15 mayo 2025

Rock noventero, death/thrash hispano-alemán, indie rock / power pop de Chicago

1. Alright/Time (1995 / 2025, EP) de Supergrass. Pasa en el cine, pasa en TNT, pasa en la música: remezclar, reeditar y sacarle el máximo jugo a los temas que te hicieron famoso. Acá volvemos a escuchar el mega hiper single de esta banda británica. Siempre es bueno refrescar y revisistar, además, me encanta esta banda y la música de los 90.

2. Helljjin Combat (2025) de Sijjin: banda de death/thrash internacional, con baterista (Iván Hernández) y guitarrista de España, Ekaitz Garmendia, y un bajista y cantante alemán Malte Gericke (invitado al Absolute Elsewhere de Blood Incantation de 2024). Sin embargo, me parece bastante básico e incluso inocuo. No me dice nada esta banda. 3 de 5. En desacuerdo con calificarlos como thrash técnico como hicieron algunos en RYM.

3. Tunnel Vision (2025) de Beach Bunny: banda de indie rock, power pop y emo-pop de Chicago, Illinois, liderados por Lili Trifilio (vocales, guitarra) y completados por Jonathan Alvarado (batería), y Anthony Vaccaro (bajo). Una banda que rescate el sonido guitarrero del rock indie, con melodías pop y mucha nostalgia noventera, pero acá no hay noise rock ni dream pop, ni tampoco referencias a décadas anteriores, sino fuzz medio en la distorsión, líneas vocales, ganchos hechos con arreglos de batería y sonido directo, sin ser demasiado crudo ni tan pop ni nada shoegaze. Encantador y rockero porque es mucho más crudo que el pop punk y bastante sensible sin tocar las sensibilidades del alt-pop, justa medida pero con vitaminas y minerales. 4,3 de 5. 





14 mayo 2025

Lo nuevo de Sleep Token (alt-pop/reggeatón/metal alternativo), Wu-Tang Clan & Mathematics (boom bap hip hop), black/folk metal lo-fi medieval, emoviolence canadiense, deathcore/brutal death belga, ópera rock indie folk sorprendente, blackgaze gringo indefinido, maravilloso black/death progresivo, técnico y sinfónico de Australia/Noruega, metal gótico progresivo finés

1. Georgie and the Dragon (2025) de Curta'n Wall: difícil empezar este día de forma más extraña, ruda, ridícula y genial. Un disco del black metal con peor sonido del mundo, a propósito, porque también es creativamente bueno: es una aventura fantástica, bélica, épica, vikinga y con voces geniales, limpias y shrieks, narradas y góticas, con un bajista realmente hábiles, grabadas con un sonido tan patético, de mazmorra y humedad que da risa e inspiración al mismo tiempo.

Así que aunque suena intencionadamente horrible, es una propuesta que podríamos llamar "kitsch", porque aunque sí tienen intención de ser ridículos también por otro lado, se toman muy serio en la producción vocal y la atmósfera medieval, mediante el folk, el black y el war metal. Aunque hay que decirlo, la propuesta es súper interesante pero la mezcla tan lo-fi no permite darle un buen puntaje. 3,8de 5.

Según RYM la banda es del género Sequencer & Tracker, es decir, que usó consolas de videojuegos de los 80 y 90 para programar los temas, lo que explica la aún más baja calidad de la batería. Son de California. 


2. All you are is we (2025) de Emma Goldman. Por la portada y el nombre de la banda pensé que era algo folk o indie, y no está lluvia ácida de mathcore, black metal, nü-metal y girl rrrriot que me cayó encima. Según RYM es emoviolence y metalcore aunque las voces gritadas van del screamo al shriek, de los alaridos nü-metal tipo Slipknot a gritos punketos. Gritan desde Vancouver, Canadá. 

Lo que más me gusta es que los temas no son tan cortos, de 2:30 a 4 minutos, con guitarras sucias y momentos explosivos, narraciones y gritos, que resumen mucho del noise, el grind, el grunge, pero también hay momentos calmados, como de emo, post-rock o shoegaze, y las canciones son en sí mismas simples pero bien producidas. Entonces hay para pogear, reflexionar y calmarse, con una gran riqueza rítmica. Incluyendo inesperadamente canciones exclusivamente dedicadas al hardcore techno y de drum n bass. 

Es lo que obtienes si le pones el nombre de una anarquista rusa a tu banda. Según su Bandcamp son emo-hardcore o sasscore. 

Les doy un sóilido 4,3 de 5.

La bandaGuitar, Vocals – Felix Ruiz de la Orden
Mixed By – Jesse Cramer (pistas: A5)
Mixed By, Drums – Pavel Ganapolsky (pistas: A1, A5, B2, B5)
Mixed By, Mastered By – Will Killingsworth
Recorded By – Mariessa McLeod
Vocals – Victoria Brindise

3. Big Trouble (2025) de Coffin Feeder: debut de esta banda de deathcore / brutal death (+grind) belga, un poco ridículo como sería el grindcore de humor negro y el thrash satírico, y al mismo tiempo brutal, hiper-veloz y radicalmente extremo. Liderados por Sven de Caluwé, cantante de Aborted, tienen sus letras y concepto en base a las películas de acción de Hollywood de los 80 y los 90. Ridículos pero violentos, con un sonido bastante atmosférico, basado en guitarras inmensas y expansivas, teclados de deathcore, una batería bestial y la voz más corrosiva que imagines sin hacer pig squeals sino shrieks y growls de death metal furioso. Es original esto.

