10 marzo 2019

Más de 60 horas sin luz en Venezuela, un día después de cumplir años

Hoy domingo 10 de marzo me despierto con más desasogiego. Escribo un resúmen de prensa dos o tres veces al día para varios grupos de Whatsapp. Esta mañana apenas pude escribir "anoche cargué el celular, algunas zonas del oeste de Caracas tienen luz pero la mayoría del país cumple 60 horas sin electricidad".

Ayer cumplí 41 años. No hubo torta. A mi casa llegó la luz 29 horas después del apagón. Duró 14 horas y volvió la oscuridad.

Un amigo pudo escuchar RNV y ver VTV anoche gracias a una pequeña planta. Sólo propaganda y amenazas. Nada de informes técnicos, cálculos de restitución ni información que ayude a conservar alimentos, de seguridad ciudadana o apoyo psicológico.

En Twitter muchos propagandistas diciendo que con el apagón vieron niños jugando, gente bebiendo y divirtiéndose en la calle "a pesar del golpe eléctrico".

Netblocks señala que 96% del país está offline, lo que muestra la dimensión del apagón. Cifras más tristes señalan 15 personas fallecidas por falta de diálisis y otras 17 por fallas eléctricas en hospitales. Aún no hay cifras verificadas de muertes en clínicas, ambulancias, CDI, ambulatorios u hogares. Pero hay testimonios de fallecimientos de personas de tercera edad. El caso más dramático fue el de la joven de 19 años, de apenas 10 kilos, que murió al no poder ser atentida en un CDI por no tener luz.

No hay noticias de los 70 ancianatos de Caracas. En uno está mi abuelo. La mayoría ya sufrían por falta de agua y alimentos.

Ayer hubo protestas con barricadas y cauchos quemados en cuatro estados. Que se sepa. Las noticias es lo que no sabemos. Lo que no se ha podido comunicar o conocer. Las insulinas perdidas, la comida podrida, el hielo vendido en dólares en efectivo, la desesperación, la tristeza, la rabia.

Cargar telefónos en el carro, en una pared de un local o centro comercial con planta eléctrica, asearse en sus baños, irse a una autopista para tener señal en el celular, y otras anécdotas de la superviviencia.

Y si lees esto, probablemente estés fuera de Venezuela.

2 comentarios:

  1. Siempre te leo colega. Y ciertamente estoy fuera de Venezuela. No tengo moral para decirte que no sientas desasosiego. Salí de Venezuela hace casi 5 años. Y en Margarita siempre tuve racionamiento de agua y siempre se iba la luz, pero nunca viví algo de esa magnitud. Pero aquí estamos para replicar lo que dices. Para que alguien escuche lo que realmente ocurre.

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    1. Gracias, Mariángela. Vi que lo hiciste también en Twitter. Pero justamente escribo esto para afuera, porque todo esto lo sentimos y sabemos aquí, pero nos hace falta decirlo y a quienes están afuera leerlo, comunicarnos, tener este puente.

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