21 enero 2025

Burial, el mejor disco de Pain (metal/rock electrónico), hard rock/doom psicodélico, el art pop/trap/flamenco/bolero de Motomami de Rosalía, y lo nuevo de Teramaze (progresivo)

1. Phoneglow / Eyes Go Blank (2024) de Burial y Kode9: single doble para educarme en música electrónica, porque según RYM es 2-Step, Footwork, Footwork Jungle, Future Garage (del cual el extraordinario disco Untrue de Bruial es el mejor de la historia), de lo que no tengo ni idea. Son de Reino Unido (Londres y Glasgow respectivamente). El footwork claramente suena a música para hacer aerobics aunque el drum n bass lo salva.

2. Dancing With The Dead (2005 - remasterizada en 2025 por sus 20 años) de Pain: la "otra banda" de Alf Peter Tägtgren que nunca me ha matado, más cerca del del rock electrónico, aunque este disco suena poderosamente industrial y bien hecho, según Sputnikmusic, es el mejor de su discografía. 

El cuarto de su producción, en que aún el sueco tocaba, grababa, producía y grababa todo. No sólo tiene buenas guitarras, muchas pesadas, metálicas e industriales, que lo mete en el género del "cyber metal" sino que tienen su ritmo muy groove por momentos, que incluso apela a algo distinto al rock/metal, sino voces limpias, gritadas y en medio, con unas líneas melódicas y coros geniales también. 

Un disco muy bien hecho, divertido y con beats de hip hop, riffs melódicos techno-rockeros muy buenos, ritmos animados, e incluso algunos escarceos con electro-pop y reversiones potentes pero accesibles, tipo Babymetal por momentos, pero lo admito, quiero más como este disco, Peter. 4,5 de 5. En Spotify


3. Nucleus (2016) de Witchcraft: no recordaba nada de esta banda de doom/hard rock psicodélico sueco que tenía en mis favoritos de Deezer, y fue mucho mejor reconectar con ellos desde el olvido. Con guitarras que siendo pesadas y oscuras son también stoner y psicodélicas, casi post-metal, más una voz de epic doom, arrastrada y misteriosa, aunque también con un toque de blues, que acerca a la banda tanto a Guns N Roses como a Jethro Tull sobre una base de Black Sabbath y Led Zeppelin. 

Entre invitados y el líder de la banda, Magnus Pelander, se agregaron además flauta, theremín, vibráfono y sintetizadores que dan ese toque setentoso y vintage, pero especialmente sinfónico, que le suma mucho a los riffs arpegiados tocados con una lentitud doom y mucha actitud tipo The Cult. Es retro, es gótico y es muy rockero, tiene canciones de menos de 3 minutos y unos opus de 15 minutos.

Lo mejor del disco es sus muchos momentos de blues, hard rock y psicodelica, con unos majestuosos solos a la Jimmy Hendrix, muy de banda underground de rock progresivo de los 70, lleno de acid rock y heavy psych, que por momentos suena incluso a Deep Purple, pero que se completa con una voz que puede ser épica y angustiosa pero también rasposa y seductora. Increíblemente este disco es de lo menos valorados por la crítica, y estoy enamorado. 4,2 de 5. En Spotify.

4. Motomami (2022) de Rosalía: art pop con flamenco/hip hop y trap. Según RYM es Neoperreo (donde está también Villano Antillano) además de tener elementos de Alternative R&B, Latin Electronic y Deconstructed Club. Este es uno de esos discos icónicos que me retó a combinar artistas y géneros que no consumo o me desagradan como la bachata, aunque como parte de todo un concepto, me gustan, como la canción de Peso Pluma con Kali Uchis en un disco que le hace homenaje a la música tropical de los 80 y los 90. Por eso Rosalía y Björk hicieron un tema junto y en el Fossora, de mano de Arca, se escucha reggeaton industrial en voz de la islandesa. Un discazo, un puente entre el jazz, el flamenco y la electrónica con el art pop, la electrónica latina y la experimentación sónica, que incluyen maravillas como Delirio de Grandeza, que es una especie de bolero/salsa/hiphop/art pop 4,8 de 5.

5. Desire Colours N Lust EP (2025) de Teramaze. Debe ser el agua en Australia, pero este EP (Spotify) me voló la cabeza. Metal progresivo contemporáneo maravilloso: con djent, con voces pop y ganchos en los coros, con raras locuras tipo Twelve Foot Ninja, unos pianos jazzeados, breakdowns de deathcore y enredos deliciosos en la sección rítmica, influencias del groove y el thrash, así como del post-hardcore. 

6. Singles de Nachtblut que suenan como a un viking metal con industrial demasiado osado, como nos tienen acostumbrado con su black/neue deutsche härte. Eluveitie: folk metal que se puso más pesado y también groovy, aunque dentro de los gritos sigue habiendo los instrumentos exóticos y las voces femeninas celtas. Scowl: se ve bien el hardcore/rock alternativo que traen. Amenra: siempre sorprende con gusto en su estilo de drone/post-metal. Drudkh, un poco más lo-fi que lo que considero adecuado, sobre todo porque la batería suena a buen volumen pero las orquestaciones de fondo hacen un gran juego con las guitarras en trémolo, en lo que parece un post-black sinfónico. Morcheeba: un poco de rockcito en su trip hop pero los prefiero más electrónicos.

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