4,3 de 5. Hay canciones que suenan algo nü-metal (el cantante de Chimaira está invitado) y otra algo groove o metalcore, aunque predomina lo más extremo y perverso, hay también diversidad rítmica dentro de esta vorágine de armas, patadas y explosiones gigantescas.

4. Your Neighborhood (2025) de The Toxhards: otro debut extraño, una banda de Los Ángeles, California, que hacen una combinación entre Weezer, Wilco y Mr Bungle, entonces es rock indie, power pop, pop progresivo, art rock y claro, geek rock, que puede tomar el indie folk, el rock alternativo, el pop rock o el rock country para llevarlo a capas y formas avant-garde y experimentales, para hacer una larguísima colección de canciones divertidas, extrañas y pulidísimas, con mínimas estridencias. Se destacan canciones como la que da título al disco, un pop barroco en que satirizan un poco el uso de lo orquestal, sin dejar de hacer una genialidad hermosísima. 

En 2020 sacaron sus primeros singles. Este disco conceptual, que es casi una ópera rock, tiene clarísimas influencias de Queen y The Who para su conceptualización, Ziggy Stardust, por supuesto, pero con la idea de algo aterrizado y contemporáneo a sus influencias estadounidenses más recientes. 4,3 de 5. Hay que escucharlo de nuevo porque hay más, desde ska punk hasta garage rock, glam y art punk.

5. Even In Arcadia (2025) de Sleep Token: la banda polarizante del momento después de Ghost. Confieso que me gustaron muchísimo más sus dos primeros discos, más djent y cuando el alt-pop y alt-RnB se asomaba como complemento, este disco tiene un sonido increíble, combinando muy bien el sonido de las guitarras djent con las voces que van más hacia los géneros más electrónicos/comerciales. 

Según RYM el disco es de básicamente una banda que es al mismo tiempo, de metal alternativo y de pop alternativo, estamos de acuerdo, sin embargo, para lograr eso hay afrobeats y reggeatón, pero también blackgaze y djent (como en el tema Caramel, mi favorita del disco), así mismo RnB alternativo, trap y pop rock. Sin embargo, el disco es muy irregular. Con temazos como Gethsemane, Infinite Baths y Emergence, también tiene otros muy irregulares o que son más alt-pop que lo esperado, con pocos arreglos innovadores o retadores, y para eso escucho otro tipo de artistas. Diría que 3,2 de 5.

6. Rose Thorn Necklace (2025) de Ghost Bath: desde Dakota del Norte, blackgaze depresivo, atmosférico y post-metalero, aunque lo siento como un disco que en lugar de ser muy serio, está indefinido entre hacer metal extremo influenciado por el shoegaze y sonidos contemporáneos pero también algo que pareciera lo-fi, atmosférico y al mismo tiempo sumamente básico. No me terminó de enterar si la idea es sonar sucio y de baja calidad, si es una idea atmosférica con algo de sátira o si es una banda de juguete que pretende hacer música extrema sin ser parte de la escena. Son sólo torpes.

El tema Dandelion Tea es realmente confuso, por no decir malo, porque usa unas guitarras básicas, que parecen un jam session de una banda de thrash/death de principiantes, una batería densa y electrónica, más growls profundos. Luego las guitarras se hacen profesionales, expansivas y en polifonía, lo que da una extraña sensación de insensatez. Lo mismo pasa con Vodka Butterfly, su uso de drum n bass lo-fi, sus gritos vampíricos, sus guitarras melódicas y sus voces femeninas, no te enteras del concepto: ¿es fusión, es ironía, es una burla, es un homenaje muy mal hecho? Difícil de entender, porque sí hay temas buenos, serios, que parecen tener claro la intención, pero se pierde en un mar de incertidumbre conceptual. 2,5 de 5.

Trabajo en solitario de Dennis Mikula, quien combina sintetizadores, teclados, guitarras, bajo y voz. Vale decir que tiene otros proyectos, desde una disquera a otras bandas, más ligadas a la electrónica tipo vaporwave. Lo acompaña el extraordinario baterista Mike Heller (Black Hole Deity, Raven). 

7. Otherlike Darkness (2025) de Felgrave. En las antípodas está este proyecto, de tres extensísimas canciones, de death progresivo intercalado con shrieks, complejísimas estructuras de bajo jazzeado, batería extremísima, voces femeninas fantasmales, riffs arpegiados de matemáticas absurdas y capas varias de solos, arreglos asincopados, polirrítmicos, atmósferas siniestras y muchos más arpegios de bajo, que se envuelven, giran en torno en sentido contrario y se transforman de nuevo en maquiavélicos cambios de velocidad, tono y forma para generar confusas, deliciosas y extraordinarias formas de black opresivo, death disonante y progresivo extremo sinfónico. ¿Puedo decir de nuevo que tiene arreglos de bajo alucinantes y permanentes?

En este caso el solitario australiano M. L. Jupe, aunque está en Noruega, acompañado de otro baterista súper ocupado y productivo, Robin Stone, es responsable de esta majestuosa bestia gótica, oscura, serpenteando, confusa, poliédrica y asesina. Es básicamente una combinación de black y death metal en forma progresiva, técnica y avant-garde. 4,8 de 5.

8. Godtopsy (Ep, 2025) de Defigurement: dos temas de grindcore técnico hiper furioso con el cantante de Rottenness y músicos invitados de Gridlink y Cephalic Carnage. Una delicatessen del grindcore.

