21 diciembre 2024

Diario musical 21D: metal progresivo/jazz, brutal death extraño, death / deathcore progresivo orquestal, black avantgarde, emo trap pop punk, jazz fusión, hip hop venezolano y black metal vampírico

1. Después de la locura del Pleroma de Orgone, escuché el Ad Astra de The Resonance Project con mayor amor por el jazz / metal progresivo. Este dúo de singapurenses,  Lang Zhao (batería, sintetizador) y Yas Nomura (guitarra y bajo) hacen un disco de metal progresivo y jazz fusión impresionante, que combina influencias del death y el heavy, mucho rock progresivo y bajos jazzistas increíbles. Un disco impecable, 4,8 de 5. Entre los invitados están Joshua de La Victoria (Sungazer, Intervals, Portraits), 

2. Troglodyte de Becerus: un audaz y disruptivo brutal death / grindcore, que empezó como el Once Upon The Cross de Deicide o Broken Hope para luego ponerse muy interesante, con riffs hiper agudos de guitarra y guturales que se repetían como un eco burlón. Siempre extremo y malvado, agregan unos solos larguísimos, del death y el thrash de los 90, que le dan un tercer matiz bizarro. Discazo de canciones cortísimas y de pura maldad gore. Hay mucho más, porque la voz sigue probando ser rara y gutural, cuando las guitarras se ponen en un rara mezcla de djent y death metal. Una de las muchas bandas y proyectos del siciliano magistral Giorgo Trombino (Assumption), quient canta, toca guitarra, bajo, sintetizadores, saxofón y más. Sin duda, 4,1 de 5. En Spotify.

3. Heretic de Suncinder: sigamos con la música rara, en este caso un dúo de deathcore / death metal melódico progresivo de Detroit, Michigan, con muchísimos arreglos orquestales cinemáticos de horror y coros fantasmales, sin voz principal. Sería un error subestimarlos, porque tienen una amplísimo repertorio que combina lo terrorífico ambiental con arreglos sinfónicos medievales que se complementan con música extrema llena de blast beats, riffs afilados y arrolladores, un bajo muy thrashoso, súper potente y pesado, junto a una guitarra shred muy versátil y extraños arreglos de efectos electrónicos. Les doy un 4,2 de 5. En Spotify.

4. perdurance de convulsing (otro disco que no está en Deezer ni Spotify pero sí en lo mejor de Sputnikmusic del año). Death metal progresivo / experimental de Melbourne, Australia, difícil de describir. Aprende de bandas opresivas aunque hace mucho más clara su interpretación, que es feroz y complicada, aunque a mid-tempo, con una batería que va del blast beat a los repiques creativos, adaptándose a los cambios perennes y repentinos de la guitarra, adornando y dando potencia con los toms y los gallops, que son como sludge y djent, lo que se complementa con un bajo que aparece y desaparece. 

A veces la guitarra suena heavy metal y parece que escuchamos una banda de nü-metal y black metal atmosférico al mismo tiempo, con un groove con muchos brincos y silencios pero en trémolo, eso también se manifiesta en riffs chillones, que entran y salen como armónicos pero sonando como una distorsión brillante y aguda, casi noise, que entra y sale como jugando o como una variedad electrónica, sobrevolando sobre lo que un terreno de death metal con ritmos sincopados de guitarra rítmica y batería. Todo no acaba allí, sino que se traslada a una especie de sludge/post-metal que se consume muy lentamente. 

Lo que propone este disco, de forma incesante, es una polinización cruzada de géneros y estilos, en que las formas del mathcore son usadas para hacer death opresivo y cavernoso, y luego parece que abuso del formato del space rock o el post-rock con riffs disonantes y a mid-tempo. De verdad un disco profundo, elaborado con detalle y abierto a combinar mucho más que géneros, como en el tema final, de casi 13 minutos, en que hay guitarras que van y vienen, oscilantes, sin prisas con una batería 4x4 que revienta en black/death poderoso y veloz, que no deja de tener riffs y tiempos atravesados, que se recortan, cambian, gritan como chillidos y se regresan, siempre en escala progresiva y sorprendente. Aún así, no todo es llano, hay un valle de post-rock con arpegios y batería con doble bombo que va cayendo lentamente, casi como un space rock obscuro, lo que (no) nos prepara para más progresivo extremo.

Todo es increíblemente la obra de un solo hombre, Brendan Sloan (Nightmarer). En vivo toca el baterista Robin Stone (Ashen Horde, Chestcrush, Diabys, Enticer, Evilyn, Oppose the Sun, Power Concept, Sarcophagum, Somnium Nox, Virulent Depravity, Blade of Horus, Psycroptic, ex-The Amenta, ex-Augury). Muy bueno, definitivamente, 4,7 de 5. En Bandcamp.

