent, nü-metal y metal progresivo, de Guadalajara, Jalisco. Naturalmente influenciados por Resorte y Control Machete, usan guturales y breakdowns de deathcore, no es sólo unas guitarras a lo Z-Trip o Rockstar Superstar de Cypress Hill, sino hay una banda completa detrás, con el virtuoso José Macario (que está invitado en el EP Telenovela de Mestís) en las guitarras. 

Quizás para algunos pueda ser un sacrilegio y la comparación puede ser terrible, pero es como si Peso Pluma fuese metalero y sí supiera cantar. Imposible pensar que ANIMAL, Brujería, Cartel de Santa y Cypress Hill no están entre sus favoritos, aunque también hay pop y trap, además de artistas mexicanos de música regional que desconozco pero uno podría decir que Los Tigres del Norte, considerando su acercamiento con la música alternativa.

La banda está liderada por el rapero Zxmyr y Cirujano Resendez. Además del disco tiene media docena de singles extras en 2024, y mucho más antes, en el que destacó Así cambió la cosa (video en Youtube) de 2021.

3. The Art Of Sickness (2017) de Profanity: death metal técnico alemán, con riffs arpegiados increíbles, una batería muy progresiva y brutal, con un sonido clarito y muchísimos repiques, un bajo de thrash progresivo con un sonido inusualmente brillante y growl brutal. Súper técnico y producido al detalle, con unos sonidos sinfónicos de fondo y unas disonancias que lo acercan al death vieja escuela aunque el sonido está claramente inclinado hacia el deathcore, incluyendo algunos pig squeals, la música están más inclinados al brutal death, el death progresivo e incluso se notan influencias de Cynic y Atheist, aunque es bastante usual los momentos con pausas sucesivas y micro-silencios. La banda sigue activa aunque no publican nada desde 2020. 

Entre los invitados están Aad Kloosterwaard (ex-baterista y actual vocalista de Sinister), Ricky Myers (entonces en Disgorge y ahora en Suffocation), Terrance Hobbs (guitarrista de Suffocation) y Christian Münzner (ex-Alkaloid, ex-Obscura, ex-Spawn Of Possesion y ex-Paradox, ahora en Retromorphosis). Puntuación: 4,4 de 5.En Spotify.

4. Vessels by Which The Devil Is Made Flesh (2024) de Misotheist: black metal noruego, no tradicional, sino que agrega nuevas sonoridades entre lo atmosférico y lo disonante aunque también con algunos ritmos alternos más cercanos al punk que al metal, así como un shriek combativo y poderoso, sobre riffs que varían de tiempo, junto a un bajo que también hace motivos propios y en contratiempo, para pasearnos por la hermosura oscuridad del género, con una batería que también va pasando del mid-tempo al demencial blast beats y se regresa para acompañar, con sonidos ritualistas, repiques y amplio uso de platillos. Hay algo de avantgarde en todo el concepto musical que convoca a usar los instrumentos en tiempos extraños, con un sonido pulido y en estructuras circulares, así como el death disonante progresivo aunque en versión gélida nórdica.

Proyecto de Brage Kråbøl, que por momentos se parece a Deathspell Omega aunque con un sonido mucho más claro. El disco tiene sólo 3 temas de 12, 6 y 19 minutos. 4,4, de 5. En Spotify.

5. The Tree y Vanished de Retromorphosis, es todos los músicos de la banda sueca de death metal técnico Spawn Of Possesion con el baterista  KC Howard (ex-Decrepit Birth). Brutal, hay que ver qué traen finalmente, pero por ahora diría que al menos un 4,3 de 5.

6. Kr​á​sno (2025) de Besna: post-black progresivo extraordinario, de Eslovaquia, con una voz súper fry y corrosiva, que acaba con un planeta de un grito sobre una atmósfera de guitarras espaciales, que pueden ser expansivas, atmosféricas y shoegaze, con luminosidades claroscuras en su sonido en un momento, aunque en otros temas son disonantes y en trémolo salvaje, para luego detenerse con una vigorosa calma con arreglos cuidadosos de batería en que se ronda más el post-rock e incluso algunas tonalidades pop, que le agregan belleza transparente a la opresiva oscuridad urgente con la que convive. 

