1. Toxic Grace de Evildead: thrash metal de Los Angeles a lo Slayer con algo de Kreator y Metallica viejo, incluyendo un fraseo idénticos a Battery y Seasons In The Abyss. En tiempos de fusiones y revivals, esta banda cultiva el género con clarísimas influencias y una atmósfera densa propia, bastante pesada, aunque quizás -otra más- abusando de la emulación. Igual me gustó muchísimo, 3,9 de 5. En Spotify. Irónicamente terminan el disco con una versión de Killing Joke, pero que no le hace justicia al tema original.
2. Chemical EP de Devil Wears Prada, me encantaron estas cinco canciones, en que el post-hardcore y el metalcore se abren a sus anchas en sus modos más alternativos. La canción Salta me emocionó mucho, me recordó a las bandas progresivas contemporáneas y al mejor post-hardcore.
3. The Dream Of Delphi (Harp Visions), una reversión del disco de Bat For Lashes junto a la arpista Lara Somogyi que me recordó al Vespertine de Björk. Muy bueno, una versión mejorada incluso de un gran disco de 2024. Le pongo un 4,5 de 5, ya lo quiero escuchar otra vez. En Spotify.
4. Cosmic Waves Volume 1 de Angel Olsen, es un compilado de la disquera de la cantante de country alternativo, en que primero cada artista decide qué canción quería en el mismo y luego Olsen versiona un tema de cada uno. Empieza con una furiosa Poppy Jean Crawford, con una canción de rock que fluctúa entre el prog y el arena rock, logrando momentos memorables entre lo elegante y lo sucio. Luego varios otros temas y versiones que no me gustaron para nada. Así que 1,5 de 5.
5. Missaen: Turangalîla-Symphonie con la Orquesta Sinfónica de Boston, la pianista china Yuja Wang, la musicóloga francesa Cecile Lartigau tocando el Ondas Martenot y el conductor letón Andris Nelson. 5 de 5, claro. En Spotify.
6. Singles de adelanto del nuevo disco de Landmvrks, un metalcore con rap/trap metal y deathcore que se asoma demasiado bueno.
7. Coming Home For Christmas de Storm Seeker: ¿quién pensaría que a los metaleros les gusta tanto la cristianísima Navidad? Miles de canciones lo revelan. En este caso, los alemanes hacen reversiones de clásicos gringos en la onda de folk metal.
8. Singles de Re-Armed, una curiosa banda finlandesa de death melódico y sinfónico que parece traerse influencias de otros géneros como el shoegaze y el rock alternativo, pero en pequeñas cantidades que terminan alterando la fusión metalera que tienen, a la que le agregan también power y thrash. Es fascinante el uso de blast beats con coros celestiales a la blackgaze y shrieks atmosféricos, así como un growl de media agresividad y otras variaciones de altísima producción vocal. No publican un disco desde 2020 pero estoy conquistado.
9. Melodies Of Atonement de Leprous: este disco 2024 de estos progresivos noruegos no me mató las primeras dos veces que lo escuché, como toda su discografía anterior y la crítica fue feroz también. No está en los mejores 200 discos de Sputnikmusic, y aparece muy lejos en rankings diversos que consulté, como Metal Storm, Album Of The Year o Rate Your Music, aunque sí entró en los 12 mejores discos de metal progresivo de Loudwire.
Hace poco le di una nueva oportunidad y me atrapó increíblemente, no sólo por la impresionante producción y ejecución vocal, que va desde lo operático a lo cortavenas, sino por la mayor incorporación de arreglos electrónicos y momentos de art rock, que junto a la historiografía de rock y metal progresivo, le añade una elegancia académica usualmente rara en la música pesada. Planeo verlos el día de mi cumpleaños 47 en Bogotá, con más emoción que ayer.
Creo que Leprous, alejándose cada vez más de la parte más extrema del progresiva, está cada vez abriendo más espacios para un disco que se acerca al Kid A de Radiohead o al Red de King Crimson. Por eso las baterías experimentales, el trip hop (las referencias a los temas más raros de Björk) e incluso, voces a lo post-hardcore. Sin embargo, aún están "entre nosotros" con canciones Like A Sunken Ship donde Einar Solberg aún agrega shrieks en medio de potentes guitarras distorsionadas, un bajo perverso y baterías guerreras. Me ha gustado mucho más ahora, le pondré un 4,3 de 5, aunque la crítica lo destruya, tendrá mejor apreciación a futuro, estoy seguro.
10. YOU'LL HAVE TO LOSE SOMETHING de The Spirit Of The Beehive: quinto disco de esta banda de shoegaze/post punk psicodélico de Filadelfia, Pennsylvania. Suenan tan raro como parece según sus etiquetas, pero este 2024, son los 90 otra vez.
La neo-psicodelia y el dream pop es llevado a extraños niveles de experimentación, que los acerca al punk psicodélico de Osees (y sus miles de formas), a lo desconocido de Xiu Xiu e incluso al Frontier Psychiatrist de The Avalanches. Los primeros temas son dudosos, porque uno no sabe si están haciendo cosas locas sólo por el fin de hacerlo, en la que las guitarras noise, el dnb y los cortes sucesivos de acordes se entrelazan de forma más o menos exagerada, lo que se contradice en temas posteriores más estructurados. Me gustaron aunque creo que se exceden en ser raros, con muy buena capacidad para crear canciones, lejos de la genialidad caótica de Idles, Black Midi o Beach House. 3,5 de 5. En Spotify.
11. Colors (2007) de Between And Buried And Me, para ir a la raíces de cuando me empecé a interesar poderosamente en el metal progresivo contemporáneo, de la generación siguiente a Mr Bungle y Ephel Duath. Este disco es mayoritariamente death metal progresivo, puro y duro -con otros géneros extremos incluidos- pero contemporáneo, por lo que quizás algunos críticos lo califican como metalcore progresivo, quizás por el uso de voces limpias, pero mi mayor interés surgió por la inclusión de interludios y fusiones con indie rock, space rock, electrónica, country, jazz y muchos otros géneros que usualmente no eran incluidos en las visiones más extremas y alocadas del género. Una joya, 4,5 de 5. En Spotify.
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