06 marzo 2017

"El Paradise", un BuddhaBar de sabor venezolano por Los Amigos Invisibles

Con la partida de Cheo Pardo -que tiene un extraordinario proyecto en Nueva York llamado Los Crema Paraíso- y el tecladista Armando Figueredo, la gozadera estuvo suspendida por tres días mientras los temores de quedarse en stand-by se estaban esparciendo.



La única respuesta de Julio Briceño, El Catire y Maurimix fue escribir sus propias letras, cambiar la forma de componery, santo concepto, reinventarse. Ya lo sabemos, eso puede llevar al completo desastre o sorprendernos con el resultado. La verdaíta es que "El Paradise", el nuevo disco de Los Amigos Invisibles supera el promedio entre ambos con un funk electrónico -con obviamente menos guitarras, wah wah y acidfund- pero con letras igualmente sensuales aunque sin chistes de doble sentido, muchas más canciones, ritmos que todavía echan mano del merengue y bossa nova para meterle techno y dance.

Así que el invento sale bien. Un concepto de bar elegante que termina siendo una especie de Buddha Bar criollo y divertido, que echa manos de varios artilugios dentro de un sólido disco que apela al repertorio más reciente de LAI. Es como una continuación de Repeat After Me, fiestero, estrafalario en toques y muy cuidadoso de mostrar suaves tonalidades que enamoren, que ayuden a cantar mientras se baila suavemente.

Con ayuda de buenos amigos como Elastic Bond, Los Auténticos Decadentes y Kinky, también suenan influencias o parecidos con los primeros Bacalao Men. En la licuadora de los tragos está también Oscar D´León cantando Sabrina, compuesta a cuatro manos con Jorge Spiteri, de quien ya habían reinterpretado en Amor. El rapero Carlos Julio Molina, aka Trece, les echó también la mano en terminar la letra de Anestasiada.

Quizás puedas extrañar atrevimientos más chaborros de los primeros discos, mucho del funk guitarreado o experimentos como los oídos en Not so commercial, pero el disco no es una mera colección de temas regados, sino atendiendo al pedido de su manager de México de escribir 20 canciones en 3 meses, decidieron "negarse a morir" como han dicho en entrevistas, y elegir lo mejor de lo que fueron creando entre todos. Algo similar a lo que les pasó a Radiohead con Kid A cuando se obligaron a componer sin instrumentos análogos para acercarse a la electrónica.

Así que baja la luz, invita a tu pareja, sírvete un trago "de músico" y prepárate para un romanticismo bien lentico pero seguro sin lo explícito del reggeaton con una nueva cara de LAI. En junio de 2017 piensan venir a Venezuela después de una buena gira latinoamericana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Habla, sé serio y organízate.