9. Night Verses (2025) de The Man-Eating Tree: cuarto disco de esta banda finlandesa de metal gótico / death doom que me hace recordar a In The Woods... combinando sensibilidades y estructuras del metal sinfónico y gótico con aproximaciones progresivas, con arreglos variados que van de lo orquestal, lo vikingo, lo electrónico y lo avant-garde para hacer algo que es tan operático como brutal, tan melódico como emocional, sin ser fúnebre ni patético sino más bien con un espíritu épico, excitante y existencial pero también luminoso, dentro de lo que cabe en el doom, y enfocado en presentar una fusión tan bien producida como intrincada. 

Eso incluye hacer algo de goth metal progresivo y vking/folk combinado con metal alternativo como hace ahora Katatonia. Fascinante, 4,8 de 5. Me enganché con la voz de Manne Ikonen (ex-Ghost Brigade). 

10. Black Samson, the Bastard Swordsman: From the Wu-Tang, the Saga Continues Collection (2025) de Wu-Tang Clan & Mathematics. Lo he dicho, es de lo que menos sé, pero este disco de verdad me gustó, resuena conmigo. El boom bap tiene ese poder aún en inglés. Según RYM es Boom Bap, Hardcore Hip Hop, Conscious Hip Hop y Neo-Soul, parte del movimiento de la Costa Este (es decir, Nueva York). Para mí es un 4,3 tirando a más, quiero escuchar de nuevo pronto. 

13 mayo 2025

Lo nuevo de Natalia Lafourcade (Cancionera), Raúl Monsalve y Los Forajidos (jazz/funk/afrobeat venezolano), metalcore bestial danés, jazz rap argentino, progresivo liderado por Max Portnoy, progresivo sueco (Opeth)

1. Within The Viscera (2024) de Neckbreakker (antes Nakkeknaekker): haciendo honor a su nombre con death / metalcore / groove, salido de una ciudad conocida por su fábrica de acero, lleno de azufre y fuego, muy rítmico, perfecto para el pogo sin descuidar la calidad compositiva. Este grupo danés hecha mano de todas las herramientas de tortura disponibles para hacer para colarse con los clásicos con un sonido pulido y un performance destacado en su producción debut. Es raro, lo he escuchado tres veces desde que estoy haciendo esta lista. 4,3 de 5.

2. Valle Chakal Ki (2025) de Alkoy. Un inesperado disco de rap latino, con jazz y guitarras eléctricas de Argentina. Según RYM es Latin Rap, Drumless y Abstract Hip Hop, además de rap rock, jazz rap y música indígena andina. Es una intersección entre el rap/folk consciente, pistas analógicas de jazz y rap rock, y samples que enriquecen la propuesta para hacerla glocal, así sea 100% en español. De Salta, Argentina. 

3. Cancionera (2025) de Natalia Lafourcade. Si con Musas me encantó, con este disco Natalia se eleva a figura de leyenda viva, como una de las cultoras y compositoras latinoamericanas más importantes. Rescata sonidos folclóricos, hace nuevas canciones con estas sonoridades y se presenta tan académica como romántica, tan seductora como inteligente, tan majestuosa como accesible, toda nuestra-americana.

Según RYM es una combinación de música de cantautora, música folclórica mexicana, incluyendo bolero y son jarocho, tocados en clave de folk y jazz de cámara, lo que incluye la participación de El David Aguilar, Israel Fernández, Los Hermanos Gutiérrez y Diego del Morao.

Hay también rumba cubana, cumbia y canción melódica. Tengo que volver a escucharlo, para enamorarme aún más, pero por ahora no siento que alcance el nivel de Musas. 4,3 de 5.

3. SOL (2025) de Monsalve y Los Forajidos. En una nota parecida, llega el cuarto disco de esta banda franco-venezolana de afrobeat, jazz-funk y fusión de rock latinoamericano. Fundados en Caracas y reubicados en París, Francia. Acá tocó Augusto Brancho, el "cancionista" que ahora es director musical de Natalia Lafourcade. En este disco las canciones están basadas en ritmos percusivos venezolanos con una mezcla de funk psicodélico, jazz futurista y electrónica experimental, según la descripción de su Bandcamp.

Acá hay calipso venezolano, sintetizadores, mucho jazz fusión, afro-venezolanidad y hasta rock latino fusión, además de varias canciones que exploran las distintas formas de celebrar las distintas expresiones alrededor de San Juan Bautista, desde cánticos afro-venezolanos para cantar en rituales en ríos, pero también sabor afro-caribeño con tambores de la costa venezolana, para bailar y gozar. 
5. A Light In The Dark (2015) de Next To None. El debut de la banda de Max Portnoy, hijo de Mike, me gusta mucho, a excepción de la voz, pero eso parece una mal compartido con sus "progenitores" de Dream Theater. En este caso los más jóvenes le meten metalcore melódico y groove a la mezcla, en que claramente brilla la batería pero también hay buenos momentos de bajo y sintetizadores. 

Sin embargo, hay que decir que a esta banda le fue horrible en la crítica, y Max no la ha pegado con demasiado, pues lo más reciente de Code Orange es patético. Bien por Tallah. 

4 de 5, aunque tienen momentos mucho más altos (y Max tenía 17 años cuando grabó esto), así como temas patéticos como Deafening, que le hace honor a su nombre. Además, Thomas Cuce, el tecladista y cantante, es el ingeniero de sonido de los discos de Sons Of Apollo y otros trabajos de papá Mike por allí. 

