24 febrero 2024

Con Fall, su doceavo disco en 28 años, Borknagar alcanza su punto más alto de progresividad en su black/folk épico

Borknagar es uno de los grandes nombres del metal extremo noruego. Combinando black metal melódico con metal progresivo y folk metal, se establecieron junto a bandas como Ulver y Arcturus en un ángulo avantgarde que los acercaba a bandas como Opeth, así como en su evolución, restando extremismo para adentrarse en una combinación de rock/metal progresivo.



Así que aunque nacieron de mano de músicos de Immortal y Gorgoroth, el alma de la banda siempre ha sido el guitarrista Øystein Garnes Brun, que compuso siempre desde la base de las dobles armonías con distintas distorsiones, para provocar ese raro efecto de bella oscuridad, aderezada con interludios en que podía haber guitarras acústicas o lentos y elegantes arpegios con acordes menores en distorsión metalera.

Al mismo tiempo, Borknagar es sinónimo de una poderosa vocalización de voces épicas y operáticas junto a agrios shrieks de ultratumba. Ese balance vocal se fue inclinando hacia las voces líricas con el tiempo, desde el debut de 1996 con la participación de cantantes como Garm (Kristoffer Rygg), ICS Vortex, Lazare y Vintersorg se escuchan en distintos álbumes, con el epítome de del tema Winter Thrice del disco del mismo nombre, en la que cantan los cuatro.

Es que a pesar de los cambios de integrantes, en Borknagar siempre se escucha ese juego de capas de guitarras que construían las melodías con ambivalencias sónicas, que era siempre bello e invernal, oscuro pero progresivo. La marca se completaba con una batería metalera y rápida, grabada con mucha reverberación, lo que la hacía sonar a medio camino entre lo tribal y lo cinemático, e incisos de teclados setentosos que añadía otro piso a esa sensación de escuchar algo entre el metal extremo y el rock progresivo al unísono.

En Fall, a pesar de la presencia de todos estos elementos oscuros, parece que por primera vez hay una mayor inclinación hacia lo atmosférico, con un efecto más diluido. Aunque hay canciones con muchos shrieks, acordes menores y percusión poderosa, que recuerdan a sus primeros álbumes, en el balance general parece que se abren más espacios para un rock/metal progresivo que para el death/black progresivo. Fall recuerda más al Sky Void Of Stars de Katatonia y menos al IX Equilibrium de Emperor.

También se siente que las melodías vocales, a pesar de la presencia de Lazare y ICS Vortex, aunque siguen siendo frontales y con largas momentos, hay una concentración mayor en las voces limpias a pesar del protagonismo de shrieks de Vortex en temas como Unraveling, en otros como Moon, con más preponderancia hacia las limpias de Lazare, es inevitable oír un mayor foco de la producción en resaltar la complejidad instrumental mientras cantan, mientras al mismo tiempo está en el fondo en lugar de la usual amalgaba de melodía y oscuridad. 

Ahora, que no se malinterprete, es un discazo, bien producido, majestuoso y con todo lo que nos gustan de estos noruegos, pero menos espectacular y frontal que otros. Adolece de la emocionalidad de Quintessence, mi disco favorito de Borknagar, en que parecía que escuchabas una ópera punk progresiva llena de complejidades y contradicciones que se complementaban con los raros efectos psicodélicos.

En este disco el quinteto está compuesto por Garnes Brun en guitarras y composición; Lars Are Nedland -Lazare- en voces y teclado (Solefald, Black Vouid/White Void) en su noveno disco con la banda y ICS Vortex (Arcturus, ex-Dimmu Borgir) en bajo y voces limpias y guturales, en su sexto disco con la agrupación, con los más nuevos Bjørn Dugstad Rønnow (Trollfest), agregando una nueva dimensión percusiva con su experiencia en bandas de metal extremo sinfónico, técnico y/o sinfónico y Jostein Thomassen -Pendragon- (Black Void) en la segunda guitarra. Tanto Dugstad como Thomassen, ahora en su segundo álbum con Borkangar, comparten en la bandas de sinfónico extremo Profane Burial y Viper Solfia.

Con ocho canciones en 54 minutos, tiene tres que superan los ocho minutos, que no se sienten extenuantes sino precisos para el desarrollo de las ideas de cada tema. Borknagar podría estar mostrando una madurez, que sólo un par de años podrá calificar de positiva o negativa, después del True North, en que le dieron mucho menos espacio a sus raíces más extremas.

Escúchalo, gratis, en Bandcamp acá: https://centurymedia.bandcamp.com/album/fall-24-bit-hd-audio

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