0. Hasta hoy trabajo con un equipo completo en Cocuyo Chequea. Por el congelamiento de fondos de USAID, nos disponemos de fondos para tres de las cinco personas que estamos allí, así como el pago extra de dos Community Manager. Incluso habrá que sacar plata de otros lados para pagar al videógrafo y al diseñador gráfico. En mi caso, es probable que me queda sólo un mes más de salario, quizás dos.
1. This is Music: the singles (2025) de The Verve. Originalmente un recopilatorio de 2004, con singles del 92 al 98, que es relanzado en 2025 con una remasterización de 2016, con los temas Love Is Noise y Rather Be, en vez de Monte Carlo, como en el original. Soy de los muchos que no sabe nada de esta banda de brit pop / shoegaze salvo su hit polémico, Bittersweet Symphony. Y está muy buena esta banda, menospreciada al parecer. 4,5 de 5. En Spotify. Según RYM también son neo-psychedelia y space rock reflejado hermosamente incluso con el uso de flautas y sintetizadores, especialmente en el largo, orquestal y muy orínico tema Gravity Grave. Me estaba perdiendo de mucho.
2. Bloom (2025) de Larkin Poe: fue amor a primera vista con este dúo de folk rock y blues rock, oriundo de Georgia y ahora residenciadas en Nashville, Tennessee. Con extraordinarias guitarras y canciones con ese sabor entre country, rock and roll y psicodelia. Con este disco se reafirma su dominio total por ese revival de música de los 60/70 con potencia femenina, como también lo hace a su estilo metalero The Warning. En este caso son dos y no tres hermanas: Rebecca Lovell (voz principal, mandolina, ukulele, piano, bajo, batería programada, banjo, violín y guitarra eléctrica) y Megan Lovell (voz, Dobro y guitarra de acero de regazo o hawaiiana). Me gustó muchísimo este disco. 4,5 de 5. En Spotify.
3. The Bad Fire (2025) de Mogwai: delicioso post-rock electrónico de Glasgow, Escocia, Reino Unido, que toca redondeados rincones de shoegaze, space rock y suave dream pop para adosar paredes con algodón existencialista. Me gustó también, 4,5 de 5. En Spotify.
4. Thrill Seeker (original de 2005, regrabado por sus 20 años) de August Burns Red. Metalcore progresivo y melódico, con melodeath y mathcore entre los ingredientes, de Manheim, Pennsylvania. Disco potente en voces (con vocalista nuevo y el original de invitado), breakdowns y riffs con cortes atravesados y tiempos raros. Increíble, más con ese tema de 8 minutos del final, The Seventh Trumpet. El guitarrista de Killswith Engage, Adam Dutkiewicz, productor original del debut, está invitado como guitarrista. 4,3 de 5. En Spotify.
5. Live ID (2025) de Riverside. Versión en vivo del disco ID.Entity, acá mi reseña, uno de mis favoritos definitivos de 2023. Los vi en Bogotá en 2024 con una satisfacción absoluta. Polacos progresivos, con una voz melódica maravillosa y muchos sintetizadores, con tiempos extraños y gran capacidad para producir canciones que asombran y al mismo tiempo nos hacen volar, con unos coros y unas melodías tan encantadoras como técnicas. Buenísimo, 5 de 5, claro. En Spotify.
5. Duél EP (2025) de Jinjer: qué monstruosidad cómo estos ucranianos han pulido tanto esa combinación de metalcore progresivo, groove metal, reggae/funk y djent, con toques a veces muy progresivos y otros casi jazz-metal, con las voces limpias y guturales de Tatyana. Increíblemente brutal lo que adelantan del próximo disco del mismo nombre.
6. Madvilliany Demos (2025) - Madvillian. Después de escuchar el disco Liquid Swords de GZA, no le tenía mucha fe a escuchar discos de hip hop considerados los mejores de la historia, pero si estos son los demos, el disco debe ser impresionantemente bueno. Me conquistaron con estos temas, de verdad es algo increíblemente bueno. 4,8 de 5. En Spotify.
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