07 enero 2025

Brutal death, jazz fusión versionando clásicos del metal (Alex Skolnick), progresivo/djent español, deathcore progresivo, thall e EP de Mogwai (post-rock),

1. Sevent Blasphemous Slab (enero de 2025) de Piss On Christ: naturalmente, el séptimo disco de esta banda grinda de death/brutal metal, nacidos en Nueva York y mudados a Tampa, Florida. Un disco potente y duro, aunque de composición regular. Un 3,5 de 5 por buen sonido. Como curiosidad, su bajista desde 2023 es Kelly Conlon, el que grabó la obra maestra de Death, Symbolic. El resto del cuarteto está completado por el guitarrista líder Nik Posada, el baterista Ron Parmer (Malevolent Creation desde 2020, exAmon (pre-Deicide) y en esta banda desde 2024) y el cantante, bajista y guitarrista Dan Castro (Castrofate y fundador de esta banda). Entre los invitados está Pat Reilly (ex-integrante y ahora en Castrofate) y Kurtis Layne (Castrofate).

Apenas 3 de 5. 

2. Goodbye To Romance: Standards For A New Generation (2002) del Alex Skolnick Trio: debut del trío de jazz del guitarrista de Testament haciendo  versiones de Kiss, Black Sabbath, Ozzy Orbourne, Scorpions y Aerosmith en clave de jazz fusión, con un par de temas propios. Uno de mis discos favoritos de la vida. 5 de 5 sin duda. En Spotify.

3. Soundscapes (2023) de Abel Sequera: debut del  baterista, pianista y compositor catalán, lleno de metal progresivo, djent y shred con decenas de invitados de todo el mundo, lo que le permite abordar el rock progresivo, el metal progresivo y sus variantes viejas y nuevas. Entre los invitados, sólo algunos: Mistheria, Marina La Torraca (Exit Eden, Phantom Elite), Diego Tejeida (exHaken), y todos los que están alrededor del metal progresivo contemporáneo, incluyendo veteranos y debutantes.

También hay músicos no metaleros de Indonesia, Togo, Estados Unidos y Alemania. Genial, 4,3 de 5.

4. Motherwort EP de Greylotus: deathcore progresivo, muy técnico, veloz (con blast beats) y con cambios fascinantes, combinando un shriek/growl poderoso con arreglos de voces corales en el fondo junto a riffs masivos, con arpegios rapidísimos, sonidos electrónicos y breakdowns que oscilan entre el post-rock / shred a lo Polyphia y metal progresivo similar a Leprous. Las voces limpias en capas son un detalle genial. 

Son de Baltimore, Maryland, y describen su proyecto como enfocado en la salud mental y brindar herramientas para lidiar con esto, como la atelofobia que da nombre a uno de sus temas, el miedo extremo a la imperfección. Hay músicos de Inferi, Equipoise y otras bandas contemporáneas de deathcore. Muy bueno, 4,3 puntos. En Spotify.

5. Fanzine Made Of Flesh EP de Mogwai: la banda de post-rock electrónico hace un adelanto de su próximo disco 2025 con temas ruidosos, oníricos, con sonidos psicodélicos y muy espaciales, aunque dentro de su tónica de noise pop. Están súper buenos, viene algo brutal. En Spotify.

6. The Long Bright Dark (2024) de Interpersonal: debut (después de dos EPs) del quinteto de shoegaze, post-hardcore y emo de St. Louis, Missouri. Temas cortos, entre el pop punk y el grunge, de verdad entretenidos y en muchos momentos emocionantes, por ratitos derivativos, creo que fue un buen comienzo de año, de larga duración. Les pongo un 3,9 de 5. En Spotify.

Según su Bandcamp hay un poco de todo: rock alternativo, dream pop, noise rock, grungegaze, indie rock, hardcore melódico, pop punk, post-hardcore, punk, shoegaze, emo grunge, emo y sadcore. Y sí, tienen esos ingredientes por allí y allá.

7. Nuevos singles de Franz Ferdinanz: me gustaron mucho más, parece que vuelve un poco más el rock aún accesible, melódico, britpopero pero mucho mejor que antes.

8. Cast the First Stone (2017) de Hour of Penance: brutal death metal técnico italiano feroz a la Nile y Hate Eternal, con influencias de Napalm Death y Deicide: rápido, demente y brutal. Séptimo disco de esos romanos. Las orquestaciones y los solos de guitarras los acercan ligeramente a Fleshgod Apocalypse, en una versión hiper-pesada gracias aa la mezcla salvaje y cruda, los que los deja conectados con el brutal death técnico, especialmente por la batería que jamás descansa en su ataque nuclear. El resultado es innovador, menos melódico e inusual.

El growl es realmente muy bueno, un poco Glen Benton y otro brutal deathcore. Los riffs están "envenenados" para ser más complejos aún siendo aplastantes, lo que está acompañado por una batería bestial llena de blast beats, repiques y mucho doble bombo que es capaz de cambiar de ritmos y agregar adornos con una velocidad imposible. 4,7 de 5. En Spotify.

9. Opera (2024) de Fleshgod Apocalypse: increíble nuevo disco de esta banda italiana de black/death metal sinfónico y progresivo, con momentos realmente sorprendentes como el blast beat junto sobre la voz de soprano, Veronica Bordacchini, quien además de la extraordinaria voz académica, hace impresionantes gritos y trucos vocales.



El shriek distorsionado, medio industrial, de Francesco Paoli (también letras, composición, guitarra y bajo) es asombroso que también incluye algunos juegos vocales de respiraciones y gemidos. Las orquestaciones son apoteósicas, los coros son celestiales y están acompañadas por riffs de djent y metal progresivo, con tiempos cortantes y desafiantes, así como una sección rítmica gruesa y avasallante.

El tema Morphine Waltz me enloqueció, con gritos de witch, algo de pianos alocados de cabaret, power/black y sinfonía. Increíble que haya recibido tan malas reseñas en Sputnikmusic cuando lo considero la banda que más ha elevado el uso de la música clásica al combinarla con metal. El nombre del disco es más que adecuado. Es una joya, no me interesan los demás, 4,8 de 5. En Spotify

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