2. Blood Moon EP de Meanstreak, el quinteto femenino de heavy/power/thrash que tiene tres integrantes casadas con tres músicos de Dream Theater. Las primeras dos canciones son más técnicas y modernas, The Dark Gift era de un demo de 1992, con una atmósfera misteriosa con riffs bastante oscuros y sinuosos, arreglos complejos de bajo (siempre denso) y batería (casi doom), además de una muy buena cantante con una voz limpia. Los dos siguiente temas son temas compuestos en 1989, con un esstilo vocal más entre Rob Halford y Doro, mientras la música resume Exodus, Flotsam and Jetsam, Judas Priest y Testament, aunque no tan contemporáneo el estilo.
Me gustaron bastante, 4,2 de 5. En Spotify.
3. Horrific Honorifics Number Two(2) de Crippled Black Phoenix, el súper grupo inglés de post-rock progresivo edita su segundo EP de covers, en este caso haciendo homenaje a New Model Army, Laura Branigan, Fugazi, NoMeansNo, Sensational Alex Harvey Band, Deep Purple, God y Built To Spill, que va del punk al progresivo pasando por la electrónica, post-punk, hard rock e indie. Está divertido, 4 de 5. En Spotify.
4. De Ghörnt de Ungfell: black/folk metal suizo, con guitarras acústicas medievales, riffs melódicos a medio camino entre el speed y el hard rock, arreglos de voces vikingas y mucha épica gracias a coros, orquestaciones y un muy hábil uso de escalas fuera del metal transformadas con la distorsión y los arreglos, con claras influencias de Emperor, Satyricon, Darkthrone y el acústico de Ulver, aunque los emulan de forma original al combinarlo con folk metal y sus cánticos de guerreros nórdicos, aunque siento que a veces es disperso en concepto. Le pongo 4 de 5. En Spotify.
5. Virtut del desencís de Vidres A La Sang: black/death metal catalán, con letras en este idioma, similar a Foscor, en que lo poético, lo dramático y lo extremo se unen, en largos y lentos temas de black melódico épica con una batería por encima del promedio, riffss arpegiados reverberados y una voz entre shriek y gruñida que se toma su tiempo para narrar, desgarrarse y hacer un story telling con mucha emoción.
Me gusta la combinación de guitarras y bajo haciendo polifonías, a mid-tempo o más lento, que van construyendo interludios que luego se abren a guitarras más death y pesadas, aunque con una distorsión extraña. Hay algo de avantgarde y de sludge, incluso algo de post-metal, rock progresivo y doom. Es un joya, que quizás no está totalmente pulida, pero brilla y muestra potencial. Me recuerdan a Lux Occulta y Behemoth por momentos.
La guitarra líder es de Albert Martí Còdol, que toca guitarra, bajo y piano en Foscor y la guitarra en White Stones, el proyecto de Martín Méndez, ex-Opeth, donde también está el cantante/guitarrista de Vidres A La Sang y donde tocó el baterista sesión de Foscor. Le doy un 4,1 de 5. En Spotify.
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