Ahora, los vieron crecer y los acompañaron: Neal Morse y Bumblefoot están de invitados en un par de temas.

6. The Last Will and Testament (Nov, 2024) de Opeth: mi banda preferida de death/rock progresivo, aunque este disco no es Blackwater Park es realmente genial y poderoso.

Lo que escribí cuando lo escuché: "volvieron los guturales, las canciones son oscuras, complejas y progresivas, con la superposición de rock setentoso y metal extremo propia de estos suecos, que incorporan psicodelia, riffs arpegiados, arreglos jazzísticos y atmosféricos, en un concepto que une el cine de suspenso, las tonadas góticas y el space rock junto a las raras ideas del death progresivo.

Es sin duda su mejor trabajo desde el aclamado Blackwater Park, irónicamente no sólo por el regreso del amado growl de Michael Akerfeldt sino por el extensivo uso de orquestaciones y sintetizadores para producir mucho rock progresivo de los 70 que podemos identificar, incluyendo invitar a Ian Anderson de Jethro Tull y Joey Tempest de Europe, y en combinación con lo que ya es una firma del estilo de la banda como la combinación de bajo y batería para adornar las estructuras progresivas creadas con riffs de guitarra y batería enrevesada. 

Mi preferido, totalmente, es el tema 4, donde está Anderson y la arpista clásica Mia Westlund. Para este disco, Opeth reclutó al joven baterista (30) Waltteri Väyrynen, ex-Vallenfyre, ex-Paradise Lost, ex-I Am The Night y ex-Bodom After Midnight, después de la salida de Martin Axenrot (Bloodbath)".

Al escuchar de nuevo, sí, §4 es definitivamente mi favorito.

12 mayo 2025

Indie folk/rock de Nashville, metalcore alternativo gringo, black metal litúrgico polaco, new age neoclásico japonés, reggeatón / black espantoso, black sinfónico italo-polaco, power progresivo brasileño, nü-metal/electronicore inglés, groove progresivo griego, súper grupo de rap metal (Prophets Of Rage)

1. Bloodless (2025) de Samia. Un inesperado y sensible disco de indie folk, que por momentos en country alternativo y en otros indie rock con guitarras duras, en otros es pop de habitación (bedroom pop) que le da un toque casero y distintivo. Me encantó la verdad, así que le doy un 4,4 de 5. Ella es oriunda de Nashville, y su nombre completo es Samia Najimy Finnerty. 

2. XVIII (2017) de Eighteen Visions. Metalcore industrialoso, rozando el metal alternativo, con claras influencias de White Zombie y Pantera. Son Huntington Beach, California. No es un disco extraordinario ni brillante, pero cumple su deber de divertir y entretener. 3,8 de 5. 

3. Prophet Ilja [Пророк Иліаde] de Patriarkh: La publicación del Litourgiya de Batushka en 2015 lo cambió todo con respecto al black metal litúrgico, con estética proveniente de la tradición del cristianismo ortodoxo y muchos simbolismo religioso presentado de forma ocultista.

Después de allí vinieron las peleas, separaciones, varias bandas alternativas (una de las cuales vi en 2023 en el Rock Al Parque) e incluso una versión rusa que asegura ser de verdaderos sacerdotes ortodoxos con decenas de discos, así como continuaciones distintas en Grecia, Rusia y Polonia.

Ahora, Patriarkh (Патриархь), al que le fue muy mal con su disco debut y que cambió el nombre después que en 2024 perdió el caso judicial por los derechos intelectuales de la banda, rehace su legado con una buena reedición de la fórmula de black metal, post-black, cánticos bizantinos y música litúrgica de la iglesia ortodoxa rusa, con unos vídeos realmente increíbles, de calidad de cine, con una simbología y semiótica alucinantes, terroríficas y evocadoras. Tres guitarristas lograr crear una atmósfera rica en sonidos, experimentos y atmósfera.

Los coros polifónicos con blast beats y la cantante femenina invitada, Eliza Sacharczuk (porque la banda tiene tres cantantes: uno gutural y dos líricos) son un toque increíble, junto a los trémolos y shrieks que crean un sonido expansivo de doom, black atmosférico y hasta algo de música clásica contemporánea. Incluso en el tema Wierszalin VII hace unos experimentos vocales y sónicos distintivos, que lo separa brevemente del estilo del que fueron pioneros, sin separarse de los barítonos deslumbrantes sino haciendo algo avantgarde y alocado, más furioso y extremo, que refresca. 

El baterista es Paweł Jaroszewicz (Antigama, Blindead23, ex-Vader). Le puse antes 4,4 y lo mantengo a pesar del rechazo de la crítica. Creo que es un disco formidable, con coros espléndidos y una atmósfera perversa, que sabe combinar el metal extremo con música litúrgica con creatividad y osadía, más allá de la historia de la banda o si esto es o no algo que encaja en la historia de la banda o del metal en general. 


4. Marginalia VII (2025) de 高木正勝 [Masakatsu Takagi]: un compilado de canciones de piano, y manipulación digital, de música new age neoclásica. Bellísimos temas, 4 de 5. Es un compositor de Kioto, Japón. 

