18 marzo 2017

Six Feet Under reacciona con Torment: progresivos, rápidos, voz distinta ¡y ahora tendrá a Jack Owen!

Monótono, insípido, vacío, torpe y estúpido. Así podía ser definido el sonido de Six Feet Under, la banda que formó el mítico exvocalista de Cannibal Corpse, Chris Barnes, y uno de mis ídolos juveniles. La banda, desde el comienzo fue un desastre y eso sólo empeoró con los discos de versiones, que insistieron en producir. En este momento desconozco cómo la banda sigue viva, quizás por la leyenda que está en el micrófono, aunque increíblemente es la cuarta banda de deathmetal de mejores ventas en Estados Unidos, con Cannibal a la cabeza.


Las canciones tenían una sobresaturación vocal que no era compensada con una banda que no lograba llenar el sonido denso, profundo y casi progresivo de los de Tampa, conocidos por sus polémicas y censuradas portadas. Quizás sólo vale insistir en que los covers de Six Feet Under se hundían en no tener atractivo, a diferencia de Hero The Zero de Cannibal Corpse.

Pero, todo tiene su fin. Esperaba poco o nada del disco nuevo, salvo repetir la fórmula de un fracaso insistente. Pero Torment ha sido una grata sorpresa sin decir que es un buen disco. Sólo basta decir que no me podido quitármelo de los oídos, porque es más entretenido, bien hecho y divertido que los anteriores esfuerzos. Quizás soy yo que está equivocado, y aunque disfruté The Immortal Wars de Ex Deo y Cast the firs stone de Hour of Penance, apenas encontré algo realmente distinto en su sonido. Ni hablar de Shifting.Negative de Aborym, a pesar de la inclusión de Davide Tiso de Ephel Duath.

Y es que estoy comparando, algo que es muy malo, con discos superiores en composición, sonido y producción, que agregan orquestación, electrónica, vanguardia o arreglos extraordinarios, pero simplemente no me engancharon, por lo que les debo la reseña.

Torment es novedoso en ser interesante, después de muchos malos discos: se olvidaron de los riffs con groove y los ritmos lentos, que no pegaron nunca con su voz y Barnes dejó de tratar de ser el cantante que todos conocemos, modificó su voz, bajó una octava -al menos- y la distorsionó, así que usó sus habilidades para darle otra vuelta, dejando atrás el logro de nunca haber usado Electronic Harmoniser para darle valor a sus gritos en el estudio. No es un cantante de metalcore pero ya no es grindcore sino más aguda. Pero el mayor cambio fue despegarse de los músicos que lo acompañaron desde 1998. Así que la composición evolucionó por el ingreso del bajista y guitarrista Jeff Hughell, así como la adquisición de su baterista Marco Pitruzzella, que en vivo ha tocado con The Faceless y Vital Remains, que le añaden lo técnico y progresivo que le hacía falta al sonido hueco y sin propósito anterior.

Y como si fuese poco, lo que viene para Six Feet Under muestra un gran futuro: tienen ahora a ¡Jack Owen! El guitarrista de los clásicos de Cannibal, la etapa con Corpsegrinder y que los dejó ¡para irse a Deicide! Lo que viene es bueno. Además, entra Ray Suhy, quien desde 2015 también está en los satíricos Cannabis Corpse, así que que Jeff se podrá quedar sólo en el bajo, quizás para emular a Alex Webster.

Parece que habrá competencia, de la buena.

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