28 abril 2025

Separación de Zapato 3 (post-punk venezolano), metalcore / holy terror brutal, remezcla de Carnal de Nothing More (post-hardcore / rock alternativo), indie folk/rock, death doom progresivo, thrash alemán, neo-dark folk noruego, misterioso black atmosférico, post-metal atmosférico de Kansas y rock electrónico de Cumaná

1. Separación (1993) de Zapato 3: Clásico inmediato del post-punk y rock alternativo de Venezuela, lleno de teclados góticos, guitarras psicodélicas y canciones inspiradas en el hard rock. Tiene mi canción favorita de ellos: Obstinado, además de El amor es sangre. 4,8 de 5.

2. Earth Crisis / Integrity (2025, Split): tres temas arrolladores de Metalcore / Holy Terror de Earth Crisis, impresionante, brutalísimos e intensos. 4,5 de 5. Tiene death, thrash y algo de grind (y hacen una versión de Integrity). De Syracuse, Nueva York. Los dos temas de Integrity, Cease To Exist y Firestorm, son versiones extendidas que hacen de Earth Crisis del disco Forever True. La primera empieza como un violento metalcore que luego se transforma en un raro rock psicodélico y stoner, mientras que la segunda es una repetitiva rendición de un riff percusivo. Maravilloso.

3. Carnal (2024, versión 2025 Deluxe) de Nothing More. Emotivo, pesado y diverso disco de metal/rock alternativo de San Antonio, Texas. Con unas vocales post-hardcore de esas que recuerdan a una versión metalera de Michael Jackson, aunque también hay influencias del rock alternativo / grunge de los 90, especialmente a Brian Molko de Placebo, sobre todo en temas como Freefall aunque no exclusivamente sino está en casi todos los temas. Muchos arreglos electrónicos bien producidos, un bajo denso y guitarras altamente bien hechas, presentan una especie de revival del rock alternativo con texturas contemporáneas, que incluyen invitar a los cantantes de I Prevail y Disturbed a hacer una y otra cosa. Buen puente entre ambas generaciones y con coros pegadizos, increíblemente atractivos. No me gustó, me encantó. 4,3 de 5. 

4. Spring Grove (2025) de The Ophelias: Desde Cincinnati, Ohio, un cuarteto de chicas que hacen una mezcla increíble de indie folk e indie rock, por momentos chamber pop y en otros bastante punk, digna heredadera del folk rock alternativo de los 90. Lo mejor, las orquestaciones reales y los coros de indie pop. 4,3 de 5. 

La banda es Spencer Peppet (vocales, guitarra), Mic Adams (batería), Andrea Gutmann Fuentes (violín) y Jo Shaffer (bajo). Según ellas mismas se trata de Mermaid Rock y Marxist Rock. Se recordaron a boygenius pero con mucho más folk y guitarras ruidosas. Un bálsamo de disco.

5. Ego Dissolution (2025) de Ancient Death: refrescante disco de death metal, que toma de los clásicos del death doom y del death progresivo como Gorguts, Death y Pestilence, con una voz en rangos similares y algunos otros ingredientes extras que van desde arreglos e interludios de thrash técnico, algo de psicodelia y de rock progresivo, para crear temas mid-tempo de sonidos cavernarios y decantes, resaltando el sonido acústico de la batería pero junto a sintetizadores, solos de guitarra magníficos y arreglos progresivos, se presentan con un performance exquisito, sin dejar de ser extremos y oscuros.

Son de Walpole, Massachusetts. 4,8 de 5. Su guitarrista, Jerry Witunsky, está con Atheist desde 2023. 

6. Extreme Aggression (1989) de Kreator. Mi disco favorito de estos alemanes, absolutamente responsables de la génesis y desarrollo del metal extremo, desde el más brutal y directo hasta el más progresivo, técnico o de avanzada que viene después. 