5. Pythagoras (2025) de Pyramids: ¿qué carajos le pasó a esta banda? Después de varias producciones de blackgaze y post-metal más o menos decentes, se toman 9 años para hacer un disco de reggeaton... creo que no entienden el concepto, porque suena que parece como si Rosalía cantara en una de esas bandas de black atmosférico / dungeon synth. Para eso la banda se unió con la argentina Emy Smith para hacer esto que RYM llama "neoperreo". Para mí es lo peor de dos mundos, porque lo latino es obvio y repetido, mientras el metal es simplón y básico. 0,5 de 5. Irónicamente, este disco no tiene tan malas puntuaciones porque para algunos es 4 de 5, incluyendo algunas críticas positivas en que creen que esto es experimental, fusionar nuevos ritmos de formas innovadoras y osadía. Para mí es terriblemente mal hecho, más para todo el tiempo que se tomaron.

6. Shir Hashirim (2025) de Amalekim: me recupero con este disco de black melódico y sinfónico de músicos polacos e italianos. Es consistente con sus disco anterior, de 2023. Ocultismo, balance entre melodía y brutalidad, temas orquestales y shriek casi vampírico. 4,2 de 5. Bien tocado, aunque sin nada esencialmente sorprendente, cumplen por encima del estándar.

7. Espresso della vita: Lunare (2025) de Maestrick: gigantesco power metal progresivo brasileño, lleno de guitarras de sonido denso y grueso, orquestaciones grandilocuentes y mucha atmósfera, e incluso algunos trucos de producción interesantes, aunque por momentos la mezcla hace que algunos instrumentos suenen muy duro, otros brumosos, en volúmenes extraños y me confunde, porque no sé si es un intento de agregar trucos progresivos a la producción, porque aunque es clara la capacidad técnica y compositiva, confluyendo sonoridades e influencias, no se entiende claramente el concepto por estas variaciones.

Hay muy buenos momentos y otros que tienen potencial, pero se quedan en el camino, como el tema Ghost Casino que parece ser una especie de dark cabaret fusión (aunque no sé cómo entra en este álbum) o el extenso The Root que también combina edición digital con arriesgadas formas de metal sinfónico, progresivo y electrónico. 

Sin embargo, a pesar de las complejas estructuras, exhibición técnica y diversos cambios, no me convence el sonido ni la propuesta general: no sé si escucho power metal o progresivo y definitivamente no es una combinación de eso, sino que en algunos momentos parece ser progresivo hiper-complejo, con momentos thrash/groove y djent, pero luego es rock progresivo con teclados fascinantes y un bajo industrial, más tarde es shrek y hasta se escuchan growls, e incluso gira hacia algo muy sinfónico, que parece un collage de ideas sin decidir una estructura.

Le pondré un 3,5 porque no entiendo bien, creo que no salió bien ese sonido atmosférico tan raro, además que hay momentos en que parece que tratan de emular la visión teatral y casi cómica de Avenged Sevenfold, Diablo Swing Orchestra y Mr Bungle pero desde el power metal, así que aunque las ideas y esfuerzos son geniales,  no el desempeño. Creo que también desaprovecharon los invitados Tom S. Englund y Jim Grey de Evergrey y Caligula´s Horse.

8. Chaos & Bliss (2017) de The One Hundred: Esto es fast food, efímero y poco saludable, pero con montones de calorías y un sabor penetrante. Nü-metal, rap metal y electronicore inglés, esto es pura gozadera con guitarras electrónicas, gritos agudos y ritmos facilones pero adictivos. Reúnen influencias que van desde Slipknot y Linkin Park hasta The Prodigy. 3,8 de 5. 

En 2020 publicaron un EP en vivo y más nada desde entonces. Hay que decir que me parece realmente divertido, además no tiene pop punk ni nada de RnB alternativo, sino que le meten grime (con un tema exclusivo para el género pero también en otros temas), metalcore y metal alternativo, con coros pegadizos, guitarras circulares y muchos buenos beats de los 90. Es buenísimo aunque no perdure. 

9. Renovate (Dic, 2024) de Until I Wake: banda de metalcore/deathcore/post-hardcore de Buffalo, New York. Combina djent, momentos de RnB/pop y algo de metalcore progresivo, muy contemporáneo. Incluso tiene momentos de power ballad / pop punk a lo Blink-182. Tengo debilidad por bandas así. Tiene muy buenos momentos, me pareció interesante, tipo Darkest Hour. 4,1 de 5. 

10. Crossing the Illusion (2025) de Herta: banda de groove progresivo o de metal progresivo / djent / groove de Atenas, Grecia, que inevitablemente invoca las influencias locales de black / death sinfónico y los maestros del death progresivo, así como toneladas de sonidos contemporáneos. 

Tiene unos riffs increíbles que varían entre los arpegios veloces e imposibles a los enredados polirrítmos del djent más la densidad potente del groove. Lo que menos me gusta es la voz, cuando es más groove que metal, pero es increíble cuando es como de black atmosférico, angustiosa y agria. Esto le da un sentido de black/death sinfónico enriquecido con guitarras laberínticas con voz en growl, semi-gritos y groove, que le da un ángulo único a esta banda. Es un Septicflesh del groove.

Vale destacara que tienen buenos invitados como Sakis Tolis de Rotting Christ y George Prokopiou de Mother of Millions. Los arreglos son diversos, entre folk, sinfónico e industrial, con diversos cambios de estructuras y tiempos, muy progresivo. Es una forma refrescante de hacerlo, en que gana lo progresivo y lo alternativo es complementario y no al revés.  4,3 de 5. 

11. Ananke (2025) de Khora: Por años esperé la continuación de esta banda de black melódico sinfónico, originalmente nacida en Alemania y reubicada en Dublín, Irlanda, que es igualmente melódico como brutal, progresivo por momentos, con un sonido de batería que va entre lo ritualista del género originario de los 90 y un sonido potente, casi deathgrind y al mismo tiempo, pulido como una hojilla dispuesta para matar con afiladas espadas de doble filo.

