Un clásico del black metal melódico y sinfónico que cumple 30 años. El debut de la banda de Telemark, Noruega, que marcó el rumbo de lo que sería el black moderno, con el uso de teclados, influencias de la música clásica y con arreglos que enriquecían la propuesta inicial de trémolos, acordes menores y blast beats, aunque mantenía mucho de lo original como el shriek, la atmósfera de oscuridad mística y el sonido crudo, brutal y gélido, de baja calidad aunque altísima inspiración. Entonces el black metal era una reunión de finas artes contemporáneas que incluía maquillajes, escenografía, vestuario y locaciones.
Musicalmente recurría a otros usos de la guitarra que no eran sólo los trémolos, los teclados eran una parte esencial aunque estaban como parte de una concepto integral y no de forma gótica ni orquestal en primer plano, sino atmosférica. Y aunque la batería era infernalmente veloz, grababa con reverb y salvaje, ya hacía unos cambios de ritmo que junto a los arreglos que hacía Ihsahn en voz, guitarra y teclados, asomaba el ingreso del metal progresivo en las composiciones.
Un punto alto es Cosmic Keys To My Creations And Times, en que lo existencialista y cósmico se une a influencias de Mercyful Fate, que se extienden por todo el disco, como lo demuestra el cierre con una versión de Gypsy, aunque también versiones posteriores incluyeron A Fine Day To Die de Bathory, que también es coherente con los acercamientos hacia el uso de teclados. El tema cumbre es, sin embargo, I Am The Black Wyzard, en que lo sinfónico es aún más claro, con una versión operística y épica del black metal terciado por teclados y riffs melódicos.
Aunque es destacable y un clásico, creo que es inferior al sucesor, Anthems To The Welkins At Dusk. En este disco la banda estaba completada por Samoth, quien grabó guitarra y bajo en The Shadowthrone de Satyricon y la guitarra en Constellations de Arcturus y Pentagram de Gorgoroth. En el bajo estaba Terje Vik Schei, Tchort, quién salió de la banda al ser encarcelado por dos años y luego tocó en Blood Red Throne y Carpethian Forest. Ahora es parte de Green Carnation, banda de metal gótico y progresivo. Faust (Djevel) fue el encargado de grabar esas baterías, aunque en las versiones extras que versiones posteriores grabó Trym Torson (que venía de Enslaved), el bajo Jonas Alver, quien se quedó hasta el siguiente disco y los teclados de Gypsy fueron grabados por Charmand Grimloch, aka Joachim Rygg y Jy Arr, quien después de una exitosa carrera como compositor para televisión noruega, se fue para Estados Unidos, logrando componer para muy conocidas series y películas como CSY: NY y How I Meet Your Mother.
Este disco alcanza el puesto 14 en Rate Your Music para el año 1994, duro considerando que es liderado no sólo por Illmaniac de NAS sino por Dummy de Portishead, The Downward Spiral de Nine Inch Nails, The Blue Album de Weezer y otro clásico, esta vez del noise, post-hardcore y math rock, Yank Crime de
Drive Like Jehu, mientras al mismo tiempo venció a Superunknown de Soundgarden, Hvis lyset tar oss
de Burzum y Transilvanian Hunger de Darkthrone.
Sputnikmusic lo pone mucho más arriba, en el séptimo puesto de 1994, en este caso venciendo a Portishead y Weezer pero aún detrás de Jeff Buckley - Grace y Kyuss de Welcome To Sky Valley, aunque aún venciendo a Burzum. Un año difícil para encumbrarse en el metal extremo, pues también salieron Wildhoney de Tiamat, De Miistherys Dom Sathanas de Mayhem, Tales From The Thousand Lakes de Amorphis y Ceremony Of Opposities de Samael.
Definitivamente, 4,7 de 5 a pesar del sonido horrible de los primeros temas. En Spotify.
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