Desde la voz, aguda y aserrada, rúbrica de esta banda y absolutamente definitoria de lo que serían los shriek hasta las guitarras, afiladas y con cambios de tiempo, hasta los arreglos de bajo y la combinación de feroces formas instrumentales con melodía, además con una producción impecable que permitía distinguir cada instrumento sin perder poderío, permite encontrar sus influencias hasta el thrash, black/thrash, black y death melódico y hasta en el actual groove/metalcore tipo Lamb Of God. En el tema final, Fatal Energy, encontramos unos riffs épicos y agudos que pueden llegar incluso hasta el metal avantgarde más contemporáneo.

5 de 5.

7. Birna (2025) de Wardruna. Una hermosura oscura de dark folk noruego, de los mismos que hicieron parte de la música de Vikings de Netflix.

8. I I (2025) de Blood Abscission, proyecto de black atmosférico anónimo y misterioso, sin revelar miembros ni país de origen. Según su Bandcamp son "black metal impresionista". Suena bastante sucio, aunque no me queda claro si es un error de producción o una intencionalidad, porque la guitarra principal suena transparente y con lo que parecen teclados de apoyo, que a veces suenan bastante al frente, mientras que la voz en shriek suena al fondo, de forma similar a la poderosa batería. Es un buen disco, sobre todo con el tema II - I I I, en la que las texturas y la hermosura brutal están más claros, con tonos más melódicos y expansivos. En el tema II - I V, se notan influencias del dark ambient, post-metal e incluso sonidos de estática y espaciales, un poco a lo Blood Incantation. El tema final, con voces femeninas y un súper blast beats también es extraordinario. Grandioso este disco que comienza un poco genérico y mejora increíblemente. Le pongo 4,3 de 5 pero puede ser más posteriormente.

9. Life Is Violence (2025) de Idle Heirs. Post-metal de lenta cocción, guitarras de concreto y un grito/shriek desesperado y estertóreo. de Kansas City, Missouri, me hizo recordar a Cult Of Luna y a Russian Circles, aunque entre los minuciosos y frenéticos minimalismos de una guitarra que se entremezcla entre ruidos de estática y delicados trémolo picking, espaciosos y cósmicos, también hay espacio para algo entre el metal sinfónico, el screamo y hasta el rock alternativo. 

El tejido se logra gracias a un sexteto que incluye cuatro músicos agregando guitarras y dos de ellos también sintetizadores (o al revés), conformado por Josh Barber (guitarra eléctrica, sintetizador, compositor, productor), Brandon Yangmi (guitarra eléctrica, ingeniero de grabación, coproductor), Sean Ingram (voz principal, compositor), Ben Turkovic (batería), Chris Gochis (guitarra eléctrica) y Brad Trinkl (sintetizador, guitarra eléctrica). 

Eso implica momentos de amplia wall-of-sound pero en lugar de ser un sonido que abarca todo, llena de armónicos y estridencias, se privilegia la voz y el sonido del sludge atmosférico, con mucha batería y arreglos percusivos, al mejor estilo de The Ocean Collective, del cual Ingram fue su cantante por dos discos. Tres de los músicos vienen de la banda progresiva Existem y otro de la escena de rock indie, lo que le da esa combinación distinta para el post-metal, con un sonido mucho más limpio, de baja ganancia y transparente, menos corrosivo y abrumador. Me gusta, 4,4 de 5.

10. Origami (2014) de Ohmio, segundo disco de la banda de rock electrónico de Cumaná, estado Sucre, que ganó el Festival 100% Rock Venezolano y luego se metió en el Festival Nuevas Bandas. Sin los singles más exitosos como Plástico y Electrocardiograma. Buenísimo este disco, apenas escuchado y producido por Jean De Oliveira (Candy 66). Buenísimas las guitarras y la fusión con electrónica, temas emotivos y bien construidos, no hay excesos ni nada de pop, sino un buen álbum de rock, incluyendo la balada cuasi-folk Luz y cierra con un tema que llega al metal alternativo, Umbral, de verdad una joya de canción. 4,4 de 5, fácil.

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