Hay una variedad vocal interesantísima, con diversos shrieks y growls, que acompañan a riffs que construyen una colección de disonancias, ráfagas de war metal y algo de death progresivo atronador, que termina siendo entre post-metal progresivo y lo puramente avant-garde, en que el jazz del bajo y las capas de guitarras, en formas raras y tiempos osadas, terminando combinándose de formas inesperadas e intrincadas, así como reveladoras y emocionantes, como si camináramos juntos por un cueva gigantesca saliendo a un bosque fantástico, en medio de la noche gélida y sabiendo que hay seres inimaginables afuera, que enfrentaremos con láseres y espadas. Me gusta muchísimo, 4,8 de 5. 

Por momento me recuerda a un Bal-Sagoth como más bestial e industrialoso, menos orquestal e incluso cercano al cyber metal, o a un Arcturus más sinfónico, quizás incluso Vulture Industries aunque con algo de black/death disonante para equilibrar lo orquestal y las voces circenses. Entra de una vez, con sus múltiples referencias del black progresivo, el death sinfónico y la diversificación de la música extrema, entre mis favoritos del año. Increíblemente bueno y destructivo, operístico y disonante, nuclear y al mismo tiempo, hermoso. 

12. Prophets of Rage (2017) de Prophets Of Rage, la banda de rap/funk metal de Tom Morello, Brad Wilk y Tim Commerford de RATM / Audiosleave, B-Real de Cypress Hill y Chuck D y DJ Lord de Public Enemy. Canciones diversas, no creo que quieran parecerse a Rage Against, sino tener su propia forma, aunque el proyecto fracasó. 3,8 de 5. 

11 mayo 2025

Metalcore/beatdown hardcore brasileño, blackened crust alemán, art rock / progresivo londinense, nuevo súper grupo de metalcore/grind, black industrial sinfónico alemán, black medieval finés, black danés

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1. Monopoly of Violence (2025) de Desalmado: metalcore / beatdown hardcore brasileño, con un sonido potente, guitarras gigantescas y ruidosas, más una batería hábil que pasa de los repiques violentos al blast beats por segundos. Eran una banda de deathgrind que fue cambiando de género, incluso antes cantaban en español, según los títulos de las canciones. El growl es también agrio e industrialoso. Me gustó, sin nada típico. De Sao Paulo. Los momentos de thrash y melodeath son geniales de verdad. Temazos. 4,3 de 5. 

2. Dominion (2025) de Ancst:  metalcore melódico / black / crust furioso, por momentos entre grindcore y otros entre black melódico veloz. Son de Alemania. Es como una versión más nórdica y más hardcore punk del sonido de Goteburgo, es decir, que aunque es muy melódica, abre el compás para ser más salvaje y corrosivo por un lado y más hardcore punk por otro. 


3. Show Me Heaven (2025, EP) de Archive. Covers de Patreon de la banda de art rock / trip hop / rock progresivo londinense. Su bajista, Jonathan Noyce, tocó en Jethro Tull. Tres versiones que desconozco totalmente. 4,3 de 5, especialmente para el tercer tema.

4. Demo 2025 de Stolen Gun. Súper grupo de metalcore, grindcore y beatdown hardcore con Vincent Bennett, cantante de The Acacia Strain, con músicos de No Cure, Thus Spoke Zarathustra y Pure Bliss. 4,3 de 5. 

5. Oracle By Severed Head es el nuevo single de Kayo Dot, que vuelve a ser raro, jazzero, progresivo y rockero, así como también post-rock y con música académica. Buenísimas noticias. 

6. Black Star (2025, EP) de Candlemass. Estoy en mi momento doom, así que amé el tema inicial, además de las versiones de Sabbath Bloody Sabbath (que tanto heredó Iron Maiden) y Pentagram. Creo que después del éxito de esta última, hay un súper resurgimiento. 

7. Art Supplies and Pain (2025) de Joey Frevola: Extraordinario disco de art rock, progresivo y orquestal, que sólo está completico en Bandcamp. Es una obra maestra que junta las complejidades musicales del progresivo, los coros barrocos y las arias de ópera con la belleza del post-hardcore y el power pop más pulido, así como la sátira musical, una especie de Frank Zappa del metal contemporáneo. 

Joey Frevola: Guitarras, bajo, teclados, instrumentos varios y voces. Robin Johnson: Batería, Percusión 

Sección de cuerdas: Connor Vance, corno francés: Grace Hayhurst, trompeta: Emmanuel Echem, instrumentos de viento-madera: Dustin Texás, Contrabajo y cítara: Charlie Cawood, cuarteto de cuerdas: Patrick Riley, violines: John Sinclaire, teclado: Zach Kamins. Órgano y sintetizador: Ryo Okumoto. Cantantes: Jesse Peck, Hayley Boggs, Christian Correa, Andy Robison, Bryan Segraves, Erika Amarela y Max Mobarry.

8. The Profane Era (2025) de Aeonyzhar: en principio se podría hablar de black sinfónico, pero hay algo muy distinto en su growl profundo de death industrial, guitarras más parecidas a las del thrash e incluso del groove metal, y una combinación bizarra entre orquestaciones y un denso sonido atmosférico. La segunda parte del disco es más sinfónico, con coros femeninos y muchos más violínes, aunque persiste la atmósfera entre industrial y death metal. 4,3 de 5.

