23 octubre 2024

Lo que escuché el 23 de octubre (súper día): death progresivo psicodélico, black avantgarde eslovaco, guitar pop inglés (súper sucio y alegre), jazz minimal, progresivo ambiente, black/crust (regreso de Immortal Bird) y lo nuevo de Jinjer

1. Beyond the Aeons de Octoploid: fácilmente disco del año, death metal finlandés progresivo psicodélico y sideral, como juntar el space rock y el death melódico escandinavo con un bajo de flamenco y guitarras psicodélicas. Una combinación deliciosa que recuerda al Space Oddity de Bowie tanto como a Yes.

Recorren influencias del progresivo clásico, lleno de sintetizadores y melodías pegajosas, mientras las guitarras juguetean entre el rasgado español y el death melódico sueco, usando distorsiones alternativas, solos de guitarra espacial, casi electrónicos, y rematan con la voz carrasposa y melódica que identifica a Finlandia, para una propuesta fresca, novedosa y contemporánea llenísimo de influencias vintage. Esto es 5 de 5 sin duda. En Spotify.

2. Hálios de Ceremony of Silence: black metal de Eslovaquia, de donde no recuerdo si conozco algo más, que tiene un estilo progresivo, sórdido, con un sonido opresivo similar a Deathspell Omega, Blut aus Nord y similares, pero con una producción y calidad de sonido mucho más transparente, que permite detallar los instrumentos, escuchar las armonías e incluso detallar melodías dentro de la tormenta de disonancias, blast beats, muchos platillazos, la voz cavernal y los enrevesados cambios de tiempos y riffs circulares. Una extraordinaria noticia de un género que parecía estar agotándose y repitiéndose, que a veces parecía tan impenetrable que era hasta anti-musical o demasiado cerrado para disfrutarse en su total esplendor. Sin duda, de lo mejor de lo más extremo de 2024. Le pongo un 4,5 de 5 porque me parece toda una revelación. En Spotify.

3. How To Be Hopeful de Johnny Foreigner: Mi miércoles está siendo brillante, no sólo por ser mi día favorita, sino porque hilo un tercer disco que me encanta. En este caso, una banda de Indie Pop / Alternative Rock / Pop Punk, que ellos bautizan "guitar pop" de Digbeth, Birmingham, Reino Unido, que ciertamente habla mucho pero no todo de lo que hace.

Enfocados en la guitarra, al empezar el disco escuchas melodías alegres y brillantes, llenas de armónicos y agudos, que son acompañadas con riffs llenos de fuzz, noise y disonancias varias, con todo tipo de efectos de pedales y técnicas extrañas sobre las cuerdas. Allí está el guitar.

El pop llega mediante el uso múltiple, amplio y diverso de las voces, las cual amalgaman brit pop, punk, post-hardcore, que interpretan de forma solita y en arreglos de varias voces, compartidas entre Kelly Southern y Alexie Berrow, alegres y veraniegas, que incluso llegan hacer la misma melodía que la guitarra, uniendo ideas del pop y del heavy metal. Entonces a veces gritan o tienen estas voces medio gritados.

Entonces los temas son dulcísimos, con arreglos de tiempos muy interesantes, con guitarras complejas y potentes entre el mathrock y el progresivo, a alta velocidad, con coros y líneas melódicas vocales, lo que hace que uno quede como drogado de consumir mucha azúcar pero también con ganas de ver La Naranja Mecánica mientras suenan los temas más rockeros de Blur, bailando desnudo cubierto con la bandera de Inglaterra mientras navegamos en el Támesis, diciendo que te encantó The Crown. Esto es guitar pop, mates.

Con solo 42 minutos en 12 canciones, es decir, 3:30 de promedio, son raudos y veloces cuando necesitan decirlo todo en 2:30 pero también se permiten alargarse a 4 e incluso 5 en una ocasión para dejar respirar la ráfaga de batería que acompaña a las guitarras que revolotean entre el noise, el bubblegum pop y el rock alternativo. Me enamoré, por lo que les doy un 4,6 de 5. En Spotify.

4. Bleed de The Necks: jazz minimal experimental de Australia, compuesto por Chris Abrahams en piano y órgano Hammond, Tony Buck en la batería y Lloyd Swanton en bajo y  contrabajo. Me pareció demasiado minimalista, con algunas pequeñas partes interesantes. Simplemente no destacable.

