Él lo dijo clarito: trotskista, sin hacerle justicia a este ideólogo y pensador ruso que fue León Trotsky, asesinado en México por comunistas españoles mientras estaba bajo el protectorado de los artistas Frida Kalho y Diego Rivera, por la crítica que hizo al gobierno de Stalin por la acumulación de poder y el pensamiento del "comunismo en un sólo país", proponiendo en su lugar la "Revolución permanente", expandiendo la dictadura del proletariado hacia los países vecinos para poder sostener una economía que pasaba por un capitalismo de Estado.
¿Ajá y? Qué yo me atrevo a decir que al Presidente le asustó la caída del petróleo, saboteando su principal chorrera de dinero para financiar la revolución constructora de infraestructura. La grandeza a punta de billete. Para esto y con la excusa del socialismo apeló a lo típicamente encendido de su discurso: insulsos y pendejos insultos.
El líder recurre a una buena estrategia: apropiarse de los recursos para la construcción de ese "socialismo" tan nuestro: oro, plata, aluminio, hierro; sumarse las empresas que más han crecido incluso durante el paro petrolero: las telecomunicaciones.
Telecomunicaciones que al mismo tiempo activarán el control estatal necesario para que este proceso de reestructuración no se le vean las partes incompletas mientras se termina, como en los Metros inaugurados por adelantado tapados con pancartas que exhiben su cara: RadioSur; la señal de RCTV operada por el Estado o renovada con la actitud de Cisneros; José Vicente periodísticamente contra Teodoro y William Izarra desde Telesur activando la labor del Centro de Formación Ideológica que dirije su padre.
¿Quién puede discutir la grandeza de los Metros y líneas de tren por todo el país, la construcción de 9 stadiums nuevos para la Copa América, las nuevas autopistas en el eje oriental y llanero, el puente sobre el río Orinoco, el fortalecimiento de una nueva industria con Irán y China?
Lo preocupante es lo históricamente demostrado en la URSS: ¿eso cómo se paga en un país con una industria estatal que no sabe cómo ganar dinero y con una industria nacional dependiente de la discrecionalidad del gasto público?
Por otro lado, al reelecto le salió bien la estrategia: las empresas a nacionalizar ahora están más baratas. Sus dueños están locos por deshacerse de una empresa invendible y la competencia tiembla por la actitud "socialista" de hacer negocios. El otro reto es enfrentar el snobismo del venezolano, ya declarado por Hugo Cabezas al respecto del pasaporte electrónico, previendo que todos lo irán a tramitar a pesar de tener un recién entregado documento.
Pronto veremos el teléfono de la Apple en manos de buhoneros, Ipods de los más nuevos en las camioneticas y camisas del martillo y la hoz soviética en las pasarelas de la moda latinoamericana. Difícilmente podrá Venezuela a corto plazo producir sus propios celulares y exportarlos, será poca la inversión en creación de bienes que se hará desde el exterior y McDonalds acaba de declarar récord de ventas en el país, declarando que será un gran consentido de la corporación.
El socialismo endógeno requerirá de grandes pancartas y por eso todos los medios deben decir: amén.
¡Al venezolano no lo "alemaniza" nadie! a menos que sea equiparar el consumo de cerveza y si el Presidente cree que nos puede cubanizar, se peló desde la P hasta la O. Pronto muchos venezolanos estarán como "Orga", con la cara de bolsa, en el rancho y pelando bolas. Esperando un socialismo que les da una cartica de racionamiento para ir a buscar su ración al Mercal, otros revisando itinerarios de viajes para no volver y unos menos viviendo una muy buena vida gracias al Comercio Internacional.
Venezuela Política Economía Socialismo Ipod Apple
¿Ajá y? Qué yo me atrevo a decir que al Presidente le asustó la caída del petróleo, saboteando su principal chorrera de dinero para financiar la revolución constructora de infraestructura. La grandeza a punta de billete. Para esto y con la excusa del socialismo apeló a lo típicamente encendido de su discurso: insulsos y pendejos insultos.
