2. Noir Berger (2025) de Initiation: black/death francés furioso, épico y con largos temas. Recurre a elementos del black nórdico de los 90, muy a lo Dissection, y mucho de los enrevesados arreglos del black/death europeo sinfónico y europeo originario, influenciado por música e ideas místicas y cósmicas, a lo Carach Angreen, Bal-Sagoth, Ancient y Limbonic Art, para producir una bestia que combina guitarras entrecortadas y complejas de fondo que sirven de andamiaje a otras más directas y brillantes, produciendo polifonías perversas adorandas con solos de guitarra a mid-tempo y melodías románticas del black melódico neoclásico y dramático, quizás abusando de los efectos de risa malvada simulada en los shrieks, aunque con voz semi-gritada en narración que también invoca a Summoning.Bastante bueno, aunque a pesar de la habilidad técnica y los arreglos, no me excitó tanto lo elaborado como la potencia de la música. Una referencia, le pongo 3,9 de 5. En Spotify.
3. Astral Sands (2025) de Novarupta. La obra solista, semi-grupal, colaborativa y de sludge/black/post-rock de Alex Stjernfeldt, también de The Moth Gatherer, Young Acid, Child y Grand Cadaver, quien invitó a media docena de músicos con quienes comparte en las otras bandas, como Martin Wegeland (Slomatics, Young Acid, Domkraft - con un maravilloso discos de sludge/doom/psicodelia de 2024 llamado Sonic Moons), Per Stalberg (Domkraft y Child), así como a varios de la escena doom/slugde como el músico de folk/blues Fabian Brusk-Jahn, Jonas Mattesson (Year Of The Goat), Arvid Hallagard (Greenleaf) y Patrik Wirén (Misery Loves Co.). El disco se quema lentamente, con pausas y con arreglos que hay que escuchar poco a poco. 3,7 de 5. En Spotify. Ni de lejos lo mejor que han hecho.
4. Nine (2025) de Bleeding Through: por el otro lado, esta banda californiana de metalcore apela al melodeath, deathcore, groove metal e incluso algo de metal sinfónico, con muchas voces femeninas, un gutural entre el metalcore de Lamb Of God y algo un poco más cercano al black melódico, hace un discazo que combina melodías extremas, rock electrónico, blast beats durísimo y arreglos orquestales e industriales con densas atmósferas de metal contemporáneo que no afloja ni se rinde sino se reinventa para conformar una combinación explosiva que conquista con breakdowns, puentes, coros y riffs corrosivos. Muy bueno el tema con Andrew Neufeld (Comeback Kid). También Doc Coyle de Bad Wolves está invitado como guitarrista en un tema, y Brain Fair, cantante de Shadows Fall.
Genial, 4,7 de 5. En Spotify.
5. Black Plasma Armour (2025) de Membaris: black metal alemán realmente bueno, melódico, complicado, sucio, disonante y furioso, con temas largos y un buen sonido, entre atmosférico y veloz. Vale destacar que los cuatro músicos grabaron guitarras, incluyendo el baterista cantante y el bajista. 4 de 5. En Spotify.
6. Can't Take Away the Fire EP 2025 de Raven: NWOBHM/speed/heavy de Newscastle reubicados en Nueva York. Buenísimos en el género. 4,5 de 5. En Spotify. Hay tres distintos bateristas de distintas épocas de la banda en los temas.
7. A Plague Upon Thee (2025) de Apocalypse Orchestra: el doom está viviendo un año glorioso en 2025, y esta es otra gran prueba. Después de los discazos de Avatarium y Pentagram, ahora este doom/folk sinfónico, épico y medieval, de altísima calidad. La voz limpia y épica junto a los sintetizadores espaciales y los sonidos autóctonos alcanzan momentos memorables, con un folk metal medieval poderoso, emotivo y encantador. El tema final, Saint Yersenia, de casi 9 minutos, se acerca incluso al viking metal con coros épicos y líneas vocales extensísimas. Les doy un 4,3 de 5 pero tiene momentos mucho más altos. En Spotify.
8. Wilhelm (2025) de Decline of the I: se puso bueno este viernes con este disco de post-black metal / black metal sinfónico, con coros góticos, gritos desesperados, shrieks profundos, sonidos atmosféricos y ritualistas, buenos riffs en trémolo picking, rematados con una batería audaz y con blast beats.
La producción vocal es grandiosa, con gritos fantasmales, guturales profundos, capas superpuestas y unas guitarras que evocan distintas disonancias, gélidas, vaporosas y tenebrosas, que van tomando turnos para espantar e invocar demonios. Comparten guitarra con los también black franceses Merrimack, e invitaron a su cantante, Vestal, a un tema.
Hay momentos en que es más sinfónico y gótico, otros más ocultistas y voraz, otros infernales y melódicos, siempre contrastando los agudos de shrieks y guitarras con la densidad de la parte rítmica. Los arreglos orquestales recuerdan a Dimmu Borgir por momentos aunque la combinación con guitarras es más Septicflesh, con ritmos experimentales, cambios drásticos y elucubraciones progresivas, a veces puramente avant-garde.
Los efectos sonoros, entre puramente espantosos y académicos, que recuerdan por momentos a bandas de power electronics como The Body y Full Of Hell, ya que también usan ese grito de witch house tan chirriante, así como la batería colosal y las voces femeninas aterrorizantes me hacen pensar también en Terra Tenebrosa. Una joya escalofriante, el quinto disco de este cuarteto parisino.
Puntos: 4,7 de 5. En Spotify.
