2. Demo 2025 de Panorama Local: banda de indie rock, post-punk, post-rock y noise pop de Temuco, La Araucanía, Chile, con un sonido melancólico, algo emo y genialmente narrativa, que me recuerda a Ed Maverick, e incluso a Los Prisioneros y a Jorge Drexler, con esas referencias como a las baladas latinas de los 60 recuperadas con tristes acordes de emo pop y las letras ingeniosas, con juegos de palabras e ironía, pero también a Viva Belgrado, con su post-rock cotidiano y semi-gritado. Muy promisorio, 4,3 de 5. En Spotify.
3. Visions of the Emerald Beyond (1975) de Mahavishnu Orchestra: obra de arte de la legendaria agrupación de jazz fusión, jazz-rock, jazz-funk y rock progresivo de Queens, Nueva York. Combinando sonidos cinemáticos, orquestales, pop y jazz con arreglos de rock progresivo y funk, crearon un estilo extraordinario e inspirador. Este disco es hermoso, bailable, rítmico e impresionante. Su legado llega claramente hasta el metal sinfónico de hoy, como el de Ne Obliviscaris, y otras bandas que lo han expresado directamente como The Mars Volta, Opeth, Black Midi y Dillinger Escape Plan. 5 de 5. En Spotify.
4. State Of Emergency (2023) de Prong: pioneros y decanos del groove metal industrial, de Los Angeles, Califonir,a un disco con guitarras aserradas y ritmos sincopados, tomando del nü-metal y el rap-metal así como melodiosas, dando un buen balance de potencia y dinamismo, que permite el pogo y el cabeceo así como moverse de lado a lado, con temas que saben conciliar las disonancias y la fuerza vocal con la magia del rock and roll.
Contemplo esta variedad interpretativa y melódica como lo mejor del disco, que además de presentar todo el arsenal de riffs industriales y thrasheros, el sonido seco de las guitarras y las líneas vocales raperas y hardcoreras, también hay arpegios, melodías y hasta metal alternativo que le da mayor variedad y distintos colores a una banda ya legendaria y provocadora. Esto incluye una versión de Working Man de Rush. 4,3 de 5. En Spotify.
5. The Cart Before the Horse (2025) de Elizabeth A. Carver: un extraño disco de folk, que RYM dice que es free y avant, así como post-rock y drone, que sentí a medio camino entre Radiohead y Sprain, Mount Eerie y Black Country, New Road, con un sabor country, experimental y desafiante, aunque no con tanta calidad para mi gusto. Un reconocimiento a los créditos musicales, bastante raros y originales: Brice Brown, proyector, Cleo Henman, aparato de sonido radial volador y Alexander Kent, mente detrás de Sprain, en el banjo y bajo "doblados" (contrabajo y contrabanjo), armonio, diseño de sonido, sierra musical, dulcimer amartillado y apoyo moral y artístico. Elizabeth sería responsable de todo el resto, desde la fotografía y producción, hasta el resto de la música, que incluyen varios pianos y una profunda voz grave, que me costaría creer que es de una mujer sino la de Alexander. 3,9 de 5. En Spotify.
6. Liquid Swords (1995) de Genius/GZA: mejor disco del año según Sputnikmusic, empatada con Symbolic de Death. Segundo de 1995 según RYM que lo pone en el puesto 100 de la historia, quinto mejor de East Coast Hip Hop y Hardcore Hip Hop, subiendo al cuarto si es Boom Bap.
Genius/GZA es miembro de Wu-Tang Clan y sacó este disco después de los dos primeros del colectivo. Está basado en películas de artes marciales, el ajedrez, el crimen y la filosofía. Sinceramente, no soy amante del hip hop gringo, aunque adore a Cypress Hill y me agrade bastante Eminem. No es para mí, 3 de 5. Y ni de lejos lo puedo considerar tan alto en la estima mundial.
7. Forever We Burn (2024) de High Parasite: banda de goth/doom con algunos guturales medio crudos, casi primitivos sobre una base de metal alternativo, medio southern y groove, también melódico aunque algo básico. Son de Batley, Inglaterra. La banda bautizó su estilo como "death pop". Las voces, que también incluyen algunas voces góticas/post-punk son de Aaron Stainthorpe, de My Dying Bride. Este disco me parece malísimo, como una horrible versión de Pain. 2,2 de 5.
8. Swarming Angels & Flies (2025) de Sarcator: este disco hizo mi domingo, basados en el black/thrash/speed sueco buenísisimo, aunque se identifican influencias potentes del rock gótico, del southern metal e incluso del post-punk (black n roll) que incorporan con elegancia y creatividad increíble, llenando las canciones de dinamismo, variedad y muchísima buena vibra, mientras son extremos. Me encanta enterarme que el nombre viene de unir Sarcófago y Kreator, qué brutal e hilarante.
Es un disco increíblemente potente y rápido, pero tiene muchísimos momentos melódicos y psicodélicos, incluso surf, así que tiene temas rápidos tipo Hellripper pero el sonido es totalmente contemporáneo, no son un rip-off de ninguna de las bandas viejas o nuevas del género, sino es una extraordinaria pieza de arte, muy bien producida, con guitarras trabajadísimas, que pueden ser en trémolo y furiosas, aunque son mayoritariamente creativas, con un aura muy europea, como un dark country pasado por black/thrash. En Spotify. 4,9 de 5. Todos los integrantes tienen entre 19 y 25 años, aunque la mayoría tiene 22.
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