El líder recurre a una buena estrategia: apropiarse de los recursos para la construcción de ese "socialismo" tan nuestro: oro, plata, aluminio, hierro; sumarse las empresas que más han crecido incluso durante el paro petrolero: las telecomunicaciones.
Telecomunicaciones que al mismo tiempo activarán el control estatal necesario para que este proceso de reestructuración no se le vean las partes incompletas mientras se termina, como en los Metros inaugurados por adelantado tapados con pancartas que exhiben su cara: RadioSur; la señal de RCTV operada por el Estado o renovada con la actitud de Cisneros; José Vicente periodísticamente contra Teodoro y William Izarra desde Telesur activando la labor del Centro de Formación Ideológica que dirije su padre.
¿Quién puede discutir la grandeza de los Metros y líneas de tren por todo el país, la construcción de 9 stadiums nuevos para la Copa América, las nuevas autopistas en el eje oriental y llanero, el puente sobre el río Orinoco, el fortalecimiento de una nueva industria con Irán y China?
Lo preocupante es lo históricamente demostrado en la URSS: ¿eso cómo se paga en un país con una industria estatal que no sabe cómo ganar dinero y con una industria nacional dependiente de la discrecionalidad del gasto público?
Por otro lado, al reelecto le salió bien la estrategia: las empresas a nacionalizar ahora están más baratas. Sus dueños están locos por deshacerse de una empresa invendible y la competencia tiembla por la actitud "socialista" de hacer negocios. El otro reto es enfrentar el snobismo del venezolano, ya declarado por Hugo Cabezas al respecto del pasaporte electrónico, previendo que todos lo irán a tramitar a pesar de tener un recién entregado documento.
Pronto veremos el teléfono de la Apple en manos de buhoneros, Ipods de los más nuevos en las camioneticas y camisas del martillo y la hoz soviética en las pasarelas de la moda latinoamericana. Difícilmente podrá Venezuela a corto plazo producir sus propios celulares y exportarlos, será poca la inversión en creación de bienes que se hará desde el exterior y McDonalds acaba de declarar récord de ventas en el país, declarando que será un gran consentido de la corporación.
El socialismo endógeno requerirá de grandes pancartas y por eso todos los medios deben decir: amén.
¡Al venezolano no lo "alemaniza" nadie! a menos que sea equiparar el consumo de cerveza y si el Presidente cree que nos puede cubanizar, se peló desde la P hasta la O. Pronto muchos venezolanos estarán como "Orga", con la cara de bolsa, en el rancho y pelando bolas. Esperando un socialismo que les da una cartica de racionamiento para ir a buscar su ración al Mercal, otros revisando itinerarios de viajes para no volver y unos menos viviendo una muy buena vida gracias al Comercio Internacional.
Venezuela Política Economía Socialismo Ipod Apple
¿que es Venezuela actualmente?
ResponderBorrarUn estado todo poderoso, rebosante de petrodolares, una cupula de nuevos ricos boliburguesia, un monton de empresas transanacionales que mientras tengan ganacias les importa un bledo lo que pase en Venezuela y por ultimo una poblacion bien pendeja que mientras mas jodida esta mas adora al causante de sus desgracias.
La otra parte de la poblacion, resignada a ser engullida por el lobo.
Por eso no creo en ese socialismo añejado que me venden... no creo en la URSS para el año 2006, pero hoy pensé que los millares de líderes comunitarios que existen en Venezuela en cada Consejo Comunal, en cada barrio, Comité de Tierra y grupo comunitario deben estar más qué felices de borrar de su mapa de vida a los alcaldes y gobernadores que tanto los han ignorado, el Poder Popular tiene una base emotiva fundamental: la venganza y el resentimiento. Y de eso Chávez es un maestro.
ResponderBorrarAsí mismo es. Muy bien dicho, así por afuerita. Yo ni 'Orga' ni contando dólares. La opción más atractiva es trabajar en la burbuja y empujar en una sola dirección. Quiero mi pasaporte y no por snob.
ResponderBorrar* Comentario superficial patronidado por mi hedonismo tecnológico: Quiero un Iphone.