Con una estética sónica que parece una versión industrial del black metal raw de principios de los 90, los shrieks parecen narraciones de pequeños monstruos, sin estridencias ni largos gritos y en segundo plano. La influencia del punk se incrusta en las pocas partes más rápidas donde las voces toman más volumen.
Con estructuras doom y distorsión lo-fi, Wolok hace temas larguísimos que suman 40 minutos en cinco canciones en los que suelen hacer variaciones sobre un riff, en los que superponen o intercalan efectos electrónicos que recuerdan a los primeros Krafwerk, para presentar una versión muy orgánica del drone metal, con mucha percusividad, a veces con aires de misterio cinematográfico.
Como si Tiamat hubiese decidido ser menos gótico y más metalero cuando decidió experimentar.
Mi tema favorito es "Neural Misfire", que durante siete minutos mezcla sus contenidos para vertir una poción de sucio doom metal industrial. Y finalizan con un tema en que rescatan de nuevo la influencia crust, las voces vuelven a ponerse malvadas y hay electrónica. Estot casi seguro que es una repetición de lo hecho en el segundo tema, para afianzar esta conceptualización cíclica
Los escuchas aquí https://wolok.bandcamp.com/
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