Para guardar algo de las apariencias, el club Las Novias que por supuesto tiene un propietario llamado Romeo, disfraza lo que sucede en privado con espectáculos y shows realizados por las mujeres esclavizadas para darle un tono de glamour, inocencia e incluso, consentimiento aunque lo que pasa realmente son actos similares a lo que vemos en cintas como Requiem for a Dream.
Así, la esclavitud a la que están sometidas implica violencia sexual de clientes y el proxeneta, que aunque dice que las ama y las adora, las tratan como versa carne, las introducen a la adicción a las drogas y así las sumergen en deudas imposibles que aumentan cada día con cobros excesivos por todo lo que usan y necesitan, mientras los pasaportes están a buen resguardo detrás de cajas fuertes y guardias armados.
Hasta que se hartan, cuando el amantísimo Romeo asesina a una de ellas sin la mínima dudan, por lo que echan mano de sus encantos y la subestimación de parte de los captores para recuperar los pasaportes, vengarse de quienes han abusado de ellas y además, llevarse un montón de dinero como compensación.
Pero los villanos nunca mueren tan fácil, sus venganzas son sádicas y ellas tienen sus propios problemas personales de las que se aprovecharon para esclavizarlas en primer lugar, con el detallito de enfrentarse a matones que las quieren torturar y matar.
Así se desarrollan tres temporadas, con ocho capítulos de menos de media hora cada uno, en que hay sensualidad, crueldad, tristeza, amor prohibido, muchísimas drogas, acción frenética, sangre y una persecución larguísima. Claro que hay momentos en que dudas de las habilidades como pistoleras de ellas, pero creo que tiene una riqueza visual e interpretativa muy rica.
Tanto la hermosura de las costas de Tenerife y Castilla-La Mancha, las puestas en escena en el Club Las Novias, los trajes, maquillajes e iluminación de las presentaciones en el escenario son parte del contraste de la oscuridad de las escenas más crudas, reflejo del alma oscura de los criminales. Las protagonistas además pueden brillar en su combinación de hermosura física y transformación personal, buscando redención y esperanza. El color rojo resalta, por supuesto, en este universo.
Entre los distintos acentos e intercambios de cultura, Sky Rojo ahonda ligeramente en las dificultades de las mujeres en Latinoamérica, bien sea por ser mamá soltera, lesbiana y/o simplemente pobre, más el desencuentro de la belleza geográfica de un país lleno de migrantes de todas partes del mundo pero que también es un lugar salvaje que está a medio camino entre el primer mundo de la Europa más avanzada y los países de origen de quienes huyen para radicarse en España.
En otros momentos muestras que salir de la esclavitud sexual y la prostitución tiene los obstáculos del estigma social. Se tienen que recordar, varias veces, que no es su culpa haber sido secuestradas, violadas, vendidas, en contra de su voluntad y que su pasado no las define. Más fácil decirlo que contarle a tu nueva pareja, tu círculo social, tu empleador, qué hiciste los últimos cinco años.
Y cuando las cosas se ponen filosóficas, aparecen nuevos y viejos villanos, de México, de Europa del Este, disparando a toda velocidad. Cuando todo parece calmado, el pasado en forma de drogas o miedos al amor se asoman con uñas negras. Y las chicas, como dice Lali, tendrán que envalentonarse o morir, y quizás incluso, envalentonarse pero también morir.
Los quienes
La serie cuenta con Javier Gómez Santander, jefe de guionistas de La casa de papel y con Eduardo Chapero-Jackson (Élite: Historias breves) como director. Las tres protagonistas femeninas son la española Verónica Sánchez (El embarcadero, de los mismos creadores) como Coral, la cantante argentina Lali Espósito como Wendy y la actriz cubana Yany Prado como Carmen "Gina".
El "novio" proxeneta de Romeo es interpretado por Asier Etxeandia, mientras su mano derecha es Moisés, interpretado por Miguel Ángel Silvestre (Sense8, Narcos, La Casa de Papel) quien además tiene un romance secreto con Coral, que a su vez tiene una doble vida (o triple vida) como profesora particular de las hijas de Romeo con una potente adicción a las drogas duras.
Uno de los mejores personajes secundarios, esos que se suelen robar el show, está Christian, hermano de Moisés, interpretado por Enric Auquer, con un tono más sádico y sanguinario para controlar a las mujeres, con un sucio humor negro y una interpretación impecable. Junto a él, hay otros mafiosos destacados como el actor polaco Niko Verona como Cachopo e Iván Yao como Xuan
Por supuesto, siendo una serie de esclavitud sexual, fetiches y venganza, hay una constelación de apariciones para enriquecer el universo de clientes secretos y momentos de desnudez, humillación, brillo y violencia.
Para eso vemos al gallego Luis Zehera (el gran Ferro de Vivir Sin Permiso y Ezequiel de Entrevías), la española Godeliv Van den Brandt (Las de la última fila), la actriz y activista española de los derechos de las personas trans Penélope Guerrero (en Nacho, la nueva serie sobre el actor porno Nacho Vidal), la actriz colombiana Luisa Vides, José Manuel Poga (el detestable y al mismo tiempo, genio de los diálogos, del jefe César Gandía de La Casa de Papel).
Vale decir que la aparición del cantante puertorriqueño Rauw Alejandro y la española-colombiana Verónica Gregory en la tercera temporada le da un buen toque latino final, con oportunidad de ver algo de artes marciales, baile y cambio de escenarios. Todo hay que decirlo, él parece ser mejor actor que cantante.
Trailer oficial:
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