5. The Unknowing de Dawnwalker: la primera parte del disco suena como a doom gothic metal pero sin distorsión de guitarras ni voces guturales, sino que es como un pop folk y orquestal, con tonos medievales, voces corales celtas y vikingas y alguna guitarra de rock pero muy excepcional, pero no es música  ritual ni folk fusión, sino pop porque usan pistas electrónicas, teclados y ambient. Más tarde llegan a ser más pop progresivo, quizás art pop e introducen estructuras más complejas, más teclados pero sin solos majestuosos ni elucubraciones espaciales.

De forma confusa, según Sputnikmusic son Post Metal / Folk / Progressive Metal, mientras ellos se definen como un colectivo de rock experimental y metal moderno de Londres, Inglaterra. La falta de distorsión en las cuerdas me hace difícil encasillarlos en rock, incluso post y mucho menos metal, además, los comparan con  Astronoid, Alcest, Dvne, Obsequaie y White Ward, bandas de black, post-black y progresivo, con más o menos, furia, agresividad y extremismo, pero todas con guturales y potentes guitarras metaleras.

En una reseña del disco anterior, hablan de black metal con amplias partes de rock progresivo, que ahora no encuentro sino en tropos, es como que mantuvieron la filosofía pero no la instrumentación, el sonido, la velocidad ni las formas. Es fascinante, más confuso que aplastar 6 géneros por tema es despojar una banda de post-metal progresivo de este para dejar sólo un esqueleto hermoso, bien vestido y perfectamente elegante, solo compuesto de teclados, pianos y ambiente.

Es un proyecto de Mark Nogarte, guitarrista de la banda de black metal Sacred Son. Esta banda, Dawnwalker está en la Encyclopeadia Metallum, lo que demasiado decir para una banda con un disco sin guitarras distorsionadas. Pongo un 4,6 de 5 porque es una belleza. En Spotify apenas hay una lista de 10 canciones. En Deezer sí está este disco.

6. Sin Querencia de Immortal Bird: Trío de Boston, Massachusetts, liderados por la baterista, bajista, tecladista y cantante Rae Amitay, empiezan con tres temas que pueden sonar a algo como black avant-garde, aunque es injusto llamarlo así porque hay muchos ingredientes no metaleros y difusos en lo que hacen: hay voz en shriek agrio, guturales chillones y música feroz y brutal, con mucha distorsión y potencia, batería aplastante y bajo sucio (que como dato curioso, tocan los tres integrantes más el invitado) pero también voz femenina y pianos. 

Además, las guitarras son sierras eléctricas dementes pero no hacen tremolo picking sino capas de sonido una sobre otra, más grind, noise y hardcore que metal, lo que incluye cómo se procesan y hacen las voces. Esperamos cinco años por este tercer disco, uno más que entre el debut y la secuela, así es esta banda de Chicago, Illinois. Según la Encyclopaedia Metallum, son Black/Sludge Metal, Crust, que explica más los elementos no metaleros y más punk / doom en este fango furioso, veloz y destructivo.

Pero desde el tema Propagandized ponen su cara más metalera. La canción arranca con un riff que podría ser thrash o hasta power/thrash salvo la distorsión subterránea y anti-sistema. Esto sigue en el siguiente, Ocean Endless en que el thrash evoluciona en black metal opresivo, a la Deathspell Omega, cambia a gritos de batalla, con voz limpia pero hardcore punk, y finalmente, gutural sucio. Retoman donde lo dejaron en el progresivo extremo, con disonancias y contratiempos, para volver al metal con armónicos, riffs arpegiados y el crescendo opresivo de todos los instrumentos, que se corta de repente.

Olvidadas las influencias no-metaleras, Immortal Bird finaliza con dos temas en que se pasean por black metal extraño, experimental, vanguardista, con guitarras excéntricas, voz perversa y batería infernal, a medio tiempo o a menor velocidad que los primeras temas, momentáneamente sinfónico y melódico, con una potencia más enfocada en el género, dejando claro que esta banda no es de defender legados ni establecer estándares sino usar lo que necesitan para sus perversos propósitos. Les pongo un 4,6 de 5. En Spotify.

7. Kafka EP de Jinjer: los ucranianos liderados por Tatiana presentan un aplastante trío de temas de metalcore, con sus influencias del reggae, del metal extremo y del groove que prometen que el disco nuevo tendrá todo lo que nos gusta de ellos: riffs complejos, muchos guturales, algo de voz limpia, cambios inesperados y muchísima fuerza en breakdowns, cambios y riffs entre el djent, las disonancias mathcore y el metal moderno, así como arreglos progresivos en bajo y batería, contratiempos y riffs melódicos con distorsión asesina.


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