9. Routaa ja rautaa (2025) de Kaikkavaltias. Un caótico black metal melódico, medieval y folk de Finlandia, en la nota del nuevo black medieval, que a veces suena demasiado ritualista o originario, algo salvaje, en otros momentos algo cerca del crust/hardcore y muy claramente de las raíces del black. 3,6 de 5. El tema final, una larga suite de dungeon synth, con unas guitarras estridentes, es realmente bueno, quizás mejor que su música metalera.

10. Hvor Lys Ej Når (2025) de martre: black metal danés, experimental, bastante noise aunque no tanto como el insoportable harsh noise y con muchos trémolos, como el black más crudo, pero en la que suenan dos tipos de percusiones, primero con una batería furioso y potente en blast beat mientras en la otra capa rítmica hay platillos brillantes en polirrítmos, dejando una rara sensación de combinar herencias electrónicas, hardcore punk, disonantes y un sonido subterráneo originario, que varía en calidad en cada canción. Siguiente parte de la escuela danesa, hay también trazas de black atmosférico, grindcore y algo de d-beat. 3,7 de 5.

11. The Age Of Ephemerality (2025) de BRUIT ≤, otro disco exclusivamente en Bandcamp, de post-rock, experimental y música académica contemporánea de Toulouse, Francia. Los temas, extensos y profundos, se construyen en varias capas de sonidos electrónicos y analógicos, usando cintas de cassetes, instrumentos académicos melancólicos y módulos electrónicos, guitarras y bajos con afinaciones alternas que explotan en el universo, que permiten trascender e intercalar sonoridades para un post-rock que puede ser basado en música de cámara, guitarras ruidosas y emocionales y raras interpretaciones digitales de sonidos de ambiente.

Según RYM, hay también drone y noise rock.

Theophile Antolinos: Guitarras, banjo, paisaje sonoro de cinta. Julien Aoufi: Batería. Luc Blanchot: Violonchelo, programación, sintetizador. Clément Libes: Bajo, guitarras barítonas, bajo VI, violín, viola, órgano, piano, sintetizador modular, programación. 

Además, trompeta de Guillaume Horgue, corno francés de Benoit Hui, Trombón de Igor Ławrynowicz y Trombón bajo de Erwan Maureau.

Un detalle es que revelan que el "ensamble de guitarras eléctricas" fue grabado en directo en el espacio resonante de la Iglesia del Gesu por nuestros amigos Jean Fossat, Rémi Fossat, Simon Chaubard, Olivier Lolmède, Florian Soulier y Mathieu Félix. Coro masculino interpretado por la banda con los amables refuerzos de Léo Faubert y Patrice Libes. 4,7 de 5.

10 mayo 2025

Lo nuevo de Propagandhi (hardcore/thrash melódico progresivo), Hate (black/death melódico), Car Seat Headrest (ópera rock indie), Suzanne Vega (pop rock / folk rock), Pup (indie rock / post-hardcore / noise pop)

1. At Peace (2025) de Propagandhi: Siento que me perdí demasiado de esta banda de Winnipeg, Canadá, pero nunca es tarde. Sus canciones basadas en rápidos y constantes arpegios, su voz como grungera y su combinación de hardcore melódico, crossover thrash y metal progresivo me han encantado absolutamente, tanto o más como la impecable batería, que es técnica, veloz y creativa. 

Es como unir el espíritu de los 90 con sonidos de los ochenta, en thrash y progresivo, y lo más contemporáneo de la música compleja. 4,8 de 5. El tema Stargazing puede recordar tanto a Genesis como a Haken, aunque también se nota la influencia del grunge y de Minutemen. 

2.  Bellum regiis (2025) de Hate: el invento escandinavo es llevado a una nueva fuerza motriz de salvajismo, brutalidad y ocultismo en Polonia. Esta nueva entrega de black/death, con momentos sinfónicos y melódicos, basados en samplers, voces femeninas orientalistas y muchas disonancias, growls inmensos y arpegios gélidos es una muestra de su escuela de frialdad perversa que también tiene ese toque de misterio y misticismo. 

3. The Scholars (2025) de Car Seat Headrest: la banda residenciada en Seattle, estandarte del indie rock, presenta una ópera rock basada en power pop, glam rock, art rock, heartland rock y rock progresivo. Más allá de categorías, me sorprendió la variedad rítmica, la cantidad de cambios y la conciliación entre el sonido alternativo, casi universitario, y el de una profundidad mayor, pensando en una obra más intelectual y reposada. Ambas cosas se reúnen en esta producción.

La primera parte la conforman canciones indie, más largas que de costumbre, pero entre cuatro a ocho minutos, salvo la inicial que da bienvenida a esta producción tan teatral como rockera, que tiene momentos épicos, luminosos y a medio camino entre el indie folk y el slacker rock, alimentado de sonidos originarios (heartland) siempre con ángulos progresivos, espectaculares y guitarreros, que definen un híbrido colosal.

Luego vienen los temas más largos, como Gethsemane, que escuché antes, de casi 11 minutos y la primera de esta segunda parte, que te hacen pensar tanto en el rock and roll vintage, la grandiosidad de Broadway y la psicodelia del primer progresivo. Es raro, pero suena como una máquina del tiempo que fusiona los genes y átomos de los 50/60 con sonidos de los 90, con la intención de presentar algo con la magia de lo que lo hacia Queen: accesible y operístico, majestuoso pero cercano, rockero pero abierto a más audiencias.

