29 octubre 2024

Diario musical 29 de octubre: punk y metal avantgarde cantado por mujeres (y una de ellas colombiana), death hecho por músicos de otros géneros, rock psicodélico de cantautor, lo nuevo de Tyler, the creator, un clásico del mathrock y un buen post-black atmosférico

1.Glimmer of God de  Jean Dawson: una especie de trap/hip hop, pop rock alternativo, con un tema en español. Creo que es demasiado comercial para mi gusto y aunque tiene buena calidad en producción/grabación, el estilo no me atrae para nada. 2,8 de 5.

2. Cartoon Darkness de Amyl and the Sniffers: ¿punk rock cantando por una rrriot girl, con algo de humor y guitarras medio electrónica como si fusionaras Hole con Dire Stratis? Claro que sí. Ya había escuchado algo de estos australianos liderados por Amy Taylor, porque ella ha colaborado con Tropical Fuck Storm. Normaletes, 3,5 de 5, pero hay que estar pendientes. Sin la potencia de Lambrini Girls ni la propuesta interesante de High Vis, me gusta cómo juegan con distintas distorsiones de guitarra para alejarlo de las propuestas más básicas y ruidosas, para explorar sonidos alternativos, incluso no rockeros, y también pasearse por las distintas gamas del punk rock. Píllalos en Spotify.

3. Suffer As One de Living Gate: debut de este proyecto de death metal potente, después de un EP en 2020, con un gutural mixto, entre shriek y growl, buenísimas guitarras y batería, con algunos riffs melódicos más bien heredados del black metal sinfónico, aunque generalmente son fieles al género. 

Me gustaron mucho por combinar distintas influencias innovadoras, sin ser demasiado estruendosos y haciendo el trabajo, pero escuchando aquí y allá algo de death técnico, un poquito de old school y sin esperar cambiar la movida musical con un disco. Los miembros vienen de Oathbreaker (black / post-metal / hardcore y por tanto de Amenra y Wiegedood) y Yob (sludge / doom / psicodélico) así que acá prueban algo absolutamente distinto. Un 4 de 5, sólido y esperando saber pronto más de sus giras. En Spotify.

4. To Dream of Something Wicked de Mat Kerekes, sí, indie / rock alternativo, con country y folk. Otro disco al que le reconozco calidad artística, de producción y propuesta, pero no es lo mío. Así que 3 de 5 aunque el vocalista es realmente bueno.

5. I Wanna Run Barefoot Through Your Hair de Christopher Owens: este cantante que nació en Miami y recorrió Asia, Europa del Este y vivió en Texas por muchos años hasta mudarse a San Francisco, separado desde la adolescencia de padres fanáticos que los criaron en el culto de los Children Of God (el mismo culto de los padres de Joaquín Phoenix y que llevó a que su hermana, Mariposa Liberty, naciera en Caracas, mientras vivían en Venezuela). 

El disco es un rock alternativo, bastante psicodélico, enfocado en una visión de cantautor folk rock, emocional pero bastante alegre en general, que me pareció mucho más profundo, rico en efectos, interesante y escuchable que el anterior. Probablemente gracias a las influencias del surf rock, alguito de blues y pop rock de los 60, seguramente adquiridas cuando se mudó a San Francisco, California, para ser pintor y se convirtió en solista desde 2013, después de dos discos con su banda indie anterior, Girls, con la que sacó dos discos. 

Para la parte final se pone más vintage, con canciones que recuerdan al pop / RnB de los 40 y 50 pero en una visión más guitarrera y electrónica, que trae esas romanceras en la que el pop, country y rock n roll, el gospel y otras, estaban tan separadas como influenciadas unas de otras, una época previa a The Beatles Me gustó bastante, 4,2 de 5. En Spotify. En el tema final, Do You Need A Friend, en que con una guitarra noisy hace referencias melódicas, y un poco más, del tema No Se Si Es Amor (It Must Have Been Love) de Roxette, lleno de largas secciones con wah wah, guitarras electro-acústicas y algo de post-rock.

6. Violenta de Fabulae Dramatis, cuarteto de metal progresivo / avant-garde conformado por tres colombianos y un búlgaro (y hasta hace poco del disco 2024, un bajista belga) con mayoría de sus letras en español. Seleccionados para tocar en el Rock Al Parque 2024, les ha ido bien con la propuesta que incluye algo de latin metal y orquestaciones. Tienen canciones con estructuras interesantes, sobre todo por los ritmos latinos percusivos, así como en algunos riffs, que atraviesan con death extremo progresivo, siendo su mayor virtud la combinación de voces limpias y guturales, gracias a la paisa Isabel Restrepo. En Spotify. No son especialmente innovadores, diría que 4 de 5. Su performance es muy bueno aunque la composición no se destaque demasiado. Buen punto la canción final, Máquina de Sueños, una canción que resume el folclor latinoamericano mestizo, con elementos afro en la percusión y la guitarra española con cánticos de canción protesta.

7. Chromakopia de Tyler, The Creator. Hip hop vanguardista donde haya. Muchísimos invitados, de géneros similares y tangentes, reconozco rápidamente a Doochie y a Lil Wayne. Buen disco pero no es Quaranta de Danny Brown. Merece una segunda oída para estar más claros. Por ahora, 3,5 de 5.

8. Tweez (remasterizado en 2024) de Slint. Pioneros del mathrock y el post-rock con este disco de 1989 que me parece algo primitivo pero me gusta por ser más bastante pesado y alternativo para la época, con buenas ideas en distorsiones, cambios de tiempo y raras estructuras, aunque a veces es difícil apreciarlo un cuarto de siglo después. Leo que es el disco siguiente, Spiderland, el que es altamente influyente en estos géneros, así como en el post-hardcore. Lo meteré en la lista porque aunque este disco es digamos, un 3,7 de 5, fue grabado por Steve Albini, tiene momentos que permiten avizorar detalles de genialidad al final del disco, especialmente en los tres temas finales, Darlene, Pat y Rhonda, en que hay más experimentación, libertad y algo que parece que luego fue post-rock, grunge, sludge y mathrock, luego.

9. Succumb de One with the Riverbed, post-black metal atmosférico con una producción bastante buena, que produce un sonido transparente y en momentos directo, casi en vivo, especialmente en la batería, que se destaca mucho. Son de un lugar llamado Kalamazoo, en Michigan, Estados Unidos.

Buenos teclados y momentos de calma, en que se lucen las elucubraciones del género, alimentado de space rock y post-rock, con una claridad refrescante en la claridad para identificar los instrumentos. Los temas finales, largos y de cocción lenta, van enredando capas de guitarras, riffs en contratiempo, ambient y descargas metaleras en formas de wall of sound, con efectos fascinantes de guitarra y feedbacks. El último, de más de 9 minutos, es el más logrado. Es un 4,2 de 5, muy promisorio. En Spotify

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