1. The Fellowship Of The Mistery (2024) de Compassionizer. Proyecto ruso de progresivo avant-garde, basado especialmente en los clarinetes como eje melódico y compositivo. Es un cuarteto conformado por Serghei Liubcenco en las guitarras, bajo, batería, rubab (una especie de laúd afgano), dayereh (tambor con sonajas de la música popular de Irán, los Balcanes y Asia Central) y otros instrumentos de percusión.
Leonid Perevalov en el clarinete bajo, Ivan Rozmainsky en la composición, sintetizadores, espineta (instrumento de teclas) y kalimba (instrumento africano de percusión, especialmente usado en Zimbabue, con teclas metálicas) y AndRey Stefinoff en el clarinete. Además varios invitados: Vitaly Borodin y Ksenia Vaganovaen violín, Oleg Prilutsky, trompeta y Sabina Vostner, voces y ukulele.
Es inusual escuchar tanto clarinete en música no académica, como pasa en Dawn Of A Dark Age, que lo usa para hacer black metal experimental y jazz fusión experimental. Por momentos parece que escuchas un delicioso soundtrack y en otros una obra clásica que eleva el espíritu. La combinación de música e instrumentos de Asia y África, con el sonido de la trompeta clásica y los clarinetes, especialmente el bajo, nos traslada a momentos casi meditativos y de caricia mental.
Para mí es una joya total, 5 de 5. En Spotify. Es parte del movimiento europeo de Rock In Opposition (RIO) en contra de la industrial musical.
2. Falling to pieces (2023) de KrashKarma. Dúo de metal moderno, de Los Angeles, California, basado en el melodeath rápido, aunque incorporando influencias del metal pop, groove, djent y nü-metal, con ambos cantando e incorporando desde Sepultura hasta Messhugah y algo de Jinjer. En RYM los llaman llanamente metal alternativo, aunque es un poco más extremo que eso. Básicamente son Nicole Skistimas (vocales, batería) y Ralf Dietel (vocaless, guitarra). Completan la banda Elias Tannous (guitarra), Nic Nifousi (bajo) y Zak Bowman (guitarra).
4,3 de 5. En Spotify.
3. The Wyrding Way (2024) de Believe: rock progresivo elegante, orquestal, extenso y muy accesible (neo-prog) Banda polaca conformada por Jinian Wilde, vocales, Mirosław Gil, guitarras, Satomi en violín y teclados, Przemysław "Przemas" Zawadzki en el bajo y Maciek Caputa en batería y pianos. Según RYM también es art rock, que se pueden identificar por sus embellecimientos sinfónicos y cuidadas texturas de pop rock y sintetizadores. En Spotify.
4. Venomous Rat Regeneration Vendor (2013) de Rob Zombie: si hay alguien divertidamente raro es este tipo, además, no toda reseña tiene que ser una disección especializada, sino también hay que hablar de feeling, de recuerdos y de emociones provocadas. A mí este disco me parece demasiado divertido, más que Ministry incluso, porque además de industrial hay heavy.
Este, el quinto de la carrera solista de Rob, tiene a los ex Marilyn Manson Ginger Fish y John 5 en batería y guitarras respectivamente. Es metal industrial, alternativo y groove, incluso con algo setentosos en sus teclados (y versionaron a Grand Funk Railroad con el clásico We´re an american band). Me ha hecho sonreír demasiado.
El bajista fue Piggy D, quien después de 18 años junto a Rob hizo el camino contrario y ahora toca con Marilyn Manson. Invitaron a John Freese (A Perfect Circle) para grabar algunas baterías. 4,5 de 5. En Spotify.
5. Gravity EP (2025) de Lacuna Coil: nunca me han gustado demasiado, menos en su etapa de metal industrial, pero este adelanto de su próximo disco es una buena noticia. Se acercan al goth metal y al groove. 4 de 5. Las líneas vocales de Cristina Scabbia logran momentos épicos, entre lo operístico y lo melódico rockero. Va a estar bueno. En Spotify.
6. Obverse EP (2025) de Obverse: rock progresivo estadounidense del trío conformado por Emily Hopkins (prolífica arpista experimental), Chris Allison (productor e ingeniero de discos de Plastilina Mosh, Kinky y Coldplay) y Dan Briggs (bajista y tecladist de Between the Buried and Me,Nova Collective, ORBS y Trioscapes). Post-rock, math-rock, electrónica y jazz involucrados en este EP glorioso. 4,8 de 5. En Spotify.
7. Violet de L.S.Dunes: emo, post-hardcore y rock alternativo de unos "amigos con gustos similares en música" que se niegan a ser llamados súper grupo: cantante Anthony Green (Circa Survive/Saosin/The Sound of Animals Fighting) y guitarristas Frank Iero (My Chemical Romance), Travis Stever (Coheed and Cambria) y el baterista Tucker Rule y el bajista Tim Payne de Thursday. Lo que hay que decir es que le hacen honor a sus carreras, se pasa un gran momento escuchándolos. 4,2 de 5. En Spotify.
8. The Sound Of Perseverance (1998) de Death: Symbolic puede ser rompedor y Human el más jazzeado pero este disco final de Chuck Schuldiner con Death es un obra maestra absoluta del death/jazz progresivo extremo, con riffs técnicos y de thrash metal, de calidad artesanal, increíble performance musical y una sólida fuerza compositora, con una combinación de batería y bajo de figuras astronómicas, riffs realmente transformadores porque no obedecen a ninguna regla del death metal, ni siquiera el progresivo, y un shriek increíble. Es thrash/death técnico y progresivo expansivo, más progresivo (y por tanto acá caben muchas cosas como power, space rock y heavy metal) que extremo, unos arreglos de tiempos sorprendentes y con un groove técnico.
Lo acompañaron Richard Christy (Charred Walls of the Damned) en la batería, Scott Clendenin en el bajo y Shannon Hamm en la guitarra. Los tres tocaron también en el The Fragile Art of Existence de 1999 de Control Denied. Es básicamente la banda que Chuck creó para sus últimas producciones. 5 de 5. En Spotify.
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