5. La Masquerade Infernales de Arcturus. Uno de mis discos favoritos de mis bandas favoritas de siempre. El black metal circense, operático y cabaret, de vanguardia, progresivo, psicodélico y fusión por excelencia. Amor noruego y máxima puntuación, 5 de 5. En Spotify.

6. Cult Classic de nothing, nowhere es el cuarto disco de 2024 de Joseph Edward Mulherin, mejor conocido como nothing, nowhere que ahora es un artista independiente. Su combinación de emo, trap, pop punk, rock alternativo y post-hardcore es producto de esta época, que puede producir canciones muy buenas y otras interesantes, es un poco inestable por ahora. Hay que darse tiempo de escucharlo. La segunda parte del disco es muchísimo mejor que los temas iniciales. Le daré un 3,5 de 5. En Spotify.

7. The Bird of a Thousand Voices de Tigran Hamasyan: todo hay que decirlo, este disco no me había llamado la atención hasta que vi ese video en Instagram donde hay una especie de frase / rap / cántico hindú en que se fusionaba jazz, djent y música del mundo con dos baterías que compartían tambores y platillos, guitarristas haciendo piruetas y percusión con sus instrumentos, un piano asombroso y un guitarrista siete cuerdas metiendo distorsión potente. Un espectáculo alucinante, que llevaba el virtuosismo espectacular a niveles de inverosimilitud. Así que acá estoy. 

Es un disco largo, de 24 canciones. El pianista de jazz armenio Տիգրան Համասյան es conocido por tener influencias de la música folclórica de su país y de Estados Unidos, del rock y el metal progresivo. Además, en cada composición y rendición de temas conocidos del jazz agrega tonalidades y formas de Medio Oriente y el Sudeste Asiático. Es el pianista del disco solista Jazz-Iz-Christ de Serj Tankian de System Of A Down. 

Este es un disco predominantemente ambiental, con mucha fusión folk y su piano como líder. Hay momenticos pequeños de metal, casi siempre acompañando el mismo ritmo y riff del piano, y mucha instrumentación exótica. Impresionan las voces que se acompasan con los riffs de sintetizador, como si fuesen una especie de efecto especial que se desdobla. Las respiraciones al hacerlo le dan un carácter orgánico aún más interesante, más que un pianista de jazz que graba un sintetizador como compañero de faena con la filosofía jazzista de intercambiarse y superponerse. Me gustó mucho, 4,5 de 5.

En este disco Tigran se encarga de piano, sintetizadores (Korg Minilogue XD, Roland Phantom X6, Behringer Deepmind], pedales de efectos, voz, baterías programadas, edición y post-producción, mientras Nate Wood grabó batería y bajo eléctrico e hizo la masterización. Marc Karapetian también grabó bajo eléctrico y hay tres cantantes: Areni Agbabian, Sofia Jernberg y Vahram Sargsyan. 

8. Hammer Of The Witches (2015) de Cradle Of Filth: este disco marcó un regreso de Cradle a su black metal gótico más extremo y vampírico, ya no tan comestible ni post-punk, desde el Midian de 2000. Fueron largos 15 años después de estar en la cumbre del black metal moderno e incluso firmar con Sony Music. Ahora, con Century Media, Dani Filth rodeado de músicos checos imprimió el regreso de una banda que fue mítica y parecía destinada a definir el futuro de la música extrema, como también Dimmu Borgir pero esa es otra historia. 

En este caso el disco tiene a el baterista, tecladista y orquestador checo Martin Škaroupka (en CoF desde 2008), el bajista escocés y recién llegado a la banda Dani Firth, el guitarrista checo Marek Šmerda (Ashok), el guitarrista inglés Richard Shaw (que dejaría la banda en 2023 y es sustituido por Donny Burbage, de Vale Of Pnath y Aether Realm), la cantante canadiense Lindsay Schoolcraft (que también dejaría la banda en 2023 y sustituida por Zoe Marie Federoff). En Spotify

Los checos hicieron un buen trabajo, porque aunque la banda sonaba distinta por la experiencia diferenciada con las orquestaciones, los riffs son claramente referencias a los clásicos de los primeros dos discos, en esa rara mezcla de punk, country, post-punk, gótico, speed, rock and roll, música clásica y black metal. Dani ha envejecido pero sigue con su capacidad vocal y creativa intacta, con sus letras, concepto y gritos, vampíricos, malvados y diversos. Un buen 4 de 5.

9. Íconos, de Dann Niggaz y Lil Supa, en la que hacen homenaje a su experiencia como MCs de Supremacy Hip Hop Clan, así como hacen oda a la ciudad de Maracay, así como su impronta urbana, musical y urbana. Así que hablan de Biotech, el Concejo Municipal, Cancerbero, Niggaz Feel Da Hood, Calle Libre, el Ateneo y muchos más íconos de la capital del estado Aragua en Venezuela. 

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