Hay que tomar en cuenta que Kr​á​sno en eslovaco es Hermoso y Besna es Furioso.

Una guitarra líder, a veces con una suave distorsión alternativa, suavemente hace un trémolo pulido se cierne sobre la pared de monstruosa densidad. Estructuras -y momentos- de death progresivo y melodeath son adquiridas por este vortex de post-black devueltas en un universo paralelo de frialdad eterna. Francamente, genial, 4,8 de 5. En Spotify.

7. Post (1995) de Björk: 5 de 5 en mi corazón, amor eterno por la música de mi islandesa favorita. Según RYT este album tiene Art Pop, Trip Hop, Alternative Dance y Tribal House, que lo coloca en el cuarto mejor disco de 1995 y 137 en la historia. Cumple 30 años y sigue siendo de mis favoritos de la vida. En este disco trabajó con Tricky, que ya había salido de Massive Attack, con Graham Massey de 808 State y Nelle Hopper, productor del Debut (1993). Es un disco grabado originalmente en Nassau, Bahamas y que fue rearreglado, remezclado, regrabado y producido de nuevo en Londres, con nuevos programadores, ingenieros y Tricky. 

Es un disco mucho más jazz, especialmente latin jazz brasileño y complejo musicalmente (con clavicordio, trompetas, saxofón, hammered dulcimer) y "crudo" según ella, más enfocado en su vida nocturna visitando clubes nocturnos y discotecas en Londres por lo que también hay ambiente, techno, IDM y trip hop, incluso jungle. Es el disco que disparó a la fama internacional a la cantante, con temas y videos de singles como Army of Me, Isobel, It's Oh So Quiet (que es un cover de Betty Hutton), Hyperballad, Possibly Maybe y I Miss You (con un video a la estética de Ren & Stimpy) dirigidos por Spike Jonze (Her, Being John Malkovich) y Michel Gondry (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos). 

8. El adelanto del disco de Dawn Of Solace está buenísimo, melódico, con gancho y al mismo tiempo, con un doom fúnebre y súper denso, como un pared de concreto y belleza como la de Leprous o Katatonia. También de los alemanes Across Oceans, con su progresivo alternativo y moderno. También los tres temas adelanto de Apocalypse Orchestra, el doom se pone atractivo este 2025. Scour, la banda de black metal de Phil Anselmo, súper cabilla. También los de Disrupted, muy a lo Hypocrisy viejo y Entombed. Increíbles los dos temas de Disarmonia Mundi. Temas de clipping., siempre retadores e inventivos, en este caso re-sampleando Firestarter de The Prodigy.

9. Uncommon Grounds (2025) de CKRAFT: alucinante banda de metal progresivo avantgarde y jazz fusión de París, Francia conformada por Charles Kieny (acordión y sensores electrónicos para tocar sintetizadores desde su instrumento), Théo Nguyen Duc Long (saxofón tenor), Antoine Morisot (guitarra y música de la Orquesta Sinfónica Nacional de Francia), Marc Karapetian (bajo) y William Bur (batería). El sonido es impresionante, parece como unir a los temas más pesados de Tigran Hamasyan (el bajista de Ckraft, Marc Karapetian, toca en su disco 2024), Thank You Scientist y Seven Impale. La ferocidad del free jazz, los sintetizadores del rock de los 70, la potencia telúrico del metal progresivo contemporáneo y la innovación de fusionarlos, con incontables cambios de ritmos, pasando de un género a otro con gracia, fuerza avasallante y un efecto sorpresiva perenne. 5 de 5 nada más que apuntar. En Spotify.

10. The Reverses (2016) de Terra Tenebrosa: hacen total honor a su nombre, con un disco abrumador, son múltiples capas de sonidos estridentes que parecen partir hacia todas partes desde un célula maligna o un núcleo radiactivo. Parecen ser violines tratados como sierras eléctricas, máquinas industriales de varias toneladas tratando de aplastar sociedades enteras y un bajo monstruoso, industrial y oscuro. Con un shriek arrastrado y muy procesado, también se escuchan sintetizadores y riffs de guitarras atmosféricas, como trumpetas de arcángeles apocalípticos, aunque son apenas distinguibles en la bruma sónica que lo une todo.