* Perspectiv se puso pesado. En el tema Erika ya no sólo hay progresivo o djent, sino blast beats y guturales, así como baterías hardcore punk. Un tema increíble de jazz/música experimental/académica, el tecladista Vijay Iyer y el trompetista Wadada Leo Smith – Procession: Defiant Life. Según Stereogum es la canción final de un disco conjunto, después del primero hecho hace 9 años, en que dedican temas a líderes caídos, incluyendo Patrice Lumumba. Me gustaron también los de Ghost Bath (muy progresivos y experimentales), Clay J Gladstone (rockero y divertido, con fusión de swing) y demasiado el de Panzerballett, totalmente jazz-rock progresivo. Muy buenos también los temas de speed/heavy de Armory y el Lord Humungus de Black Label Society. Otro buen tema seductor, pop y alternativo de Ed Maverick, deathcore pontetísimo de GAI y Emmure. Maravilloso el tema de rock/metal progresivo de Nospün. Illusions en vivo y en versión orquestal de Cypress Hill, maravillosa. Divertido el tema Knightclub de Feuerschwanz, jugando con metal medieval y electrónica. Singles de Oasis de los noventa remasterizados, entre regular y potentes. Teramaze: maravilloso prog.
9. Astropical (2025) EP de Astropical, el proyecto de Rawayana y Bomba Estéreo. Creo que está muy por debajo de la calidad de ambas agrupaciones, con momenticos interesantes, aunque no demasiado. 3 de 5. Hay que escuchar el disco completo a ver. En Spotify. Aunque algunos temas parecen simplemente de una de las bandas con el otro de invitado, el tema Corazón Adentro me pareció peligrosamente patético, casi de jingle político.
10. Machine Starts to Sing EP 2025 de Porridge Radio: el quintento de Brighton, Reino Unido, de folk y rock indie, edita cuatro canciones que inician suaves y en este género pero van creciendo hacia el post-rock y slacker rock, con algo de shoegaze. En Spotify. Muy bueno, 4 de 5.
11. Lemmon lintu (2025) de Mastord: magnífico metal progresivo finlandés con frecuentes arreglos sinfónicos, en tonos góticos, con muchos pianos, cellos, flautas y cuerdas, cantado en una intrigante voz limpia en finlandés. Es un power trío, e invitaron al ex-baterista de Omnium Gatherum, Jarmo Pikka, para grabar el instrumento. Me pareció un disco magnífico, extraño y aparentemente simple, con riffs arpegiados fascinantes, momentos siderales de rock progresivo con Hammond y mucha técnica para combinar distintos instrumentos en tiempos y ritmos extrañísimos. Sus melodías son lentas, siempre apoyadas por muchos instrumentos académicos y combinando claroscuros armónicos sin estridencias, revelando distintas capas de la composición. 4,5 de 5. En Spotify.
12. To Live In A Different Way (2025) de Love Is Noise: con los noventas en las venas, este es el larga duración debut de una banda de dinámicas y contrastes perennes, pues al combinar rock y metal alternativo, con dream pop y shoegaze, pasean entre géneros y combinándolos mostrando distintas personalidades que vivieron en esa época. En algunas canciones se notan fuertes influencias de Slipknot, Glassjaw y Deftones, en otras quien manda es Placebo y en muchas otras parece ser Radiohead o Blur.
Entonces, aunque pueden sonar noventeros: algunos segundo son indie, en otras post-grunge y la mayoría de las veces shoegaze, nü-metal o post-hardcore, con coros reverberados que llaman a la calma, la world music entrando por las ventanas, la experimentación electrónica y el jugueteo con el pop noise. Otras son screamo, post-metal y hasta se escuchan melodías de britpop.
Por ejemplo, sin ningún límite real, en el tema take.one.minute son post-black metal en un minuto y grunge en otro, para luego divertirse entre el space rock, el shoegaze y rock alternativo. Algo similar pasa en la corta y quizás más genial, Jawbreaker, que pasa de la locura metalcore a la calma grungera. Es la obra solista de Cameron Humphrey, quien viene de hacer deathcore/metalcore con Lotus Eater. En Spotify. Un 4,5 de 5.
13. Fall To Ruin (2025) de Die Tonight: es extraño (y atractivo) porque aunque suena por muchos momentos a una banda de metal extremo, muchas veces es una polifonía con metalcore y hasta rock alternativo, especialmente porque coinciden los doble bombos o los blast beats con coros polfónicos entre góticos y metalcore.
Así que puede sonar por a una banda de death metal progresivo, que incorpora metalcore, melodeath y hasta groove metal, lo que hace que se escuchen muchas voces limpias de metal alternativo y permanentes shrieks mediados por capas e intervenciones. Los riffs, arpegiados y complejos, suenan como si Trivium y Mayhem tocaran una guitarra cada una, e incluso a veces como si fuese Voyager o AC/DC tocando melodeath sueco con guitarras procesadas de trance metal, sobre una batería programada y coros reverberados.
Según Metallum es melodeath progresivo (y antes una banda de metalcore). Es el dúo de Bristol, Reino Unido, compuesto por Christopher Norris grabando guitarras, bajo, batería programada, voces, composición y producción, y Alex Dorrington en voces principales, composición, producción, ingeniería, mezcla y masterización. En vivo los acompañan Matt Dobroczynski en guitarras, Dario Petraczek en el bajo y Marcelo López en la batería.
Es básicamente avantgarde y experimental. Me gustó, 4,3 de 5. En Spotify. No sacan más porque creo que falta producción vocal en las partes limpias, unas guitarras más definidas y con una batería real.
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