4. Flying With Angels (2025) de Suzanne Vega: La californiana es una leyenda viviente del rock alternativo y el folk rock, aunque no la conozco tanto como desearía, este disco se me hace realmente una gran forma de hacerlo. Es un disco de pop rock, pero con electrónica, guitarras rockeras vintage y mucha diversidad rítmica. Es realmente un gran resumen de influencias de varias décadas combinadas. Me gustó mucho, 4,3 de 5. 

5. Who Will Look After the Dogs? (2025) de Pup: De mis bandas alternativas recientes favoritas, por ruidosos, extraños y experimentales con un toque de pop. Entonces hay canciones con melodías alegres presentadas con gritos y guitarras ruidosas, además de ritmos que invitan a moverse con energía, patinar y salir a correr por la playa aunque también hay momentos más emotivos y poderosos. 

Este disco es indie rock, pop rock, pop punk y post-hardcore, pero también power pop, noise pop, emo-pop y slacker rock, lo que resume de muchas formas lo que dije. Son de Toronto, Canadá. El mejor tema del disco es Get Dumber con Jeff Rosenstock. Sin emabrgo, hay una coherencia estílistica genial. Son menos extraños y experimentales, pero hay mucha más claridad en el estilo de pop rock estridente y brillante. 

09 mayo 2025

Lo nuevo de Veztalone (hip hop venezolano), Acres (alt-metal / post-hardcore), Crematory (industrial gótico), progresivo/stoner húngaro, death progresivo checo, blackened sludge/stoner finlandés, jazz de Chicago y rock and roll argentino, wonky/post-dubstep

0. Estuve llenísmo estos días con los eventos de Probox y las clases en la universidad, haciendo amigos de otros países y trabajando mucho.

1. Fagy- és vadkár (2025, EP) de Peronospora: metal progresivo stoner/sludge de Budapest, Hungría. Por momentos suenan muy influencias por el hard rock, pero el tema final, el mejor de todos, lleno de wah wah y locuras piscodélicas. Es un trío y es instrumental. 3,8 de 5. 
2. Human Sewer (2025) de Demiurg. No sé si esto existe, pero es una banda de death metal progresivo "tradicional" que devino de una banda de covers de Death a material propio. No es totalmente derivativo/homenaje como Gruesome pero hay muchos arreglos vocales con bajo que son casi lo mismo. Sin embargo, el sonido vintage me hace pensar en Sodom. Son de República Checa.

3. Zup3r Y0 (2025) de Veztalone. Tercer disco de este rapero de Puerto La Cruz, parte de Los Motherflowers. Rap lo-fi, hip hop, chill. Me ha gustado mucho como él apela la música folclórica latinoamericana, desde el joropo y el bolero, hasta la samba y la milonga, además de suaves texturas orquestales, para sus canciones. Es venezolanísimo y romántico, poético y sabroso. 4,3 de 5. El tema Carpaccio, con guitarras rockeras, es un punto alto. 

4. Heat of a Dead Sun (2025) de Mr. Crabman & the Seaweeds: Una vaina muy rara es esta banda finlandesa de stoner/slugde con genes de black metal, especialmente en las voces pero también en los riffs ruidosos y sucios, con notas menores gélidas y arpegios oscuros.

5. Children of Eve (2025) de Nightfall: es una banda de black helénico que combina metal sinfónico, metal gótico, black metal melódico, thrash y melodeath, con toques operísticos y ambientales, para hacer una especie de ópera metal extremo fascinante. Otra apreciación a contra corriente de la opinión crítica musical. 4,5 de 5. Liderados por Fotis Benardo, ex-baterista de Septicflesh. 

6. Guilty Pleasures Vol. 2 (2025, EP) de Kurt Elling con Charlie Hunter. Fascinantes reversiones de jazz. 4,5 de 5. 

7. Canciones y libertad (EP, 2025) de Potrero. Una banda de buenos aires de rock and roll interesantona, que encontré pensando que era la bogotana extraordinaria de post-rock, jazz, noise y experimental. 

8. The Host (2025) de Acres, un poco corto pero genial este disco de la banda de Portsmouth, Hampshire, Reino Unido, combinando metalcore, metal alternativo y post-hardcore, con melodías emotivas y hasta de pop punk presentadas con guitarras que a veces suenan djent, siempre expansivas, duras y con mucho sabor de synthpop y otras sensibilidades de alt-pop y alt-RnB que los hacen geniales, porque domina el alt-metal. 4,2 de 5. 

9. We Live in a Society (Ep, 2025) de Flume y JPEGMafia. Una vaina loquísima que según RYM es algo llamado Wonky pero que también es future bass y hip hop experimental, así como R&B alternativo y post-dubstep. Rarísimo pero apreciable. 3,5 de 5. 

10. Destination (2025) de Crematory. En esta misma nota de rarezas, esta banda alemana de metal industrial, con tendencias góticas y sinfónicas, shrieks de death/thrash o voces rasposas y arreglos de Neue Deutsche Harte. El sonido es altamente ambiental y electrónico, con unas guitarras más bien como de rock industrial pero estilizado o suavizado aunque tiene sus momenticos de mayor dureza. Hay voces también narradas, aunque algo rasposa. Creo que por momentos no es metal e incluso por momentos abandonan el rock por la primacía de lo industrial y lo gótico. Por suerte, y buen equilibrio, hay otros temas que se adentran en el metal gótico y hasta el thrash.  Le daré un 3,2 de 5.