Es metal extremo y de vanguardia, que tiene raíces en el slugde atmosférico, el black metal industrial y el post-metal. El trío sueco proviene de una legendaria banda de post-hardcore llamada Breach. Más que opresivo este sonido es infernal, con decenas de posibilidades encontrándose en choques permanentes, en que el metal es un ingrediente para una fórmula bestial y enloquecedora. Su cantante es Tomas Hallbom (ex-The Ocean Collective).

Tienen invitados destacables, como Jonas A. Holmberg (cantante de This Gift Is A Curse), Vindsval (guitarrista y cantante de Blut Aus Nord). Cierran el disco con un tema de casi 17 minutos, en que hay extractos de lo que uno podría clasificar como metal extremo tradicional, en que los instrumentos son identificables, suenan como una banda y no hay decenas de capas, sonidos y efectos. Gran final.



La obra maestra de Abigor (black metal avantgarde/sinfónico): Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt

Taphonomia Aeternitatis - Ges​ä​nge im Leichenlicht der Welt (2024) de ABIGOR: Detesto perderme discos porque no están en Deezer, así que este disco que se publicó el 21 de diciembre de 2023 logró colarse en sólo días en el mejor disco de ese año en Sputnikmusic, venciendo a Panopticon, Seven Impale y Amun.

El nombre del disco refiere a la Tafonomía, una rama de la paleontología que estudia la conformación de los fósiles, mientras que la segunda parte se puede traducir del alemán como "Canciones a la luz cadavérica del mundo", pues finalmente la banda siguió su senda de escribir sobre temas satanistas y luciferinos, aunque en este caso con la reflexión sobre el tiempo más allá de la escala humana.

La música es realmente impresionante, es como un post-black metal / black sinfónico, con tonos brillantes, guitarras en trémolo en distintos tiempos que se superponen y se entrecruzan de formas extrañas aunque coincidentes a la larga, algo típico durante los 30 años de carrera de esta agrupación.

Esta técnica a veces parece invocar formas como las del black melódico de los noventas a la Emperor o Satyricon, aunque con sorprendentes formas asincopadas de solos de guitarra y batería, como con una filosofía progresista aunque se acerca más a lo avantgarde (y un bajo casi invisible).

Sí, es sinfónico aunque de una forma bizarra, metalera por un lado, con disonancias en cascada y un bajo cavernoso, hay shrieks narrativas y bélicos, aunque también se usan varias capas de teclados y efectos especiales, que entran y salen de la escena mientras voces corales, así como un puñado de distintos riffs que parecen hablar al mismo tiempo, y aunque parezca abrumador, los shrieks también son diversos: operáticos, masculinos y femeninos, algunos cinemáticos y de Medio Oriente, otras voces son gritos semi-arrastrados y así se va armando algo que supera la propia estructura del metal, acercándose incluso a algo como un mashup electrónico o al jazz-fusión.

El disco jamás da tregua, el séptimo y penúltimo tema es feroz, combinando tonos vampirescos y war metal, desde profundos arreglos de voces corales y vikingas, cánticos para la batalla, riffs mucho más rápidos y directos, un poco menos de capas de guitarras para permitir que la narración sea más clara. Hay más melodía, ritmos repetidos y una estructura que permite reconocer los motivos musicales, que suenan como un guiño a lo arcaico y lo medieval con este sonido abrumador y conceptual apoteósico. 

Este disco salió unos meses después que Peter Kubik (bajo / guitarra), fundador de la banda austríaca en 1994, se quitara la vida a los 49 años. P.K. se complementaba musicalmente con T.T. (Thomas Tannenberger) quien además de la batería también grababa el otro montón de guitarras y el bajo, Las voces fueron grabadas por Michael Gregor aka Silenius, de Summoning (quien había entrado en 2013 como un posible músico de sesión). No hay créditos extensos para las muchas otras voces, teclados y/o sintetizadores.

Es magnífico y desorbitante. 4,9 de 5. En Bandcamp.

16 enero 2025

Entrevías: del Gran Torino español a la conquista mundial con la dulzura del macho ibérico que se adapta al mundo contemporáneo

José Coronado y Luis Zahera, ya eso hace que inmediatamente quieres verla. Después de verlos en Vivir sin permiso (son los mismos creadores de esta serie) como dúo ahora los ponen en frentes distintos en un interminable baile de "frenemies" siendo uno un obstinado micro-empresario local y veterano de guerra, con estándares morales inalcanzables y una tozudez absoluto para todo lo moderno y él un policía corrupto y pragmático que se adapta a las exigencias de la vida con poquísima ética y humor negro. 


La primera temporada de Entrevías es básicamente la versión española, y con macho ibérico, de Gran Torino. José Coronado tiene el ceño fruncido, tiene una nieta tailandesa (su abuelo le dice "china"), Irene Abantos (Nona Sobo), con terribles gustos para los hombres, el pandillero colombiano Nelson Gutiérrez (Felipe Londoño), y unos hijos que apenas lo tratan y que quieren cosas novedosas en un mundo que cambia demasiado rápido para su gusto. 

Lo que pasa es más o menos esperado, él es inflexible pero su frío corazón se derrite de amor cuando hay injusticias en contra de sus familiares, sus vecinos y su comunidad, aunque hay formas de azuzar lo obvio con muy buen humor: xenofobia, racismo y sexismo son expresiones que este "señoro" de tercera edad, con pistola debajo de la almohada y abandonado por su esposa, usa no de forma reivindicativa sino como expresiones normales, que ni siquiera entiende como erróneas u obsoletas.

Los diálogos son puras joyas, desde las ocurrencias del mal genio y la resistencia al cambio de Tirso Abantos (Coronado - también en La Chica de Nieve y El Inocente, también en Netflix) pasando por los chascarrillos de "sabiduría de la calle" y la jerga policial convertida en sátira de Ezequiel Fandiño (Zahera - también en Sky Rojo) hasta los comentarios con los amigos veteranos de guerra en el local de comida, Pepe y Sanchís, quienes son más bonachones que militares. 

Es una serie coral donde juegan otros policías corruptos, inmigrantes latinoamericanos, pandilleros juveniles y la diversidad étnica, religiosa y social de España, en la que se cruzan siempre entre lo trágico, lo humorístico y el comentario social, pues aunque se basa en el nombre de una localidad real: el cruce de las vidas de las personas por la diáspora, la gentrificación y lo generacional. Esto incluye, por supuesto, tratar sobre el divorcio, el amor entre mujeres y la homosexualidad.

Como buena serie española, se habla muchísimo de política, feminismo y corrupción, hay policías buenos súper obsesivos y correctos, que terminan creando empatía y hasta cariño por los grises de moral, y policías súper corruptos que son finalmente villanos. Además, presenta a los "panchitos" (palabra despectiva para los latinos en España que desconocía) de una forma novedosa, ya no sólo estereotipados sino con luces y sombras, parte de la sociedad de ese país, con una evolución natural: pasan de ser empleados de limpieza y vendedores de drogas a ser quienes le dan nueva vida a comunidades envejecidas y aisladas con su acento, su gastronomía, su espíritu emprendedor y alegre, incluso innovador y de trabajo duro.

Allí brillan tanto la actriz cubana Laura Ramos (Gladys), sensual, dramática, con una capacidad actoral de amplísimo espectro y el colombiano Felipe Londoño, quien también actuó en Perfil falso.

Nunca monótona, siempre entre el filo de la acción y el humor negro, con giros inesperados cuando los personajes que parecían destinados a ser secundarios pasan a ser protagonistas, unos nuevos que parecen que lo acabarán todo, hay acción, sensualidad (que en ambos casos combina muy bien María de Nati como la pandillera Nata), alegría y tristeza, porque terminas amando e intimando con los personajes, duelen las despedidas, los peligros incesantes, las muertes inesperadas y la necesidad de hacer justicia por mano propia.

La serie tiene cuatro temporadas, la última a estrenar el 7 de febrero de 2025, que será la última.